MES DE MARÍA, DÍA XI

MES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN 
MEDITACIONES PARA LOS
DIFERENTES DÍAS DEL MES


DÍA 11
María en su Purificación.
Celo del buen ejemplo.
Maria en su Purificación. Celo del buen ejemplo.
     La Virgen Madre, más pura que el sol, sale de su casita y va al templo cuarenta días después de su alumbra miento para ofrecer su Hijo allí y purificarse como las demás mujeres. Exenta de esta ley por el carácter divino de su maternidad castísima, quiere no obstante sujetarse a ella, par a dar en todo ejemplo de perfecta observancia legal.
   Nada hay tan eficaz como el buen ejemplo, y es esta un arma de celo cristiano que toda alma fiel puede y debe emplear para gloria de Dios y provecho de sus hermanos. No se te pedirá tal vez cuenta, alma cristiana, de si has escrito sabios libros, o pronunciado elocuentes discursos, o acaudillado grandiosas empresas. Todo esto puede ser quizá muy ajeno a tu especial vocación. Mas se te pedirá estrechísima sobre si has dado o no a los tuyos y al mundo la luz del buen ejemplo que con tus palabras y acciones les debías dar. Seas hombre, seas mujer, seas rico, seas pobre, seas rudo, seas sabio. Tu voz y tu obra tienen alguna influencia, poca o mucha, alrededor de ti, y con esta influencia puedes ayudar a la causa de Dios y del bien, o a la causa del demonio su enemigo. Apóstol de Dios eres, si en su ayuda trabajas; satélite del diablo, si te empleas en obras que él inspira. Tu familia, tu círculo de amistades o negocios, la plaza y calle en que vives, el sitio de diversión o pasatiempo a que concurres, esa es la arena de tu apostolado, ese el terreno en que siembras sin cesar o para el bien o para el mal. ¿Qué uso has hecho hasta hoy, oh cristiano, de esa arma poderosísima del buen ejemplo?
   Gran cuidado debe darte para el día del juicio esta reflexión, y te pido la consideres y revuelvas en tu interior siquiera unos minutos cada noche. Dite a ti mismo: en este día que acaba de transcurrir ¿he favorecido con mis obras y palabras la causa de Dios o la causa de su enemigo?

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