MISA DEL DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA

DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA

Estación en San Lorenzo extramuros
(Semidoble de 2ª clase  - Ornamentos morados)

INTROITUS Ps. 17, 5, 6 et 7 -  Círcumdedérunt me gémitus mortis, dolóres inférni circumdedérunt me: et in tribulatióne mea invocávi Dóminum, et exaudívit de templo sancto suo vocem meam. V. ibid., 2-3Díligam te, Dómine, fortitúdo mea: Dóminus firmaméntum meum, et refúgium meum, et liberátor meus. V. Glória Patri.
   Introito - Cercáronme angustias de muerte; dolores de infierno me rodearon: y en mi tribulación invoqué al señor, y Él oyó mi voz desde su santo templo. - Ps. Te amaré Señor, fortaleza mía: el Señor es mi fortaleza y mi refugio, y mi libertador. V. Gloria al Padre.
 No se dice Gloria in excelsis. 
Oración-Colecta
 ORATIOPreces pópuli tui, quæsumus, Dómine, cleménter exáudi: ut, qui juste pro peccátis nostris afflígimur, pro tui nóminis glória misericórditer liberémur. Per Dóminum.   Te rogamos, Señor, escuches benignamente las oraciones de tu pueblo, haciendo que los que nos sentimos justamente atormentados a consecuencia de nuestros pecados, seamos salvos misericordiosamente para honra de tu nombre. Por Jesucristo Nuestro Señor. 
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Corinthios. I Cor. 9, 24-27 et 10, 1-5 
   Fratres: Nescítis quod ii qui in stádio currunt, omnes quidem currunt, sed unus áccipit bravíum? Sic cúrrite, ut comprehendátis. Omnis autem qui in agóne conténdit, ab ómnibus se ábstinet: et illi quidem ut corruptíbilem corónam accípiant; nos autem incorrúptam. Ego ígitur sic curro, non quasi in incértum: sic pugno, non quasi áërem vérberans: sed castígo corpus meum, et in servitútem rédigo: ne forte cum áliis prædicáverim, ipse réprobus effíciar. Nolo enim vos ignoráre, fratres, quóniam patres nostri omnes sub nube fuérunt, et omnes mare transiérunt, et omnes in Móyse baptizáti sunt in nube, et in mari: et omnes eámdem escam spiritálem manducavérunt, et omnes eumdem potum spiritálem bibérunt: (bibébant autem de spiritáli, consequénte eos, petra: petra autem erat Christus): sed non in plúribus eórum beneplácitum est Deo.
   Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los . Corintios (IX, 24-27; X, 1-5) Hermanos: ¿No sabéis que los atletas que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero uno sólo alcanza el premio? Corred vosotros de tal manera que lo alcancéis. Todo el que quiere luchar, de todo se abstiene: y esto hácelo por recibir una corona corruptible: en tanto que nosotros aspiramos a una incorruptible. Por eso yo corro no como quien corre a la aventura: y peleo, no como quien azota al viento; sino que castigo mi cuerpo y lo reduzco a servidumbre, temeroso de que, después de predicar a los demás, resulte yo reprobado. Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres estuvieron todos a la sombra de la nube en el desierto, y todos pasaron el mar,l y todos dirigidos por Moisés, fueron bautizados en la nube y en el mar: y todos comieron un mismo manjar espiritual y bebieron la misma bebida espiritual (porque bebían de una piedra misteriosa que los iba siguiendo, piedra que era figura de Cristo): mas aun así, muchos de ellos desagradaron a Dios. 
Salmodia
   GRADUALE Ps. 9,10-11 et 19-20 Adjútor in opportunitátibus, in tribulatióne: sperent in te, qui novérunt te: quóniam non derelínquis quæréntes te, Dómine. V. Quóniam non in finem oblívio erit páuperis: patiéntia páuperum non períbit in ætéroum: exsúrge, Dómine, non præváleat homo.TRACTUS Ps. 129,1-4
De profúndis clamávi ad te, Dómine: Dómine, exáudi vocem meam. V. Fiant aures tuæ intendéntes in oratiónem servi tui. V. Si iniquitátes observáveris, Dómine: Dómine, quis sustinébit? V. Quia apud te propitiátio est, et propter legem tuam sustínui te, Dómine.
   Gradual - Tú eres, oh Señor nuestro socorro en los trances difíciles y en la tribulación: esperen en Ti los que te conocen, porque no abandonas a los que te buscan. V. Porque el desvalido no será siempre olvidado: la paciencia de los afligidos no se verá frustrada para siempre: levántate, Señor, y que no triunfe el hombre impío.   Tracto - Desde lo más profundo he clamado a Ti, Señor: Señor, oye mi voz. V. Presta oídos a la oración de tu siervo. V. Si tienes en cuenta nuestras culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir delante de Ti? V. Pero en Ti se encuentra el perdón, y confiado en tus palabras espero en Ti, oh Señor. 
Evangelio
 U Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthæum. Matth. 20, 1-16 - In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis parábolam hanc: Símile est regnum cælórum hómini patrifamílias, qui éxiit primo mane condúcere operários in víneam suam. Conventióne autem facta cum operáriis ex denário diúrno, misit eos in víneam suem. Et egréssus circa horam tértiam, vidit álios stantes in foro otiósos, et dixit illis: Ite et vos in víneam meam, et quod justum fúerit, dabo vobis. Illi autem abiérunt. Iterum autem éxiit circa sextam et nonam horam: et fecit simíliter. Circa undécimam vero éxiit, et invénit álios stantes, et dicit illis: Quid hic statis tota die otiósi? Dicunt ei: Quia nemo nos condúxit. Dicit illis: Ite et vos in víneam meam. Cum sero autem factum esset, dicit dóminus víneæ procuratóri suo: Voca operários, et redde illis mercédem, incípiens a novíssimis usque ad primos. Cum veníssent ergo qui circa undécimam horam vénerant, accepérunt síngulos denários. Veniéntes autem et primi, arbitráti sunt quod plus essent acceptúri: accepérunt autem et ipsi síngulos denários. Et accipiéntes murmurábant advérsus patremfamílias, dicéntes: Hi novissimi una hora fecérunt, et pares illos nobis fecísti, qui portávimus pondus diéi, et æstus. At ille respóndens uni eórum, dixit: Amíce, non fácio tibi injúriam: nonne ex denário convenísti mecum? Tolle quod tuum est, et vade: volo autem et huic novíssimo dare sicut et tibi. Aut non licet mihi, quod volo, fácere? an óculus tuus nequam est, quia ego bonus sum? Sic erant novissimi primi, et primi novíssimi. Multi enim sunt vocáti, pauci vero elécti. Credo.  UContinuación del Santo Evangelio según San Mateon (XX, 1-16) -    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: semejante es el reino de los cielos a un hombre, padre de familias, que salió muy de mañana a ajustar trabajadores  para su viña. Y habiendo convenido con los trabajadores en un denario por día, los envió a su viña. Y saliendo a eso del a hora de tercia, vio otros en la  plaza que estaban ociosos, y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré el salario justo. Y ellos fueron. Volvió a salir a eso de la hora de sexta y de nona, e hizo lo mismo. Salió por fin a eso de la hora de vísperas, y vio a otros que se estaban allí, y les dijo: ¿Qué hacéis aquí, todo el día ociosos? Y ellos le respondieron: Porque ninguno nos ha contratado. díceles: Id también vosotros a mi viña. Y al llegar la noche, dijo el dueño de la viña a su mayordomo: Llama a los trabajadores, y págales su jornal, comenzando desde los últimos hasta los primeros. Cuando vinieron los que habían ido a eso de la hora de vísperas, recibieron cada cual un denario. Y cuando llegaron los primeros, creyeron que recibirían más; pero no recibió sino un denario cada uno: Y al recibirlo murmuraban contra el padre de familias, diciendo: Estos últimos sólo han trabajado una hora, y los has igualado con nosotros, que hemos soportado el peso del día y del calor. Mas él respondió a uno de ellos, y le dijo: Amigo, no te hago ningún agravio: ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete: pues yo quiero dar a este último tanto como a ti. ¿O es que no puedo yo hacer de lo mío lo que quiero? ¿Acaso tu ojo es malo, porque yo soy bueno? Así que los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos. Porque muchos son los llamados, mas pocos los escogidos.
 . Credo.   
OFFERTORIUM Ps. 91, 2 - Bonum est confitéri Dómino, et psállere nómini tuo, Altíssime.
   Ofertorio - Bueno es alabar al Señor y cantar salmos a tu nombre ¡oh Altísimo!
Oración-Secreta
SECRETA - Munéribus nostris, quæsumus, Dómine, precibúsque suscéptis: et cæléstibus nos munda mystériis, et cleménter exáudi. Per Dóminum.
   Ya que, has recibido oh Señor, nuestras oraciones y ofrendas, purifícanos con estos santos misterios y despacha favorablemente nuestros ruegos. Por Jesucristo Nuestro Señor  
   Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:
COMMUNIO Ps. 30, 17-18 - Illúmina fáciem tuam super servum tuum, et salvum me fac in tua misericórdia Dómine, non confúndar, quóniam invocávi te.
   Comunión. - Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, y sálvame por tu misericordia: señor, no sea confundido, pues yo te he invocado.
Oración-Postcomunión
  POSTCOMMUNIO - Fidéles tui, Deus, per tua dona firméntur: ut éadem et percipiéndo requírant, et quæréndo sine fine percípiant. Per Dóminum.     Haz, oh Dios, que tus fieles se sientan fortalecidos con tus dones; para que, recibiéndolos, más y más los busquen, y buscándolos, eternamente los gusten. Por Jesucristo Nuestro Señor. 

31/I SAN JUAN BOSCO, Confesor

31 de Enero

SAN JUAN BOSCOConfesor

Italia – La fotografía del “Don Bosco de rodillas”
Quien quisiere salvar su vida (obrando contra
mí), la perderá; mas quien perdiere su vida
por amor de mí, la encontrará.

(Mat. 16,25).

   Nacido en 1815, San Juan Bosco, hijo de humildes campesinos, perdió a su padre a la edad de dos años y fue educado por su piadosa madre Margarita. Desde que fue elevado al diaconado, comenzó a reunir, los domingos, a los obreros y niños abandonados de Turín. Construyó para ellos un asilo y una iglesia, dedicada a San Francisco de Sales. En 1854, sentó las bases de una nueva congregación, la de los salesianos, que hoy se llaman sacerdotes de Don Bosco; en 1872, fundó las Hijas de María Auxiliadora. Murió el 31 de enero de 1888, venerado por todo el mundo por su santidad y sus milagros.

MEDITACIÓN
SOBRE LA NECESIDAD
DE MORTIFICARNOS
   
I. Aquél que odia su alma en este mundo, la conserva para la vida eterna. Estas palabras de Nuestro Señor indican la necesidad que se nos impone de mortificarnos. La ciudad de Babilonia, es decir, de los réprobos, comienza por el amor a sí mismo y termina por el odio a Dios, dice San Agustín. La ciudad de Jerusalén, es decir. de los predestinados, comienza por el odio al cuerpo y termina por el amor a Dios. El amor a Dios crecerá en ti en la misma proporción que el odio a tu cuerpo. Mide con este metro: para conocer en qué medida eres perfecto, considera en qué medida te mortificas.
   
II. Tu mortificación debe comenzar cortando por lo vivo todos los placeres y deseos que pudieran impedirte cumplir los mandamientos de Dios. Corta todo lo que pueda impedirte cumplir con los deberes que te impone el estado de vida que hayas abrazado. En fin, hay una mortificación que no es como la anterior, obligatoria, sino sólo de consejo; consiste en abstenerse aun de los placeres permitidos. Es la que practican las almas santas; ¿las imitas?
   
III. La mortificación será para ti cosa fácil, si consideras que ella te impide caer en muchas faltas. Además, eres pecador: debes, pues, hacer penitencia y mortificarte para disminuir, por compensación, lo que debes a la justicia de Dios en el purgatorio. Eres cristiano: ¡concuerda acaso el vivir en el placer y adorar a un Dios crucificado? No temas los rigores de la mortificación; ella posee dulzuras escondidas que sólo pueden gustar los que la abrazan decididamente. Ves la cruz pero no conoces sus consuelos. (San Bernardo).

La imitación de Jesucristo
Orad por la educación de la juventud.

ORACIÓN
      Señor, que habéis hecho de San Juan Bosco, vuestro confesor, padre y maestro de los adolescentes, y habéis querido hacer florecer en la Iglesia, por su intermedio, nuevas familias religiosas con la ayuda de la Santísima Virgen María, haced que inflamados con el mismo amor busquemos las almas y os sir vamos sólo a Vos.  Por N. S. J. C. Amén

30/I FELICITACIÓN SABATINA A LA VIRGEN DEL CARMEN

FELICITACIÓN SABATINA A LA VIRGEN DEL CARMEN



Oración preparatoria


   ¡Oh Virgen Santísima del Carmen, Reina gloriosa de cielos y tierra! Vengo a honrarte en este día escogido por Ti para mostrar tu gloria, tu poder y tu misericordia. Acuérdate que a tus queridos cofrades, por tu santo y bendito Escapulario, les has prometido ayuda en la vida, amparo en la muerte y socorro en el Santo Purgatorio. Mírame con ternura, amorosa Madre, y mira también misericordiosamente a las almas que en el Purgatorio se encuentran y acepta ésta mi felicitación y visita sabatina, como homenaje de mi amor y cariño y para alivio de las almas que sufren, para que todos juntos te alabemos algún día feliz en el cielo. Amén.

Aspiraciones


  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo mis propias necesidades. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mi familia. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mis parientes. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mis amigos. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de la Iglesia. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de la Nación. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de las almas del Purgatorio. Avemaría...


Oración final

Gracias mil, Madre querida, por todos los favores que de tu bondadosa mano he recibido, particularmente el de haberme escogido, por tu santo Escapulario, para verdadero hijo tuyo. Yo quiero alabarte siempre, y es mi deseo que mi lengua cante tus bondades sin cesar y mi corazón te ame y que te quiera como a la mejor y mas cariñosa de las madres. Me regocijo por la inmensa gloria que en el cielo gozas, del poder que sobre todo lo creado tienes, de las virtudes soberanas que tu alma adornan. Sírvete, Madre mía de esa gloria, de ese poder y de esas virtudes para ampararme en la vida y en la muerte, para cubrir mi pobreza y desnudez, para librarme de tantos y tan fieros enemigos como me rodean, para salvarme y ser feliz en el cielo por toda la eternidad. Amén.

30/I SANTA MARTINA, Virgen y Mártir

30 de Enero

SANTA MARTINAVirgen y Mártir
Nadie puede servir a dos señores.  
(Mateo 6, 24)
   Santa Martina, virgen romana, quedó huérfana a una edad todavía tierna, y distribuyó entre los pobres los cuantiosos bienes que le habían dejado sus padres. Por rehusarse a sacrificar a los ídolos fue sometida a horribles torturas y, después, condenada a ser arrojada a las fieras. Respetada por éstas y habiendo, en seguida, pasado sana y salva por las llamas en las que fuera arrojada, fue, finalmente, decapitada. En el momento de su muerte, un terrible temblor sacudió la ciudad de Roma, y muchos idólatras se convirtieron a la fe cristiana.

MEDITACIÓN
ES PRECISO SER
TOTALMENTE DE DIOS


I. Acaba Martina de perder a sus padres, y ya se desembaraza de sus riquezas para darse a Dios sin reserva. El medio que debemos emplear para ser totalmente del Señor, es el desapego del mundo. Si tu posición no te permite dar tus bienes a los pobres como hizo Martina, desapega tu corazón, por lo me nos, de las riquezas y de las vanidades mundanas. No se puede servir a dos señores a la vez, no se puede ser al mismo tiempo de Dios y del mundo. Elige, de estos dos partidos, el que te es más ventajoso. ¿Necesítase pensar mucho cuando se trata de darse a Vos, oh Dios mío?
 
II. Piensa en las recompensas que acuerda el mundo a los que le sirven. Salomón fue colmado de todos los bienes de la tierra, y, sin embargo, declara que todo es vanidad. Pregúntate a ti mismo. ¿No es verdad, acaso, que estás ya disgustado de los bienes del mundo apenas tienes su posesión; que nunca ha estado contento tu espíritu, y que siempre algo le ha faltado a tu felicidad? Mundo falaz, ¿por qué nos prometes tantas cosas que no puedes dar? (San Agustín).
 
III. Si quieres realmente confesar la verdad, convendrás conmigo en que nunca has sido más dichoso ni has estado más contento que después de haber cumplido algún acto de virtud. Si tan liberalmente Jesucristo te recompensa en este mundo, ¿qué no te reservará para el otro? Si los placeres que el demonio te ofrece están mezclados con tanta amargura, ¡cuáles no serán los tormentos que te prepara! Entrégate a Dios, y verás que no hay placer comparable al que se gusta en el servicio de este bondadosísimo Señor. ¿Qué placer más grande que el disgusto del mismo placer?

El amor de Dios 
Orad por la conversión de los idólatras.

ORACIÓN
      Oh Dios, que, entre otros milagros de vuestro poder, habéis hecho obtener la victoria del martirio a una tierna niña, haced que celebrando el nacimiento al cielo de la bienaventurada Martina, virgen y mártir, nos aprovechemos de sus ejemplos para llegar hasta Vos.  Por N. S. J. C. Amén.
   


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

29/I SAN FRANCISCO DE SALES, Obispo, Confesor y Doctor

29 de Enero

SAN FRANCISCO DE SALESObispoConfesor y Doctor
Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis el reposo para vuestras almas.
(Mat. 11,29)

 Este santo ha sido la gloria de su siglo, el modelo de los hombres apostólicos y de los obispos, el doctor universal de la piedad y del amor de Dios. Su cuerpo en Annecy y su corazón en Lyon han obrado infinidad de milagros devolviendo la salud a los cuerpos; pero su espíritu, siempre vivo en sus libros, obra maravillas mucho más sorprendentes convirtiendo a los pecadores. Tan llena está su vida de nobles acciones, que es difícil resumirla; tan conocida de todos, por otra parte, que no es necesario referirla. Murió en Lyón en 1622.
 
MEDITACIÓN
SOBRE EL CORAZÓN
DE SAN FRANCISCO DE SALES
  
I. El corazón de San Francisco de Sales ardía con el fuego del amor divino. Este amor le hizo emprender todo lo que juzgó apto para contribuir a la gloria de Dios y a la salvación del prójimo. Sus predicaciones, sus pláticas, sus libros, son pruebas de esta verdad. ¡Ah! si amases a Dios como él, te burlarías de las riquezas, de los placeres, de los honores, y no dejarías perder las ocasiones de incitar a los demás a amar al Señor. ¡Oh Dios que sois tan amable! ¿por qué sois tan poco amado? ¡Oh fuego que siempre ardéis, fuego que nunca os extinguís, abrasad mi corazón!
  
II. El corazón del Santo sólo tenía dulzura y ternura para el prójimo; después de su muerte no se le encontró hiel en el cuerpo. Consolaba a los enfermos, daba limosna a los pobres, instruía a los ignorantes, y con su afabilidad trataba de que se le allegasen los pecadores, a fin de conducirlos enseguida al redil de Jesucristo.
  
III. Ese corazón, en fin, que era todo amor para Dios y toda dulzura para el prójimo, trataba a su cuerpo como a enemigo; para domar sus pasiones no retrocedía ante mortificación alguna, ante sacrificio alguno. Examina la causa de tus penas, Y verás que provienen de las pasiones que no supiste domeñar. Aquél que ha vencido a sus pasiones adquirió una paz duradera.

La dulzura
Rogad por la orden de la Visitación.


ORACIÓN

      Dios, que habéis querido que el bienaventurado Francisco de Sales, vuestro confesor Y pontífice, fuese todo para todos para salvar a las almas, difundid en nosotros la dulzura de vuestra caridad, y haced que, dirigidos por sus consejos y asistidos por sus méritos, lleguemos al gozo eterno.  Por N. S. J. C. Amén



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

28/I SAN PEDRO NOLASCO, Confesor

28 de Enero

SAN PEDRO NOLASCO, Confesor
Nadie tiene amor mayor que el que da su vida
por sus amigos.
(Juan, 15, 13)

San Pedro Nolasco fue toda su vida un modelo de caridad. Consagró su fortuna entera al rescate de los cristianos que caían en manos de los infieles. La Santísima Virgen se le apareció, y le ordenó fundara una orden cuya principal finalidad sería la de ejercer la caridad para con los pobres cautivos. Emprendió el santo la obra, y a la nueva orden llamó la de la Merced. Murió el día de Navidad del año 1256.


MEDITACIÓN
SOBRE SOBRE LA VIDA
DE SAN PEDRO NOLASCO
  
I. El primer efecto de la caridad de nuestro santo fue consagrar todos los bienes al alivio de los desventurados; por ahí debes comenzar a imitarlo. ¿Qué has hecho hasta ahora para aliviar a tu prójimo en sus necesidades? ¿Qué puedes hacer? Por lo menos ruega a Dios por él, si no puedes hacer más. Sufre con paciencia las imperfecciones de los demás.
  
II. El segundo efecto de su caridad fue obligarse, con voto, a sacrificar su libertad, si era necesario, para el rescate de los cautivos. ¿Cómo comprometerías tu libertad por el prójimo, tú, que le rehúsas una moneda? Sin embargo, por ti ha pagado Jesús, y quiere que le pagues lo que le debes, en la persona del prójimo. Visita a los encarcelados, consuela a los afligidos, y cuídate de no afligir a nadie con tus palabras o tu mal humor. Esa persona a quien menosprecias, es más cara a Jesús que el mundo entero.
  
III. El propósito principal de este ilustre fundador fue arrancar de la perdición eterna las almas de los cristianos a quienes el tedio de una prolongada cautividad invita a renegar de la fe; así quería, al mismo tiempo, salvar el cuerpo y el alma de esos desventurados. La mejor caridad que puedes hacer a tu prójimo es contribuir a la salvación de su alma; no pierdas ocasión alguna de hacerlo, todas son preciosas.

La caridad para con el prójimo
Orad por los pobres cautivos.

ORACIÓN
      Oh Dios, que enseñasteis a San Pedro Nolasco a imitar vuestra caridad, inspirándole fundara en vuestra Iglesia una nueva familia para el rescate de los cautivos, concedednos por su intercesión que, libres de la servidumbre del pecado, gocemos en el cielo de libertad perpetua. Por N. S. J. C. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

27/I SAN JUAN CRISÓSTOMO, Obispo, Confesor y Doctor

27 de Enero

SAN JUAN CRISÓSTOMOObispoConfesor y Doctor
Ésta es la voluntad de Dios, que obrando bien, tapéis
la boca a la ignorancia de los hombres necios.
(1 Pedro, 2,15)

   He aquí el modelo del orador cristiano; escucha sus palabras, imita sus ejemplos. A nadie deja de fustigar, porque a nadie teme; sus palabras son de oro todas, de oro abrasado por el fuego del Espíritu Santo. Su elocuencia es divina, inquebrantable su paciencia, su vida toda celestial. Aconteció su muerte en el año 407

MEDITACIÓN
SOBRE EL BUEN EJEMPLO
  
I. San Juan Crisóstomo predicaba tanto con sus ejemplos como con sus discursos. El buen ejemplo produce tres diferentes impresiones en nuestro espíritu. Nos hace amar lo que admiramos, pues la virtud tiene encantos que arrebatan nuestro corazón; en segundo lugar, nos hace falta desear llegar a ser semejantes a los que admiramos; en fin, facilita la práctica de la virtud. Cada uno de nosotros querría ser virtuoso si no existieran las dificultades que imaginamos que encontraremos en el camino de la virtud. El buen ejemplo derriba este obstáculo al mostrar que no es difícil hacer lo que tantos jóvenes y tantas personas delicadas hacen sin pena, y aun con placer. Ánimo, alma mía, nada han hecho los santos que no puedas llevar a cabo con la gracia de Dios.
  
II. Nada podemos hacer que sea más agradable a Dios, más útil al prójimo y a la salvación de nuestra ama, que predicar la virtud con nuestro ejemplo. Los justos, dice San Juan Crisóstomo, son cielos que narran la gloria de Dios y dan a conocer su poder y su bondad. Acaban la obra de la Redención, convirtiendo al prójimo mediante su vida santa. ¡Qué felicidad para ti, poder contribuir con tus buenos ejemplos a la conversión de un alma por la cual ha muerto Jesucristo, y que sin ti no hubiera aprovechado la sangre derramada por el Salvador! ¿Dejará Dios de recompensar tu celo?
  
III. Realiza todas tus acciones por el doble motivo de agradar a Dios y edificar al prójimo. Suprime  tus acciones, aun las indiferentes, que puedan escandalizar a tu hermano. ¡Jesucristo murió por él, y tú no te quieres privar de un pequeño placer para con tribuir a su santificación! Señor, si no puedo predicar la modestia y la humildad desde el púlpito, las predicaré mediante una vida humilde, mediante un exterior modesto y recatado. Es el medio con que cuento para imitaros, oh Señor Jesús, a Vos que durante treinta años nos habéis enseñado con vuestro ejemplo, y que sólo durante los tres últimos años de vuestra vida predicasteis. El testimonio de la vida es más eficaz que el de la lengua: cuando la lengua calla, hablan los actos. (San Cipriano).


El respeto por la palabra de Dios
Orad por los predicadores.

ORACIÓN
      Señor, dignaos difundir cada vez más las riquezas de vuestra gracia en vuestra Iglesia, que habéis querido ilustrar con los gloriosos méritos y doctrina de vuestro confesor San Juan Crisóstomo.  Por N. S. J. C. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

26/I SAN POLICARPO, Obispo y Mártir

26 de Enero

SAN POLlCARPOObispo y Mártir
Bienaventurados los que tienen hambre y sed
de la justicia, porque ellos serán saciados.
(San Mateo, 5, 6).

   Policarpo va a Roma a consultar al Papa Aniceto, y es recibido por éste con muestras del mayor res peto. Marción lo encuentra y le pregunta si lo conoce. "Sí, responde el santo al hereje, yo te conozco como al hijo mayor de Satanás". De vuelta a Esmirna, se lo quiere forzar a que injurie a Jesucristo. "Hace ochenta y seis años que lo sirvo, responde, y ningún mal me ha hecho. ¿Cómo, pues, podría injuriar a mi Rey y Salvador?" Se lo pone en la hoguera, cúrvanse como un arco a su alrededor las llamas. Se le da un lanzazo, y la sangre brota de la herida en tan gran cantidad que apaga el fuego.

MEDITACIÓN
SOBRE LA JUSTICIA


I. Da a Dios lo que le debes: obediencia como a tu soberano, amor y reconocimiento como a tu padre y bienhechor. ¿De quién has recibido más y de quién esperas más? Es pues muy justo que lo ames sobre todas las cosas, y que pierdas tus riquezas, tus honores y tu vida antes que ofenderlo. ¿Cómo te conduces con Dios? Si no le tributas los deberes que la justicia te impone, un día experimentarás los terribles efectos de su cólera. ¡Ah! Señor, no entres a juicio con tu siervo (Salmo 142).
   
II. Debes respeto y obediencia a tus superiores como a Jesucristo; debes amar a tus iguales como a hermanos; debes tener caridad para tus inferiores, pues son miembros de Jesucristo. Interpreta para bien todos los actos de tu prójimo, y no te inquietes por lo que se piense de ti. Piensa de Agustín lo que quieras, con tal que mi conciencia nada me reproche delante de Dios. (San Agustín).
   
III. Hazte justicia a ti mismo, poniéndote debajo de todos los demás; condena tus faltas; cuando te acusen, rara vez toma la palabra para defenderte. Sujeta tu cuerpo a tu alma, tu alma a la razón y tu razón a Dios: he aquí el orden establecido por Dios y que debes observar. Júzgate tú mismo con tanta severidad cuanta empleas en criticar los actos de los de más, y nada tendrán los hombres que reprenderte.


La fidelidad a la gracia
Orad por la
conversión de los herejes.


ORACIÓN
      Oh Dios, que cada año nos dais un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Policarpo, vuestro pontífice mártir, haced que celebrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección.  Por N. S. J. C. Amén.
  

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

25/I LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

25 de Enero

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO
Éste es un vaso de elección que elegí para que lleve
mi nombre ante los gentiles.
(Hechos de los Apóstoles, 9, 15)

   San Pablo es derribado en el camino a Damasco, y de perseguidor de cristianos se convierte en apóstol de Cristo. El Señor le envía a Ananías para de volverle la vista y administrarle el santo Bautismo. El Apóstol novel permanece algunos días con los discípulos de Damasco, y, enseguida, se pone a predicar a Jesús en las sinagogas, asegurando que es el Hijo de Dios.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA CONVERSIÓN
DE SAN PABLO
  
I. Dios llama a San Pablo derribándolo por tierra y elevándolo hasta el tercer cielo. Ya no ve a las creaturas pues ha visto a Dios. ¿Quieres convertirte? Escucha la voz de Dios que te habla; cuando te arrebata tus placeres, tus parientes, tus amigos, son rayos que recibes que te advierten cierres los ojos a las cosas de este mundo y eleves tu mirada hacia los cielos. Cuántas veces ha dicho Jesucristo en el fondo de tu corazón: "¡Desventurado! ¿por qué me persigues?"
  
II. San Pablo escucha la voz de Dios, y le responde: Señor, ¿quién eres tú? Examina las inspiraciones que sientes. ¿Son de Dios? ¿Es la voz de la vanidad o la de Jesucristo la que te llama a esta obra al parecer tan santa? Desde que hayas reconocido la voz de Jesucristo, dile con San Pablo: "Señor, ¿qué quieres que haga?"
  
III. San Pablo ejecuta con prontitud aquello que se le manda. Escucha a Ananías, recibe el bautismo e, inmediatamente, da testimonio de Aquél que lo ha llamado de las tinieblas a la luz. ¿Quieres tener éxito en tu conversión? No te demores, vete a buscar un prudente y sabio director espiritual; él será el intérprete de la voluntad de Dios. No tardes, alma mía, en convertirte al Señor, ni lo difieras de día en día. (Eclesiástico).

La obediencia a las inspiraciones de Dios 
Orad por la propagación de la fe.

ORACIÓN
      Oh Dios, que habéis instruido al mundo entero por la predicación del apóstol San Pablo, haced, os lo rogamos, que honrando hoy su conversión, marchemos hacia Vos imitando sus ejemplos.  Por N. S. J. C. Amén.
   


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

MISA DEL TERCER DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

TERCER DOMINGO 
DESPUÉS DE EPIFANÍA


Semidoble  - Ornamentos verdes
   A partir de este domingo, la Liturgia rompe el orden cronológico de la vida de Jesús y extracta del Evangelio los milagros y discursos que cree más convenientes para nuestra enseñanza y edificación. Jesús es un profeta y un maestro errante, que va sembrando por ciudades y caminos bien y verdad. La multitud le sigue ávida de luz y paz, y confiesa ingenuamente que "nadie ha hablado como este hombre; nadie puede hacer las maravillas que Él hace". Y para confirmar con milagros esta hermosa confesión de las turbas, Jesús cura de cerca a un leproso y de lejos al criado del Centurión. La liturgia de hoy renueva aquella página de la vida de Nuestro Señor, para excitar nuestra fe y confianza en Él y para que acudamos a la Confesión a limpiarnos de la lepra del pecado.
IntroitoPs. 96, 7-8
INTROITUS Ps. 96, 7-8
Adoráte Deum, omnes Angeli ejus: audivit, et lætáta est Sion: et exsultavérunt fíliæ Judæ. Ps. ibid., 1.Dóminus regnávit, exsúltet terra: læténtur ínsulæ multæ. V. Glória Patri...
   Adorad a Dios todos sus Ángeles: oyólo y alborozóse Sión, y regocijáronse las hijas de Judá. - Ps. El Señor reina ya; regocíjese la tierra: llénense de júbilo todas las islas. V. Gloria al Padre  
 Gloria in excelsis 
Oración-Colecta
   ORATIO
Omnípotens sempitérne Deus, infirmitátem nostram propítius réspice: atque ad protegéndum nos, déxteram tuæ majestátis exténde. Per Dóminum.
   R. Amen
   Omnipotente y sempiterno Dios, mira con ojos compasivos nuestra debilidad, y extiende, para apoyarnos, el brazo de tu Majestad. Por Jesucristo Nuestro Seññor.      R. Amen.  
Epístola
   Debemos ser y aparecer buenos, vivir en paz con todos, dejar al divino Juez la venganza de nuestras injurias, favorecer al enemigo pagando bien por mal. He aquí una buena parte del código de la moral cristiana.
    Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Romános. Rom. 12,16-21
   Fratres: Nolíte esse prudéntes apud vosmetípsos: nulli malum pro malo reddéntes: providéntes bona non tantum coram Deo, sed étiam coram ómnibus homínibus. Si fíeri potest, quod ex vobis est, cum ómnibus homínibus pacem habéntes: Non vosmetípsos defendéntes, caríssimi, sed date locum iræ. Scriptum est enim: Mihi vindicta: ego retríbuam, dicit Dóminus. Sed si esuríerit inimícus tuus, ciba illum: si sitit, potum da illi: hoc enim fáciens, carbónes ignis cóngeres super caput ejus. Noli vinci a malo, sed vince in bono malum.
  
   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Romanos: Hermanos: No os tengáis por sabios, ni volváis a nadie mal por mal: antes procurad obrar bien no solo delante de Dios, sino también delante de los hombres. Si es posible, y en cuanto esté de vuestra parte, vivid en paz con todos los hombres: no os venguéis, amados míos; mas dad lugar a que pase la ira: porque escrito está:A mi me pertenece la venganza: yo haré justicia dice el señor. Por tanto, si tu enemigo tuviese hambre, dale de comer; si sed, dale de beber; porque si esto hicieres, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza. No te dejes vencer del mal: mas vence el mal con el bien.
Salmodia
   GRADUALE Ps. 101, 16-17 - Timébunt gentes nomen tuum, Dómine, et omnes reges terræ glóriam tuam. V. Quóniam ædificávit Dóminus Sion, et vidébitur in majestáte sua.
   Allelúja, allelúja. V. Ps. 96, 1. Dóminus regnávit, exsúltet terra: læténtur ínsulæ multæ. Allelúja.. 
    Gradual. - Temerán las naciones tu nombre, oh Señor y todos los reyes de la tierra tu gloria. V. Porque edificó el Señor Sión, y allí será visto en su majestad.   Aleluya, aleluya.- V. El señor reina ya, regocíjese la tierra: llénense de júbilo todas las islas. Aleluya.
Evangelio
   Con la milagrosa curación de un leproso y del criado del Centurión de Cafarnaún, inaugura Jesús la conversión de los Gentiles, enseñándonos con esto a no despreciar ni dar por perdido a nadie, por alejado que esté de Dios.
   Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthæum. Matth. 8, 1-13
   In illo témpore: Cum descendísset Jesus de monte, secútæ sunt eum turbæ multæ: et ecce leprósus véniens, adorábat eum, dicens: Dómine, si vis, potes me mundáre. Et exténdens Jesus manum, tétigit eum, dicens: Volo. Mundáre. Et conféstim mundáta est lepra ejus. Et ait illi Jesus: Vide, némini díxeris: sed vade, osténde te sacerdóti, et offer munus, quod præcépit Móyses, in testimónium illis. Cum autem introísset Caphárnaum, accéssit ad eum centúrio, rogans eum, et dicens: Dómine, puer meus jacet in domo paralyticus, et male torquétur. Et ait illi Jesus: Ego véniam, et curábo eum. Et respóndens centúrio, ait: Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur puer meus. Nam et ego homo sum sub potestáte constitútus, habens sub me milites, et dico huic: Vade, et vadit: et álii: Veni, et venit; et servo meo: Fac hoc, et facit. Audiens autem Jesus, mirátus est, et sequéntibus se dixit: Amen dico vobis, non invéni tantam fldem in Israël. Dico autem vobis, quod multi ab Oriénte et Occidénte vénient, et recúmbent cum Abraham, et Isaac, et Jacob in regno cælórum: fílii autem regni ejiciéntur in ténebras exterióres: ibi erit fletus, et stridor déntium. Et dixit Jesus centurióni: Vade, et sicut credidisti, fiat tibi. Et sanátus est puer in illa hora.
  Credo    
   Continuación del santo Evangelio según S. Mateo. - En aquel tiempo: Habiendo bajado Jesús del monte, le siguió mucho gentío, y vino un leproso y le adoraba diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y extendiendo Jesús la mano, le tocó diciendo: Quiero, queda limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. Y le dijo Jesús: guárdate de decírselo a nadie; mas vete, preséntate al sacerdote, y ofrece la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio (1). Y habiendo entrado en Cafarnaún se llegó a Él un centurión y le rogó diciendo: Señor, tengo un criado postrado en casa, paralítico, y sufre mucho. A lo que respondió Jesús: Yo iré y le curaré. señor, replica el centurión, yo no soy digno de que entres bajo mi techo; pero di una sola palabra y será curado mi criado. Pues yo soy un hombre que, aunque bajo la potestad de otro, luego que digo a uno de los soldados que mando: ve, va: y a otro: ven, y viene: y lo mismo cuando mando a un siervo mío: haz esto, y lo hace (2). Oyéndolo, pues, Jesús, quedó admirado y dijo a los que le seguían: En verdad, en verdad os digo, que no he encontrado tanta fe en Israel. Y también os digo: muchos vendrán de Oriente y del Occidente, y se pondrán a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mientras que los hijos destinados a este reino serán arrojados a las tinieblas infernales donde habrá llanto y crujir de dientes. Entonces dijo al centurión: Anda, que te sucederá como has creído: y sanó el criado en aquella hora.  - Credo.     
   OFFERTORIUM Ps. 117,16 et 17
   Déxtera Dómini fecit virtútem, déxtera Dómini exaltávit me: non móriar, sed vivam, et narrábo ópera Dómini.
   Ofertorio. -  La diestra del Señor ha hecho maravillas: la diestra del señor me ha ensalzado; ya no moriré, sino que viviré y publicaré las obras del señor
Oración-Secreta
SECRETA - Hæc hóstia, Dómine, quæsumus, emúndet nostra delícta: et ad sacrifícium celebrándum, subditórum tibi córpora, mentésque sanctífcet. Per Dóminum.
 
  Haz, oh Señor, que esta hostia sirva para borrar nuestros pecados y santifique los cuerpos y las almas de tus siervos, a fin de que puedan celebrar dignamente el sacrificio. Por Jesucristo Nuestro Señor   
   Prefacio de la Sma. Trinidad 

  Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...
  Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:
COMMUNIO Luc. 4, 22 - Mirabántur omnes de tris, quæ procedébant de ore Dei.     
 Comunión. - Se maravillaban todos de las palabras que salían de la boca de Dios.
Oración-Postcomunión
  POSTCOMMUNIO - Mundet et múniat nos, quæsumus, Dómine, divíni sacraménti munus oblátum: et, intercedénte beáta Vírgine Dei Genitríce María, cum beáto Joseph, beátis Apóstolis tuis Petro et Paulo, atque beáto N. et ómnibus Sanctis; a cunctis nos reddat et perversitátibus expiátos, et adversitátibus expedítos. (Per eúmdem Dominum.)         Suplicámoste, oh Señor, que por lo  mismo que nos concedes hacer uso de tan altos Sacramentos, te dignes también ponernos en buenas condiciones para aprovecharnos de sus efectos. Por Jesucristo Nuestro Señor.



  • (1) Era necesario que el sacerdote lo declarara limpio de la lepra, para que el enfermo recobrara la patente de ciudadanía. 
  • (2) ¡Qué fe tan viva y qué oración tan confiada la de este militar, con todo y ser gentil! El mismo Jesús se pasma al  oírle y no puede menos que expresarlo.

24/I SAN TIMOTEO, Obispo y Mártir

24 de Enero

SAN TIMOTEOObispo y Mártir
Predica la palabra de Dios,
insiste con ocasión y sin ella,
reprende, ruega, exhorta con toda
paciencia y doctrina.

(2 Timoteo, 4, 2)

   He aquí un obrero apostólico formado por la mano de San Pablo: es Timoteo, su discípulo, su coadjutor en la predicación del Evangelio, el heredero de su celo y el imitador de sus virtudes. Fue masacrado por reprender a los gentiles sus insensatas supersticiones. ¡Gran santo, inspíranos el espíritu del Apóstol de las gentes; enséñanos a santificarnos y a convertir a los demás!

MEDITACIÓN
SOBRE LOS TRES EFECTOS
DEL CELO POR LAS ALMAS

I. Aunque no todos los cristianos sean apóstoles, deben con todo tener celo por la salvación del prójimo(1). Pero a fin de que ese celo esté bien ordenado, cada uno debe comenzar por convertirse a sí mismo. Tú tienes celo por la conversión de tus parientes, de tus amigos, de tus servidores; les adviertes caritativamente sus faltas; este celo es digno de alabanza, pero, si no te adviertes a ti mismo, es in discreto; mira si no tienes los defectos que reprochas a los demás.

II. Contribuye todo lo que puedas, con tus palabras, a la salvación de los demás. Jesucristo no tuvo a menos conversar con los niñitos, ni con la Samaritana, para mostrarles el camino del cielo. Una buena palabra que digas a ese pariente, a ese amigo, a ese servidor, ganará su alma para Dios. Jesucristo ha derramado toda su sangre para rescatar esa alma, ¿y tú no quieres decir una palabra para impedir que se condene? ¿Dónde está tu caridad?

III. ¿Quieres ser un verdadero apóstol? Predica con tus actos. Lleva una vida ejemplar, más con moverás cuando te vean, que oyendo al más famoso de los predicadores; tu modestia detendrá aun a los más libertinos. ¿Cuántas ocasiones de trabajar por el prójimo dejas escapar? Es seguro, dice San Gregorio, que Dios te pedirá cuenta del alma de tu prójimo, si descuidas trabajar en su salvación en la medida en que lo puedas.

El celo por las almas
Ruega por los eclesiásticos.

ORACIÓN
      Dios todopoderoso, ved cómo pesa sobre nosotros la carga de nuestras propias obras, y fortificad nos por medio de la gloriosa intercesión de San Timoteo, vuestro mártir y pontífice.   Por N. S. J. C. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

(1) Dice Santo Tomás, acerca del "celo", que éste proviene de la intensidad del amor, a Dios que merece ser amado sobre todas las cosas y al prójimo por amor de Dios, buscando en todo la gloria de Dios y la salvación de las almas (Cfr. Sumo 1-II, q. 28, a. 4 y II-II, q. 36, a. 2). (Nota del T.)

23/I SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT, Confesor

 23 de Enero

SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORTConfesor
Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida. 
(Apoc., 2, 10)

   Este santo empleó una gran parte de su vida en la conversión de los sarracenos. Dios bendijo sus esfuerzos: en 1256 escribía el santo al general de su orden que diez mil sarracenos habían recibido el bautismo. Obró gran número de milagros. Como se le rehusase un navío para pasar de la isla de Mallorca a Barcelona, extendió su manto sobre las olas y recorrió así un trayecto de sesenta lenguas. Murió a los cien años de edad, el 6 de enero de 1275.
  
MEDITACIÓN
NUESTRA VIDA
ES UNA NAVEGAClÓN

I. El mundo es como un dilatado mar, nuestra vida es su travesía. Para arribar felizmente al puerto, es menester imitar a los pilotos, que ni miran el mar, ni la tierra, sino solamente el cielo. Así, durante todo el curso de tu vida, dirige tus miradas hacia lo alto: no consideres sino el cielo. Que tu amor y tu esperanza estén en el cielo: pídele valor, espera de él tu recompensa; que tu esperanza toda provenga de lo alto. (San Agustín).

II. Se está expuesto en el mar a las calmas y las tempestades, a los escollos, a los piratas y a otros mil peligros; pero se los evita, ora por la pericia del piloto, ora por los socorros del cielo. Nuestra vida es una mezcla de bienes y de males, de alegrías y de tristezas; tiene sus momentos de calma y sus días de tempestad; el demonio, nuestros enemigos, la carne, las pasiones, son para nuestra alma como rocas y escollos; los evitaremos sin embargo si imploramos el auxilio de Dios, y si seguimos los consejos de un director espiritual prudente y sabio.

III. La muerte es el puerto a que debemos arribar. A veces la nave naufraga en el puerto, otras da con playas cuyos habitantes son más peligrosos que los escollos y tempestades. ¡Ay! estamos en esta mar sin saber a ciencia cierta a qué puerto arribaremos; sin embargo, vivamos bien y no temeremos la muerte. Aquél que no quiere ir a Jesús, ése sólo debe temer la muerte. (San Cipriano).


El pensamiento del paraíso
Orad por los navegantes.

ORACIÓN
      Oh Dios, que habéis elegido al bienaventurado Raimundo para hacer de él un ministro ilustre del sacramento del bautismo, y que le habéis hecho atravesar milagrosamente las aguas del mar, concedednos, por su intercesión, la gracia de que produzcamos frutos de penitencia y lleguemos un día al puerto de la salvación eterna.  Por N. S. J. C. Amén.




*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

22/I SANTOS VICENTE Y ANASTASIO, Mártires

22 de Enero
SANTOS VICENTE Y ANASTASIOMártires
Alegraos con la esperanza, sed pacientes
en la tribulación, perseverad en la oración.

(Rom., 12, 12)

   Vicente sufrió todas las clases de torturas que puede imaginar la crueldad más refinada. En medio de los tormentos resplandecía en su rostro y en sus palabras una tranquilidad tal, que parecía, dice San Agustín, que el Vicente que hablaba fuese distinto del que sufría.
   Anastasio, de nacionalidad persa, después de haber sufrido varios tormentos, fue condenado a muerte por el rey Cosroes. Antes que a él, se estranguló a otros 68 cristianos. Cuando le llegó su turno: "Esperaba", dijo, "otro género de muerte más cruel; pero ya que Dios me llama a Él por un camino tan fácil, no me costará nada el sacrificio de mi vida; le ruego sólo que se digne aceptarlo".
  
MEDITACIÓN
SOBRE 
LOS TRES MOTIVOS

QUE DEBEN MOVERNOS A PACIENCIA

I. Es menester sufrir en este mundo, porque el sufrimiento es inevitable en esta vida. Somos hombres es decir, tenemos un cuerpo y un alma que nos proporcionarán una infinidad de ocasiones de ejercer la paciencia: nuestro cuerpo por sus flaquezas, nuestra alma por su ignorancia y sus pasiones. ¿Cómo sufres tú las incomodidades de esta vida? ¿No te impacientas? Recuerda que eres hombre, y que no está en tu poder el escapar a las tribulaciones.
   
II. Somos pecadores y en calidad de tales debemos soportar pacientemente los sufrimientos, que son, por lo común, efectos de la justicia y de la cólera de Dios. ¡Ah! ¡cuán agradable te resultarán las cruces si consideras que has merecido el infierno! ¡Dios mío, hiéreme, castígame en esta vida, con tal que me perdones en la otra! (San Agustín).I

III. Eres cristiano y debes vivir la vida de Jesucristo, vale decir, continuar su pasión en tu cuerpo. He ahí a lo que te obliga tu bautismo. ¿Has reflexionado en las distintas razones que tienes para soportar pacientemente tus penas? ¿Habría algo capaz de afligirte si estuvieras realmente persuadido de estas verdades? Puesto que es preciso sufrir necesariamente en este mundo, suframos con paciencia, suframos con alegría, para hacernos dignos de nuestro título de cristiano.


La alegría en los sufrimientos
Orad por el Japón.

ORACIÓN
      Señor, escuchad nuestros humildes ruegos, a fin de que, por la intercesión de los bienaventurados mártires Vicente y Anastasio, seamos librados de las iniquidades de que nos reconocemos culpables.  Por N. S. J. C. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

21/I SANTA INÉS, Virgen y Mártir

21 de Enero

SANTA INÉSVirgen y Mártir
Gocémonos, y saltemos de júbilo 
 y demos gloria a Dios,
pues han llegado las bodas del Cordero y su
esposa se ha engalanado.
(Apocalipsis, 19, 7)

   He aquí a la esposa del Cordero de Dios. Búrlase ella para conservar su cuerpo y su corazón para su esposo Jesús, de las proposiciones y de las amenazas del tirano. Los ángeles la acompañan a un lugar infame, y dan muerte al insolente que quiere arrebatarle la honra; mas ella devuélvele la vida y lo convierte a la fe. Se la echa al fuego, pero el fuego respeta a la tierna virgen y da muerte a los verdugos. Condenada, finalmente, a ser decapitada, inclina la cabeza y va al cielo a juntarse con su Esposo di vino a quien prometiera fidelidad.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SANTA INÉS

I. Santa Inés consagra su cuerpo y su alma a Jesús, a los trece años, mediante el voto de castidad. ¡Qué amable Esposo elige! ¡Qué bello! ¡Qué sabio! ¡Qué poderoso! ¡Cuánto amor tiene por ella! Conságrate enteramente a Él, y experimentarás los dulces efectos de su amor. ¡Oh Jesús, divino esposo de nuestra alma, si los hombres os conociesen, os amarían y despreciarían las efímeras bellezas de la tierra para poseeros! ¡Os amo, Dios mío! Si es poco, haced que os ame con amor más ardiente y más puro. (San Agustín).
 
II. Se amenaza a Santa Inés con los tormentos más crueles si no se casa con el hijo del prefecto de Roma, pero ella responde que es la prometida de Jesucristo. Se la arroja a las llamas, pero éstas no hacen sino aumentar su amor; las heridas la hacen más bella y más parecida a su divino Esposo. ¿Qué haces tú para conservar tu cuerpo y tu alma para Jesucristo? ¿Qué tormentos soportarías? Avergüénzate de saberte menos generoso que una niña de trece años. Tenía menos fuerzas que tú, pero más valor; tenía más fe y amor para con Jesucristo.
 
III. Se le promete una considerable fortuna si consiente en casarse con el hijo del prefecto; resiste a las seducciones como ha resistido a los suplicios. ¡Cuán pocas personas hay que resistan al atractivo de los placeres! Cuídate de ese doble veneno. Es más fácil resistir a los tormentos que a la voluptuosidad. Los tormentos aterran: la voluptuosidad halaga. (San Cipriano).

La castidad
Orad para la buena educación
de la juventud. 

ORACIÓN
      Dios todopoderoso, que elegís en el mundo a los más débiles para confundir a los más fuertes, haced, por vuestra bondad, que, celebrando la solemnidad de vuestra virgen Santa Inés, experimentemos los efectos de su protección junto a Vos.  Por N. S. J. C. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa