01/XI FIESTA DE TODOS LOS SANTOS (Fiesta de precepto)

01 de Noviembre

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS 
(FIESTA DE PRECEPTO)

Por la Fe conquistaron reinos, ejercitaron la justicia,
obtuvieron el efecto de las promesas.
(Hebreos, 11, 33)

   Al comienzo del siglo VII, el santo Papa Bonifacio IV fue autorizado, por el emperador Focas, a cambiar el Panteón, erigido en honor de los falsos dioses a quienes los paganos festejaban juntamente, en iglesia que dedicó a la Santísima Virgen y a todos los mártires. Esta ceremonia tuvo lugar el 13 de mayo, y su aniversario llegó a ser fiesta fija anual, que el Papa Gregorio IV transfirió al 1º de noviembre y extendió a todo el imperio, el año 835, durante el reinado de Luis el Bueno, convirtiéndola en fiesta de todos los santos.

MEDITACIÓN LA FIESTA
DE TODOS LOS SANTOS


I. La vida de los santos ha estado llena de miserias: han sido perseguidos y atormentados por los enemigos de Jesucristo; Dios les ha enviado aflicciones para probarlos y purificarlos; en fin, ellos mismos se rehusaron a los placeres más inocentes y ejercieron sobre sus cuerpos grandísimas austeridades. ¿Quieres ir tú a donde están ellos? He ahí el camino, sigue sus huellas; estos grandes hombres tenían un cuerpo como el tuyo, pero más valor que tú. No han sido de naturaleza superior a la nuestra, sino de mayor vigilancia; no estuvieron exentos de pecados, pero hicieron penitencia. (San Ambrosio).
   
II. Los santos a pesar de sus pruebas, siempre han estado alegres y contentos en esta vida, porque los consuelos que Dios derramaba en sus almas les quitaban todo sentimiento de los dolores del cuerpo. Míralos en el patíbulo y en los yermos: aquí, derraman lágrimas de consuelo, allí, están llenos de gozo en medio de las torturas. Dios es tan generoso que no quiere esperar la otra vida para recompensarlos, hasta lo hace en este mundo.
   
III. Si fueron consolados en esta vida, que era el lugar de exilio, de sus combates y sufrimientos, ¡de qué gozo no serán colmados en el Cielo, su patria y lugar de su triunfo! Allí poseen todos los bienes que su corazón puede desear, porque poseen a Dios; no son afligidos por incomodidad alguna. Escucha lo que te dicen: "Para llegar al Cielo no pienses encontrar un camino más cómodo que el que recorrimos nosotros en pos de Jesucristo. No busques aquí abajo lo que ningún santo ha podido encontrar, lo que Cristo mismo no ha encontrado".

La imitación de los santos
Orad por la Iglesia.

ORACIÓN
   Omnipotente y eterno Dios, que nos concedéis que honremos en una misma solemnidad los méritos de todos vuestros santos, haced que, asistidos por tan numerosos intercesores, obtengamos cada vez más, según nuestros deseos, la multitud de vuestras gracias. Por J. C. N. S. Amén.


MISA DEL DÍA

31/X SAN QUINTÍN, Mártir

31 de Octubre

SAN QUINTÍN, Mártir


Vosotros afectáis ser justos ante los hombres,
pero Dios conoce vuestros corazones;
porque lo que es grande ante el mundo
es abominación ante Dios.
(Lucas, 16, 15).
  
 San Quintín, hijo del senador Zenón de Roma, fue aprehendido por el prefecto Rictio Varo mientras predicaba el Evangelio en Picardía. Después de haber sido azotado, fue cargado de cadenas y echado en una prisión; mas, un ángel lo sanó de sus heridas, lo libró de sus cadenas y le abrió las puertas de la cárcel. Predicó en medio de la calle y convirtió a seiscientas personas. El tirano lo hizo atormentar de diversas maneras y, viéndolo invencible lo hizo decapitar, en el año 287, después de cuatro años de maravilloso apostolado.

MEDITACIÓN
SOBRE LA HIPOCRESÍA
   
I. La mayor parte de los hombres se esfuerzan más por parecer cristianos y virtuosos que por serlo en realidad. Se salvan las apariencias, se quiere contentar a los hombres, pero uno no se toma mucho trabajo por contentar a Dios y la propia conciencia. Se ordena el exterior y el alma está en desorden. ¡Desventurados! Dios nos ve tales cuales somos y no tales cuales queremos aparecer. Dios es quien nos juzgará y no los hombres; no podemos engañarlo, nos engañamos a  nosotros mismos.
   
II. ¿Qué pretendes con esa devoción de apariencia? ¿De qué te servirá la estima de los hombres, si Dios te desprecia? Gratuitamente te condenas, tienes toda la pena que los santos encontraron en el servicio de Dios, no tienes sus consuelos en esta vida y no tendrás su recompensa en la otra. ¿Qué haréis, vosotros hipócritas, el día del juicio, cuando Dios dé a conocer vuestros crímenes a todos los hombres y a todos los ángeles?
   
III. A nadie juzgues por las apariencias, el rostro engaña a menudo. Tal parece orgulloso y es muy humilde. A Dios sólo pertenece el penetrar los secretos del corazón humano; interpreta las acciones de los demás como desearías que se interpretaran las tuyas. Examina tus propios defectos y mira si no eres del número de aquellos de que habla San Cipriano, que condenan en lo exterior aquello que hacen en lo interior, acusadores en público y pecadores en secreto.

La huida de la hipocresía
Orad por la conversión de los hipócritas.

ORACIÓN
   Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Quintín, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.



  • Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (Ordenada por S.S. Pío XI para la Fiesta de Cristo Rey)

FIESTA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY

CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


CONSAGRACIÓN CRISTO REY
Ordenada por S. S. Pío XI para el día de Cristo Rey (último domingo de octubre)

  Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, miradnos humildemente postrados delante de vuestro altar; vuestros somos y vuestros queremos ser y a fin de poder vivir más estrechamente unidos con Vos, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo Corazón.
   Muchos, por desgracia, jamás os han conocido; muchos, despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. Oh Jesús benignísimo, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro Corazón Sacratísimo.  
   Oh Señor, sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado; haced que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria. Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Vos: devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve, se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor. Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría o del islamismo; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino.
   Mirad, finalmente, con ojos de misericordia a los hijos de aquel pueblo que en otro tiempo fue vuestro predilecto: descienda también sobre ellos como bautismo de redención y de vida, la sangre que un día contra sí reclamaron. Conceded, oh Señor, incolumnidad y libertad segura a vuestra Iglesia; otorgad a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced que del uno al otro confín de la tierra no suene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón Divino, causa de nuestra salud, a Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos! Amén.

ÚLTIMO DOMINGO DE OCTUBRE: FIESTA DE N.S.J.C. REY

FIESTA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY

(Último Domingo de Octubre)
Doble de Primera Clase - Ornamentos blancos

   "Sí, Yo soy Rey -dijo Jesús a Pilatos-, para eso precisamente he nacido y venido a este mundo: para dar testimonio de la Verdad". Su reino no es de este mundo, es decir, no es un reino temporal; "es el reino de la Verdad y de la vida, el reino de la gracia y de la santidad, el reino de la justicia, del amor y de la paz". (Prefacio). Es el reino divino de la Santa Iglesia, en el que se proporciona la salud a los enfermos, la luz a los ciegos, la libertad a los cautivos. Sus habitantes tienen poder para hacerse hijos de Dios, para vivir una vida divina, para gozar de la libertad; aparta del yugo de Satanás y nos comunica los bienes divinos. Todo ello, en virtud de nuestra unión vital, de nuestra unidad de ser con Cristo, que es nuestra Cabeza, el Fundador de este reino, el que lo constituyó con sus enseñanzas, con sus ejemplos y, sobre todo, con su muerte de cruz. "Adquirió la Iglesia con su sangre". "Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir poder y riqueza, y sabiduría y fortaleza, y honor. A Él la gloria y el imperio por todos los siglos de los siglos amén."
   Este debe ser un día de acción de gracia al Padre, por haber constituido Rey y Señor de todo a su divino Hijo; un día de homenaje y acatamiento y de acción de gracias al Hombre-Dios, que se dignó trasladarnos a su reino. Y, con la Redención, con la liberación del dominio del pecado, poseemos también la vida de la gracia, la filiación divina, el poderío sobre el mundo, sobre la carne, y sobre el poder de las malas pasiones y, con todo esto, la esperanza de ser admitidos un día en el futuro reino de la bienaventuranza eterna. Debemos, por tanto, decir con San Pablo: "Damos gracias a Dios Padre, que nos hizo dignos de participar  de la herencia de los santos en la luz. Él nos arrancó de la potestad de las tinieblas, y nos trasladó el reino de su amado Hijo".    
  
Introito Apoc. 5, 12; 1, 6
    INTROITUS Dignus est Agnus, qui occísus est, accípere virtútem, et divinitátem, et sapiéntiam, et fortitúdinem, et honórem. Ipsi glória, et impérium in sæcula sæculorum. Ps. 71, 1. Deus, judícium tuum Regi da: et justítiam tuam Filio Regis V. Gloria Patri.   Introito - Digno es el Cordero, que fue muerto, de recibir la virtud, y divinidad, y sabiduría y fortaleza, y honor. A Él gloria y poder por los siglos de los siglos. - Ps. ¡Oh Dios Padre! da tu poder de juzgar al Rey Cristo; Y tu cetro de justicia al Hijo del Rey (Cristo). V. Gloria al Padre.
Oración-Colecta
   ORATIO - Omnípotens sempitérne Deus, qui in dilécto Filio tuo, universórum Rege, ómnia instauráre voluísti: concéde propítius; ut cunctæ famíliæ géntium, peccáti vúlnere disgregátæ, ejus suavíssimo subdántur império: Qui tecum vivit et regnat in unitáte. Per Dóminum.    R. Amen    Omnipotente y sempiterno Dios, que en tu amado Hijo, Rey universal quisiste restaurarlo todo: concédenos propicio que todos los pueblos, disgregados por la herida del pecado, se sometan a su suavísimo imperio Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.   R. Amen.
   Conmemoracióndel domingo correspondiente 
Epístola
   Jesucristo, nos rescató con su sangre, nos sacó del poder de las tinieblas, nos reconcilió con su Padre celestial, fundó la Iglesia Católica de cuyo cuerpo es Él Cabeza, y nos conquistó el reino de los cielos. 
EPISTOLA   Lectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Colossénses. (Col. 1, 12-20)  - Fratres: Grátias ágimus Deo Patri, qui dígnos nos fecit in pártem sortis sanctórum in lúmine, qui erípuit nos de potestáte tenebrárum, et tránstulit in regnum Fílii dilectiónis suæ, in quo habémus redemptiónem per sánguinem ejus remissiónem peccatórum: qui est imágo Dei invisíbilis, primogénitus ómnis creaturæ: quóniam in ipso cóndita sunt univérsa in cælis, et in terra, visibília et invisibília, sive thróni, sive dominatiónes, sive principátus, sive potestátes: ómnia per ipsum, et in ipso creáta sunt: et ipse est ante omnes, et ómnia in ipso cónstant. Et ipse est caput córporis Ecclésiæ, qui est princípium, primogénitus ex mórtuis: ut sit in ómnibus ipse primátum tenens: quia in ipso complácuit ómnem plenitúdinem inhabitáre: et eum reconciliáre ómnia in ipsum, pacificans per sánguinem crúcis ejus, sive quæ in terris, sive quæ in cælis sunt, in Christo Jesu Dómino nostro.    Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Colosenses - Hermanos: Gracias damos a Dios Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la suerte de los Santos, iluminándonos con la luz (del Evangelio); que nos ha arrebatado del poder de las tinieblas, trasladándonos al reino de su Hijo muy amado; por cuya sangre hemos sido nosotros rescatados y recibido la remisión de los pecados; el cual es imagen (perfecta) del Dos invisible, engendrado ante toda criatura; pues por Él fueron criadas todas las cosas en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, sean Tronos, o Dominaciones, o Principados, o Potestades: todas las cosas fueron criadas por Él y en atención a Él. Y así tiene ser ante todas las cosas, y todas subsisten en Él. Y Él es la Cabeza del Cuerpo (místico)de la Iglesia y el principio de la resurrección, el primero que renació de entre los muertos, para que en todo tenga Él la primacía; pues plugo al Padre poner en Él la plenitud de todo ser y reconciliar por Él todas las cosas consigo, restableciendo la paz entre el cielo y la tierra, por medio de la sangre que derramó en la cruz, en Jesucristo, nuestro Señor.
   GRADUALE (Ps. 71, 8 et 11) Dominábitur a mari úsque ad mare: et a flúmine usque ad términos órbis terrárum. V. Et adorábunt eum ómnes reges terræ: ómnes gentes sérvient ei.    Alleluia, alleluia. V.(Dan. 7, 14)  . Potéstas ejus, potéstas ætérna, quæ non auferétur: et regnum éjus quod non corrumpétur. Alleluia.   Gradual - Dominará de uno a otro mar, y desde el río (Éufrates) hasta los confines del globo de la tierra. V. Y adorarle han todos los pueblos de la tierra; todas las gentes le servirán.
   Aleluya, aleluya - V. Su poder es poder eterno, que no le será arrebatado; y su reino un reino que no se deshará. Aleluya. 
Evangelio
   Jeauxriato declara ante el tribunal de Pilatos que Él es Rey, pero Rey espiritual, no temporal y político de este mundo. En lo temporal y político Jesucristo y su Iglesia reconocen y respetan a los reyes y mandatarios de este mundo; pero exigen de ellos, en lo espiritual y divino, ese mismo respetuoso acatamiento.
 USequéntia sancti Evangélii secúndum Marcum ( 7, 31-37)
   In illo témpore: Dixit Pilátus ad Jesum: Tu es Rex Judæórum? Respóndit Jesus: A temetípso hoc dicis, an alii dixérunt tibi de me? Respóndit Pilatus: Númquid ego Judæus sum? Gens tua, et pontífices tradidérunt te mihi: quid fecísti? Respóndit Jesus: Regnum meum non est de hoc múndo. Si ex hoc múndo esset regnum meum, minístri mei útique decertárent, ut non tráderer Judæis: nunc autem regnum meum non est hinc. Díxit ítaque ei Pilatus: Ergo Rex es tu? Respóndit Jesus: Tu dícis, quia Rex sum ego. Ego in hoc natus sum, et ad hoc veni in múndum, ut testimónium perhíbeam veritáti: ómnis qui est ex veritáte, áudit vócem meam.
Credo.
 UContinuación del Santo Evangelio según San Marcos   En aquel tiempo: Dijo Pilatos a Jesús: ¿Eres Tú el Rey de los Judíos? Respondió Jesús: ¿Dices esto tú por cuenta propia, o te lo han dicho otros de Mí? Replicó Pilatos: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los Pontífices te han entregado a mí; ¿qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo(1); si de este mundo fuese mi reino, mis vasallos me defenderían para que no cayese en manos de los judíos; mi reino, pues, no es de aquí. Díjole, pues, Pilatos: ¿Luego Tú eres Rey? Respondió Jesús: Así es: Yo soy Rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la Verdad; todo aquel que es amigo d la Verdad, escucha mi voz.   Credo
   OFFERTORIUM Ps. 2, 8 - Póstula a me, et dabo tibi gentes hereditátem tuam, et possessiónem tuam términos terræ   Ofertorio -  Pídeme, y te daré a los gentiles por herencia, y posesión tuya hasta los confines de la tierra. 
Oración-Secreta
   Hóstias tibi, Domine, humánæ reconciliatiónis offérimus; ut, quem sacrifíciis præséntibus immolámus, ipse cunctis géntibus unitátis et pacis dona concédat, Jesus Christus Fílius tuus Dóminus noster: Qui tecum vívit et regnat in unitáte. Per Dominum.   Ofrecémoste, Señor, la Hostia con que la humanidad fue reconciliada con su Dios, para que Aquel a quien inmolamos en este presente Sacrificio, Él Mismo conceda a todos los pueblos los dones de la unidad y de la paz, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Que contigo vive y reina.
   Conmemoracióndel domingo correspondiente 
   Prefacio de Cristo Rey
   La Iglesia fundamenta aquí concisamente las razones por las que Jesucristo es Rey del universo, y describe en frases lapidarias la naturaleza de su reino.
   Vere dignum et justum est, aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus: Qui Unigenitum  Filium tuum  Dominum nostrum Jesum Christum, Sacerdótem aetérnum nostrum et universórum regem óleo exsultationis unxiísti; ut, seípsum in ara crucis hóstiam immaculátam et pacificam ófferens, redémptiónis humánae sacraménta parágeret: et suo subjéctis império ómnibus creatúris, aeternum et universale regnum imménsae tuae tráderet Majestáti: regnum veritátis et vitae, regnum sanctitátis et grátiae, regnum justitiae, amóris et pacis. Et ídeo cum Angelis et Arcangelis, cum Thronis et Dominationibus cumque omni militia caelestis exércitus hymnum gl´riae tuae cánimus sine fine dicéntes:    Sanctus, Sanctus, Sanctus...   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Que a  tu Unigénito Hijo y Señor nuestro Jesucristo, Sacerdote eterno y Rey del universo, le ungiste con óleo de júbilo, para que, ofreciéndose a Sí mismo en el ara de la Cruz, como Hostia inmaculada y pacífica, consumase el misterio de la humana redención; y sometidas a su imperio todas las criaturas, entregase a tu inmensa Majestad su Reino eterno y universal: Reino de verdad y de vida; Reino de santidad y de gracia; Reino de justicia, de amor y de paz. Y por tanto, con los Ángeles y los Arcángeles, los Tronos y Dominaciones, y con toda la millicia del ejército celestial, entonamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Immortalitátis alimóniam consecúti, quæsumus, Dómine: ut, qui sub Christi Regis vexíllis militáre gloriámur, cum ipso, in cælésti sede, júgiter regnáre possímus: Qui tecum vivit et regnat in unitáte.   Comunión. - Se sentará el Señor Rey para siempre; el Señor bendecirá a su pueblo con la paz.
Oración-Postcomunión (Ps. 28, 10 et 11)
   Immortalitátis alimóniam consecúti, quæsumus, Dómine: ut, qui sub Christi Regis vexíllis militáre gloriámur, cum ipso, in cælésti sede, júgiter regnáre possímus: Qui tecum vivit et regnat in unitáte   Habiendo conseguido el Alimento de inmortalidad, pedímoste, Señor, que cuantos nos gloriamos de militar bajo las banderas de Cristo Rey, podamos perpetuamente reinar en la patria celestial con Él. Por Nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
Conmemoracióndel domingo correspondiente 
Último Evangelio: del domingo correspondiente 

CONSAGRACIÓN A CRISTO REYOrdenada para el día de hoy por Pío XII.


  • (1)  En efecto, el reino de Cristo no es terrenal, sino espiritual, y Él, un Rey sin ejércitos ni dominios nacionales, pero dueño de las voluntades y de los entendimientos. El reino de Cristo, por lo tanto no es comparable con el de todo rey o monarca, compatible con todo reino temporal. Lo esencial es que sean respetadas la verdad, la justicia y la santidad.

31/X SAN QUINTÍN, Mártir

31 de Octubre

31/SAN QUINTÍN, Mártir


Vosotros afectáis ser justos ante los hombres,
pero Dios conoce vuestros corazones;
porque lo que es grande ante el mundo
es abominación ante Dios.
(Lucas, 16, 15).
  
 San Quintín, hijo del senador Zenón de Roma, fue aprehendido por el prefecto Rictio Varo mientras predicaba el Evangelio en Picardía. Después de haber sido azotado, fue cargado de cadenas y echado en una prisión; mas, un ángel lo sanó de sus heridas, lo libró de sus cadenas y le abrió las puertas de la cárcel. Predicó en medio de la calle y convirtió a seiscientas personas. El tirano lo hizo atormentar de diversas maneras y, viéndolo invencible lo hizo decapitar, en el año 287, después de cuatro años de maravilloso apostolado.

MEDITACIÓN
SOBRE LA HIPOCRESÍA
   
I. La mayor parte de los hombres se esfuerzan más por parecer cristianos y virtuosos que por serlo en realidad. Se salvan las apariencias, se quiere contentar a los hombres, pero uno no se toma mucho trabajo por contentar a Dios y la propia conciencia. Se ordena el exterior y el alma está en desorden. ¡Desventurados! Dios nos ve tales cuales somos y no tales cuales queremos aparecer. Dios es quien nos juzgará y no los hombres; no podemos engañarlo, nos engañamos a  nosotros mismos.
   
II. ¿Qué pretendes con esa devoción de apariencia? ¿De qué te servirá la estima de los hombres, si Dios te desprecia? Gratuitamente te condenas, tienes toda la pena que los santos encontraron en el servicio de Dios, no tienes sus consuelos en esta vida y no tendrás su recompensa en la otra. ¿Qué haréis, vosotros hipócritas, el día del juicio, cuando Dios dé a conocer vuestros crímenes a todos los hombres y a todos los ángeles?
   
III. A nadie juzgues por las apariencias, el rostro engaña a menudo. Tal parece orgulloso y es muy humilde. A Dios sólo pertenece el penetrar los secretos del corazón humano; interpreta las acciones de los demás como desearías que se interpretaran las tuyas. Examina tus propios defectos y mira si no eres del número de aquellos de que habla San Cipriano, que condenan en lo exterior aquello que hacen en lo interior, acusadores en público y pecadores en secreto.

La huida de la hipocresía
Orad por la conversión de los hipócritas.

ORACIÓN
   Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Quintín, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.



  • Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (Ordenada por S.S. Pío XI para la Fiesta de Cristo Rey)

 FIESTA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY


CONSAGRACIÓN DEL GÉNERO HUMANO
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


CONSAGRACIÓN CRISTO REY
Ordenada por S. S. Pío XI para el día de Cristo Rey (último domingo de octubre)

  Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, miradnos humildemente postrados delante de vuestro altar; vuestros somos y vuestros queremos ser y a fin de poder vivir más estrechamente unidos con Vos, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo Corazón.
   Muchos, por desgracia, jamás os han conocido; muchos, despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. Oh Jesús benignísimo, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro Corazón Sacratísimo.  
   Oh Señor, sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado; haced que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria. Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Vos: devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve, se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor. Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría o del islamismo; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino.
   Mirad, finalmente, con ojos de misericordia a los hijos de aquel pueblo que en otro tiempo fue vuestro predilecto: descienda también sobre ellos como bautismo de redención y de vida, la sangre que un día contra sí reclamaron. Conceded, oh Señor, incolumnidad y libertad segura a vuestra Iglesia; otorgad a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced que del uno al otro confín de la tierra no suene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón Divino, causa de nuestra salud, a Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos! Amén.

DOMINGO XXI DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

MISA DEL DOMINGO XXI DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(Semidoble - Ornamentos verdes)
   
   Síguese leyendo por ahora en los Maitines la historia de los esforzados Macabeos.
   La vida cristiana es un combate en que están comprometidas la gloria de Dios y nuestra salvación. Esto respira en todas las piezas de la misa de hoy y por eso nos recuerda todavía a Job (Ofert.) llagado y perseguido (Ofert.) y a Mardoqueo odiado por Amán (Int.),. por "aquel calumniador", figura del demonio y de sus ministros Infernales, contra los cuales hemos de luchar sin tregua, pues flotan por los aires, buscando alguno a quien dañar con sus maleficios (Ep.). No son seres de carne y sangre, dice el Apóstol, sino espíritus y espíritus malignos de tinieblas; y por eso mismo más temibles, si bien con una sola señal de la cruz podemos ahuyentar a todo el infierno junto.
   Eso nos dice a las claras que nuestras armas contra ellos deben ser ante todo espirituales. Debe ser la oración perseverante y confiada. Armados con ella nos sentiremos todopoderosos contra el diablo, como se sentía Santa Teresa, como se sentían los Macabeos en la lucha contra los impíos perseguidores de su religión y de su pueblo. He aquí la armadura más sencilla. Pero la mística panoplia contra nuestros mortales enemigos es la rectitud, la justicia, la paz y la fe, como armas defensivas; y como ofensivas, las palabras divinamente inspiradas que la Iglesia recibió del Espíritu Santo el día de Pentecostés.
    Ahora bien, la palabra de Dios, que hoy se nos sirve en el Evangelio. comprendía toda la vida cristiana, haciéndola consistir en el ejercicio de la caridad, que nos impulsa a obrar con nuestro prójimo como Dios se porta con nosotros. Si Él nos perdona nuestras culpas, otro tanto debemos hacer con nuestros semejantes, y no lo de aquel siervo malo y despiadado que ahoga  a su compañero, exigiéndole una suma insignificante, cuando su señor acaba de condonarle una fabulosa cantidad. ¡Qué contraste tan enorme entre la magnanimidad del amo y la ruindad de ese mal siervo!
   Ese amo es Dios, y siervos somos todos los hombres. El Señor nos ha de exigir cuentas a todos (Ev.);.pero cábenos el consuelo de pensar que, si las deudas exceden a nuestra solvencia, Dios se portará con nosotros como nos hubiéremos portado con nuestros consiervos. No pudo, pues, sellar con sello más dulce ni más fuerte el precepto del amor fraterno, que todos nos debemos en Cristo, y de la tolerancia mutua. Si ajustamos nuestras cuentas con el prójimo conforme a justicia, conforme a ella las ajustará Dios con nosotros.
   Conviénenos, pues, ajustarlas con mucha rebaja, porque entonces seguros estamos de que Dios, supremo Juez, a quien tanto debemos todos, usará con nosotros de esa misma consideración y miramiento, lejos de entregamos a los poderes infernales para que nos atormenten.
   Estamos ya en vísperas de cerrar el Ciclo litúrgico, y este periodo postrero del mismo nos recuerda que los demonios andarán desatados al fin del mundo. Busquemos en Dios un castillo de refugio, pues contra su voluntad nada se resiste (Int.), y al fin saldremos vencedores y no habremos por qué temer el día del Juicio. Para eso vino Cristo, nos dice S. Juan, " para que tengamos confianza en el día del Juicio", "en ese día grande y por demás amargo" para los malos y enemigos de Cristo.
   El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.

IntroitoEsth. 13, 9 et 10-11 
    INTROITUS In voluntáte tua, Dómine, univérsa sunt pósita, et non est qui póssit resístere voluntáti tuæ: tu eniun fecísti ómnia, cælum et térram, et univérsa quæ cæli ámbitu continéntur: Dóminus universórum tu es. Ps. 118, 1. Beáti immaculáti in via: qui ámbulant in lege Domini. V. Gloria Patri.   Introito - De tu voluntad, Señor, dependen todas las cosas, y no hay quien pueda resistirla; pues Tú criaste todas las cosas: cielo, tierra y todo cuanto se contiene en el ámbito del cielo; Tú eres el Señor de todo. - Ps. Bienaventurados los inmaculados en el camino, los que viven en la ley del Señor. V. Gloria al Padre.
Oración-Colecta
   ORATIO - Famíliam tuam, quæsumus, Dómine, contínua pietáte custódi: ut a cunctis adversitátibus, te protegénte, sit líbera; et in bónis áctibus tuo nómini sit devota. Per Dóminum.    R. Amen       Defiende, Señor, a tu familia con una continua misericordia; para que, con tu protección, sea libre de todas las adversidades, y con sus buenas acciones esté consagrada a tu nombrePor Nuestro Señor Jesucristo, etc.   R. Amen.

Epístola
   El cristiano tiene que sostener una continua y acérrima lucha contra el poder del demonio, mundo y carne, y armarse para ello, principalmente de las virtudes de fe, esperanza y caridad y de la palabra del Evangelio. 
EPISTOLA   Lectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Ephésios (6, 10-17) -  Fratres: Confortámini in Dómino, et in poténtia virtútis ejus. Indúite vos armatúram Dei, ut possítis stare advérsus insídias diáboli. Quóniam non est nobis colluctátio advérsus carnem et sánguinem: sed advérsus principes, et potestátes, advérsus mundi rectores tenebrárum hárum, contra spirituália nequítiæ, in cæléstibus. Proptérea accípite armatúram Dei, ut possítis resistere in die malo, et in ómnibus perfécti stare. State ergo succíncti lumbos vestros in veritáte, et indúti lóricam justítiæ, et calceáti pédes in præparatióne Evangélii pacis: in ómnibus suméntes scutum fídei, in quo possítis ómnia tela nequíssimi ignea exstínguere: et gáleam salútis assúmite: et gládium spíritus, quod est vérbum Dei.   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Efesios:  - Hermanos: Fortaleceos en el Señor y en el poder de su virtud(1). Vestíos la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos que luchar tan sólo contra la carne y la sangre, sino también contra los principados y potestades, contra los gobernadores de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus de maldad que andan por los aires. Por tanto, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y permanecer en todo perfectos. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros muslos con la verdad y vestidos de la coraza de la justicia y teniendo los pies calzados con el celo del Evangelio de paz; sobre todo abrazando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos encendidos del malísimo enemigo; tomad también el casco de salvación, y la espada del espíritu, que es la palabra de Dios.
    GRADUALE (Ps. 89, 23-35Dómine, refúgium factus es nobis, a generatióne et progénie. Priúsquam montes fíerent, aut formarétur terra et orbis: a sæculo, et usque in sæculum tu es Deus. Alleluia, alleluia. V.(Ps. 113, 1)  -  In éxitu Israël de Ægýpto, domus Jacob de pópulo bárbaro. Alleluia.   Gradual - Señor, Tú has sido nuestro refugio, de generación en generación. V. Antes que los montes fuesen hechos, o se formara la tierra y el mundo, desde toda la eternidad y por siempre Tú eres Dios.
Aleluya, aleluya - V. Al salir Israel de Egipto, salió la casa de Jacob de entre un pueblo bárbaro. Aleluya. 
Evangelio
      Hermosa parábola, donde se nos enseña lo fácilmente que Dios perdona al pecador arrepentido, por enormes y numerosos que sean sus crímenes y pecados, y lo difícilmente que los hombres se perdonan entre sí, aun las injurias más insignificantes. La moraleja es de suma gravedad.
 USequéntia sancti Evangélii secúndum Matthæum (18, 23-35)
   In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis parábolam hanc: Assimilátum est regnum cælórum hómini regi, qui vóluit ratiónem pónere cum servis suis. Et cum coepísset ratiónem pónere, oblátus est ei unus, qui debébat ei decem millia talénta. Cum autem non habéret unde rédderet, jússit eum dóminus ejus venúmdari, et uxórem ejus, et filios, et ómnia, quæ habébat, et reddi. Prócidens autem servus ille, orábat eum, dicens: Patiéntiam habe in me, et ómnia reddam tibi. Misértus autem dóminus servi illíus, dimísit eum, et débitum dimísit ei. Egréssus autem servus ille, invénit unum de consérvis suis, qui debébat ei centum denários: et ténens suffocábat eum, dicens: Redde quod debes. Et prócidens consérvus ejus, rogábat eum, dicens: Patiéntiam habe in me, et ómnia reddam tibi. Ille autem nóluit: sed ábiit, et misit eum in cárcerem donec rédderet débitum. Vidéntes autem consérvi ejus quæ fiébant, contristáti sunt valde: et venérunt, et narravérunt dómino suo omnia, quæ facta fúerant. Tunc vocávit illum dóminus suus: et ait illi: Serve nequam, omne débitum dimísi tibi, quóniam rogásti me: nónne ergo opórtuit et te miseréri consérvi tui, sicut et ego tui misértus sum? Et irátus dóminus ejus, trádidit eum tortóribus quoadúsque rédderet univérsum débitum. Sic et Pater meus cæléstis fáciet vobis, si non remiséritis unusquísque fratri suo de cordibus vestris.

Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según San Mateo   En aquel tiempo:  Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos es comparable a un rey que quiso tomar cuentas a sus siervos. Y, para comenzar, le fue presentado uno, que le debía diez mil talentos(2). Mas, no teniendo con qué pagarlos, mandó su señor que fuese vendido él, su mujer, sus hijos y cuanto tenía, y que con su producto le pagase la deuda. Entonces el siervo, arrojándose a sus pies, rogóle diciéndole: ¡Ten paciencia conmigo, y todo te lo pagaré! Compadecido el señor de aquel siervo, le dejó libre y le perdonó la deuda. Habiendo salido el siervo, halló a uno de sus compañeros, que le debía cien denarios(3) y, tomándole del cuello le ahogaba diciendo: ¡Paga lo que debes! Derribado a sus pies el consiervo, rogábale diciendo: ¡Ten paciencia conmigo, y todo te lo pagaré! Mas él no quiso esperar, sino que se fue he hizo encarcelarlo, hasta que pagase lo que debía. Viendo los otros consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor  todo lo ocurrido. Llamóle entonces su señor, y le dijo: Siervo malo, toda la deuda te condoné, porque me lo rogaste; pues ¿no debías tú también tener compasión de tu compañero, así como yo la tuve de ti? Y, enojado su señor, hizo entregarle a los verdugos, hasta que pagase toda la deuda. Así hará también con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de corazón cada uno a su hermano(4).Credo.
    OFFERTORIUM Vir erat in terra Hus, nómine Job: símplex et rectus, ac tímens Deum: quem Sátan pétiit, ut tentáret: et data est ei potéstas a Dómino in facultátes, et in carnem ejus: perdidítque ómnem substántiam ipsíus, et filios: carnem quóque ejus gravi úlcere vulnerávit.   Ofertorio -  Había en tierra de Hus un hombre, llamado Job, sencillo, recto y temeroso de Dios, a quien pidió Satanás poderle tentar; y dio el Señor poder a Satanás, sobre sus bienes y su carne; así que perdió toda su hacienda e hijos; e hirió también su carne con una horrible llaga(5) .
Oración-Secreta
    Súscipe, Dómine, propítius hóstias: quibus et te placári voluísti, et nobis salútem poténti pietáte restítui. Per Dominum. Per Dominum.    Recibe, Señor, propicio las ofrendas con que quisiste ser aplacado, y restituirnos la salud, por tu poderosa bondad. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.  

Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Ps. 118, 81, 84 et 86. In salutári tuo ánima mea, et in vérbum tuum sperávi: quando fácies de persequéntibus me judícium? iníqui persecúti sunt me, ádjuva me, Dómine Deus meus. 
   Comunión. - Mi alma confía en tu promesa, y en tu palabra he esperado; ¿cuándo harás justicia contra mis perseguidores? Los malvados me han perseguido; ayúdame, Señor y Dios mío.
Oración-Postcomunión
     Immortalitátis alimóniam consecúti, quæsumus, Dómine: ut, quod ore percépimus, pura mente sectémur. Per Dóminum.    Habiendo conseguido el Alimento de inmortalidad, haz, Señor, que guarademos en un alma pura lo que nuestra boca ha recibido. Por Nuestro Señor Jesucristo.


  • (1)   Para comprender mejor el significado y razón de ser de las imágenes bélicas que aquí usa San Pablo, téngase en cuenta que el Apóstol escribía esta carta en la prisión, ante un soldado.
  • (2) Era una suma importante.
  • (3) Cantidad de dinero irrisoria.
  • (4) Fijémonos bien en esta moraleja: si nosotros no perdonamos los pequeños agravios e injurias de nuestros prójimos, tampoco Dios nos perdonará nuestras grandes deudas de pecados. El Evangelio no falla: la palabra de Dios se cumple infaliblemente.
  • (5) He aquí en qué consistió la paciencia de Job. Es uno de los ejemplos que más necesitamos recordar en la vida, ya que el sufrimiento y las contradicciones son nuestro pan cotidiano.

FIESTA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY

FIESTA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY

Doble de Primera Clase - Ornamentos blancos

   "Sí, Yo soy Rey -dijo Jesús a Pilatos-, para eso precisamente he nacido y venido a este mundo: para dar testimonio de la Verdad". Su reino no es de este mundo, es decir, no es un reino temporal; "es el reino de la Verdad y de la vida, el reino de la gracia y de la santidad, el reino de la justicia, del amor y de la paz". (Prefacio). Es el reino divino de la Santa Iglesia, en el que se proporciona la salud a los enfermos, la luz a los ciegos, la libertad a los cautivos. Sus habitantes tienen poder para hacerse hijos de Dios, para vivir una vida divina, para gozar de la libertad; aparta del yugo de Satanás y nos comunica los bienes divinos. Todo ello, en virtud de nuestra unión vital, de nuestra unidad de ser con Cristo, que es nuestra Cabeza, el Fundador de este reino, el que lo constituyó con sus enseñanzas, con sus ejemplos y, sobre todo, con su muerte de cruz. "Adquirió la Iglesia con su sangre". "Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir poder y riqueza, y sabiduría y fortaleza, y honor. A Él la gloria y el imperio por todos los siglos de los siglos amén." 
   Este debe ser un día de acción de gracia al Padre, por haber constituido Rey y Señor de todo a su divino Hijo; un día de homenaje y acatamiento y de acción de gracias al Hombre-Dios, que se dignó trasladarnos a su reino. Y, con la Redención, con la liberación del dominio del pecado, poseemos también la vida de la gracia, la filiación divina, el poderío sobre el mundo, sobre la carne, y sobre el poder de las malas pasiones y, con todo esto, la esperanza de ser admitidos un día en el futuro reino de la bienaventuranza eterna. Debemos, por tanto, decir con San Pablo: "Damos gracias a Dios Padre, que nos hizo dignos de participar  de la herencia de los santos en la luz. Él nos arrancó de la potestad de las tinieblas, y nos trasladó el reino de su amado Hijo".    

Introito Apoc. 5, 12; 1, 6

    INTROITUS Dignus est Agnus, qui occísus est, accípere virtútem, et divinitátem, et sapiéntiam, et fortitúdinem, et honórem. Ipsi glória, et impérium in sæcula sæculorum. Ps. 71, 1. Deus, judícium tuum Regi da: et justítiam tuam Filio Regis V. Gloria Patri.   Introito - Digno es el Cordero, que fue muerto, de recibir la virtud, y divinidad, y sabiduría y fortaleza, y honor. A Él gloria y poder por los siglos de los siglos. - Ps. ¡Oh Dios Padre! da tu poder de juzgar al Rey Cristo; Y tu cetro de justicia al Hijo del Rey (Cristo). V. Gloria al Padre.

Oración-Colecta

   ORATIO - Omnípotens sempitérne Deus, qui in dilécto Filio tuo, universórum Rege, ómnia instauráre voluísti: concéde propítius; ut cunctæ famíliæ géntium, peccáti vúlnere disgregátæ, ejus suavíssimo subdántur império: Qui tecum vivit et regnat in unitáte. Per Dóminum. 

   R. Amen 

   Omnipotente y sempiterno Dios, que en tu amado Hijo, Rey universal quisiste restaurarlo todo: concédenos propicio que todos los pueblos, disgregados por la herida del pecado, se sometan a su suavísimo imperio Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.

   R. Amen.

   Conmemoracióndel domingo correspondiente 

Epístola

   Jesucristo, nos rescató con su sangre, nos sacó del poder de las tinieblas, nos reconcilió con su Padre celestial, fundó la Iglesia Católica de cuyo cuerpo es Él Cabeza, y nos conquistó el reino de los cielos. 

EPISTOLA

   Lectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Colossénses. (Col. 1, 12-20)  - Fratres: Grátias ágimus Deo Patri, qui dígnos nos fecit in pártem sortis sanctórum in lúmine, qui erípuit nos de potestáte tenebrárum, et tránstulit in regnum Fílii dilectiónis suæ, in quo habémus redemptiónem per sánguinem ejus remissiónem peccatórum: qui est imágo Dei invisíbilis, primogénitus ómnis creaturæ: quóniam in ipso cóndita sunt univérsa in cælis, et in terra, visibília et invisibília, sive thróni, sive dominatiónes, sive principátus, sive potestátes: ómnia per ipsum, et in ipso creáta sunt: et ipse est ante omnes, et ómnia in ipso cónstant. Et ipse est caput córporis Ecclésiæ, qui est princípium, primogénitus ex mórtuis: ut sit in ómnibus ipse primátum tenens: quia in ipso complácuit ómnem plenitúdinem inhabitáre: et eum reconciliáre ómnia in ipsum, pacificans per sánguinem crúcis ejus, sive quæ in terris, sive quæ in cælis sunt, in Christo Jesu Dómino nostro

 

   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Colosenses - Hermanos: Gracias damos a Dios Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la suerte de los Santos, iluminándonos con la luz (del Evangelio); que nos ha arrebatado del poder de las tinieblas, trasladándonos al reino de su Hijo muy amado; por cuya sangre hemos sido nosotros rescatados y recibido la remisión de los pecados; el cual es imagen (perfecta) del Dos invisible, engendrado ante toda criatura; pues por Él fueron criadas todas las cosas en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, sean Tronos, o Dominaciones, o Principados, o Potestades: todas las cosas fueron criadas por Él y en atención a Él. Y así tiene ser ante todas las cosas, y todas subsisten en Él. Y Él es la Cabeza del Cuerpo (místico) de la Iglesia y el principio de la resurrección, el primero que renació de entre los muertos, para que en todo tenga Él la primacía; pues plugo al Padre poner en Él la plenitud de todo ser y reconciliar por Él todas las cosas consigo, restableciendo la paz entre el cielo y la tierra, por medio de la sangre que derramó en la cruz, en Jesucristo, nuestro Señor.
   GRADUALE (Ps. 71, 8 et 11Dominábitur a mari úsque ad mare: et a flúmine usque ad términos órbis terrárum. V. Et adorábunt eum ómnes reges terræ: ómnes gentes sérvient ei. 

   Alleluia, alleluia. V.(Dan. 7, 14)  . Potéstas ejus, potéstas ætérna, quæ non auferétur: et regnum éjus quod non corrumpétur. Alleluia.

   Gradual - Dominará de uno a otro mar, y desde el río (Éufrates) hasta los confines del globo de la tierra. V. Y adorarle han todos los pueblos de la tierra; todas las gentes le servirán. 
   Aleluya, aleluya - V. Su poder es poder eterno, que no le será arrebatado; y su reino un reino que no se deshará. Aleluya. 

Evangelio

   Jeauxriato declara ante el tribunal de Pilatos que Él es Rey, pero Rey espiritual, no temporal y político de este mundo. En lo temporal y político Jesucristo y su Iglesia reconocen y respetan a los reyes y mandatarios de este mundo; pero exigen de ellos, en lo espiritual y divino, ese mismo respetuoso acatamiento.

 USequéntia sancti Evangélii secúndum Marcum ( 7, 31-37)

   In illo témpore: Dixit Pilátus ad Jesum: Tu es Rex Judæórum? Respóndit Jesus: A temetípso hoc dicis, an alii dixérunt tibi de me? Respóndit Pilatus: Númquid ego Judæus sum? Gens tua, et pontífices tradidérunt te mihi: quid fecísti? Respóndit Jesus: Regnum meum non est de hoc múndo. Si ex hoc múndo esset regnum meum, minístri mei útique decertárent, ut non tráderer Judæis: nunc autem regnum meum non est hinc. Díxit ítaque ei Pilatus: Ergo Rex es tu? Respóndit Jesus: Tu dícis, quia Rex sum ego. Ego in hoc natus sum, et ad hoc veni in múndum, ut testimónium perhíbeam veritáti: ómnis qui est ex veritáte, áudit vócem meam.

Credo.

 UContinuación del Santo Evangelio según San Marcos   En aquel tiempo: Dijo Pilatos a Jesús: ¿Eres Tú el Rey de los Judíos? Respondió Jesús: ¿Dices esto tú por cuenta propia, o te lo han dicho otros de Mí? Replicó Pilatos: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los Pontífices te han entregado a mí; ¿qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo(1); si de este mundo fuese mi reino, mis vasallos me defenderían para que no cayese en manos de los judíos; mi reino, pues, no es de aquí. Díjole, pues, Pilatos: ¿Luego Tú eres Rey? Respondió Jesús: Así es: Yo soy Rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la Verdad; todo aquel que es amigo d la Verdad, escucha mi voz.   Credo
   OFFERTORIUM Ps. 2, 8 - Póstula a me, et dabo tibi gentes hereditátem tuam, et possessiónem tuam términos terræ   Ofertorio -  Pídeme, y te daré a los gentiles por herencia, y posesión tuya hasta los confines de la tierra. 

Oración-Secreta

   Hóstias tibi, Domine, humánæ reconciliatiónis offérimus; ut, quem sacrifíciis præséntibus immolámus, ipse cunctis géntibus unitátis et pacis dona concédat, Jesus Christus Fílius tuus Dóminus noster: Qui tecum vívit et regnat in unitáte. Per Dominum.   Ofrecémoste, Señor, la Hostia con que la humanidad fue reconciliada con su Dios, para que Aquel a quien inmolamos en este presente Sacrificio, Él Mismo conceda a todos los pueblos los dones de la unidad y de la paz, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Que contigo vive y reina.

   Conmemoracióndel domingo correspondiente 

   Prefacio de Cristo Rey

   La Iglesia fundamenta aquí concisamente las razones por las que Jesucristo es Rey del universo, y describe en frases lapidarias la naturaleza de su reino.

   Vere dignum et justum est, aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus: Qui Unigenitum  Filium tuum  Dominum nostrum Jesum Christum, Sacerdótem aetérnum nostrum et universórum regem óleo exsultationis unxiísti; ut, seípsum in ara crucis hóstiam immaculátam et pacificam ófferens, redémptiónis humánae sacraménta parágeret: et suo subjéctis império ómnibus creatúris, aeternum et universale regnum imménsae tuae tráderet Majestáti: regnum veritátis et vitae, regnum sanctitátis et grátiae, regnum justitiae, amóris et pacis. Et ídeo cum Angelis et Arcangelis, cum Thronis et Dominationibus cumque omni militia caelestis exércitus hymnum gl´riae tuae cánimus sine fine dicéntes: 

   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Que a  tu Unigénito Hijo y Señor nuestro Jesucristo, Sacerdote eterno y Rey del universo, le ungiste con óleo de júbilo, para que, ofreciéndose a Sí mismo en el ara de la Cruz, como Hostia inmaculada y pacífica, consumase el misterio de la humana redención; y sometidas a su imperio todas las criaturas, entregase a tu inmensa Majestad su Reino eterno y universal: Reino de verdad y de vida; Reino de santidad y de gracia; Reino de justicia, de amor y de paz. Y por tanto, con los Ángeles y los Arcángeles, los Tronos y Dominaciones, y con toda la millicia del ejército celestial, entonamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Immortalitátis alimóniam consecúti, quæsumus, Dómine: ut, qui sub Christi Regis vexíllis militáre gloriámur, cum ipso, in cælésti sede, júgiter regnáre possímus: Qui tecum vivit et regnat in unitáte.   Comunión. - Se sentará el Señor Rey para siempre; el Señor bendecirá a su pueblo con la paz.

Oración-Postcomunión (Ps. 28, 10 et 11)

   Immortalitátis alimóniam consecúti, quæsumus, Dómine: ut, qui sub Christi Regis vexíllis militáre gloriámur, cum ipso, in cælésti sede, júgiter regnáre possímus: Qui tecum vivit et regnat in unitáte   Habiendo conseguido el Alimento de inmortalidad, pedímoste, Señor, que cuantos nos gloriamos de militar bajo las banderas de Cristo Rey, podamos perpetuamente reinar en la patria celestial con Él. Por Nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

    Conmemoracióndel domingo correspondiente 
   Último Evangeliodel domingo correspondiente 
    

CONSAGRACIÓN A CRISTO REYOrdenada para el día de hoy por Pío XII.

  • (1)  En efecto, el reino de Cristo no es terrenal, sino espiritual, y Él, un Rey sin ejércitos ni dominios nacionales, pero dueño de las voluntades y de los entendimientos. El reino de Cristo, por lo tanto no es comparable con el de todo rey o monarca, compatible con todo reino temporal. Lo esencial es que sean respetadas la verdad, la justicia y la santidad.

30/X SAN MARCELO, Mártir

30 de Octubre

SAN MARCELO, Mártir

Es preciso pasar por medio de muchas tribulaciones
para entrar en el reino de Dios.
(Hechos, 14,21)
  
San Marcelo, centurión del ejército romano, como sus compañeros celebraban mediante sacrificios paganos el aniversario del emperador, exclamó arrojando sus insignias militares: "Yo sirvo a Jesucristo, el Rey eterno. Si es necesario, para ser soldado, sacrificar a los dioses y a los emperadores, me niego a servir"Fue condenado a muerte y decapitado, el 30 de octubre del año 298, en Tánger.

MEDITACIÓN
ES PRECISO TRABAJAR
PARA GANAR EL CIELO


I. No nos lisonjeemos de ganar el cielo sin que ello nos cueste mucho trabajo. El reino de los cielos sufre violencia, únicamente los animosos pueden conquistarlo. Esta vida no es lugar de descanso, es campo de batalla. Jesucristo nos ha señalado el camino del cielo con las huellas de su sangre; los santos lo han regado con sus sudores, sus lágrimas y su propia sangre. ¡Qué cobardes que somos! ¿Quisiéramos tener sin trabajo lo que tanto ha costado a nuestros antepasados en la fe?
 
 II. Todo lo que hacemos, todo lo que sufrimos es poco, si lo comparamos con lo que Dios pide, Con lo que vale el cielo y con lo que Jesucristo ha hecho para abrirnos su puerta. Sufro yo un momento para librarme de una eternidad de dolores, para gozar una gloria infinita y eterna. Vuestros sufrimientos duran sólo un momento, la gloria que esperáis es eterna. (San Pedro Damián).
  
III. El mundo exige de sus partidarios servicios mucho más penosos de los que pide Jesucristo a sus servidores. Mira lo que hace un soldado para alcanzar gloria, un comerciante para enriquecerse, un cortesano para agradar a su príncipe. ¿Qué no haces tú mismo para contentar tu vanidad o tus placeres? ¿Cuándo, pues, trabajarás tanto por Dios cuanto trabajaste para el mundo? ¿Cuándo harás por tu alma tanto cuanto hiciste por tu cuerpo?

El cuidado de la salvación
Orad por  los que están en pecado mortal.

ORACIÓN
   Haced, os lo rogamos, oh Dios omnipotente, que la intercesión de vuestro mártir San Marcelo, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa