27/II SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA, Confesor

27 de Febrero

SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA, Confesor



   San Gabriel de la Dolorosa, en el siglo Francesco Possenti, nació en Asís el 1 Marzo 1838 en una aristocrática y numerosa familia. Su padre, que era el governador del Estado Pontificio le dio una educación cultural y social muy completa. Las crónicas describen al Santo como un joven de buen aspecto, brillante en sociedad y muy culto.
   A los dieciocho años, a consecuencia de una visión donde la Virgen lo invitó a hacerse religioso, entró como novicio en el convento de los Pasionistas de Morrovalle (MC), y después de haber cumplido los estudio filosóficos en Pievetorina (MC) en el 1859 llegó a la Isla de el Gran Sasso, para completar, en aquel retiro, su preparación teológica antes de ser ordenado sacerdote. En el convento se distinguió por su devoción y bondad de animo. Hacía oración horas enteras delante al crucifijo y tenía una especial devoción por la Virgen de los siete dolores a quien había dedicado su vida religiosa. Se enfermó de tuberculosis y murió el 27 de Febrero del 1862. Fue sepultado en la fosa común de los religiosos, en la capilla del Convento.
   La fama de su santidad se difundió en los pueblos circundantes y su tumba pronto se convirtió en lugar de peregrinaje. Se le atribuyen numerosos milagros y curaciones prodigiosas. En el año 1892 se introdujo la causa de su beatificación, siendo canonizado en el año 1920.

ORACIÓN
   Oh Dios, que enseñaste a San Gabriel la asidua meditación de los dolores de tu dulcísima Madre, y que por Ella le sublimaste con la gloria de la santidad y de los milagros: danos por su intercesión y su ejemplo, asociarnos de tal modo al llanto de la Madre de Dios que nos salvemos por su maternal protección. Por J. C. N. S.  Amén

27/II SAN LEANDRO, Obispo y Confesor

27 de Febrero

SAN LEANDRO, Obispo y Confesor

Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente.
(Mateo, 22, 37).
  

   De ordinario se representa a San Leandro teniendo en la mano un corazón envuelto en llamas, símbolo de su amor por Dios. Nombrado obispo de Sevilla, comunicó a su rebaño los ardores celestiales que consumían su alma, e ilustró a los arrianos con sus sabios escritos. Sus elocuentes predicaciones convirtieron a la fe a Recaredo, que fue el primer rey católico de España. Murió en el año 596.

MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR DE DIOS

I. Debes amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente; es decir, tus pensamientos, tus palabras, tus acciones deben ser para Él; has de pensar sólo en Él, vivir sólo por Él, desear lo sólo a Él. Si lo posees, posees todo; si lo pierdes, pierdes todo. ¿Qué has amado hasta este momento? No lo podrías pensar sin avergonzarte. ¡Oh Jesús! hazte conocer de los hombres y te amarán. Porque te conozco poco es que te amo poco. (San Agustín).
   
II. Ama a Dios más que a todas las cosas del mundo, pues Él excede infinitamente a todo lo que existe en el universo. Entra un poco en ti mismo; ¿tienes más amor por Dios que el que tienes por tus parientes, tus amigos, tus placeres, tus riquezas, tu felicidad? ¿Estás presto a perder todos esos bienes, y la vida misma antes que perder su amistad? Si note hallas en esta disposición, no amas a Dios; y aun que digas cien veces al día que lo amas de todo tu corazón, tus acciones desmentirían tus palabras. Ama al que es para ti todo la que existe de amable y de deseable. (San Bernardo).
   
III. ¿Quieres saber si amas a Dios? Mira si observas sus mandamientos. Jesucristo mismo nos dice: Aquél que conoce mis mandamientos y los observa, ése me ama. Quien obre de otro modo, injustamente se lisonjea de amar a Dios; ¡Jesucristo promete y da tan grandes recompensas a los que lo aman y obedecen, y uno ni siquiera se inquieta por ello!

El amor de Dios 
Orad por la paz
entre las naciones cristianas.

ORACIÓN
   Oh Dios todopoderoso, haced que esta augusta solemnidad del bienaventurado Leandro, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S.  Amén


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

25/II SAN TARASIO, Obispo y Confesor

25 de Febrero
SAN TARASIO, Obispo y Confesor

Así como hemos llevado grabada la imagen
del hombre terreno, llevemos también
la imagen del hombre celestial.
(1 Cor. 15, 49).

   San Tarasio fue cónsul, secretario de Estado y, en seguida, arzobispo de Constantinopla. En este último cargo dio los más hermosos ejemplos de caridad y humildad. Con sus propias manos servía a los pobres, diciendo que quería imitar a Jesucristo, que había venido a la tierra para servir y no para ser servido. Fue el alma del Concilio segundo de Nicea que, en el año 786, anatematizó a los iconoclastas o destructores de imágenes. De inmediato hizo reponer las imágenes de los santos en toda la extensión de su patriarcado.

MEDITACIÓN
SOBRE LA IMAGEN DE DIOS
   
I. El hombre ha sido creado a imagen de Dios: su memoria, su inteligencia y su voluntad son imagen de un Dios en tres Personas. Debes, pues, hacer de suerte que estas tres facultades de tu alma se asemejen lo más posible a su modelo. Para esto, es preciso que la memoria continuamente se acuerde de la omnipotencia del Padre, que la inteligencia considere la sabiduría de Jesucristo, que se hizo hombre para salvar a los hombres, y que la voluntad se abrase toda con el fuego del Espíritu Santo. ¡Que Os ame, oh Dios, que sois la vida de mi alma! (San Agustín).
   
II. El pecado desfiguró enteramente esta imagen de Dios impresa en tu alma, y la recubrió con la vergonzosa imagen del demonio, pues el pecador es semejante al demonio y no tiene rasgo alguno de semejanza con Dios. ¿A quién te asemejas tú? ¿Tus acciones no llevan impreso el sello de algún vicio?
 
   
III. Has de devolver a tu alma su antigua belleza, Jesucristo es el modelo que debes tener continua mente ante tus ojos, a fin de hacerte semejante a Él. Para esto, es preciso tener la corona de espinas en la cabeza, la hiel y el vinagre en la boca, es preciso estar cargado de oprobios, sufrir todo, emprender todo por la gloria de Dios. Cada uno es el pintor de su propia vida: la voluntad dirige al pincel, las virtudes son los colores, y el modelo es Jesucristo. (San Gregorio Niceno).

La devoción a las santas imágenes 
por la conversión de los protestantes.

ORACIÓN
   Oh Dios todopoderoso, haced que esta solemnidad del bienaventurado Tarasio, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

    24/II SAN MATÍAS, Apóstol

    24 de Febrero

    SAN MATÍAS, Apóstol

    Cayó la suerte a Matías, con lo que fue agregado
    a los once Apóstoles.

    (Hechos de los Apóstoles, 1, 26)

       San Matías fue elegido por los apóstoles después de la Ascensión del Salvador para reemplazar al pérfido Judas. Congregados, los fieles oraron al Espíritu Santo para que les diese a conocer la persona que Él había destinado para este ministerio; en seguida, echaron suertes, y cayó la suerte a Matías. El nuevo Apóstol predicó el Evangelio a los pueblos de la Judea y de la Etiopía; su celo le atrajo el odio de los judíos, que lo lapidaron y le cortaron la cabeza.

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA VOCACIÓN
       
    I. Dios nos destina a cada uno un género de vida en el que quiere que nos salvemos. Es un gran Rey que quiere servidores de toda suerte de estados, condiciones y empleos. ¿Es Dios quien te ha hecho abrazar el estado de vida en que te encuentras alistado? ¿No es acaso la vanidad, el deseo de amontonar riquezas o de gozar de placeres? Si por desgracia es así, corrige la mala intención que has tenido, y promete a Dios buscar en adelante sólo su gloria y su voluntad. En cuanto a ti, que aun estás libre a este respecto, sigue el camino que el Señor te indique.
      
    II. Pídele a Dios te haga conocer su santa voluntad a fin de escoger un género de vida en el que puedas trabajar para su gloria y tu salvación. No consultes ni la carne, ni el mundo, ni tus placeres, ni tus intereses; es a Dios a quien se debe pedir consejo. Las oraciones, las mortificaciones, las comuniones, los retiros te facilitarán esta importante elección. Observa la misma regla en tus acciones particulares de cierta importancia: pide consejo a Dios, Él te ilustrará con sus divinas luces.
     
    III. Sigue las inspiraciones del Cielo, una vez que las hayas conocido bien. Si San Matías no hubiera querido someterse a su elección para el apostolado, hoy no se celebraría su fiesta. Si durante la vida menosprecias a Dios que te llama, Él se burlará de ti en la hora de tu muerte; es lo que declara en el libro de los Proverbios: Te llamé, y no has querido escucharme, me reiré de ti en tu último día, y te haré objeto de irrisión.

    La obediencia a las inspiraciones de Dios
    Orad por los justos perseguidos.

    ORACIÓN
       Oh Dios, que habéis puesto a San Matías en el número de vuestros Apóstoles, haced, por su intercesión, que sin cesar experimentemos los efectos de vuestra inagotable misericordia. Por J. C. N. S. Amén.


    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

      22/II LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO EN ANTIOQUÍA

      22 de Febrero

      LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO EN ANTIOQUÍA

      Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia;
      y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella;
      ya ti te daré las llaves del reino de los cielos.
      (Mat., 16, 18-19)

         La Iglesia celebra en este día la toma de posesión, por San Pedro, del obispado de Antioquía. Bien merecido tenía esta ciudad de que su primer obispo fuese el Príncipe de los apóstoles y Vicario de Jesucristo, pues en ella los fieles hacíanse cada vez más numerosos, y allí, por vez primera, tomaron el bello nombre de cristianos que han conservado después. San Pedro trasladóse posteriormente a Roma y estableció en ella su sede episcopal definitiva.

      MEDITACIÓN
      SOBRE LA SANTA IGLESIA
         
      I. Hay una sola Iglesia, porque hay un solo Dios, y tú tienes la dicha de estar en esta Iglesia. ¿Has agradecido a Dios esta merced ? Puesto que hay una sola Iglesia, es menester que los hijos de esta Iglesia tengan un solo corazón y una sola alma, a imitación de los primeros cristianos. ¿Qué haces tú para mantener la paz y la caridad con tu prójimo? En el amor al prójimo es donde se conocerá si eres discípulo de Jesucristo.
        
      II. La Iglesia es santa, porque Jesucristo su cabeza es santo, porque sus primeros fundadores son santos, porque un gran número de sus miembros son santos, en fin, porque su doctrina, sus ceremonias, sus sacramentos son santos. He aquí una buena cantidad de medios y de motivos para que te hagas santo. ¿Eres digno hijo de esta Iglesia? Compara tu vida con la de los primeros cristianos que, perseveraban noche y día en oración, y entregaban sus bienes a los apóstoles para que los distribuyesen a los pobres.
        
      III. Se la llama católica, es decir, universal, por que está esparcida por toda la tierra y porque admite en su seno a toda clase de personas. Se la llama apostólica, porque viene de los apóstoles que la establecieron en el mundo mediante su santidad, su doc trina y la efusión de su propia sangre. Si quieres ser digno hijo de la Iglesia católica, abre tu corazón, ama a todos en Jesucristo. Jamás hagas algo que deshonre el título que llevas. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. (San León).

      El celo por la salvación de las almas
      Orad por toda la Iglesia.

      ORACIÓN
         Oh Dios, que al confiar a San Pedro, vuestro Apóstol, las llaves del reino de los cielos, le disteis el poder de atar y desatar, concedednos por su intercesión la gracia de ser librados de las cadenas que nos sujetan al pecado. Vos, que siendo Dios, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Por J. C. N. S. Amén.
        



      *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

          20/II SAN EUQUERIO, Obispo y Confesor

           20 de Febrero

          SAN EUQUERIOObispo y Confesor

          Todos los que quieren vivir virtuosamente
          según Jesucristo, han de padecer persecución.
          (2 Tes, 3, 12)

             San Euquerio es movido por la gracia y abandona el mundo; pero es sacado de su retiro y es nombrado obispo de Orleáns. Demasiado amaba la gloria de Dios, como para que pudiera vivir en paz con el mundo, que es el enemigo de Jesucristo. Por su justicia fue pronto perseguido y desterrado a Colonia, más tarde a Lieja. Obtuvo el permiso de retirarse al monasterio de San Trond, donde murió en el año 743. Obró gran número de milagros sobre su tumba.

          MEDITACIÓN
          SOBRE LAS PERSECUCIONES

          I. La virtud es perseguida en el mundo; no es su centro, ni el lugar de su reposo. Prepárate a sufrir los insultos de los hombres, si quieres vivir como servidor de Jesucristo. El discípulo no es más que su maestro. ¡Qué dicha para mí, dulce Jesús mío, ser maltratado como Vos, y Por amor Vuestro! ¡Oh mundo infiel, cuán agradables me resultan tus persecuciones, Pues me hacen amigo de Dios! ¡Oh siglo, qué culpable que eres! ¡Para hacer felices a tus amigos, los haces enemigos de Dios! (San Bernardo).
             
          II. No te inquietes por lo que el mundo diga de ti; el mundo es un insensato que no juzga sino Por pasión. Trata de contentar a Dios y a tu conciencia, y deja que hable el mundo y sus adoradores. Empero, combate con tus palabras sus falsas máximas, y con la santidad de tu vida sus malos ejemplos; prepárate a sufrir afrentas, burlas y calumnias, que son la copa que prepara para los discípulos de Cristo, y di con San Pablo: Si yo agradase a los hombres, no sería servidor de Jesucristo.
             
          III. Persevera constantemente en la práctica de la virtud, sin mirar nunca atrás; resiste todos los ataques del mundo, es el modo de vengarte noblemente de este enemigo de tu virtud; dejará de atacarte cuando reconozca que eres invencible. Ruega a Dios por aquellos que te proporcionan la ocasión de practicar la paciencia. Tus oraciones y tus buenos ejemplos harán, con harta frecuencia, que tus perseguidores te admiren y te imiten.

          El desprecio del mundo
          Orad por las congregaciones religiosas.

          ORACIÓN
             Dios todopoderoso, haced que la augusta solemnidad del bienaventurado Euquerio, Vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.  


          *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

          16/II MIÉRCOLES DE CENIZA

          MIÉRCOLES DE CENIZA



          La liturgia de este día es doble: imposición de la ceniza (1) y sacrificio eucarístico. Tenemos ahí el vestigio de una antigua ceremonia. La ceniza se imponía en la iglesia de la Colecta o reunión, es decir, la de Santa Anastasia; el sacrificio se celebraba en la iglesia de la Estación, la de Santa Sabina, que se alzaba en el Aventino, Llevando la ceniza sobre sus cabezas, el Papa y los cristianos de Roma iban desde Santa Anastasia hasta Santa Sabina, con los pies descalzos, implorando misericordia, para empezar los ejercicios de la milicia cristiana con el santo ayuno de la Cuaresma y para luchar contra los espíritus del mal con las armas de la abstinencia. (Bendición de las cenizas). Es un resto de la penitencia pública a que se sometía a los pecadores en los primeros siglos. Antes de ser apartado de los fieles, el pecador era salpicado con ceniza, símbolo de penitencia, y vestido con el humilde hábito penitencial. Al suprimirse el uso de la penitencia pública, alrededor del año 1000, la ceremonia se extendió a todos los cristianos. Todo cristiano fervoroso debe presentarse con humildad y espíritu de penitencia a recibir la ceniza y a escuchar las graves palabras que pronuncia el sacerdote al imponerla: «Acuérdate, hombre, que eres polvo y al polvo has de volver». Los textos de la Misa están inspirados todos en esta idea de la penitencia. Dios es siempre misericordioso para con todos los que se convierten a Él. (Introito); pero importa rasgar los corazones más que los vestidos (Epístola). El que ayune generosamente, no por agradar a los hombres (Evangelio); el que reciba con la debida piedad las venerables solemnidades del ayuno (Oración), ese podrá cantar: «Te exaltaré, Señor, porque me recibiste y no alegraste a mis enemigos sobre mí. Clamé a Ti y me sanaste» (Ofertorio).

          1º - Bendición de la Ceniza.
             Antes de la Misa conventual o parroquial se bendice la ceniza, sacada de los ramos benditos del año anterior. Los ministros del altar usan ornamentos morados, cual corresponde a ese rito penitencial. Tanto los textos como el canto que los acompaña son una exhortación a la compunción del corazón y a la penitencia y enmienda de la mala vida pasada. Asistamos con devoción y santa tristeza a esta ceremonia venerable que nos introduce en el ayuno de la sagrada Cuaresma, y al llegarnos el turno para recibir la ceniza bendita, inclinemos humildemente la cabeza, y acatemos con resignada sumisión la sentencia de muerte que, en nombre del Creador, nos dicta a cada uno hoy la Santa Iglesia
             El sacerdote, revestido de capa morada, o sin casulla, procede a la bendición de la ceniza. El Coro empieza cantando:
              Antífona Ps. 68, 17. Exáudi nos, Dómine, quóniam benígna est misericórdia tua: secúndum multitúdinem miseratiónum tuárum réspice nos, Dómine. Ps. ibid., 2 Salvum me fac, Deus: quóniam intravérunt aquæ usque ad ánimam meam. V. Glória Patri.Repetitur Exáudi nos.   Antífona - Escúchanos, Señor, ya que tu misericordia es benigna: vuelve a nosotros, Señor, tus ojos, inmensamente compasivo como eres y bondadoso. Ps. Sálvame, Dios mío: Porque las aguas de la tribulación han anegado mi alma. V. Gloria al Padre. - Se repite: Escúchanos.
             Se repite: Exáudinos 
             Luego el sacerdote dice:
             V. Dóminus vobíscum
              REt cum spíritu tuo   
              V. El Señor sea con vosotros
              RY con tu espíritu 
          1ª Oración (2)
             Omnípotens sempitérne Deus, parce pæniténtibus, propitiáre supplicántibus: et míttere dignéris sanctum Angelurn tuum de cœlis, qui bene+dícat, et sanctí+ficet hos cíneres, ut sint remédium salúbre ómnibus nomen sancturn tuum humíliter implorántibus, ac semetípsos pro consciéntia delictórum suórum accusántibus, ante conspécturn divinæ cleméntiæ tuæ facínora sua deplorántibus, vel sereníssimam pietátem tuam supplíciter obnixéque flagitántibus: et præsta per invocatiónem sanctissimi nóminis tui; ut, quicúmque per eos aspérsi fúerint, pro redemptióne peccatórum suórum, córporis sanitátem, et ánimæ tutélam percípiant. Per Christum Dóminum nostrum.    R. Amen.    Oh Dios eterno y todopoderoso, sé propicio a los que te ruegan, perdona a los pecadores arrepentidos: y dígnate enviar del cielo a tu santo Ángel, que ben + diga y santi + fique estas cenizas, para que sean remedio saludable para todos aquellos que humildemente invocan tu santo nombre, confiesan que son pecadores, y, arrepentidos de sus faltas, se postran delante de Ti implorando tu misericordia: concédeles, por la invocación de tu santísimo nombre, que todos los que fueren espolvoreados con estas cenizas, en remisión de sus pecados, consigan la salud del cuerpo y la protección
          del alma. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Así sea.
          2ª Oración
             Deus, qui non mortem, sed pæniténtiam desíderas peccatórum: fragilitátem conditiónis humánæ benigníssime réspice; et hos cíneres, quos causa proferéndæ humilitátis, atque promeréndæ véniæ, capítibus nostris impóni decérnimus, bene+dícere pro tua pietáte dignáre; ut, qui nos cínerern esse, et ob pravitátis nostræ deméritum in púlverern reversúros cognóscimus; peccatórurn ómnium véniam, et prǽmia pæniténtibus repromíssa, misericórditer cónsequi mereámur. Per Christum Dóminum nostrum.       R. Amen.    Oh Dios, que no quieres la muerte, sino la conversión de los pecadores: mira con suma compasión la condición de la humana flaqueza, y dígnate, misericordioso, ben + decir Tú mismo estas cenizas, que vamos a recibir sobre nuestras cabezas en señal de la humildad cristiana y prenda del perdón que esperamos para que, reconociendo que somos polvo y en polvo debemos convertirnos, merezcamos alcanzar de tu misericordia el perdón de todos los pecados y el galardón prometido a los que hacen penitencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Así sea.
          3ª Oración
             Deus, qui humiliatióne flécteris, et satisfactióne placáris: aurem tuæ pietátis inclína précibus nostris; et capítibus servórurn tuórum, horurn cínerum aspersióne contáctis, effúnde propítius grátiam tuæ benedictiónis: ut eos et spíritu compunctiónis répleas, et quæ juste postuláverint, efficáciter tríbuas; et concéssa perpétuo stabilíta, et intácta manére decérnas. Per Christum Dóminurn nostrum.       RAmen       Oh Dios, que te dejas vencer por la humillación y te aplacas por la penitencia: escucha misericordiosamente nuestros ruegos y derrama generoso la gracia de tu bendición sobre las cabezas espolvoreadas de ceniza de tus siervos; de suerte que los llenes del espíritu de compunción y a la vez atiendas eficazmente sus justas peticiones, disponiendo, además, que duren para siempre, firmes e intactas, las gracias por Jesucristo N. Señor. R. Así sea.
          4ª Oración
             Omnípotens sempitérne Deus, qui Ninivítis in cínere et cilício pæniténtibus, indulgéntiæ tuæ remédia præstitísti: concéde propítius; ut sic eos imitémur hábitu, quátenus véniæ prosequámur obténtu. Per Christum Dóminum nostrum.   RAmen       Oh Dios omnipotente y eterno, que concediste los remedios de tu perdón a los ninivitas mientras hacían penitencia en la ceniza y el cilicio: haz de modo que nosotros tan fielmente les imitemos en la penitencia, que alcancemos también la gracia de tu perdón. Por Jesucristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina. R. Así sea. R. Así sea.
          2º - IMPOSICIÓN DE LA CENIZA
             Terminadas estas Oraciones, el Celebrante rocía la Ceniza con agua bendita y la inciensa. Luego el Sacerdote más digno le impone la Ceniza en la cabeza, y si no hay otro Sacerdote, se la impone él a sí mismo. Entre tanto, se acercan los fieles al comulgatorio, y, de rodillas, reciben del Celebrante la Ceniza en la cabeza (3) con esta fórmula:
             Meménto, homo, quia pulvis es, et in púlverem revertéris.   Acuérdate, hombre, que eres polvo, y que en polvo has de convertirte (4).
             Entre tanto, canta el coro:
             Antiphona Joël. 2, 13 - Immutémur hábitu, in cínere et cilício: jejunémus, et plorémus ante Dóminum: quia multum miséricors est dimíttere peccáta nostra Deus noster.    Antífona - Cambiemos nuestro vestido por la ceniza y el cilicio: ayunemos y lloremos en la presencia del Señor; pues es nuestro Dios inmensamente misericordioso para perdonarnos los pecados.
             Alia antiph. Ibid. 17 et Esth. 13, 17 Inter vestíbulum et altáre plorábunt sacerdótes minístri Dómini, et dicent: Parce, Dómine, parce pópulo tuo et ne claudas ora canéntium te, Dómine.      Otra Antífona - Entre el vestíbulo y el altar, llorarán los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo; y no cierres la boca de los que a Ti claman, oh Señor.
          Responsorium Esth. 13 et Joël. 2
             Emendémus in mélius, quæ ignoránter peccávimus: ne súbito præoccupáti die mortis, quærámus spátium pæniténtiæ, et inveníre non possímus. * Atténde, Dómine, et miserére: quia peccávimus tibi. VPs. 78, 9 Adjuva nos, Deus salutáris noster: et propter honórem nóminis tui, Dómine, líbera nos. Atténde, Dómine, et miserére: quia peccávimus tibi. V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto. Atténde, Dómine.        Enmendémonos y mejorémonos en aquello en que por ignorancia hemos faltado: no sea que, sorprendidos por la muerte, busquemos el tiempo de arrepentirnos y no podamos encontrarlo. Óyenos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra Ti. V. Ayúdanos, oh Dios Salvador nuestro; y líbranos por la gloria de tu nombre. Óyenos, Señor. Gloria al Padre. Óyenos, Señor.
             Terminada la imposición de la Ceniza, dice el Sacerdote:
             V. Dóminus vobíscum
              REt cum spíritu tuo      
              V. El Señor sea con vosotros
              RY con tu espíritu 
          Oración final
             Concéde nobis, Dómine, præsídia milítiæ christiánæ sanctis inchoáre jejúniis: ut contra spiritáles nequítias pugnatúri, continéntiæ muniámur auxíliis. Per Christum Dóminum nostrum.   RAmén.        Concédenos, Señor, la gracia de comenzar, con los santos ayunos, la carrera de la milicia cristiana (5): a fin de que, luchando contra la perversidad de los espírítus malignos, seamos protegidos por las armas de la continencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. RAsí sea.
          Y sigue la Misa:
          3º - MISA 
          ESTACIÓN EN SANTA SABINA , 
          (Semidoble de 2ª clase - Ornamentos morados )
          Introito - Sap. 11, 24-25 et 27
             Miseréris omnium, Dómine, et nihil odísti eorum quæ fecísti, dissímulans peccata hóminum propter pœniténtiam et parcens illis: quia tu es Dóminus, Deus noster. Ps. 56, 2 Miserére mei, Deus, miserére mei: quoniam in te confídit anima mea.    V. Glória Patri.    De todos, Señor, te compadeces, y nada aborreces de lo que creaste, disimulando los pecados de los hombres y perdonándoselos en atención a su penitencia; porque Tú eres el Señor, Dios nuestro. PsCompadécete de mí, oh Dios, compadécete de mí:   porque en Ti confía mi alma. V. Gloria al Padre.
          Oración-Colecta
             Præsta, Dómine, fidélibus tuis: ut jejuniórum veneránda solémnia, et cóngrua pietáte suscípiant, et secura devotióne percúrrant. Per Dóminum.      RAmén.      Concede, Señor, a tus fieles, la gracia de empezar con piedad sincera la venerable solemnidad de los santos ayunos y de observarlos hasta el fin con una constante devoción. Por Jesucristo N. S. 
          CONMEMORACIONES
          Epístola
             Llamamiento a la penitencia y a la conversión íntima y sincera de todos los hombres, aun de los más impíos, que suena, después de los desenfrenos y alborotos del Carnaval, a un misericordioso pregón venido de ultratumba. 
          EPISTOLA Léctio Joélis Prophétæ. Joël. 2, 12-19  - Hæc dicit Dóminus: Convertímini ad me in toto corde vestro, in jejúnio, et in fletu, et in planctu. Et scíndite corda vestra, et non vestiménta vestra, et convertímini ad Dóminum Deum vestrum: quia benígnus, et miséricors est, pátiens, et multæ misericórdiæ, et præstábilis super malítia. Quis scit, si convertátur, et ignóscat, et relínquat post se benedictiónem, sacrifícium, et libámen Dómino Deo vestro? Cánite tuba in Sion, sanctificáte jejúnium, vocáte cœtum, congregáte pópulum, sanctificáte ecclésiam, coadunáte senes, congregáte párvulos, et sugéntes úbera: egrediátur sponsus de cubíli suo, et sponsa de thálamo suo. Inter vestíbulum et altáre plorábunt sacerdótes minístri Dómini, et dicent: Parce, Dómine, parce pópulo tuo: et ne des hereditátem tuam in oppróbrium, ut Dóminéntur eis natiónes. Quare dicunt in pópulis: Ubi est Deus eórum ? Zelátus est Dóminus terram suam, et pepércit pópulo suo. Et respóndit Dóminus, et dixit pópulo suo: Ecce ego mittam vobis fruméntum, et vinum, et óleum, et replebímini eis: et non dabo vos ultra oppróbrium in géntibus: dicit Dóminus omnípotens.

             Lección del Profeta Joel - Esto dice el Señor: Convertíos a mí de todo vuestro corazón, con ayuno y con llanto y con gemidos. Y rasgad vuestros corazones y no  vuestros vestidos (6), y convertíos al Señor Dios vuestro: porque es benigno y misericordioso, paciente y clementísimo, y su bondad sobrepasa nuestra malicia. ¿Quién sabe si se inclinará a piedad y os perdonará, y os dejará gozar de la bendición y el poder ofrecer sacrificios y libaciones al Señor, Dios vuest tro? Tocad la trompeta en Sión, santificad su santo ayuno, convocad a junta, congregad al pueblo, purificad toda la gente, congregad los ancianos, juntad los párvulos y los niños de pecho; salga el esposo de su lecho, y la esposa de su tálamo. Entre el vestíbulo y el altar, llorarán los sacerdotes, ministros del Señor y dirán: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, y no  abandones tu heredad al oprobio, para que la dominen las naciones. Porque dirían las gentes: ¿En dónde está el Dios de ellos? Mas el Señor miró con amor a su tierra, y perdonó a su pueblo. y habló el Señor, y dijo a su pueblo: Yo os enviaré trigo, y vino, y aceite, y os llenaréis de todo eso: y nunca ya más permitiré que seáis el escarnio de los gentiles: dice el Señor omnipotente.
             Graduale Ps. 56, 2 et 4   Miserére mei, Deus, miserére mei: quoniam in te confídit ánima mea. Misit de cælo, et liberávit me, dedit in oppróbrium conculcántes me.   
          Tractus Ps. 102, 10
             Dómine, non secúndum peccáta nostra, quæ fécimus nos: neque secúndum iniquitátes nostras retribuas nobis. VPs. 78, 8-9 Dómine, ne memíneris iniquitátum nostrárum antiquárum: cito antícipent nos misericórdiæ tuæ, quia páuperes facti sumus nimis. Hic genuflectitur V. Adjuva nos, Deus salutáris noster: et propter glóriam nóminis tui, Dómine, líbera nos: et propítius esto peccátis nostris, propter nomen tuum.
             Gradual - Compadécete de mi, oh Dios, compadécete de mí; porque en Ti confía mi alma. V. Envió del cielo su socorro y me libró: cubrió de oprobio a los que me pisoteaban.   Tracto - No nos trates, Señor, como lo merecemos por los pecados que hemos cometido, ni nos castigues con arreglo a nuestras iniquidades. V. No te acuerdes, Señor, de nuestras culpas pasadas, sino adelántate Tú en seguida con tu misericordia, por que hemos quedado empobrecidos hasta el extremo. (Aquí se arrodilla). V. Ayúdanos, oh Dios, Salvador nuestro; y, por la gloria de tu nombre, líbranos, y perdona nuestros pecados, por causa de tu nombre.
          Evangelio
                El ayuno cuaresmal que hoy  iniciamos los cristianos solemnemente, para ser agradable a Dios y provechoso a nuestras almas debe revestir, según este Evangelio, las siguientes cualidades: Humilde sinceridad de corazón, santa alegríia espiritual y ausencia de vana ostentación. Haciéndolo así, acumularemos tesoros preciosos en el Cielo; de otro modo, la mortificación del ayunador no será recompensada.
          USequéntia sancti Evangélii secúndum Matthaeum 6, 16-21
             In illo témpore: dixit Jesus discípulis suis: Cum jejunátis, nolite fíeri sicut hypócritæ tristes. Extérminant enim fácies suas, ut appáreant homínibus jejunántes. Amen dico vobis, quia recepérunt mercédem suam. Tu autem, cum jejúnas, unge caput tuum, et fáciem tuam lava, ne videáris homínibus jejúnans, sed Patri tuo, qui est in abscóndito: et Pater tuus, qui videt in abscóndito, reddet tibi. Nolite thesaurizáre vobis thesáuros in terra: ubi ærúgo, et tinea demolítur: et ubi fures effódiunt, et furántur. Thesaurizáte autern vobis thesáuros in cœlo: ubi neque ærúgo, neque tínea demolítur; et ubi fúres non effódiunt, nec furántur. Ubi enim est thesáurus tuus, ibi est et cor tuum.
          Credo.

            Continuación del Santo Evangelio según San Mateo   En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando ayunéis no os pongáis tristes, como los hipócritas, los cuales desfiguran su rostro para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo, que ya recibieron su paga. Mas tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava bien tu cara, para que no conozcan los hombres que ayunas (7), sino solamente tu Padre, que está en lo más secreto, y tu Padre que ve lo más oculto te lo premiará. No amontonéis tesoros en la tierra, donde el orín y la polilla los roen, y donde los ladrones los desentierran y los roban. Mas atesorad para vosotros tesoros en el cielo, en donde ni los consume el orín ni la polilla, y donde los ladrones no los desentierran ni los roban. Porque en donde está tu tesoro, allí está también tu corazón.Credo
              OFFERTORIUM Ps. 29, 2-3) - Exaltábo te, Dómine, quoniam suscepísti me, nec delectásti inimicos meos super me: Dómine, clamávi ad te, et sanásti me.   Ofertorio -  Yo te ensalzaré, Señor, porque me has amparado, y no has permitido se burlen de mi mis enemigos: Señor, a Ti clamé y me sanaste.
          Oración-Secreta
              Fac nos, quǽsumus, Dómine, his munéribus offeréndis conveniénter aptári: quibus ipsíus venerábilis sacraménti celebrámus exórdium. Per Dóminum nostrum. Per..    Haz, oh Señor, te rogamos, que nos preparemos debidamente para ofrecer estos dones, con los que damos principio a la celebración del venerable sacramental de la cuaresma. Por Jesucristo Nuestro Señor Por nuestro Señor Jesucristo., etc.  
          CONMEMORACIONES
          Prefacio de Cuaresma
              Vere dignum et justum est aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui corporali jejunio vitia comprimis, mentem elevas, virtutem largiris et praemia: per Christum Dominum nostrum. Per quem majestatem tuam laudat Angeli, adorant Dominationes, tremunt Potestates. Coeli, coelorumque Virtutes, ac beata Seraphim, socia exsultatione concelebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admitti jubeas depercamur, supplici confessione dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc.   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

             Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Que con el ayuno corporal reprimes las pasiones, elevas el espíritu, nos enriqueces de virtudes y premios, por Jesucristo nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu Majestad, la adoran las Dominaciones y se sobrecogen de respeto las Potestades. Los Cielos y las Virtudes celestiales y los bienaventurados Serafines la ensalzan con el mismo júbilo. Por lo que te pedimos te dignes escuchar juntamente con las suyas nuestras voces, al prorrumpir en esta respetuosa alabanza: Santo, santo, santo, etc.
             COMMUNIO  1, 2 et 3. - Qui meditábitur in lege Dómini die ac nocte, dabit fructum suum in témpore suo.   Comunión. - El que medita la ley del Señor día y noche, dará su fruto a su tiempo.
          Oración-Postcomunión
               Percépta nobis, Dómine, prǽbeant sacraménta subsídium: ut tibi grata sint nostra jejúnia, et nobis proficiant ad medélam. Per Dóminum. Per Dóminum nostrum.    Haz, oh Señor, que el sacramento que acabamos de recibir nos fortalezca: a fin de que nuestros ayunos cuaresmales te sean a Ti gratos y a nosotros nos sirvan de
          medicina saludable. Por nuestro Señor Jesucristo. 
          Oración sobre el pueblo (8)
             A continuación el Celebrante dice: Orémus y el Diácono (y si la Misa es rezada, o sin ministros, el mismo Celebrante) añade: 
           
               Humiliáte cápita vestra Deo.     Inclinántes se, Dómine, majestáti tuæ, propitiátus inténde: ut qui divíno múnere sunt refécti, cæléstibus semper nutriántur auxíliis. Per Dóminum.     Humillad vuestras cabezas ante Dios.      Atiende, Señor, propicio, a los que se inclinan ante tu Majestad, para que los que han sido alimentados con el don divino, sean siempre fortalecidos con auxilios celestiales. Por Jesucristo Nuestro Señor. 
             


          NOTAS
          • (1) La ceniza es símbolo de penitencia, y bendita pr la Iglesia, se trueca en un sacramental que nos mueve a desarrollar en nosotros el espíritu de humildad y de sacrificio.
          • (2) Quien lea con atención ésta y las siguientes Oraciones de la Bendición de la Ceniza, observará cómo está expresado en ellas el significado penitencial y purificador de la misma.
          • (3) Las mujeres deben levantarse los velos o los sombreros, para facilitar al Sacerdote la imposición de la ceniza en la cabeza.
          • (4) Polvo somos, efectivamente, puesto que del limo de la tierra salió Adán y de Adán descendemos todos, y en polvo hemos de convertirnos, al poco tiempo de ser encerrados en el ataúd y depositados en el cementerio. ¿Y por qué se ensoberbece y presume tanto el hombre? ¿y por qué mima e idolatra tanto al cuerpo? y ¿por qué ordena toda su vida, y su talento, Y sus riquezas, y sus inventos para complacerlo y regalarlo?
          • (5) Si, como dice Job, "la vida del hombre es una milicia sobre la tierra", es principalmente en la Santa Cuaresma cuando el cristiano verdadero debe combatir contra el demonio (con oración y humildad), contra el mundo (con menosprecio de él y alejándose de sus pompas, fiestas y vanidades) y contra la carne (con ayunos, abstinencias, trabajo más rudo y madrugadas).
          • (6) Los judíos acostumbraban a rasgar los vestidos y a mesarse los cabellos cuando recibían alguna mala noticia o se sentían presa de algún gran dolor.
          • (7) Nada hay tan antipático y mezquino como el ayunador cuaresmal cariacontecido y gemebundo, que, más que un cristiano, hijo amante de Dios, semeja un esclavo atormentado.
          • (8) Esta "Oración sobre el pueblo" es hoy un agregado propio y exclusivo de las misas feriales de Cuaresma, mientras que antigua mente era un complemento final de todas las synaxis, y especial mente de las presididas por el Papa o el Obispo. La Iglesia las ha conservado únicamente en las ferias de Cuaresma, por ser ellas, entre todas, las que tienen un carácter más solemne y episcopal.

          17/II SAN SILVINO, Obispo y Confesor

          17 de Febrero

          SAN SILVINOObispo y Confesor
          ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo,
          si es a costa suya, y perdiéndose a sí mismo
          ?
          (Lucas, 9, 25).
            
             San Silvino, apóstol de Flandes, había trabajado en su propia santificación antes de trabajar en la de los demás. Sólo de hierbas se alimentaba y de raíces; e acostaba en la tierra desnuda y ataba sus miembros con una cadena de hierro. He aquí las armas de que se sirvió para atacar al demonio en un país en el que era adorado; ¿Podemos asombrarnos de que, predicando así con sus ejemplos más aun que con sus palabras, haya ganado tantas almas para Jesucristo?

          MEDITACIÓN
          SOBRE LA SALVACIÓN


          I. Las palabras del santo Evangelio, que hemos citado al comienzo, bastan por sí solas, según San Francisco Javier, para hacer que mejore su vida el alma que las medite. Piensa, pues, en ello: es preciso que te salves, he aquí tu única preocupación; para ello estás en este mundo, y no para adquirir riquezas, honores, o procurarte los gozos de la vida. Sin embargo, no pensamos en eso y, día y noche, pensamos en amontonar bienes perecederos.
           
          II. Es menester trabajar en nuestra salvación .de manera seria y eficaz. ¿Qué haces para esto? ¡Desdichado! sacrificas tu salud para adquirir ciencia, honores, riquezas, y apenas si piensas en santificar te! Dime, por favor: ¿para qué servirán, en la hora de la muerte, esas riquezas, esa alta reputación, esa ciencia? Has perdido todo si pierdes tu alma. Allí donde se pierde el alma, no hay ganancia posible. (San Cipriano).
           
          III. Es menester que sin tardar trabajes en tu salvación, pues el que difiere su conversión para el día de mañana corre gran riesgo de perderse. Distribuye tu tiempo de modo que el mundo no absorba toda tu vida. Comienza desde ahora a determinar lo que debes dar a Dios, llora el tiempo que sacrificaste a tus placeres, prepárate a dar cuenta de él. Demos a Dios algunos instantes de nuestra vida, no sea que la vanidad y las inquietudes miserables la consuman enteramente. (San Pedro Crisólogo).

          El cuidado de nuestra salvación 
          Orad por los que tienen cura de almas.

          ORACIÓN
          Haced, oh Dios omnipotente, que la piadosa solemnidad de San Silvino, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.





          *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

          16/II SANTA JULIANA, Virgen y Mártir

          16 de Febrero

          SANTA JULIANA, Virgen y Mártir
          El cielo y la tierra pasarán,
          pero mis palabras
          no pasarán.
          (Lucas, 21, 33).

             Santa Juliana, considerando el orden admirable c del universo, reconoció que era la obra de un Dios único y soberanamente poderoso, y abrazó la religión cristiana. Evilacio, prefecto de Nicomedia, pidió su mano, pero Juliana le respondió que no quería por esposo a un adorador de los falsos dioses. Evilacio, pasando entonces del amor al odio, la hizo azotar, cargar de cadenas y encerrar en una prisión. Mientras estaba en oración en su calabozo, el espíritu de las tinieblas se le apareció transformado en ángel de luz para persuadirla a renegar de su fe. Juliana deshizo el artificio haciendo la señal de la cruz, y para burlarse del demonio, lo cargó con sus propias cadenas.
             La condenaron a ser quemada viva, pero como las llamas no obraban con suficiente actividad, le cortaron la cabeza.


          MEDITACIÓN
          EL MUNDO
          ES UN GRAN LIBRO

          I. El mundo es un gran libro en el cual San Antonio aprendió a amar a Dios y Santa Juliana a conocerlo. En este libro hay creaturas que nos representan la bondad de Dios. El sol y la luna nos alumbran, la tierra nos da frutos y flores para nuestro alimento y nuestro recreo. Consideremos estas creaturas, y demos gracias a Dios que nos las dio como otras tantas prendas de su amor. ¡Ah! si la tierra nos ofrece a la vista tantas cosas admirables, ¿qué delicias no nos reservará el cielo? Si el destierro es tan hermoso, ¿cuánto no la será la patria? (SanAgustín),
            
          II. Al lado de esas creaturas tan admirables, hay otras, en el mundo, que nos molestan y nos incomodan. Si en ocasiones ponen a prueba tu paciencia, agradece a Dios que te recuerda, por este medio, que estás en un lugar de destierro y no en tu patria. Sufre con paciencia, diciéndote a ti mismo: Si tanto hay que sufrir en este mundo, ¡cuáles no serán los tormentos de los condenados en el infierno!
             
          III. Considera que en la tierra todo es pasajero, que en el cielo todo es eterno. Los hombres mueren, cambian las estaciones, sucédense los imperios, el mundo pasa, y tú también como él: tu vida y tus placeres huyen, lo que ves no es sino belleza fugitiva omejor dicho, un ligero rayo de la belleza permanente y eterna de Dios. (Tertuliano).

          La consideración de las obras de Dios
          Orad por la conversión de los infieles.

          ORACIÓN
             Que la bienaventurada Juliana, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad y por su valor en confesar vuestro Santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.

          15/II BEATO CLAUDIO DE LA COLOMBIÈRE, Confesor

           15 de Febrero

          BEATO CLAUDIO DE LA COLOMBIÈRE, Confesor

          Amaos recíprocamente con ternura
          y caridad fraternal. 
          (Rom., 12, 10)

             Nacido cerca de Lyon en 1641, Claudio de la Collombière entró en la Compañía de Jesús. Después de algunos años consagrados a la enseñanza, fue nombrado, a la edad de 33 años, superior en Paray-le-Monial. Encontró allí a Santa Margarita María de Alacoque, a la que estaba destinado por Dios para asistir en la propagación de la devoción al Sagrado Corazón y para dirigirla en las angustias espirituales que por entonces atravesaba. En seguida fue enviado a Londres, como predicador de la duquesa de York, que era católica. Fue puesto en prisión por los protestantes y condenado a muerte. Pena ésta que le fue conmutada por la de destierro. Murió en 1682.


          MEDITACIÓN 
          SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO


          I. Debes amar a tu prójimo como a ti mismo, porque has sido creado a imagen de Dios, y Jesucristo, que ha muerto por él, así te lo ha mandado. ¿Cómo observas este precepto? ¿Dónde está tu compasión por los pobres y miserables? ¡Ah! muy lejos de amar a tus hermanos, tu corazón está lleno de envidia, de cólera, de odio contra ellos. Jesucristo te tratará como hayas tratado a los demás.
            
          II. Debes amar a todos los hombres, porque Jesucristo ha muerto por todos y todos son tus hermanos en Jesucristo. Pero, hay infieles, herejes, pecadores... ¿Qué importa? ¿Te ha revelado Él acaso que no dejarán su infidelidad o el camino del vicio? Tal vez un día sean más grandes que tú en el cielo. Dios te amó cuando eras pecador, a fin de hacerte pasar del estado de pecado al de gracia. ( San Agustín).
           
          III. ¿Quieres saber si tu amor para con el prójimo es puro, sincero y según Dios? Mira si haces a los demás lo que quisieras que te hagan a ti. Si eres pobre, si estás afligido o enfermo. ¿no te gustaría ser socorrido y aliviado? ¿Te resultaría agradable ser maltratado, ser objeto de burla, calumniado, en una palabra, tratado como tratas a los demás? Aplícate esta regla. y descubrirás las faltas que cometes contra el prójimo. Según la medida con que midieres, serás medido, ha dicho Nuestro Señor Jesucristo.

          La caridad para con el prójimo
          Orad por el acrecentamiento
          de la caridad fraternal.

          ORACIÓN
            Señor Jesucristo, que os habéis dignado hacer del bienaventurado Claudio el servidor fiel y el amigo de vuestro Sagrado Corazón, acordadnos por su intercesión, que seamos revestidos con las virtudes e inflamados con los sentimientos de vuestro Corazón. Amén.


          *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

          MISA DEL DOMINGO DE QUINCUAGÉSIMA

           DOMINGO DE QUINCUAGÉSIMA

          Estación en San Pedro
          (Semidoble de 2ª clase  - Ornamentos morados)
          INTROITUS Ps. 30, 3-4 - Esto mihi in Deum protectórem, et in locum refúgii, ut salvum me fácias: quóniam firmaméntum meum, et refúgium meum es tu: et propter nomen tuum dux mihi eris, et enútries me. Ps. ibid., 2. In te, Dómine, sperávi, non confúndar in ætérnum: in justítia tua líbera me, et éripe me. V. Glória Patri.
             Introito -  Sé para mí un Dios protector y un lugar de re fugio, para salvarme; porque Tú eres mi fortaleza y mi asilo; y por Tu Nombre me guiarás y me sustentaré. Ps.: Oh Señor, en Ti tengo puesta mi esperanza: no que de yo para siempre confundido: sálvame, pues eres jus to, y líbrame. Gloria al Padre... Sé para mí...
            Oración-Colecta
          ORATIO - Preces nostras, quæsumus, Dómine, cleménter exáudi: atque a peccatórum vínculis absolútos, ab omni nos adversitáte custódi. Per Dóminum.
               Escucha, te rogamos, Señor, nuestras súplicas según tu misericordia, y, libres de los lazos de nuestros pecados, presérvanos de toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesucristo. ..
          Léctio Epístolæ besti Pauli Apóstoli ad Corínthios. 1 Cor. 13, 1-13 - Fratres: Si linguis hóminum loquar, et Angelórum, caritátem autem non hábeam, factus sum velut æs sonans, aut cymbalum tínniens. Et si habúero prophetíam, et nóverim mysteria ómnia, et omnem sciéntiam: et si habúero omnem fidem, ita ut montes tránsferam, caritátem autem non habúero, nihil sum. Et si distribúero in cibos páuperum omnes facultátes meas, et si tradidero corpus meum, ita ut árdeam, caritátem autem non habúero, nihil mihi prodest. Cáritas pátiens est, benigna est: Cáritas non æmulátur, non agit pérperam, non inflátur, non est ambitiósa, non quærit quæ sua sunt, non irritátur, non cógitat malum, non gaudet super iniquitáte, congáudet autem veritáti: ómnia suffert, ómnia credit, ómnia sperat, ómnia sústinet. Cáritas numquam éxcidit: sive prophetíæ evacuabúntur, sive linguæ cessábunt, sive sciéntia destruétur. Ex parte enim cognóscimus, et ex parte prophetámus. Cum autem vénerit quod perféctum est, evacuábitur quod ex parte est. Cum essem párvulus, loquébar ut párvulus, sapiébam ut párvulus, cogitábam ut párvulus. Quando autem factus sum vir, evacuávi quæ erant párvuli. Vidémus nunc per spéculum in ænígmate: tunc autem fácie ad fáciem. Nunc cognósco ex parte: tunc autem cognóscam sicut et cógnitus sum. Nunc autem manent fides, spes, cáritas, tria hæc: major autem horum est cáritas.
             Epístola. (Tomada de la I" Carta de San Pablo a los Corintios(XllI, 1-13) Hermanos: Si yo hablara todas las len guas de los hombres y de los ángeles, y no tuviere caridad, sería como bronce que suena o campana que retañe. Y si tuviera el don de profecía, y conociese todos los misterios, y todas las ciencias, y tuviese toda la fe que trasladase los montes de una parte a otra, con todo, no tuviese caridad, nada sería. Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a los pobres, y entregase mi cuerpo a las llamas, mas no tuviese caridad, nada me aprovecharía. La caridad es paciente es benigna: la caridad no es envidiosa, no obra inconsideradamente, no se ensoberbese, no es ambiciosa, no busca sus provechos, no se irita, no piensa mal no se goza en la iniquidad, sino que se complace en la ver dad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, to do lo soporta. La caridad nunca fenece: aunque termine el don de profecías, y cese el don de lenguas, y se acabe el don de ciencia. Porque ahora sólo conocemos parcialmente, sólo profetizamos parcialmente. Mas cuando llegue lo que es perfecto, desaparecerá lo imperfecto. Cuando yo era niño, hablaba como niño, jugaba como niño, discurría como niño. Mas cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Ahora vemos a Dios como a través de un espejo y en el misterio; mas luego le veremos cara a cara. Ahora le conozco imperfectamente: mas luego le conoceré como soy yo conocido por Él. Ahora existen la fe, la esperanza y la caridad, pero de las tres la mayor es la caridad.
          Salmodia
            GRADUALE Ps. 76,15 et 16 - Tu es Deus qui facis mirabília solus: notam fecísti in géntibus virtútem tuam. V. Liberásti in bráchio tuo pópulum tuum, fílios Israël, et Joseph.TRACTUS Ps. 99, 1-2 - Jubiláte Deo, omnis terra: servíte Dómino in lætítia. V. Intráte in conspéctu ejus in exsultatióne: scitóte, quod Dóminus ipse est Deus. V. Ipse fecit nos, et non ipsi nos: nos autem pópulus ejus, et oves páscuæ ejus.Gradual - Tú eres el Dios que obra prodigios; hiciste co nocer a los pueblos tu poder. Con tu brazo libraste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y José.   Tracto. Moradores todos de la tierra, canten con júbilo las alabanzas de Dios: sirvan al Señor con alegría. Ven gan llenos de alborozo a presentarse ante su acatamiento. Tengan entendido que el Señor es el único Dios. Él es el que nos hizo, y no nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su aprisco.     
          Evangelio
           USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam. Luc. 18, 31-43 - In illo témpore: Assúmpsit Jesus duódecim, et ait illis: Ecce ascéndimus Jerosólymam, et consummabúntur ómnia, quæ scripta sunt per prophétas de Filio hóminis. Tradétur enim Géntibus, et illudétur, et flagellábitur, et conspuétur: et postquam flagelláverint, occídent eum, et tértia die resúrget. Et ipsi nihil horum intellexérunt, et erat verbum istud abscónditum ab eis, et non intelligébant quæ dicebántur. Factum est autem, cum appropinquáret Jéricho, cæcus quidam sedébat secus viam, mendícans. Et cum audíret turbam prætereúntem, interrogábat quid hoc esset. Dixérunt autem ei, quod Jesus Nazarénus transíret. Et clamávit, dicens: Jesu, fili David, miserére mei. Et qui præíbant, increpábant eum ut tacéret. Ipse vero multo magis clamábat: Fili David, miserére mei. Stans autem Jesus, jussit illum addúci ad se. Et cum appropinquásset, interrogávit illum, dicens: Quid tibi vis fáciam? At ille dixit: Dómine, ut vídeam. Et Jesus dixit illi: Réspice, fides tua te salvum fecit. Et conféstim vidit, et sequebátur illum, magníficans Deum. Et omnis plebs ut vidit, dedit laudem Deo. Credo.  (Continuación del Santo Evangelio según San Lucas (XVllI, 31-43])    En aquel tiempo: Tomando Jesús consigo a los Doce, les dijo: "He aquí que subimos a Jerusalén, y todo lo que ha sido escrito por los profetas sobre el Hijo del hombre se va a cumplir. Porque  será entregado a los gentiles, se burlarán de Él, lo ultrajarán, escupirán sobre Él, y después de haberlo azotado, lo matarán, y al tercer día resucitará. Pero ellos no entendieron ninguna de estas cosas; este asunto estaba escondido para ellos, y no comprendieron de qué hablaba. Cuando iba aproximándose a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del cami no, y mendigaba. Oyendo que pasaba mucha gente, pre guntó qué era eso. Le dijeron: "Jesús, el Nazareno pasa". y clamó diciendo: "¡Jesús, Hijo de David, apiádate de mí!" Los que iban delante, la reprendían para que se callase, pero él gritaba todavía mucho más: "¡Hijo de David, apiádate de mí!" Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajesen; y cuando él se hubo acercado, le preguntó: "¿Qué deseas que te haga?" Dijo: "¡Señor, que vea!" y Jesús le dijo: "Vé; tu fe te ha salvado". Y al instante  vio, y le seguía glorificando a Dios. y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.
          Credo.
           OFFERTORIUM Ps. 118, 12-13 - Benedíctus es, Dómine, doce me justificatiónes tuas: in lábiis meis pronuntiávi ómnia judícia oris tui.  Ofertorio - Bendito eres Tú, Señor; enséñame tus preceptos. Con mis labios he pronunciado todos los oráculos que  han salido de tu boca.
          Oración-Secreta
           SECRETA - Hæc hóstia, Dómine, quæsumus, emúndet nostra delícta: et ad sacrifícium celebrándum, subditórum tibi córpora, mentésque sanctíficet. Per Dóminum.     Haz, Señor, que esta Hostia borre nuestros pecados, y santifique los cuerpos y espíritus de tus servidores para celebrar dignamente este sacrificio. Por Nues tro Señor Jesucristo   
             Prefacio de la Santísima Trinidad
              Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:
          COMMUNIO Ps. 77, 29-30 Manducavérunt, et saturáti sunt nimis, et desidérium eórum áttulit eis Dóminus: non sunt fraudáti a desidério suo.   Comunión. - Comieron y se hartaron; les concedió el Se ñor su deseo; no quedaron frustrados sus anhelos.
          Oración-Postcomunión

             POSTCOMMUNIO - Quæsumus, omnípotens Deus: ut, qui cæléstia aliménta percépimus, per hæc contra ómnia advérsa muniámur. Per Dóminum.      Te rogamos, Dios Todopoderoso, hagas que, habiendo recibido el alimento celestial, éste nos for tifique contra toda adversidad. Por Nuestro Señor Jesu cristo. ..

          INTRODUCCIÓN

          Acerca de la Santa Misa