30/X/+2019 SAN MARCELO, Mártir

30 de octubre
SAN MARCELO, Mártir

Es preciso pasar por medio de muchas tribulaciones
para entrar en el reino de Dios.
(Hechos, 14,21)
  
San Marcelo, centurión del ejército romano, como sus compañeros celebraban mediante sacrificios paganos el aniversario del emperador, exclamó arrojando sus insignias militares: "Yo sirvo a Jesucristo, el Rey eterno. Si es necesario, para ser soldado, sacrificar a los dioses y a los emperadores, me niego a servir"Fue condenado a muerte y decapitado, el 30 de octubre del año 298, en Tánger.

MEDITACIÓN
ES PRECISO TRABAJAR
PARA GANAR EL CIELO


I. No nos lisonjeemos de ganar el cielo sin que ello nos cueste mucho trabajo. El reino de los cielos sufre violencia, únicamente los animosos pueden conquistarlo. Esta vida no es lugar de descanso, es campo de batalla. Jesucristo nos ha señalado el camino del cielo con las huellas de su sangre; los santos lo han regado con sus sudores, sus lágrimas y su propia sangre. ¡Qué cobardes que somos! ¿Quisiéramos tener sin trabajo lo que tanto ha costado a nuestros antepasados en la fe?
 
 II. Todo lo que hacemos, todo lo que sufrimos es poco, si lo comparamos con lo que Dios pide, Con lo que vale el cielo y con lo que Jesucristo ha hecho para abrirnos su puerta. Sufro yo un momento para librarme de una eternidad de dolores, para gozar una gloria infinita y eterna. Vuestros sufrimientos duran sólo un momento, la gloria que esperáis es eterna. (San Pedro Damián).
  
III. El mundo exige de sus partidarios servicios mucho más penosos de los que pide Jesucristo a sus servidores. Mira lo que hace un soldado para alcanzar gloria, un comerciante para enriquecerse, un cortesano para agradar a su príncipe. ¿Qué no haces tú mismo para contentar tu vanidad o tus placeres? ¿Cuándo, pues, trabajarás tanto por Dios cuanto trabajaste para el mundo? ¿Cuándo harás por tu alma tanto cuanto hiciste por tu cuerpo?

El cuidado de la salvación
Orad por  los que están en pecado mortal.

ORACIÓN
   Haced, os lo rogamos, oh Dios omnipotente, que la intercesión de vuestro mártir San Marcelo, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

29/X/+2019 SAN NARCISO, Obispo y Confesor


29 de octubre
SAN NARCISO, Obispo y Confesor

Las perfecciones invisibles de Dios, aun su eterno
poder y su divinidad, se han hecho visibles después
de la creación del mundo, por el conocimiento que de
ellas nos dan sus creaturas; y así, los impíos no tienen excusa.
(Romanos, 1,20)

   San Narciso, obispo de Jerusalén a los 80 años de edad, hacia el año 180 de nuestra era, estuvo dotado de paciencia y dulzura admirables. Tres malos cristianos propalaron contra él una horrible calumnia, diciendo que, si su acusación fuese falsa, consentían, uno en ser quemado, el otro en ser atormentado de vergonzosa enfermedad y, el tercero, en perder la vista. Retiróse el santo al desierto sin querer defenderse. Pero Dios castigó a dos de los acusadores según sus votos, y el tercero, reconociendo su falta, tantas lágrimas derramó que perdió la vista. San Narciso volvió a su sede. Contaba entonces 110 años y vivió algunos más. 
MEDITACIÓN
ES MENESTER ADMIRAR
A DIOS EN LAS CREATURAS


I. Se reconoce la sabiduría de Dios en el admirable orden que reina en el universo. La diversidad de las creaturas, el cambio regular de las estaciones, las maravillas que la tierra, el mar y el cielo despliegan ante nuestras miradas; todo ello publica a voces la sabiduría de Dios. ¿Sólo mi voz faltará en este admirable concierto de alabanzas que todas las creaturas elevan hacia Él? Ellas han sido creadas para utilidad mía, pero también para enseñarme mis deberes para con el Señor. El universo creado para mi servicio me instruye con su ejemplo. (San Euquerio).

II La bondad de Dios se manifiesta en las creaturas, pues el Señor no se ha contentado con darnos lo que nos era absolutamente necesario, sino que ha añadido todo lo que puede tornarnos grata la vida. Procedamos igual a su respecto, demos a Dios generosamente, no sólo lo que Él exige de nosotros, sino también todo lo que podamos darle: nos lo devolverá centuplicado aun desde esta vida. Nada se pierde con Él, nunca se deja vencer en generosidad.
  
III. El poder de Dios brilla maravillosamente en el imperio que ejerce sobre las creaturas. Todas obedecen sus órdenes, obran contra las leyes comunes de la naturaleza cuando Él se lo manda, y nada resiste a su divina voluntad. Alma mía, ¿hasta cuándo resistiremos a Dios? Amemos a las creaturas, pero no ofendamos al Creador; usemos de los bienes de este mundo, pero no abusemos de ellos, si queremos gozar de los del cielo. Aprended a amar en las creaturas al Creador; pero no os apeguéis de tal modo a ellas que perdáis a Aquél que os ha creado. (San Agustín).

El amor a Dios
Orad por  la conversión de los incrédulos.


ORACIÓN
   Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Narciso, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.



Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

28/X/+2019 SAN SIMÓN y SAN JUDAS, Apóstoles

28 de octubre
SAN SIMÓN SAN JUDAS, Apóstoles

  
Como vosotros no sois del mundo, sino
que os entresaqué yo del mundo,
por eso el mundo os aborrece.

(Juan, 15, 19)

   San Simón, de Caná en Galilea, y San Judas Tadeo, hijos de María de Cleofás y primos de Jesús, fueron a predicar el Evangelio, uno a Egipto, el otro a Mesopotamia. Después de treinta años de trabajos apostólicos, fueron llamados a Persia, en donde convirtieron a gran número de paganos. Las imágenes del sol y de la luna se quebraron cuando ellos lo ordenaron, y los demonios salieron de sus templos y emprendieron la fuga bajo la forma de negros etíopes. Los paganos, excitados por dos magos, se arrojaron sobre los santos apóstoles y los masacraron. Los instigadores del crimen perecieron fulminados por un  rayo.

MEDITACIÓN
SOBRE SAN SIMÓN
y SAN JUDAS TADEO


I. Dios llama a su servicio a los que Él ama; los separa del mundo, como hizo con estos dos apóstoles, hijos de María de Cleofás, prima de la Santísima Virgen. Jesús amaba particularmente a estos dos hermanos, gracias, sin duda, a la intercesión de Maria en su favor. Dios sólo es quien nos llama a su servicio, mas, ¡cuántas almas deben su vocación a la Santísima Virgen! Renunciemos al mundo, y seremos más grandes que sus honores y que toda su gloria. (San Cipriano).
   
II. El mundo persiguió a estos dos apóstoles y les dio muerte, porque disipaban sus tinieblas con la luz del Evangelio. Hombres apostólicos: la persecución será siempre vuestra parte. Vosotros aborrecéis al mundo, no os asombréis de que él os pague con la misma moneda. Regocijaos, porque cuanto más disgustéis a los hombres, más agradaréis al Señor. El mundo ama sólo a los que se le parecen.
   
III. Las amenazas, las calumnias, los tormentos y la muerte no fueron suficientes para detener el celo de los dos ilustres hermanos. El mundo se esforzará por hacer fracasar todo lo que emprendáis por amor a Dios; pero no os dejéis abatir: avanzad, Dios os hará triunfar contra todos los obstáculos. No busquemos agradar a los hombres, alegrémonos más bien de disgustar a aquellos a quienes Dios mismo ha disgustado. (San Paulino).

El desprecio del mundo
Orad por la conversión de la India.

ORACIÓN
   Oh Dios, que os servisteis de los bienaventurados apóstoles Simón y Judas Tadeo para conducirnos al conocimiento de vuestro santo Nombre, haced que celebremos su gloria eterna avanzando en la virtud,  y que avancemos en la virtud celebrando su gloria. Por J. C. N. S. Amén.

27/X/+2019 SAN FRUMENCIO, Obispo y Confesor

27 de octubre

SAN FRUMENCIOObispo y Confesor


Nosotros como más fuertes, debemos soportar
las flaquezas de los menos firmes y no dejarnos
llevar de complacencia por nosotros mismos.
(Romanos, 15, I)

   San Frumencio visitó Persia hacia el año 330 con un filósofo de Tiro, tío suyo, y fue apresado en el mar al volverse a Etiopia. Impresionados por su juventud y belleza, los bárbaros lo presentaron a su rey, que tomó a su cargo su educación y lo hizo su secretario. Después de la muerte del rey, la reina le confió la regencia. Aprovechóse de ello para favorecer la religión y abandonó después este elevado puesto para ir a pedir un obispo a San Atanasio en Alejandría. Este santo lo consagró a él mismo y lo envió de vuelta. Sus discursos y sus milagros obraron un gran número de conversiones, y Etiopía permaneció católica durante cuatro siglos.

MEDITACIÓN
SOBRE TRES GRADOS
DE AMOR AL PRÓJIMO
   
I. Debemos amar a nuestros parientes y amigos, es un deber que nos impone la naturaleza; pero Dios quiere que en esto sigamos su voluntad más bien que nuestra inclinación. Ámalos, porque Dios lo quiere y como Dios lo quiere. Demuéstrales este amor trabajando todo lo que puedas en su salvación y soportando pacientemente sus defectos; la amistad y la caridad cristiana te obligan a ello.
   
II. Poca cosa es amar a los parientes y amigos: esta ley la observan hasta los paganos mismos; tú debes amar a las personas con las que no te vinculan ni parentesco ni amistad. Son verdaderamente hermanos nuestros, aquellos que han reconocido como Padre suyo a Dios. (Tertuliano).
   
III. Hagamos más, amemos a nuestros enemigos. El cristiano es capaz de un acto tal de caridad. ¡Cuán difícil es este amor para aquél que no consulta sino la naturaleza; pero cuán fácil para aquél que considera a Jesús expirando en la cruz por sus enemigos! Al hablar de San Esteban, dice San Gregorio: Ofrece a Dios algo más grande que la muerte, la moderación del alma y el amor a los enemigos.

La caridad
Orad por vuestros parientes y amigos.

ORACIÓN
   Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Frumencio, vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el amor de la salvaci6n. Por J. C. N. S. Amén.



26/X/+2019 FELICITACIÓN SABATINA A LA VIRGEN DEL CARMEN (Para los Terciarios de Santa María del Monte Carmelo)

FELICITACIÓN SABATINA A LA VIRGEN DEL CARMEN



Oración preparatoria


   ¡Oh Virgen Santísima del Carmen, Reina gloriosa de cielos y tierra! Vengo a honrarte en este día escogido por Ti para mostrar tu gloria, tu poder y tu misericordia. Acuérdate que a tus queridos cofrades, por tu santo y bendito Escapulario, les has prometido ayuda en la vida, amparo en la muerte y socorro en el Santo Purgatorio. Mírame con ternura, amorosa Madre, y mira también misericordiosamente a las almas que en el Purgatorio se encuentran y acepta ésta mi felicitación y visita sabatina, como homenaje de mi amor y cariño y para alivio de las almas que sufren, para que todos juntos te alabemos algún día feliz en el cielo. Amén.

Aspiraciones


  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo mis propias necesidades. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mi familia. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mis parientes. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mis amigos. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de la Iglesia. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de la Nación. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de las almas del Purgatorio. Avemaría...


Oración final

Gracias mil, Madre querida, por todos los favores que de tu bondadosa mano he recibido, particularmente el de haberme escogido, por tu santo Escapulario, para verdadero hijo tuyo. Yo quiero alabarte siempre, y es mi deseo que mi lengua cante tus bondades sin cesar y mi corazón te ame y que te quiera como a la mejor y mas cariñosa de las madres. Me regocijo por la inmensa gloria que en el cielo gozas, del poder que sobre todo lo creado tienes, de las virtudes soberanas que tu alma adornan. Sírvete, Madre mía de esa gloria, de ese poder y de esas virtudes para ampararme en la vida y en la muerte, para cubrir mi pobreza y desnudez, para librarme de tantos y tan fieros enemigos como me rodean, para salvarme y ser feliz en el cielo por toda la eternidad. Amén.

26/X/+2019 BEATO BUENAVENTURA DE POTENZA, Fraile

26 de octubre

BEATO BUENAVENTURA DE POTENZA, Fraile

(1711 P.C.)

   
Buenaventura nació en Potenza, del reino de Nápoles. En 1651, ingresó en el monasterio de los frailes menores conventuales de Nocera. Como ejemplo de su puntual obediencia, se cuenta que, en una ocasión en que la lleve de la bodega se había caído en una cisterna, el superior mandó a Buenaventura a pescarla con un anzuelo y el beato, después de mucho trabajar, tuvo éxito en la empresa. Los ocho años que pasó en Amalfi, constituyeron el período más fructífero de su vida, ya que trabajó con gran provecho de los fieles y de su propia alma. Sus superiores quisieron nombrarle guardián en varias ocasiones, pero accedieron a las súplicas del beato, que no quería cargo alguno, y el único que le confiaron en su vida, fue el de maestro de novicios. Buenaventura profesaba especial devoción a la Concepción Inmaculada de María (aunque vivió casi dos siglos antes de la proclamación de ese dogma) y, con frecuencia, decía que hubiese querido ser otros Duna Scoto para defender con la misma elocuencia ese privilegio de la Madre de Dios.
   Buenaventura murió en Ravello el 26 de octubre de 1711.Es uno de los santos napolitanos de quienes se cuenta que su sangre quedó fresca mucho tiempo después de su muerte. "Dios quiso que su siervo diese ejemplo de obediencia aún cuando era un cadáver", dice la crónica. "Mucho tiempo después de muerto, el vicario general de la diócesis pidió a un cirujano que extrajese un poco de sangre del brazo del beato. Junto al féretro dijo: "¡Padre Buenaventura, sacad el brazo! Como el cadáver permaneciera inmóvil, el vicario general dijo al padre guardián: 'Padre, mandadle por santa obediencia que saque el brazo'. En cuanto el guardián le dio la orden, el varón de Dios levantó el brazo y lo presentó al cirujano. Puede fácilmente imaginarse el temor y la admiración que experimentaron los presentes". (Aureole Seraphique). Después de investigar a fondo el asunto, los bolandistas llegaron a la inquietante conclusión de que tal vez el beato no había muerto aún. Buenaventura fue beatificado en 1775.

*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

26/X/+2019 BEATO DAMIÁN DE FINARIO, Monje

26 de octubre

BEATO DAMIÁN DE FINARIO, Monje


   Damián Furcheri nació a principios del siglo XV en el pueblecito de Perti, cerca de Finario, que es actualmente Finale Borgo, no lejos de Génova. Algunos historiadores muy posteriores cuentan que, cuando Damián era aún muy niño, fue raptado por un loco. Una luz milagrosa señaló a quienes le buscaban el sitio den queel secuestrador había escondido al niño. Damián ingresó, bastante joven, en la orden de Santo Domingo y llegó a ser un predicador muy famoso en Lombardía y Liguria. Murió en 1484, en Reggio, cerca de Módena y ahí fue sepultado. Después de su muerte, se le atribuyeron numerosos milagros.Su culto fue confirmado en 1848.

26/X/+2019 BEATA BONA DE ARMAGNAC

26 de octubreBEATA BONA DE ARMAGNAC, Virgen

   Beata Bona De Armagnac (1434-1462) Bona pertenecía a una muy noble familia que se trataba de igual a igual con los reyes de Francia. Aunque era buena y caritativa -mantenía un leprosario para mujeres ella misma- no quería seguir la vocación de religiosa a la que se sentía llamada. Por fin la gracia de Dios acabó por empujarla y entró al convento de clarisas de Lézignan, con gran pompa y acompañamiento. Antes de que profesara, su hermano, el duque de Nemours fue por ella pues deseaba casarla por razones políticas, y al llegar preguntó si ya le habían cortado los cabellos. Bona preguntó “¿Me quiere coger de los pelos para conducirme a Carlat a casarme?”, y, sin pensarlo dos veces, echó mano a las tijeras y ella misma cortó su hermosa cabellera. Murió en el convento a los 28 años y se le recuerda como una mujer valiente, bromista, magnánima y siempre alegre. La alegría constante es signo de que se siente la filiación divina, el convencimiento de que somos hijos de Dios. Agradece muchas veces al día a tu Padre esta seguridad.

26/X/+2019 SAN RÚSTICO, Obispo de Narbona

26 de octubreSAN RÚSTICO, Obispo de Narbona(461 P. C.)
   Rústico, que nació en el sur de la Galia, era hijo delobispo llamado Bonoso. Se cree que en una carta de San Jerónimo,escrita hacia el año 411 y dirigida a él. le aconsejaba adoptar la vida eremítica. El año 427, Rústico fue elegido obispo de Narbona. La diócesis estaba entonces en crisis, pues los invasores godos difundían el arrianismo y los católicos se hallaban muy divididos. Finalmente, San Rústico escribió al Papa San León I para exponerle sus dificultades (que, según parece, procedían del sínodo que él mismo había reunido en 458) y para pedirle permiso de renunciar. El Papa le disuadió de ello y escribió una extensa carta al obispo acerca del gobierno de su diócesis. San Rústico construyó en Narbone una catedral donde todavía se conserva la inscripción que mandó grabar para conmemorar la dedicación. Aunque consta que los otros obispos estimaban mucho a San Rústico, prácticamente todo lo que sabeos sobre él es que asistió al sínodo de Arlés, en el que se aprobó el "tomo" de San León contra los monofisitas.
   La figura de este obispo galo es particularmente interesante, porque su nombre aparece en cuatroinscripciones descubiertas en Narbona o en sus cercanías. La primera de esas inscripciones, que es la más completa, narra incidentalmente no sólo que Rústico era hijo de Bonoso, sino que también que un hermano de su madre, llamado Arador, era obispo. Otra de las inscripciones, descubierta muy  recientemente, contiene las siguientes palabras: Orate pro Rustico Vestro (Pedid por mí, vuestro Rústico)




*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

26/X/+2019 SANTOS LUCIANO Y MARCIANO, Mártires

26 de octubreSANTOS LUCIANO Y MARCIANOMártires

(¿250? P. C.) 

   Según el relato de su martirio, Luciano y Marciano, que habían estudiado la magia negra, se convirtieron al cristianismo al ver que sus supersticiones no tenían poder alguno sobre una doncella cristiana. Iluminados por la luz de la fe, quemaron públicamente sus libros en Nicomedia. Una vez que lavaron sus crímenes con el sacramento del Bautismo, distribuyeron sus posesiones entre los pobres, y se retiraron a la soledad para fortalecerse con la oración y la mortificación en la gracia que acababan de recibir. Más tarde hicieron varios viajes al extranjero para predicar a Cristo entre los gentiles. Cuando Decio publicó sus edictos persecutorios en Bitinia, Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano quién le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. El mártir replicó: "Todo ser humano está autorizado a tratar de apartar del error a sus hermanos". También Marciano se glorió en el poder de Jesucristo. Cuando el juez los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en que adoraban a los ídolos y practicaban la magia abiertamente, no habían incurrido en ningún castigo, en cambio ahora que eran buenos ciudadanos se los condenaba a la tortura. Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos. Marciano replicó; "Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo abjuramos del verdadero Dios, pues con ello mereceríamos ser enviados al fuego que no se extingue". Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los mártires se dirigieron con gran gozo al sitio de la ejecución, cantando himnos de agradecimiento a Dios. Esta leyenda es simnplemente una novela fundada en un hecho histórico, ya que hubo realmente un grupo de mártires en Nicomedia. 

  • *Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

26/X/+2019 SAN BERNARDO CALVÓ, Obispo

26 de octubre 

SAN BERNARDO CALVÓ,Obispo


Ya entrada la segunda mitad del siglo XII, después de la reconquista de Tortosa de manos de los árabes, uno de los caballeros repobladores del campo de Tarragona, de aquellos que contribuyeron en la obra de la Reconquista, recibe una masía (manso) no lejos de Reus, conocida aún hoy con el nombre de Calvó, que perpetúa el de la familia de un santo. En esa masía, e hijo del caballero Calvó y de su mujer Beatriz, nacía en 1180 un tercer hijo varón, Bernardo. Eso ocurre bajo el reinado de Alfonso II el Casto, hijo de los que han vinculado Aragón y Cataluña, Ramón Berenguer IV el Santo y Petronila, Tiene tres hermanos y una hermana, y la situación familiar de abolengo de caballeros ha permitido a Bernardo estudiar Leyes, posiblemente en la Universidad de Bolonia, muy frecuentada por estudiantes catalanes. Su compatricio y contemporáneo Raimundo de Peñafort verificará allá sus estudios de Derecho. Con ello reconocemos en él, hecho ya un mozo, ese doble carácter, el de caballero, que heredó de su padre, y el de jurista. No es extraño, pues, que lo encontremos ejerciendo funciones jurídicas y administrativas en la curia del arzobispo de Tarragona, junto a su baile y acompañado también de su escudero. Eso refleja el alerta constante con que vive un hombre de las condiciones de Bernardo, y más aún en ese territorio tarraconense, cercano al peligro amenazador de los árabes. La victoria de las Navas de Tolosa (1212) viene a atenuar la tensión de ese alerta, cerrando el paso a los almohades y cambiando la faz de la dominación árabe en España. Bregado en el quehacer jurídico se ve en Bernardo a un hombre que entra a menudo en litigio con otras personas y que deja entrever la conciencia poco lúcida en su ajetreo administrativo. En él se descubre al hombre de pocos escrúpulos. Sin embargo, un acontecimiento va a señalarle a ese mozo, que ha cumplido ya los treinta y dos años, una nueva senda en su vida. Pedro II de Aragón acababa de morir en la batalla de Muret (12 de septiembre de 1213), cuando Bernardo caía, a fines del mismo año, gravemente enfermo. El frente a frente con la muerte, que atestigua una disposición testamentaria de Bernardo, cambió el rumbo de su vida. Ha descubierto los planes del Señor y' ha visto en el claustro cisterciense de Santes Creus (Tarragona) el nuevo hogar para su alma. Allí entró el 30 de marzo de 1214, festiividad de Pascua de Resurrección. Su madre, Beatriz, presencia esa transformación de su Bernardo, pero su padre ha muerto ya. En ese momento de su retiro al claustro Francisco de Asís pasa por las veredas del campo de Vich y del Vallés como peregrino, camino de Santiago de Compostela. La capilla de Sant-Francese Salmuniá (popularizada con la expresión s'hi moría, es decir, "allá moría") recuerda aún hoy, en el llano de Vich, uno de los éxtasis que experimentó el poverello de Asís.
   Pasa Bernardo un año de noviciado bajo la regla de los cistercienses y en ella bebe aún el frescor del nuevo espíritu reformador que ha dejado la obra de San Bernardo de Claraval entre esos benedictinos blancos. Con un nuevo testamento fechado el 21 de junio de 1215 atestigua el desprendimiento definitivo de sus bienes y propiedades, entregado de lleno al espíritu de pobreza de la regla cisterciense. Con ese despojo de sí y de los suyos va a ir al encuentro y en pos de Jesús, el Maestro. En la soledad y en el silencio transcurre la vida monástica de Bernardo en Santes Creus. La lectura del abad de Claraval, San Bernardo, puede forjar su alma cisterciense. La teología dc la caridad, que San Bernardo crea, se centra en la explicación del capítulo séptimo de la regla de San Benito. Para San Bernardo la ley del Señor es la caridad, aquella caridad que "mantiene el lazo de unión substancial en la Trinidad de las Personas divinas", y en él puede leer el monje Calvó, ahora que cala hondo por doquier el espíritu de reforma del Cister, estas consideraciones sobre el amor: "Cuando Dios ama no quiere más que una cosa, ser amado, y sólo ama para ser amado, sabiendo que el amor hará dichosos a cuantos le amen" (In Cant. I, 11). Unos doce años de vida austera en el claustro vienen a imponer la figura del monje Bernardo, por su rectitud y ejemplaridad, como futuro abad del monasterio de Santes Creus.
    Cuando, pues, allá por 1225, la muerte del abad Ramón deja huérfana la comunidad de Santes Creus, Bernardo es elegido para dirigir e impulsar con el espíritu del abad de Claraval aquella comunidad monástica cisterciense. Ese espíritu se revela en su obra de cofundador y director espiritual de las monjas cistercienses de Valldonzella, en Barcelona. Su labor profunda y paternal contribuye a que aquella comunidad de religiosas conozca un florecimiento de vida y de vocaciones. Esa fecha de 1225, que marca un punto de avance para la expansión en Cataluña de las tres Ordenes mendicantes, dominicos, franciscanos y mercedarios, es la de la fundación de las bernardas cistercienses de Vallvidrera, que dará origen al monasterio de Valldonzella. Llevaba Bernardo apenas tres años de abad en Santes Creus cuando en 1228 tuvo una entrevista larga y tendida con los señores Montcada, que partían para la conquista de Mallorca y serán dos figuras célebres en aquella empresa contra los árabes y muy estimados de Jaime I el Conquistador. Fue un adiós al benamat ("muy amado") abad, con el que se entretuvieron varias horas en coloquio íntimo para dejar en paz su conciencia antes de emprender la campaña. De ese encuentro con Bernardo salieron los Montcada con "el rostro pálido y el corazón conmovido", después de haber recibido de él un abrazo 'efusivo". Uno de los Montcada, Guillermo, iba a dirigir el primer navío de las fuerzas de Jaime I que zarpó de Salou para Mallorca. Desembarcados ya en la isla llevan los Montcada el combate contra la sierra del puerto de Portopí, y allá encuentran la muerte. Cuando a Jaime I le llega la noticia de que los Montcada han muerto "derrama abundantes lágrimas", según atestigua su misma Crónica, ante el cadáver de los dos héroes. El abad Bernardo recibirá los restos de los Montcada para darles sepultura en la tumba que tenían ya preparada bajo la bóveda acogedora del monasterio de Santes Creus.
   La sobriedad, disciplina y el silencio cisterciense no reinan en todos los monasterios. El espíritu de reforma de San Bernardo sigue vitalizando la observancia en el claustro, y el abad Calvó, que lo convive, viene encargado de aportar e infundir ese espíritu en la comunidad de la abadía cisterciense de Ager (Lérida). La observancia estricta de la regla y de la clausura para guardar la castidad y el silencio en el alma, morada de la gracia, viene propugnado por Bernardo, y por eso afirma que, "siendo como es el silencio la salvaguardia de la vida de un religioso, lo exhortamos y lo mandamos en el Señor". En noviembre de 1230 el abad Bernardo viene a formar parte del grupo de varones "buenos" que deben escoger con el arzobispo de Tarragona al obispo de la sede de Mallorca, recién conquistada. Rasgos de caridad paternal se van recogiendo al observar el cuidado que reserva a las viudas y a los hijos de aquellos caballeros que van cayendo en las campañas de la Reconquista. Además, su caridad se refleja en el gobierno del convento que él rige, por el cuidado esmerado que prodiga a los enfermos. Mientras el abad de Santes Creus despliega esa caridad pastoral queda vacante la sede episcopal de Vich. El Cabildo de aquella sede ha visto en el abad Bernardo "al varón prudente y discreto, tanto en los asuntos espirituales como en los temporales, a quien la madurez de edad, la honestidad de su conducta, una formación teológica competente y su exquisito trato le hacen idóneo con creces para asumir tan santa dignidad", a saber, la de obispo y pastor de la grey vicense. El abad se resiste a aceptar la nueva carga, ya que el retiro del claustro enmarca su afán de mantener viva la conversación con Dios. Sin embargo, al reconocer que era voluntad del Señor deja el claustro por el báculo de obispo y pastor. Antes de tomar ese báculo podía recordar el abad las advertencias y recomendaciones que San Bernardo dirigía a su discípulo, el papa Eugenio III, en un tratado que le había dedicado: "Vas a presidir para velar, para atender, para cuidar, para servir... Además no dejes de considerar que tú debes ser la figura de la rectitud, el que afirma la verdad, el defensor de la fe, el guía de los cristianos, el pastor de la grey, el maestro de los ignorantes, el refugio de los oprimidos, el vicario de Cristo" (De considerat., 1.4 c.7).
   El espíritu benedictino comunitario que Bernardo vivía en Santes Creus dejó huella profunda en su vida. Aquel ambiente cisterciense le acompaña en su palacio episcopal de Vich. Junto al obispo Bernardo vive una pequeña comunidad de unos cuatro monjes cistercienses de Santes Creus, que permanece a su lado hasta su muerte. Aquellos monjes le acompañan en sus tareas pastorales por la diócesis y en las funciones litúrgicas, siendo testimonio del espíritu monacal y apostólico de Bernardo. En ello reflejaba el cumplimiento de aquella recomendación de San Bernardo cuando decía al obispo de Roma: "No te entregues siempre a la actividad, sino que debes reservarte tiempo para la consideración de aquello que toca a tu interés espiritual" (De considerat., 1.1 c.7). Por eso, llevado por un elevado sentido de la vida sobrenatural, jerarquiza sus funciones episcopales: primero y sobre todo la misión espiritual y pastoral, y luego la función de administrador temporal en lo que concierne al uso de sus prerrogativas feudales. Tanto en lo espiritual como en lo temporal aquellos monjes son los testigos de sus virtudes y de su caridad.
   La presencia del nuevo obispo, Bernardo, aporta en la diócesis un mensaje de paz efectivo, ya que la aversión que reinaba entre algunas familias señoriales y la ciudad va extinguiéndose gracias a su tacto personal, unido al atractivo de su persona. En él aparece el hombre adoctrinado por la "ciencia" del bien común. En aquella doble fisonomía religioso-política que tiene el obispo en esa plena Edad Media aparece como el que vela por el bien de cuantos forman su grey. Su primer cuidado está dirigido al culto divino y a la administración de los sacramentos; para ello vela por la buena formación del sacerdote y por la dignidad de los templos. Al sacerdote le exige la sencillez en el vestir y la ejemplaridad en su conducta, y para mantener firme ese su carácter obra paternalmente, pero de un modo enérgico cuando se trata de salvaguardar la dignidad del sacerdocio. Facilita un complemento de la formación sacerdotal a quien lo merece, abriendo camino para que algunos la completen en universidades del extranjero, sobre todo en la de Bolonia. Los numerosos templos consagrados durante su episcopado atestiguan el fruto de su labor pastoral. Al lado de eso participa Bernardo, al igual que Raimundo de Peñafort, del entusiasmo que ha levantado Jaime I en pro de la conquista de Valencia y acude a las Cortes de Monzón (1236), en que se determina aquella empresa. Fiel al compromiso allí contraído y a la bula del papa Gregorio IX (2 de febrero de 1237), que estimulaba a prestar auxilio al rey "que había ya tomado la cruz contra los infieles de Valencia", estimula la cruzada en la diócesis y son numerosos los caballeros que toman parte en ella. El mismo obispo Bernardo parte para Valencia el 31 de mayo de 1238; actúa allá en su doble misión de consejero y pastor, y junto al rey, y con otros signatarios, firma el 3 de octubre de 1238 en el acta de capitulación de Valencia. Con ello ha convivido dos acontecimientos históricos del reinado de Jaime I: la toma de Mallorca y la de Valencia.
   Como ayer en Santes Creus, una nota singular señala el pontificado de Bernardo en la sede de Vich: el ejercicio de su caridad. Lo profesa su testamento, que viene a ser un legado de espíritu de desprendimiento. En su quehacer cotidiano tuvo en cuenta aquella recomendación de San Bernardo: "Considera ante todo que tú eres quien debes cuidar de los pobres, tú eres la esperanza de los que sufren la miseria y el tutor de los huérfanos" (De considerat., 1.3 c.3). El obispo Bernardo Calvó "entregó felizmente su alma al Señor" el día 26 de octubre de 1243 y canceló su vida con un testamento propio del pastor y del padre de los suyos. Bernardo de Claraval (1090-1153), que le precedió casi un siglo, creó la fisonomía que tomaría la vida religiosa en muchos monasterios de Europa y la vida de piedad popular en la segunda mitad de la Edad Media. Bernardo Calvó vino a ser uno de sus hijos que difundirá aquella fisonomía de la vida monástica en Cataluña y aquella forma de piedad popular en su diócesis de Vich, sellándolo todo con el título de apóstol de la caridad.
   Esos trazos que hemos entresacado de los documentos y crónicas van tejiendo la semblanza de un "hombre justo", bueno y prudente, que en la rectitud de su vida y en su obra de pastor refleja aquel "hombre santo" aclamado por el juicio popular de los fieles. No habían transcurrido los seis meses de su muerte cuando ya estaba creada una comisión de canónigos destinada a recopilar y examinar los hechos prodigiosos que había obrado el santo obispo. No han pasado veinticinco años de la muerte del obispo Bernardo cuando uno de sus sucesores, al dirigirse a los fieles para restaurar la catedral, pone la obra bajo su advocación, recordando que en ella "está sepultado el cuerpo del Beato Bernardo, por mediación del cual el Señor obra muchos milagros", y unos quince años más tarde el Cabildo catedral recuerda a Bernardo y lo designa como "varón santo y beato de santa memoria", que fue "columna firme que cumplió las obras que le eran propias del amor y de la caridad"; por ello rec]ama que se levante un altar en "honor y reverencia de dicho santo" y que se celebre su fiesta todos los años el día 26 de octubre. )
   No ha pasado el siglo de la muerte de San Bernardo cuando el abad de Santes Creus escribe al obispo de Vich que "el Beato Bernardo, oriundo de la masía Calvó, de la diócesis de Tarragona, es tenido en gran devoción y reverencia por la gente debido a los muchos milagros que el Señor Jesucristo obra allí gracias a sus méritos", y para que él mismo pueda comprobar la verdad de algunos de esos hechos milagrosos extrae el abad "un cuaderno papiráceo antiguo" de un libro de sermones sobre la Virgen y se lo envía. Finalmente, un breve apostólico de Clemente XI (26 de septiembre de 1710) coloca la festividad de San Bernardo Calvó entre las fiestas propias del Cister.
JAIME TARRAGÓ

26/X/+2019 SAN EVARISTO, Papa y Mártir

26 de octubre

SAN EVARISTO, Papa y Mártir


Cuando hubiereis hecho todo lo que
se os ha mandado, decid:
Siervos inútiles somos;
lo que hemos debido hacer, eso hicimos.

(Lucas. 17. 10)
   
San Evaristo, cuarto sucesor de San Pedro, gobernó la Iglesia durante cerca de ocho años. Se refiere que era hijo de un judío de Belén. Murió hacia el año 107 y recibió sepultura en el Vaticano. junto a San Pedro.

MEDITACIÓN
EL CRISTIANO DE NADA
DEBE ENVANECERSE

I. No te gloríes ni de las riquezas ni de los honores, porque ellos no te hacen más virtuoso y con mucha frecuencia contribuyen a hacerte más malo. No te enorgullezcas de tus cualidades naturales, de tu nobleza, de tu belleza, de tu inteligencia. ¿Qué tienes tú que no hayas recibido de Dios y sin mérito alguno de tu parte? La muerte te arrebatará todos esos bienes; no mirará Dios sino las buenas obras que hayas practicado, y el buen uso que hayas hecho de los talentos que Él te ha deparado.

II. Ninguna razón tienes para estar orgulloso de tu ciencia. ¿Qué sabrías tú si Dios no te hubiese dado la inteligencia? Mucho aprendiste con tus trabajos y vigilias; sabe sin embargo que ignoras infinitamente más de lo que sabes, y humíllate: ¡el menor de los demonios es más sabio que tú! La más hermosa de todas las ciencias es el conocimiento de tu nada. La humildad es la fuente y el principio de la filosofía más sublime. (San Crisóstomo).

III. Guárdate de enorgullecerte de las gracias que hayas recibido, o de las virtudes que hayas adquirido. El que se gloría de su virtud no es virtuoso, pues la humildad es el fundamento de todas las virtudes. Imita pues a los santos, no para atraerte alabanzas, sino para cumplir tu deber. En fin, conoce tu bajeza, tu malicia y tus pecados, y serás humilde. Toda la humildad consiste en conocerse a sí mismo. (San Agustín).

La humildad
Orad por el Colegio Cardenalicio.

ORACIÓN
   Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño y guardadlo con protección constante por vuestro bienaventurado mártir y Soberano pontífice Evaristo, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. por J. C. N. S. Amén.

25/X/+2019 SAN CRISANTO Y SANTA DARÍA, Mártires

25 de octubre
SAN CRISANTO Y SANTA DARÍA, Mártires


No andéis, pues, acongojados por el día de mañana;
que el día de mañana harto cuidado traerá por sí;
bástale a cada día su propio afán.
(Mateo, 6,34)
 
San Crisanto y Santa Daría no pudieron ser inducidos, ni por las amenazas ni por las promesas, a adorar a los ídolos. Viéndolos firmes y dispuestos a morir antes que ofender a Dios, el tirano hizo envolver a Crisanto en la piel de un buey y lo expuso así a los ardores de un sol ardiente; hizo conducir a Daría a un lugar de libertinaje, pero un león la defendió contra las infames tentativas de sus enemigos. Entonces el tirano los hizo arrojar a los dos en un gran brasero, pero salieron de entre las llamas sin haber experimentado mal alguno. Por fin, fueron conducidos a un arenal y allí enterrados vivos bajo un montón de piedras.

MEDITACIÓN
SOBRE LA JORNADA
DE UN CRISTIANO
   
I. Comienza el día con la oración de la mañana y termínalo con el examen de conciencia; todos los días asiste a la santa misa, haz por lo menos una corta lectura espiritual, sé fiel a tus prácticas de devoción para con la Santísima Virgen; todos los días encontrarás tiempo suficiente para tus negocios. ¿Cómo cumples tus ejercicios de piedad? ¿Cómo pasas los días de tu vida? Cuando a la noche encuentres que nada hiciste por Dios durante el día, di llorando: ¡Ay! he perdido un día que podía haber hecho de mí un santo y me hubiera podido procurar una gloria eterna!

II. Al levantarte, dite a ti mismo: He aquí, acaso, el último día de mi vida; si estuviera seguro que habría hoy de morir, ¿cómo emplearía esta jornada? Durante el día, al empezar tus acciones, eleva de vez en cuando tu corazón a Dios. Dile: Es por Vos, oh Dios mío, que trabajo y que sufro; concededme la gracia de que termine bien lo que emprendo y de que no os ofenda. Que toda mi vida os pertenezca, me ofrezco a Vos por entero. (San Agustín).
   
III. Al examinar tu conciencia, hazte estas preguntas: ¿Qué virtudes he practicado hoy y qué pecados he cometido? ¿Qué fue de los placeres que gocé y de los honores que recibí? ¿Qué me queda de ellos? Y, al contrario, ¡qué alegría experimentaría si hubiese hecho o sufrido algo por Dios! Piensa, por fin, que tu sueño sea acaso para ti el sueño de la muerte y tus sábanas la mortaja con la que serás sepultado. La podredumbre será tu cama y los gusanos tu vestidura. (Isaías).

El buen empleo del día
Orad por los Obispos.

ORACIÓN
   Haced, benignamente, Señor, que vuestros mártires San Crisanto y Santa Daría intercedan por nosotros, a fin de que tributándoles nuestros humildes homenajes, experimentemos los efectos de su constante protección. Por J. C. N. S. Amen.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

24/X/+2019 SAN EVERGISTO, Obispo de Colonia

24 de octubre
SAN EVERGISTO, Obispo de Colonia
(600 P.C.)



 Cuando San Severino de Colonia fue a visitar la diócesis de Tongres, en Bélgica, le presentaron a un niño que quería consagrarse al servicio divino. El santo adivinó que Evergisto (o Ebregiselo) poseía un alma escogida y tomó por su cuenta su educación. Más tarde hizo de él su archidiácono. Evergisto estaba con San Severino cuando éste tuvo la visión de la llegada del alma de San Martín al cielo. Aunque advirtió que no vio ni oyó nada; sin embargo, envió inmediatamente a un mensajero a Tours para que comprobase la muerte de San Martín. Evergisto sucedió a su maestro en el gobierno de la diócesis de Colonia. Un día, fue a visitar la iglesia de los "Santos Dorados" y saludó a los mártires con el versículo: Exultabunt sancti in gloria; inmediatamente, la voz de un coro invisible le respondió Laetabuntur in cubiculis suis. Una noche se hallaba en Tongres ocupado en el ejercicio de su ministerio pastoral y se dirigió a una iglesia de Nuestra Señora. En el camino unos bandoleros le asaltaron y le dieron muerte.
   Esta es la leyenda de Colonia, tal como la recuerda el Martirologio Romano en la fecha de hoy; sin embargo, parece que San Evergisto vivió más tiempo y no murió de muerte violenta. San Gregorio de Tours cuenta que Evergisto formaba parte del grupo de obispos enviados por Childeberto II a restablecer la observancia en el convento de religiosas de Poitiers; también afirma que San Evergisto se curó de sus dolores de cabeza después de hacer oración en la iglesia de los "Santos Dorados" de Colonia.
   Los datos que poseemos son muy confusos. En Analecta Bollandiana, vol. VI (1887), pp. 193-198, así como en otras obras, se publicó una pretendida biografía de Evergisto pero ese escrito data del siglo XI y carece de valor histórico. W. Levison discute el problema en Festschrift für A. Brackman (1931), pp. 40-63; cf. Duchesne, Fastes Episicopaux, vol. III, p. 176. Acerca de los "Santos Dorados". véase nuestro artículo sobre San Gereón y Compañeros (10 de octubre).


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964.

24/X/+2019 BEATO JUAN ÁNGEL PORRO, Confesor

24 de octubre
BEATO JUAN ÁNGEL PORRO, Confesor

(1506 P.C.)



   El Beato Juan Ángel Porro, ornato de la orden de los Siervos de María, nació en Milán. Poco después de su profesión y ordenación fue enviado a Monte Senario, cuna de su orden, puesto que Dios le llamaba más bien por el camino dela oración y el silencio que por el de la práctica de los ministerios pastorales. Allí vivió santamente varios años, al cabo de los cuales fue nombrado maestro de novicios en Florencia; desempeñó ese cargo con tal acierto, que actualmente es el patrono de los maestros de novicios de su orden. Más tarde vivió en diversos conventos, en todos los cuales se dedicó especialmente a enseñar la doctrina cristiana a los pobres e incultos. En Milán solía recorrer las calles para reunir a los niños y enseñarles el catecismo. Algunos años después, San Carlos Borromeo había de organizar dicho ministerio en la misma ciudad. Hallándose en Cavacurta, el Beato Juan Ángel tuvo una visión de la muerte de su hermana y, al mismo tiempo, recibió el aviso de que debía volver inmediatamente a su convento, pues él mismo iba a morir pronto; así pues, el beato retornó a Milán, su ciudad natal, donde, consumido por las fatigas de su ministerio, falleció en el convento de los servitas en 1506. Su culto fue aprobado en 1737. 

10/X/+2020 SAN GEREÓN y COMPAÑEROS, Mártires

10 de octubre
SAN GEREÓN y COMPAÑEROSMártires
 El día de hoy se lee en el Martirologio Romano: "En Colonia, el martirio de San Gereón y sus 318 compañeros, los cuales, en la persecución de Maximiano, presentaron mansamente el cuello al verdugo y murieron por la verdadera fe. En el territorio de la misma ciudad, el martirio de San Víctor y sus compañeros. En Bonn de Alemania, el martirio de los Santos Casio, Florentino y muchos otros." Los martirologistas medievales hablan de cierto número de cristianos martirizados en Colonia, los cuales, según la tradición, formaban parte de diversos destacamentos de la Legión Tebana (22 de septiembre). Pero el relato de su martirio fue inventado mucho después por un monje cisterciense de Froimont, llamado Helinando (siglo XIII), según el cual, San Gereón y sus 318 compañeros fueron martirizados en Colonia; San Víctor y otros 330, en Xanten y, los santos Casio, Florentino y sus compañeros, en Bonn. Al ver así diezmada a la Legión Tebana, Maximiano mandó llamar de África otros destacamentos, pero, como también en éstos hubiese cristianos, el emperador los condenó a muerte. Helinando afirma absurdamente que Santa Elena descubrió en Colonia y en Bonn las reliquias de los mártires y mandó construir sendas iglesias para ellas. Además, en 1121, se descubrieron en Colonia otras reliquias, lo mismo que en Xanten en 1284. Naturalmente, se procedió al punto a identificarlas como las de los mártires de la Legión Tebana y a venerarlas como tales. En todo caso, esos mártires del Rin no tienen nada que ver con los de Agaunum y no hay razón alguna para suponer que las reliquias que se descubrieron eran auténticas. Pero lo cierto es que un epitafio del siglo V, en d que se habla de una tal Rudulfa sociata martyribus, es decir, sepultada cerca de los mártires, demuestra que se veneraba entonces en Colonia el sepulcro de unos mártires. Por otra parte, Gregorio de Tours nos informa que "se construyó una basílica en el sitio en que habían muerto por Cristo los cincuenta soldados de la Legión Tebana" y añade que se les llamaba "los santos dorados", por la riqueza de los mosaicos de la basílica. Algún autor ha emitido la hipótesis de que la leyenda de los mártires de Africa (Mauri) puede haber nacido de una confusión con los sancti aurei, pero la cuestión es muy oscura. San Gregorio no menciona el nombre de Gereón.
   El nombre de San Gereón figura en el texto de Berna del Hieronymianum (cf. CMH., pp. 547, 548, 550 y 557) y en el martirologio de Beda. Véase también Zilliken, Der Kolnische Festkalender (1901), pp. 104-107; Rathges Die Kunstdenmater des Rhein provinz, vol. 1, pp. 1.102; y Delehaye, Origines du cuele des martyrs (1933), p. 360.

24/X/+2019 SAN MARTÍN DE VERTOU, Abad

24 de octubre
SAN MARTÍN DE VERTOU, Abad


   Prácticamente no sabemos nada cierto sobre el santo, ya que las dos biografías que se conservan fueron escritas varios siglos después de su muerte y narran principalmente sus milagros; por otra parte, se ha confundido a San Martín de Braga, quien fue obispo de Dumium en Portugal, con San Martin de Vertou, el cual vivió como ermitaño en el bosque de Dumen de Bretaña. Nuestro santo nació en Nantes, en el seno de una familia franca. San Félix le confirió el diaconado y le envió a predicar en el Poitou. Según la leyenda, a pesar de todos sus esfuerzos, Martín sólo consiguió convertir a los dueños de la casa en que habitaba. A éstos les aconsejó que huyesen de la catástrofe que se avecinaba y él mismo abandonó la ciudad en la que había trabajado en vano. Inmediatamente después de su salida. un terremoto la destruyó y quedó cubierta por las aguas. El sitio se llama actualmente Lago de Grandlieu y la población de Herbauges, a la orilla del lago, sustituye a la que quedó sumergida. Además, hay en las cercanías un menhir o columna de piedra, ya que la esposa del dueño de la casa en que habitaba San Martín volvió los ojos hacia la ciudad y quedó convertida en estatua. Acerca de esta leyenda podemos repetir el moderado comentario que hace Camden a propósito de una fábula semejante que se cuenta sobre Llyn Safaddan, de Breconshire: "Sospecho que se de una simple fábula y como tal hay que considerarla."
   Después de su fracaso misional, San Martín se retiró a un bosque de la ribera izquierda del Sèvre, donde fundó una ermita que se transformó con el tiempo, en la abadía de Vertou. El santo evangelizó la región. Se le atribuyen varias otras fundaciones, como la del convento de las religiosas de Durieu, en el que murió. Según se dice, los monjes de Vertou robaron el cuerpo de su maestro mientras las religiosas de Durieu cantaban el oficio nocturno de los muertos, la víspera del entierro. Entre otras leyendas que se cuentan sobre San Martín de Vertou (a quien se confunde en este caso con su homónimo de Braga), se dice que un príncipe inglés tenía una hija poseída por los malos espíritus. Uno de los demonios declaró, por boca de la joven, que sólo podía ser vencido por las oraciones de un santo varón llamado Martín. Inmediata mente el príncipe envió mensajeros en todas las direcciones en busca del hombre de Dios. Finalmente, los mensajeros llegaron a Vertou y convencieron a San Martín para que les acompañase. Apenas puso el santo los pies en Ingla terra, el demonio sintió que se aproximaba y, como no quería hacerle frente, atormentó por última vez a su víctima y huyó. Naturalmente, la joven tomó el velo de manos de su salvador.


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964.

24/X/+2019 SAN MARTÍN o MARCOS, Ermitaño

24 de octubre
SAN MARTÍN o MARCOS, Ermitaño

El Martirologio Romano menciona hoy a Marcos, un famoso anacoreta de Campania y hace alusión a la crónica que escribió sobre él Gregorio el Grande, quien le llama Martín. San Gregorio cuenta en sus Diálogos que muchos de sus amigos habían conocido personalmente a Martín y habían presenciado sus milagros y que él había oído hablar mucho del santo anacoreta al Papa Pelagio II. Martín vivía solo en una estrecha cueva del Monte Mársicus (Mondragone). Por un milagro de Dios, no necesitaba beber y durante  tres años tuvo que soportar la diaria presencia del demonio bajo la forma de una serpiente ("su disfraz preferido"). Cuando Martín llegó a establecerse en la cueva, lo primero que hizo fue clavar una cadena en la roca y atársela al tobillo para no alejarse de ahí aunque quisiera. Cuando San Benito se enteró de ello (según parece, Martín había sido monje en Monte Cassino) , le envió el siguiente mesaje que tiene, realmente, el estilo del santo: "Si en verdad eres siervo de Dios no hace falta una cadena de hierro; basta con la cadena de Cristo". Martín se quitó entonces la cadena y, más tarde, la regaló a sus discípulos para que sustituyesen la frágil cuerda del pozo. Sobre la cueva del ermitaño había una roca enorme, y el pueblo vivía en constante temor de que se derrumbase sobre él. Finalmente un tal Mascator se presentó con otros muchos a echar abajo la roca. Martín se negó a retirarse de su cueva, pero dio permiso a Mascator de que procediese a echar a rodar la enorme piedra. Los trabajadores apenas se atrevían a tocarla por temor de que aplastase al ermitaño; pero la roca saltó sin tocar la cueva y rodó monte abajo sin hacer daño a nadie.

*  Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964.

24/X/+2019 SAN ARETAS, SAN ELESBAAN y LOS MÁRTIRES DE NAJRAN

24 de octubre 

SAN ARETAS, SAN ELESBAAN y LOS MÁRTIRES DE NAJRAN


A principios del siglo VI, los etíopes aksumitas cruzaron el Mar Rojo y extendieron su dominio sobre los árabes y judíos de Himyar (Yemén), a quienes impusieron un virrey. Dunaán, un miembro de la familia himyarita que había sido arrojado del trono, se levantó en armas y tomó Zafar. Como se había convertido al judaísmo, asesinó a los miembros del clero y convirtió la iglesia en sinagoga. En seguida puso sitio a Najrán, que era uno de los grandes centros cristianos. La ciudad se defendió tan valientemente que Dunaán, sintiéndose incapaz de conquistarla, le ofreció la amnistía si se rendía. Los defensores aceptaron la oferta; pero Dunaán, en vez de cumplir su palabra, permitió a los soldados que saqueasen la plaza y condenó a muerte a todos los cristianos que no apostatasen. El organizador de la defensa fue el jefe de la tribu de Banu Horith (que desde entonces se llamó de San Aretas) con muchos de sus hombres y todos fueron decapitados. Los sacerdotes, los diáconos y las vírgenes consagradas fueron arrojados en fosos llenos de fuego. Como la esposa de Aretas se negase a acceder a las proposiciones amorosas de Dunaán, éste mandó ejecutar a sus hijos delante de ella y la obligó a beber su sangre; en seguida ordenó que la degollasen. El Martirologio Romano cuenta que un niño de cinco años se arrojó a en la hoguera en la que se consumía su madre. Cuatro mil hombres, mujeres y niños fueron asesinados.
   El obispo Simeón de Beth-Arsam, legado del emperador Justino I, se hallaba en la frontera persa con una tribu árabe. Cuando se enteró de lo sucedido, transmitió la noticia al abad de Gabula, que se llamaba también Simeón. Al mismo tiempo, los refugiados de Najrán difundieron la noticia por todo Egipto y Siria. La impresión que el hecho produjo no se borró en varias generaciones; Mahoma menciona esa matanza en el Corán y condena al infierno a los asesinos (sura LXXXV). El patriarca de Alejandría escribió a los obispos de oriente con la recomendación de que conmemorasen a los mártires, que orasen por los supervivientes y señalando como culpables del crimen a los antiguos judíos de Tiberíades que, en realidad, eran inocentes. Tanto el emperador como el patriarca escribieron al rey aksumita Elesbaán (a quien los sirios llaman David y los etíopes Caleb) , para clamar venganza por la sangre de mártires. El monarca no necesitaba que le incitasen a la venganza y partió al punto con su ejército, a reconquistar su poder en Himyar. Elesbaán tuvo éxito en la campaña. Dunaán murió en el campo de batalla y su capital fue ocupada por el enemigo. Alban Butler afirma que Elesbaán, "convencido de que habá derrotado al tirano con la ayuda divina, se mostró muy clemente y moderado con los vencidos". Tal afirmación es falsa. Cierto que Elesbaán reconstruyó Najran e instaló a un obispo alejandrino, pero tanto en el campo de batalla, como en el trato a los judíos que habían incitado a Dunaán a la matanza, se concujo con crueldad y codicia propias de la barbarie de una nación semipagana sin ebargo, se cuenta que al fin de su vida renunció al trono en favor de su hijo, regaló su corona a la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén y se retiró al desierto como anacoreta. Así lo afirma el Martirologio Romano el 27 de este mes.
   Baronio introdujo en el Martirologio Romano los nombres de San Elesbaán y de los mártires de Najrán, sin tener en cuenta que todos ellos eran monofisistas, por lo menos en el sentido material de la palabra.

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa