31/XII/+2018 SAN SILVESTRE, Papa

31 de diciembre
SAN SILVESTRE, Papa


H e combatido con valor, he concluido la carrera,
he guardado la fe. Nada me resta sino aguardar
la corona de justicia que me está reservada.
(2 Timoteo, 4, 7-8).


   San Silvestre I se había distinguido por su celo y su caridad durante la primera persecución. Subió a la cátedra de San Pedro en el año 314, menos de un año después del edicto de Milán, que concedía la paz a la Iglesia. Recibió de Constantino el palacio de Letrán y en él estableció su morada, así como la basílica principal de Roma. El mismo año envió delegados al Concilio de Arlés, donde fueron condenados los donatistas, y después, en el año 325, al Concilio general de Nicea, que anatematizó a Arrio. Murió San Silvestre en el año 335.


MEDITACIÓN
TRES REFLEXIONES
SOBRE EL AÑO TRANSCURRIDO
    
I. ¿Podría decir con verdad como San Pablo: He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe? Hete aquí al término del año; repasa en tu espíritu todo el bien y todo el mal que has hecho durante este año, y mira si tus buenas acciones son más numerosas que las malas. ¿Cuántos días transcurrieron sin que hicieras nada para Dios? Sin  embargo, este año te fue dado únicamente para servirlo, para hacer penitencia de tus pecados y merecer el cielo mediante la práctica de las buenas obras.
   
II. ¿Dónde están ahora los placeres y los honores de que gozaste durante este año? ¡Todo ha pasado, y no te queda sino el triste recuerdo de haber ofendido a Dios por bienes pasajeros y falaces! ¿No es verdad que, al contrario, experimentas una gran alegría por el bien que hiciste tratando de agradar a Dios? Ya no experimentas el esfuerzo que tus buenas obras te costaron, y tienes la esperanza de ser recompensado por ellas. Tu vida pasará como este año, tus placeres pasarán tanto como tus trabajos, y el único consuelo que te quedará será haber servido al Señor. ¿Quién me devolverá este día, este año que perdí en la vanidad? (San Euquerio).
   
III. Acaso pasaste parte de este año en pecado mortal. Si durante esa época hubieras muerto, ¿dónde estarías ahora? Dios te ha dado tiempo para hacer penitencia; aprovéchalo mejor en lo porvenir ¡acaso no tengas más que este año de vida! Prepárate, pues, a morir, haz una buena confesión, y si quieres pasar santamente todos los días del año que va a comenzar piensa todos los días en la muerte y en la eternidad. Dios te ha ocultado tu último día, para que te prepares a él todos los días de tu vida. (San Agustín).


El pensamiento de la muerte 
Orad por vuestros bienhechores.

ORACIÓN
   Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y guardadlo con protección constante por vuestro bienaventurado Sumo Pontífice Silvestre, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. CN. S. Amén.


30/XII/+2018 SERMÓN DEL DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD, R.P. Leonardo Castellani ("Domingueras Prédicas", 1965)

R.P. Leonardo Castellani, S.J.




30/XII/+2018 MISA DEL DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD

DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD
Semidoble  - Ornamentos blancos

   Pasada la primera impresión de Navidad, la Iglesia nos invita hoy a ver en el recién Nacido a nuestro "hermano mayor", por quien y en quien Dios Padre nos ha adoptado misericordiosamente por hijos suyos. Este Niño Divino que yace en el pesebre, un día salvará al mundo y reconquistará para nosotros la herencia del Cielo, que Adán nos había perdido. Pero hasta llegar a esa victoria definitiva, Jesús será perseguido y crucificado, en Sí mismo y en su Cuerpo Místico, su Iglesia; y en el mundo se formarán bandos, unos para defenderlo y otros para combatirlo. No nos extrañemos, por lo tanto, de la confusión religiosa reinante.
Introito. Sap. XVIII
    INTROITUS Sap. XVIII -  Cum medium silentium tenerent omnia, et nox in suo cursu medium iter haberet, omnipotens sermo tuus, Domine, de coelis a regalibus sedibus venit. - Ps 92. Dominus regnavit, decorem indutus est: indutus es Dominus fortitudinem, et praecinxit se. V. Gloria Patri   Introito - Cuando todo dormía en un profundo silencio, y la noche, siguiendo su curso, se hallaba en la mitad de su camino, tu Verbo omnipotente, oh Señor, vino del cielo, desde tu real trono. - Ps. El señor ha inaugurado su reino, se ha revestido de gloria: se ha vestido y armado de fortaleza. V. gloria
Oración-Colecta
  ORATIO - Omnipotens sempiterne  Deus, dirige actus nostros in beneplacito tuo: ut in nomine dilecti Filii tui mereamur bonis operibus abundare. Qui tecum vivit..     R. Amen      Omnipotente y sempiterno Dios, dirige nuestras acciones según tu beneplácito: para que, con la ayuda de tu amado Hijo, merezcamos abundar en buenas obras. Por El que contigo vive y reina..   R. Amen.
Conmemoración de la Octava de Navidad 
 ORATIOConcéde, quæsumus, omnípotens Deus: ut nos Unigéniti tui nova per carnem Natívitas líberet; quos sub peccáti jugo vetústa sérvitus tenet. Per eúmdem Dóminum
   R. Amen   
   Concédenos oh Dios omnipotente, que seamos liberados por la nueva natividad corporal de tu Unigénito Hijo, nosotros a quienes la antigua servidumbre nos mantiene bajo el yugo del pecado. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor   R. Amen.
Epístola
      Jesús es verdadero Hijo de Dios y nos asocia misericordiosamente a su filiasión divina concediéndonos el derecho de llamar "Padre" a Dios y de heredar sus riquezas. ¡Sublime dignidad la del cristiano!
EPISTOLALectio Epistolae beati Pauli apostoli ad Galatas (IV, 1-7)  - Fratres: Quanto tempore heres parvulus est, nihil differt a servo, cum sit dominus omnium: sed sub tutoribus et actoribus est usque ad praefinitum tempus a patre: ita et nos cum essemus parvuli, sub elemtentis mundi eramus servientes. At ubi venit plenitudo temporis, misit Deus Filius suum factum ex muliere, factum sub lege, ut eos, qui sub lege erant redimeret, ut adoptionem filiorum reciperemus. Quoniam autem estis filii, misit Deus Spiritum Filii sui in corda vesta clamantem: Abba, pater, Itaque jam non est servus; sed Filius: quod si filius, et heres per Deus.

   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Gálatas: Hermanos: Mientras el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque sea señor de todo; mas está debajo la potestad de tutores y curadores, hasta el tiempo determinado por su  padre: así también nosotros cuando éramos niños, estábamos sujetos a los primeros rudimentos del mundo(1). Mas cuando vino el cumplimiento del tiempo, envió Dios a su Hijo, hecho de una mujer, y sujeto a la Ley, para que redimiese a los que estaban debajo de la ley; a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto vosotros sois hijos, ha enviado Dios a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Abba, esto es, Padre. Y así ya ninguno de vosotros es siervo, sino hijo: y si hijo, también heredero por la gracia de Dios.
Salmodia
    GRADUALE Ps. 44, 3 et 2   Speciósus forma præ fíliis hóminum: diffúsa est grátia in lábiis tuis. V. Eructávit cor meum verbum bonum, dico ego ópera mea Regi: lingua mea cálamus scribæ, velóciter scribéntis.
   ALLELUIA, allelúja. V. Ps. 92, 1. Dóminus regnávit, decórem índuit: índuit Dóminus fortitúdinem, et præcínxit se virtúte. Allelúja.
   Gradual - Hermosísimo eres más que todos los hijos de los hombres, la gracia está derramada en tus labios. V. Brotó se mi corazón una palabra excelente: dedico yo mis obras al Rey; mi lengua es cual rápida pluma de amanuense.   Aleluya, aleluya. V. Reinó el Señor, se revistió de hermosura, vistiose el Señor de fortaleza y se ciñó de poder. Aleluya
Evangelio
 U Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam. Luc. 2, 33-40
   In illo témpore: Erat Joseph et María mater Jesu, mirántes super his quæ dicebántur de illo. Et benedíxit illis Símeon, et dixit ad Maríam matrem ejus: Ecce pósitus est hic in ruínam, et in resurrectiónem multórum in Israël: et in signum cui contradicétur: et tuam ipsíus ánimam pertransíbit gládius, ut reveléntur ex multis córdibus cogitatiónes. Et erat Anna prophetíssa, fília Phánuel, de tribu Aser: hæc procésserat in diébus multis, et víxerat cum viro suo annis septem a virginitáte sua. Et hæc vídua usque ad annos octogínta quátuor: quæ non discedébat de templo, jejúniis et obsecratiónibus sérviens nocte ac die. Et hæc, ipsa hora supervéniens, confitebátur Dómino, et loquebátur de illo ómnibus, qui exspectábant redemptiónem Israël. Et ut perfecérunt ómnia secúndum legem Dómini, revérsi sunt in Galilæam in civitátem suam Názareth. Puer autem crescébat, et confortabátur, plenus sapiéntia: et grátia Dei erat in illo.
Credo.
     Continuación del Santo Evangelio según San Lucas (II, 33-40) - En aquel tiempo: José y María, madre de Jesús, estaba maravillados de aquellas cosas que de Él se decían. Y los bendijo Simeón y dijo a Mará su madre: He aquí que Este ha sido puesto para ruina y para resurrección de muchos en Israel, y como una señal de contradicción(2); y a ti, una espada traspasará tu alma, para que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones. Había allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, la cual era ya muy anciana, y había vivido siete años con su marido desde su virginidad. Y esta viuda, que tenía ochenta y cuatro años, no se  apartaba del templo, sirviendo dia y noche con ayunos y oraciones.. Y como llegase ella en la misma hora, alababa al Señor y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención de Israel. Y cuando hubieron cumplido todas las cosas conforme a la ley del Señor, se volvieron a galilea y a su ciudad de Nazaret. Y el Niño crecía y se robustecía, lleno de sabiduría: y la gracia de Dios era con Él. - Credo.   
  OFFERTORIUM Ps. 92, 1-2
  
Deus firmávit orbem terræ, qui non commovébitur: paráta sedes tua, Deus, ex tunc a sæculo tu es.
   Ofertorio -  Dios afirmó el orbe de la tierra, que no se bamboleará; tu silla, oh Dios, está preparada desde entonces; desde todos los siglos existes Tú.
Oración-Secreta
    Concéde, quæsumus, omnípotens Deus: ut óculis tuæ majestátis munus oblátum, et grátiam nobis piæ devotiónis obtíneat, et efféctum beátæ perennitátis acquírat. Per Dóminum.   Te rogamos, oh Dios omnipotente, nos concedas que el don ofrecido ante el acatamiento de tu Majestad, no sólo nos alcance la gracia de una piadosa devoción, sino que nos dé también la posesión de una bienaventurada eternidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. 
Conmemoración de la Octava de Navidad 
    Obláta, Dómine, múnera, nova Unigéniti tui Nativitáte sanctífica: nosque a peccatórum nostrórum máculis emúnda. Per eúmdem Dóminum.   Santifica, Señor, los dones que te ofrecemos en la nueva Natividad de tu Hijo Unigénito, y líbranos de las manchas de nuestros pecados. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. 
Prefacio propio de Navidad
    Vere dignum et justum est, aequum et salutare nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Quia per incarnati Verbi mysterium, nova mentis nostrae oculis lux tuae claritatis infulsit: ut dum visibiliter Deum cognoscimus, per hunc in invisibilium amorem raplamur, et ideo cum Angelis et Archagelis, cum Thronis et Dominationbus, cumque omne militia coelistis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:    Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc.   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar ¡Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Por cuanto, por el misterio de la Encarnación del Verbo, ha brillado a los ojos de nuestra alma un nuevo resplandor de tu gloria: para que, al conocer a Dios visiblemente, seamos por Él arrebatados al amor de las cosas invisibles. Y por eso, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, entonamos a tu gloria un himno, diciendo si cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
     COMMUNIO Matth. 2, 20   Tolle púerum, et matrem ejus, et vade in terram Israël: defúncti sunt enim, qui quærébant ánimam púeri.Comunión. - Toma al Niño y a su madre, y vete a tierra de Israel; porque han muerto los que atentaban contra la vida del Niño. 
Oración-Postcomunión
     POSTCOMMUNIO - Per hujus, Dómine, operatiónem mystérii, et vítia nostra purgéntur, et justa desidéria compleántur. Per Dóminum.   Haz, Señor, que, por la virtud de este misterio, no sólo sean purificados nuestros vicios, sino también cumplidos nuestros justos deseos. Por Jesucristo Nuestro Señor. 
 Conmemoración de la Octava de Navidad
     Præsta, quæsumus, omnípotens Deus: ut natus hódie Salvátor mundi, sicut divínæ nobis generatiónis est auctor; ita et immortalitátis sit ipse largítor: Qui tecum.   Rogámoste, oh Dios omnipotente, que el Salvador del mundo, nacido hoy, así como es el autor de nuestro nacimiento a la vida divina, sea también para nosotros el dador de la inmortalidad. Él, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.  




  • (1) Por medio de esta comparación del heredero menor de edad y del siervo, S. Pablo quiere hacer comprender  os judíos que su religión, como rudimentaria y ceremoniosa que es, representa la minoría de edad respecto del cristianismo, y que debió cesar al aparecer éste.
  • (2) en efecto, la fe y la moral de Cristo, son tan categóricas y exigen una adhesión tan incondicional en quienes la profesan, que a menudo separan hasta a los hermanos entre sí y a padres y a hijos cuando los unos quieren ser fieles a su religión y los otros no.

30/XII/+2018 SANTA ANISIA, Mártir

30 de diciembre

SANTA ANISIA, Mártir 


   Santa Anisia, era una joven cristiana, huérfana de padre y madre y dueña de una gran fortuna con la que beneficiaba generosamente a los necesitados. En los tiempos en que el gobernador Dulcicio desató una cruel persecución en Tesalónica y trataba de impedir, especialmente, que los cristianos llevasen a cabo sus asambleas religiosas, Anisia resolvió, un día, asistir a la reunión de los fieles. Al salir de la ciudad por la puerta de Casandra, uno de los guardias le cerró el paso para preguntarle a dónde se dirigía. Anisia retrocedió, asustada y, al presentir que se hallaba en peligro, hizo la señal de la cruz sobre su frente. Inmediatamente, varios soldados agarraron con brutalidad a la joven y comenzaron a interrogarla. "¿Quién eres? ¿A dónde vas?", le preguntaron. "Soy una sierva de Jesucristo", repuso ella mansamente. "Voy a la asamblea de los fieles del Señor". "No permitiré que vayas", dijo el guardia. "En   cambio, te llevaré a que ofrezcas sacrificios a los dioses, en este día, adoramos al sol". A medida que hablaba, el soldado arrancó el velo para ver el rostro de Anisia y luego trató de tomarla por las ropas. La joven se defendió y comenzó a luchar como pudo con el hombre. Este se enfureció a tal extremo que, en un momento dado, desenvainó su espada y la hundió en el cuerpo de Anisia. La joven se desplomó al suelo y murió sobre un charco de su propia sangre. Cuando retornó la paz para la Iglesia, los cristianos de Tesalónica construyeron un oratorio en el lugar donde había sido sacrificada Anisia. En las "actas" de esa mártir se afirma que el guardia asesino cometió su crimen por obediencia a un edicto (enteramente inventado) del emperador Galerio, emitido con la idea de que la ejecución de cristianos era algo que no correspondía a su dignidad imperial y, en consecuencia, se permitía a los guardias y soldados matarlos a discreción.



*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

30/XII/+2018 SAN SABINO, Obispo y Confesor

30 de diciembre

SAN SABINO, Obispo y Confesor


En esto conocerán todos que sois mis discípulos,
si os amáis unos a otros.
(Juan, 13, 35).

   San Sabino, obispo de Asís, invitado a adorar una estatua de Júpiter, la tomó en sus manos y la arrojó al suelo, donde se hizo pedazos. el gobernador le hizo cortar las manos y lo condenó a morir en prisión perpetua. El juez a cuya guarda fuera confiado se convirtió al ver sus milagros y, a su vez, padeció el martirio poco después de la muerte de San Sabino. 

MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO
   
I. Se debe hacer al prójimo todo el bien que se pueda, asistirlo en sus necesidades materiales y espirituales. ¿Has cumplido durante este año este primer deber de la caridad cristiana? ¿Cómo has trabajado en la conversión de las almas, en la práctica de las obras de misericordia corporales y espirituales? ¿Cuántas ocasiones has perdido de acudir en ayuda de Jesucristo en la persona de tu prójimo? No te gloríes de amar a Dios si no amas a tu prójimo. Si alguien dice que ama a Dios y, al mismo tiempo, aborrece a su hermano, es un mentiroso. (San Juan).
   
II. Ten cuidado de no herir a tu prójimo con tus palabras o tus actos; el que ofende a su prójimo ofende a Jesucristo, porque lo que hicieres al menor de los hombres a Jesucristo mismo se lo haces. Ten buena opinión de los demás y juzga favorablemente sus acciones. ¿Has observado estos preceptos en el curso de este año? ¿Cuántas veces has desobedecido a tus superiores y dado motivo de descontento a tus iguales y a tus inferiores? ¿No tienes enemigos? Si los tienes, reconcíliate con ellos lo antes posible.
   
III. En una palabra, ¿has tratado a los otros como quisieras ser tratado tú mismo? Quieres ser estimado, alabado, honrado, quieres que se te perdonen tus faltas y que se hable bien de ti: ¿tienes para con los demás la caridad que exiges de ellos? Sé familiar con tus amigos, afable y equitativo para con todos. Dios permitirá que se te trate como tú hayas tratado a los demás, y Él mismo usará contigo la medida que tú hayas usado con tu prójimo. No hagas a otro la que no quisieras que se te haga a ti.

El amor al prójimo 
Orad por vuestros enemigos.

ORACIÓN
   Dios omnipotente, mirad nuestra flaqueza, ved cómo el peso de nuestras obras nos abruma, y fortificadnos por la gloriosa intercesión de San Sabino, vuestro mártir y pontífice. Por J. C. N. S. Amén.


  • Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

29/XII/+2018 BEATO GERARDO DE VALENZA PO, Religioso

29 de diciembre
BEATO GERARDO DE VALENZA PO,
Religioso


Gerardo Cagnoli nació en Valenza Po, Piamonte, hacia 1270. Después de la muerte de su madre, acaecida en 1290 (su padre ya había muerto), abandonó el mundo y vivió como peregrino, mendigando el pan y visitando los santuarios. Estuvo en Roma, Nápoles, Catania y quizás en Erice (Trapani).
Impresionado por la fama de santidad del franciscano San Luis de Anjou, obispo de Tolosa, ingresó en la Orden de los Hermanos Menores en Randazzo, Sicilia, donde hizo el noviciado y vivió algún tiempo. Del convento de Randazzo pasó a Palermo en calidad de portero y allí permaneció hasta su muerte siendo la admiración de sus cohermanos y de los fieles por sus encillez y sus virtudes.
Cerca de la puerta del convento plantó un ciprés y arregló un pequeño altar en honor de la Virgen y de San Luis de Anjou, de quien era devotísimo. Allí ardía continuamente una lámpara de aceite. Con un ramito de ciprés bañado en aceite de la lámpara bendecía a los enfermos que se acercaban a él en busca de consuelo. Muchos se iban perfectamente curados o consolados con su palabra. La fórmula que él empleaba para bendecir era esta: “En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, por la intercesión de la Virgen María, de San Francisco y de San Luis sé liberado de esta enfermedad”. Los milagros se sucedían.
Enrique d’Abbati, justicia del rey, estaba gravemente enfermo, y se había perdido toda esperanza. Fue llamado Fray Gerardo, que consoló con palabras fraternales al enfermo. Luego se postró en profunda oración. Poco después el enfermo se levantó perfectamente curado. Dormía pocas horas sobre una desnuda tabla; con instrumentos de penitencia maltrataba su cuerpo; continua oración, íntima unión con Dios, he ahí el programa de su larga vida.
Había transcurrido más de 30 años en la Orden Franciscana, cuando en la fiesta de San Juan Evangelista de 1345 se le apareció la Sma. Virgen y le aseguró que dentro de dos días volaría al cielo. Ante este anuncio Gerardo se alegró muchísimo y se preparó para las bodas eternas con gran fervor. El 29 de diciembre recibió con profunda devoción los últimos sacramentos de la fe y se durmió serenamente en el sueño de los justos. Tenía 75 años. Su sepulcro fue meta peregrinación de muchos devotos que recurrían a él. Su culto continuó sin interrupción. Los despojos mortales del Beato Gerardo Cagnoli reposan en el templo de San Francisco en Palermo, a pocos pasos de la puerta del convento que por largos años fue testigo de su santidad.
San Pío X aprobó su culto el 13 de mayo de 1908.    

29/XII/+2018 SAN MARCELO AKIMETES, Abad

29 de diciembre
SAN MARCELO AKIMETES,
Abad

   Los "Akoimetoi" se distinguen de los otros monjes orientales tan sólo por la regla que los dividía en varios coros que, sucesivamente, cantaban el oficio divino de día y de noche, sin interrupción. De ahí proviene el nombre de los "incansables" con el que se les conocía. El monasterio fue fundado y la orden instituida por San Alejandro, un monje sirio que se estableció en Gomon, a orillas del Mar Negro. Juan, el sucesor de Alejandro, trasladó la comunidad a un monasterio que construyó en Eirenaión, un sitio placentero a orillas del Bósforo, frente a la costa donde se encuentra Constantinopla. San Marcelo, que fue elegido abad de aquella casa en tercer lugar, levantó su reputación a los más altos niveles y él mismo fue el más distinguido de los monjes "Akoimetoi". 
   Marcelo nació en la ciudad siria de Apamea y, a la muerte de sus padres, quedó como heredero de una gran fortuna.   No obstante su riqueza, concibió un profundo desagrado por todo lo que el mundo podía ofrecerle, partió a Antioquía y se consagró por entero a los estudios sagrados. Más tarde se estableció en Efeso, donde se puso bajo la dirección de un varón justo, siervo de Dios, en cuya compañía dedicaba todas las horas del día a la oración y a la copia de libros sagrados. La reputación de la vida de soledad y austeridad de los monjes "Akoimetoi", atrajo a Marcelo quien ingresó en la comunidad e hizo tantos progresos, que el abad Juan, al ser elegido, le tomó como ayudante y consejero y, en consecuencia, a la muerte de Juan, Marcelo fue elegido abad. 
   Al decrecer la oposición del emperador Teodossio II y algunas de las autoridades eclesiásticas, el monasterio floreció extraordinariamente bajo su prudente y virtuosa administración. Varias veces se encontró en apuros para hacer las ampliaciones necesarias en los edificios de su monasterio, pero siempre fue abundantemente  provisto de los medios para hacerlo, por parte de  un hombre riquísimo que acabó por tomar los hábitos junto con sus hijos. El propio San Marcelo, al hacerse monje, insistió en desprenderse hasta del último centavo de su cuantiosa fortuna y, en consecuencia, era muy estricto en cuanto a la observancia de la pobreza y no toleraba que sus monjes hiciesen acopio de bienes e inversiones de dinero de ninguna especie. Solía decir que ya era un exceso almacenar alimentos para diez días. Los "Akoimetoi" habían despreciado hasta entonces todo trabajo manual, pero el abad Marcelo insistió para que todos trabajaran, les gustase o no. La comunidad contaba con trescientos miembros, y desde todos los puntos del oriente llegaban a manos de San Marcelo las solicitudes para el envío de abades a fundar monasterios en lugares distantes o grupos de monjes para formar los núcleos de nuevos establecimientos. Entre éstos, el más famoso fue el monasterio de Constantinopla, fundado en 463 por un antiguo cónsul llamado Studius, con algunos monjes "Akoimetoi".  
   Entre las actividades de aquellos monjes figuraba, principalmente, el trabajo apostólico que pudiesen realizar desde sus respectivos monasterios; por cierto que San Marcelo fue una personalidad muy destacada en la predicación del Evangelio y el impulsó a todos los movimientos en contra de las herejías que se iniciaron en Contastinopla, en su tiempo. El fue uno de los veintitrés archimandritas que suscribieron la condenación de Eutiquio, en el sínodo convocado por San Flaviano en 448, y también participó en el Concilio de Calcedonia. Cuando el emperador León I propuso elevar a Patricio, el cónsul godo, a la dignidad de "césar", Marcelo protestó de que se pretendiese dar tanto poder a un arriano y vaticinó acertadamente la próxima ruina de la familia de Patricio. En el año de 465, se produjo un gran incendio en Constantinopla y ocho de los dieciséis distritos de la ciudad quedaron destruidos. Era tanta la reputación de San Marcelo, que la población atribuyó a su intercesión que no hubiesen quedado en ruinas los otros ocho barrios. El santo gobernó su monasterio durante unos cuarenta y cinco años y murió el 29 de Diciembre del año 485.

29/XII/+2018 SANTO TOMÁS BECKET, Obispo y Mártir

29 de diciembre

SANTO TOMÁS BECKET, Obispo y Mártir


El que guarda los mandamientos
mora en Dios, y Dios en él.
(1 Juan, 3, 24).


   Nacido en Londres en 1118, Santo Tomás Becket estudió en Oxford y en París. Llegó a ser canciller de Inglaterra bajo el reinado de Enrique II y después arzobispo de Cantorbery en 1162. Fue perseguido por el rey por haber defendido las inmunidades de la Iglesia y se retiró a Francia por espacio de siete años, alimentándose de legumbres, acostándose en el duro suelo y llevando siempre un cilicio. Intervino una reconciliación y Santo Tomás fue finalmente restablecido en su cargo; pero, cuatro semanas después de su vuelta a Inglaterra, fue asesinado al pie del altar, en 1170. Enrique II protestó no haber ordenado este crimen y fue descalzo a su tumba al año siguiente.


MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR DE DIOS
   
I. Meditemos en estos tres últimos días del año, acerca de nuestros deberes para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros mismos. Has sido creado para amar a Dios sobre todas las cosas; éste es tu único quehacer, todo lo demás nada es. Dime, por favor, ¿qué has hecho durante este año? Examina tus acciones, tus pensamientos y tus palabras. De días pasados, de tantas horas transcurridas, s has consagrado al servicio de Dios? ¡Oh gran Dios! ¡Vos queréis hacerme dichoso eternamente, y yo rehúso serviros durante los pocos momentos que me quedan de vida!
   
II. ¿Qué has hecho contra Dios? ¿Cuántas veces has desobedecido a sus mandamientos y rechazado sus inspiraciones? ¿Cuántas veces has abusado gracias y profanado sus sacramentos? Interroga a tu conciencia, y di con David: "Contra Vos solo, Dios mío, he pecado". He guardado las apariencias, he querido contentar a los hombres con una devoción de puro alarde, pero no he podido con ello contentar a Dios que ve hasta el fondo de mi alma. He pecado contra Vos solo y he hecho el mal en vuestra presencia. (El Salmista).
   
III. ¡Cuántas cosas pudiste hacer por Dios y no hiciste! Y sin embargo ¿Pudo acaso Dios hacer por ti más de lo que hizo? Pongamos, pues, manos a la obra, demos al Señor el resto de nuestra vida. Bastante hemos trabajado para nuestro cuerpo y para la tierra, hagamos algo para nuestra alma y para el cielo. Hemos dado un año a nuestro cuerpo, demos algunos días a nuestra alma; vivamos un poco para Dios, después haber vivido tanto para el siglo. (San Pedro Crisólogo).


El amor de Dios
Orad por el Papa.

ORACIÓN
   Dios, que habéis visto caer al glorioso pontífice Tomás bajo la espada de los impíos por la causa de vuestra Iglesia, haced, os lo conjuramos, que todos imploran su auxilio obtengan el efecto saludable de sus ruegos. Por J. C. N. S. Amén.
   

  


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

28/XII/+2018 LOS SANTOS INOCENTES, Mártires

28 de diciembre
LOS SANTOS INOCENTES, Mártires

Herodes mandó matar a todos los niños que había
en Belén y en toda su comarca, de dos años abajo.
(Mateo, 2, 16).


   Había Jesús nacido en Belén, y los magos vinieron de Oriente a la corte de Herodes para averiguar dónde acababa de nacer "el rey de los judíos". Turbóse Herodes, y, habiendo convocado a los príncipes de los sacerdotes, les preguntó donde debía nacer el Cristo. Llamó después a los magos en secreto y les dijo: "Id, informaos con cuidado acerca de este niño, y cuando lo hayáis encontrado, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo". Pero los magos, advertidos por el Cielo, no volvieron. Se enfureció Herodes e hizo degollar a todos los niños de Belén y sus alrededores, hasta la edad de dos años. Este bautismo de sangre envió muchos ángeles al cielo.

MEDITACIÓN SOBRE LA FIESTA
DE LOS SANTOS INOCENTES
    
I. Estos niños vertieron su sangre por Jesucristo antes de conocerlo. Hace ya tantos años que tú conoces a Dios y los beneficios con que te ha colmado, y ¿cómo lo has servido? Dale la flor de tu vida, conságrale a su servicio tus mejores años, como los santos inocentes. ¡Dichosos niños, no pueden aún pronunciar el nombre de Cristo, y ya merecen morir por Él! (San Eusebio).
   
II. No es hablando, sino sufriendo y muriendo, como estas primicias de los mártires, estas flores de la naciente Iglesia confesaron la fe de Jesucristo. A menudo Dios pide que tú lo confieses callándote y sufriendo. Te calumnian, te persiguen: sufre, cállate. ¡Ah! ¡cuán elocuente testimonio de tu fidelidad es esta paciencia muda! En vano dices que eres totalmente de Dios: corresponde que lo digan tus acciones; trabaja por Dios, sufre por amor suyo.
   
III. Debes ser inocente como estos niños si quieres entrar en el cielo: Si perdiste la inocencia bautismal, es preciso que laves tu alma en las amargas aguas de la penitencia. Ojos míos, derramad vuestras lágrimas para extinguir el fuego del infierno y aun del purgatorio, y para lavar mis pecados; porque nada que esté sucio entrará en el reino de los cielos. ¡Dichoso si a semejanza de estas santas almas, podemos obtener la corona del martirio! Esta edad, todavía no apta para la lucha, está ya madura para la victoria.

La pureza
Orad por los niños de China.

ORACIÓN
   Oh Dios, cuyos Inocentes mártires publican hoy la gloria no con sus palabras sino con su sangre, haced morir en nosotros los vicios todos, a fin de que la santidad de nuestra vida venidera proclame la fe que confiesan nuestros labios. Por J. C. N. S. Amén.
   




*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

27/XII/+2018 SANTA FABIOLA, Matrona

27 de diciembre 

SANTA FABIOLA, Matrona


   Santa Fabiola, de la gens Fabia, fue una de las damas patricias romanas que siguieron el camino de la   santidad y la renuncia, bajo la influencia de San Jerónimo, pero su existencia fue muy diferente a la de sus compañeras Santa Marcela, Santa Paula o Santa Eustoquio, y ni siquiera fue uno de los miembros del círculo que se reunió en torno a San Jerónimo, cuando vivía en Roma. O bien, si lo fue, hubo un enfrentamiento o una ruptura en las relaciones, puesto que Fabiola era de carácter muy vivo, apasionado y caprichoso. Cuando la disoluta existencia de su esposo le resultó intolerable, obtuvo un divorcio civil, después de lo cual, mientras vivía aún su marido, se unió con otro hombre. Al morir su segundo esposo. Fabiola se sometió a los cánones de la iglesia, se presentó en la Basílica de Letrán dispuesta a aceptar la penitencia pública, y el Papa San Siricio la volvió a admitir en la comunión de los fieles. Desde entonces, la dama dedicó íntegra su gran fortuna a las obras de caridad, dio sumas considerables a todas las Iglesias, comunidades de Italia y las islas vecinas, fundó un hospital para los enfermos que recogía en las calles de Roma a quienes atendía personalmente. Fue aquél un hecho significativo en la historia de nuestra civilización, porque el hospital de Fabiola fue el primer nosocomio cristiano, público y gratuito, en todo el occidente.  
   En el año de 395, Fabiola viajó a Belén para visitar a San Jerónimo, en compañía de un pariente llamado Oceanus y ahí se quedó con Santa Paula y Santa Eustoquio. Por aquel entonces, San Jerónimo disputaba con el obispo Juan de Jerusalén, con motivo de la controversia con Rufino sobre las enseñanzas de Orígenes, y se hicieron varios intentos, aun en forma fraudulenta, para ganarse las simpatías y las influencias de Fabiola para el campo del obispo, pero fracasaron todas las tentativas para destruir  su fidelidad a su santo maestro.  Fabiola deseaba quedarse en Belén hasta el fin de sus días, pero era evidente que la vida contemplativa de las mujeres consagradas que ahí se habían reunido para formar una comunidad, no convenía a la santa que necesitaba de la compañía y actividad constantes. San Jerónimo lo había observado, y en uno de sus escritos declara que a Fabiola no le entraba en la cabeza la idea de la soledad en el estado de Belén, y que, sin duda, hubiera preferido que el nacimiento de Cristo sucediese en la posada llena de peregrinos. La amenaza de una inminente incursión de los hunos fue lo que la decidió a abandonar Palestina. Las hordas de Atila habían invadido Siria, y la propia Jerusalén estaba en peligro, de suerte que San Jerónimo se retiró con sus fieles discípulos hacia la costa, durante algún tiempo. Cuando pasó el peligro y todos volvieron a Belén, Fabiola emprendió el viaje de regreso a Roma.  
   Por aquel entonces, un sacerdote llamado Armando le planteó una cuestión a San Jerónimo: ¿Se podía recibir en la comunión de la Iglesia a una mujer que hubiese sido obligada a unirse a otro hombre mientras su disoluto marido estaba aún con vida, sin una previa penitencia canónica? Semejante pregunta se refería evidentemente a la hermana del sacerdote Armando, pero la opinión general fue de que se había interrogado a San Jerónimo en relación al caso de Fabiola, como un "sondeo" en las ideas del santo. En su respuesta San Jerónimo no hizo mención alguna de Fabiola, pero rechazó los términos de "hubiese sido obligada" que figuraban en el supuesto caso. "Si tu hermana", respondió el santo claramente, "desea recibir el Cuerpo de Cristo sin que se le tomen cuentas como a una adúltera, debe hacer penitencia".
   Durante los tres últimos años de su vida, pasados, en Roma, Fabiola continuó con sus caridades públicas y privadas, sobre todo al asociarse con San Pamaquio en la fundación de un amplio hospicio para peregrinos pobres y enfermos en Porte. Fue el primero en su especie y, como dice San Jerónimo, Britania". La inquietud de Fabiola persistió hasta el último momento, y hacía los preparativos para emprender otro largo viaje cuando la sorprendió la muerte. Toda Roma asistió a los funerales de la amada benefactora. San Jerónimo estuvo en contacto epistolar con Santa Fabiola hasta el fin, y escribió dos tratados para ella. Uno se refiere al sacerdocio de Aarón y el significado místico de las vestiduras sacerdotales. Ese escrito lo terminó San Jerónimo el día en que debía zarpar de Jaffa la nave en la que Fabiola regresó a Italia. El segundo tratado, referente a la "estadía de los israelitas en los desiertos salvajes", no quedó terminado sino hasta después de la muerte de la santa. Este le fue enviado posteriormente a Oceanus, el mencionado pariente de Fabiola, junto con un relato sobre la vida y muerte de la santa patricia romana.


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964

27/XII/+2018 SAN JUAN, Apóstol y Evangelista

27 de diciembre

SAN JUAN, Apóstol y Evangelista


Pedro vio venir detrás  pecho.
al discípulo amado de Jesús,
aquél que en la Cena se
 reclinara sobre su pecho.(Juan, 21, 20).


   San Juan era todavía joven cuando siguió a Jesús. Fue su discípulo predilecto a causa de su inocencia, asistió a su transfiguración, se recostó en su pecho en la última Cena, subió con Él al Huerto de los Olivos, y recibió a María como Madre, ayudó a sepultar al Salvador y acudió el primero con Magdalena a su tumba el día de su resurrección. Después de la Ascensión, fue a predicar el Evangelio al Asia Menor y se estableció en Éfeso con la Santísima Virgen. Conducido a Roma en el año 95, bajo Domicia no, y arrojado a una caldera de aceite hirviendo, salió de ella sano y salvo y fue desterrado a la isla de Patmos, donde compuso el Apocalipsis. De vuelta a Éfeso, escribió contra los gnósticos su Evangelio que, con sus tres Epístolas, es el inflamado código de la caridad. Sobrevivió a todos los otros Apóstoles.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN JUAN
   
I. He aquí al amigo íntimo de Jesús, aquél que descansó sobre su pecho en la última Cena, ya quien el divino Salvador hizo partícipe de sus más grandes secretos. La primera condición de una verdadera amistad es no tener secretos para el amigo. ¿Está abierto tu corazón para Jesús? ¿No tomas ninguna resolución sin haberlo consultado? En todo tiempo puedes penetrar en su corazón por la adorable llaga de su costado; ¡Y Él no puede hacerlo en el tuyo, lleno como está totalmente de las creaturas! Os amo, oh Dios mío, y deseo amaros siempre más. (San Agustín).
   
II. La segunda cualidad de la amistad es compartir con el amigo lo que se posee. Ahora bien, Jesús durante su vida dióse todo entero a San Juan y, al morir, le dio a su madre. "Hijo mío, dijo, he aquí a tu Madre". San Juan se había dado por entero a Jesús, había abandonado todo para seguirlo. Date del mismo modo todo entero a Jesús, si quieres ser su amigo. ¿A quién destinas tu corazón? el mundo es indigno de poseerlo. ¿Qué has dado a Jesús en retribución de su ternura? ¿Le has consagrado tu cuerpo, tu voluntad, tu inteligencia, en una palabra todo lo que eres y todo lo que posees?
   
III. En fin, la tercera cualidad de la amistad es la semejanza: el amor hace semejantes a los amigos, si ya no lo son. Fue también este amor el que hizo a San Juan semejante a Jesús, lo hizo también hijo espiritual de María. Jesús te amará, si te asemejas a Él. Para lograrlo, es menester, no que te recuestes visiblemente sobre el corazón de Jesús, sino que Jesús venga a tu corazón, y que no tengas tú otra voluntad que la suya. Tener los mismos gustos, y las mismas repugnancias, he ahí la verdadera amistad. (San Jerónimo).

El amor de Dios
 Orad por el aumento de la caridad.

ORACIÓN
   Dignaos, oh Dios de bondad, derramar sobre vuestra Iglesia los rayos de vuestra luz celestial, a fin de que iluminada con las enseñanzas de San Juan, vuestro Apóstol y Evangelista, alcance las recompensas eternas. Por J. C. N. S. Amén.


  • Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

26/XII/+2018 BEATA VICENTA MARÍA DE VICUÑA, Virgen Fundadora

26 de diciembre

BEATA VICENTA MARÍA DE VICUÑA, Virgen Fundadora

(1890 P.C.)


   "La angelical fundadora" fue llamada ya en vida la madre Vicenta María, no sólo entre sus religiosas Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico, sino por cuantos conocieron su infantil gracia y atractivo, su virginidad y delicadeza. Además comenzó su fundación a los veinte floridos años. Dios le concedió nacer en la católica Navarra y de una familia dignísima, de la más cristiana ejemplaridad. Don José María López "se declara" a doña Nicolasa de Vicuña (ambos de limpio y blasonado linaje) después de diez años de platónicas ilusiones: "Créame usted, no conozco sus atractivos físicos, pero sí sus prendas morales, las únicas que ha bastantes años admiro como dechado de la juventud,"
   Por la novia escribe su hermano; con el director espiritual han aconsejado que "la razón y delicadeza no dan lugar a más dilaciones geniales" y que con fecha 16 de noviembre de 1842 ha dado una respuesta "afirmativa categóricamente".
   Ella vivía en Estella y acuerdan su primera entrevista. Cabalga en compañía de un su deudo, canónigo pamplonés, y, rezando el rosario, llegan a la soñada entrevista. Fue tan delicada y discreta que al regreso escribe desde Cascante a la prometida:
   "¡Qué fríamente me despedí de ti! Agitado mi espíritu con aquella primera despedida, aunque quise alargar la mano para estrechar la tuya inocente, el temor de ofender tu limpia honestidad me obligó a retirarla con presteza."
   De tales padres había de brotar el virginal lirio de pureza que el Señor les concedió el 22 de marzo de 1847 y se había de llamar en el bautismo del mismo día Vicenta María Deogracias Bienvenida. Era en Cascante de Navarra.
   En su primer cumpleaños sabe ya pronunciar los nombres de Jesús y de María y balbucear las primeras oraciones. Había que verla: "Calzadita, en las rodillas de su amante madre; mostraba carita de ángel, ojos azules, cabello de oro, blancura de jazmín en el cutis, sonrosadas las mejillas y, por añadidura, las seis perlas ornato de su boca, que parecía un coral".
   Su primera catequesis la recibió sentada en la sillita que su padre le ponía sobre la mesa de su despacho. Si se distraía, la severidad paterna la asustaba con el resorte de una cajita que hacía saltar un perro de juguete; si persistía la distracción, era ésta la amenaza:
   "Mira, niña, que aún no sabes a qué huelen las manos de tu padre."
   Pero no había lugar a ello, porque con sus cuatro añitos ya se escapa al atrio de la iglesia vecina y enseña lo que aprendió de su padre a las niñas que esperaban la hora de la doctrina.
   Todas las tardes a la parroquia,
   -Tía, ponme la mantilla clara bordada para ir bien maja al rosario.
   Y al regresar de la bendición eucarística, impregnada su mantilla de incienso, la ofrecía:
   -¡Mirad! ¡Huele a cielo!
   El señor tío don Joaquín era un sacerdote santo y docto: "Más de doscientas arrobas de libros tendría en su habitación, llena hasta la ventana", decia una vieja de Cascante.
   Aborrecía a los chiquillos su severa gravedad; pero Vicentica le cautivó de manera que se la llevaba de paseo hasta la ermita de la Virgen del Romero; por el camino rezaba el breviario y enseñaba a la sobrinita en latín el credo, el Pater, el Ave Maris stella.
   Ya en el templo, le muestra la lucecita del sagrario y le enseña a pedirle a Jesús que guarde su corazón en aquella casita dorada.
   Mientras acaba sus rezos el señor tío don Joaquín, Vicenta recorre la iglesia con genuflexiones, simulando un vía crucis. Sabe a los seis años recitar versos y leer "el libro de Santa Teresa'; la llaman "la abogadillo".
   Repite los sermones del padre misionero; se interesa por los pobres y goza en repartirles sus limosnas; ellos la llaman "la niña santica" .
   El día de la Inmaculada de 1853, orando en la parroquia de San Andrés, de Madrid, una señora pide al Señor que le inspire lo que ha de hacer para salvar a las muchachas que llegan a la corte para servir y se ven en tantos peligros de cuerpo y alma. Al salir del templo ve una casita en la calle de Lucientes con el letrero: Se alquila. La toma: será el solar primero de la Congregación para el Servicio Doméstico; allí recoge las primeras sirvientas sin colocación.
   La señora era doña Eulalia de Vicuña; con ella y con su esposo y hermano llega Vicenta a compartir la vida madrileña. Aquellos sus parientes en nada desmerecen de la religiosidad y edificante rectitud de su familia de Cascante.
   Don Manuel María de Vicuña es "el padre de los pobres" y para ellos gratuitamente ejerce su abogacía. Con doña Eulalia visitan caritativamente la cárcel de mujeres y dan vida a la asociación de la Doctrina Cristiana.
   Tiene Vicenta sólo siete años; una familia amiga la convida al teatro Real. Ella se resiste:
   -Mi abuelita no fué nunca al teatro y yo quiero imitarla en eso.
   Más adelante lo razonaba:
   "Siempre me pareció cosa del diablo aquello de salir de noche, asistir a cosas fingidas, volver a casa tan tarde, perder el sueño, malgastar el dinero y trastornar el orden."
   En Madrid tiene ya director espiritual, distribución de tiempo, que va ocupadisimo desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche, con misa diaria, estudio de letras, labores, francés, piano, visita al Santísimo, rosario, lectura espiritual. Y casi todos los dias va con su tía Eulalia al Establecimiento que amplia la vieja casita de las sirvientas.
   Y aún su madre escribe: "Mucho me alegraré de que mi hija reciba una instrucción esmerada y brillante; pero hermana mia muy querida, mi deseo principal es que me la eduquéis para santa".
   Bien podía escribir quien la trataba: "Es no sólo una santa, sino una santa de muchísimo talento".
   Sin embargo, tuvo que hacer penitencia de sus tres grandes pecados de estos años. El primero, que se metió en una habitación que se estaba pintando; con su amiguita estropearon la pintura. Doña Eulalia echó la culpa a los pintores, que juzgó descuidados. Pero se presentó en seguida Vicenta a pedir perdón. El segundo, que en El Escorial se presentó con un precioso vestido de manga sólo hasta el codo y un ligero escote:
   -¡Iba yo poco modesta! ¡Quién sabe si otras niñas seguirían mi mal ejemplo!
   El tercero, que se hizo la remolona al quitarse un vestido "que la favorecía", desobedeciendo a doña Eulalia.
   -Pues en una niña de ocho años, eso no es cosa tan grave—decían.
   -El día del juicio me conocerán—replicaba la niña.
   En Cascante pasa el verano: el pueblo arde en fiestas y Vicenta, con su elegancia madrileña, estaba hecha una preciosidad. Tanto que al pasar el rey consorte, don Francisco de Asís, pregunta al alcalde:
   -¿Quién es esa linda señorita?
   -Señor, es una santita, sobrina mia.
   -Se lo dicen a Vicenta y le insinúan como posible novio a un espléndido muchacho. Pero Vicenta dictamina:
   -Ni con un rey ni con un santo. Seré sólo de Dios.
   En los ejercicios espirituales de 1866, el padre Soto, S. I., le propone el método clásico de "la elección de estado". Escribe a dos columnas ventajas e inconvenientes de ser salesa o seguir la fundación que iniciara su tía.
   Terminan los ejercicios; su parienta la salesa, que espera ansiosa verla en su religión, le pregunta qué determina:
   -Las chicas han triunfado- responde la que va a ser fundadora.
   Pone manos a la obra, y comienzan las hostilidades y las pruebas. Tan joven y en un ministerio tan peligroso. Se opone hasta su tía Eulalia y don Manuel, su esposo, que la trata de soberbia e irrazonable, y su buen padre, que quiere "antes verla capuchina de Pinto", alega sus "derechos de patria potestad para no tolerar que se exponga a ser pervertida por las muchachas en vez de ganarlas...".
   Se la llevan a Cascante y aprietan la oposición; estalla la revolución de 1868, que expulsa a las religiosas de su convento, enferman sus padres, se muere la tía que les acompañaba y no le deja su padre tomar ese estado que juzga "estado de perdición".
   -¿Y si me muriera o me fuera capuchina? Igual de solos les dejaria—dice la joven.
   Cae enferma grave. Aterrado su padre, cree ver en la enfermedad un aviso del cielo, y le da permiso para regresar a Madrid. Ya puede entregarse a fundar las entonces llamadas Hermanas del Santo Celo. Aquel celo bíblico de la casa de Dios que la consumía.
   Lentamente, en el quinquenio 1871-1876 se va perfilando la institución. Ya en 1869 se trasladan con su tía Eulalia y otras jóvenes a la casa de San Miguel, 8, donde tienen vida común, distribución de tiempo, pobreza grande. Doña Eulalia, ya viuda, vende sus trajes y joyas para sostener la casa y remienda unas botas de paño negro, porque con lo que ahorra puede dar de comer a una chica lo menos diez dias,
   Y Vicenta, "la abogadillo", arregla la herencia de sus tíos y de sus padres en Cascante, donde le sorprende la guerra civil de 1873 y la incomunica.
   Vuelta a Madrid; bajo la dirección del padre Hidalgo, S. I., lee las Constituciones de la Compañía y otras más recientes y prepara las suyas.
   El padre escribe:
   "Se le presentaba con el espiritu recogido en Dios; suplicaba las luces del Espiritu Santo y de la Virgen con el Ave Maria. Regla hubo que le costó dos meses de oración, comuniones, penitencias y otras santas industrias".
   Y así quedaron de manera que "no hubo que darles entonces, ni al revisarlas la Santa Sede, la más ligera plumada' .
   El 11 de julio de 1876, en el altar que preside una bellísima Inmaculada Concepción, da el habito a las tres primeras religiosas el obispo auxiliar de Toledo, que pronto será el cardenal Sancha.
   Enturbiaban la alegría penas actuales y visión profética de las venideras. El padre seguía hostil en Cascante y la madre continuaba su resistencia pasiva. Cuando supo el padre que le habian cambiado el nombre, al tomar el hábito, por el de Maria de la Concepción, escribió:
   "Yo no reconoceré a otra hija que a Vicenta Maria. Sabes las consecuencias jurídicas de ese cambio".
   El prelado volvió a renovarle su nombre bautismal, con el que seguirá hasta los altares,
   Crece el Instituto; se inaugura nuevo noviciado, tan acogedor y espiritual que "allí no hay más remedio que hacerse santa",
   Un ruidito, tic,tac, tic,tac, escuchan medrosas las novicias, ¿Un reloj? ¿Un ladrón? ¿Las brujas?... Son las disciplinas que se da la madre fundadora.
   Treinta años tiene la madre, y el canónigo Cascajares, futuro cardenal, las llama a Zaragoza. Es la segunda casa de la fundación a los pies de la Virgen del Pilar; la noche entera en el tren, convertido el vagón en capilla de noviciado: la mañana en la Santa Capilla; inauguración solemne la víspera de la Inmaculada: terminan las alegrías inaugurales, comienza la desbandada, se va de obispo de Calahorra el canónigo Cascajares, se disuelve la Junta de señoras, los recursos menguan, y en el crudo invierno, buscando aportaciones, tiene que ir "subiendo y bajando escaleras desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde". Mas la Virgen les envía al padre Pujol, S. I., que va a ser la providencia y aliento de la casa.
   No menos apuros y consolaciones en la fundación inmediata de Jerez, y en la inauguración de la bella capilla del noviciado, y en las nuevas entradas de religiosas; y los primeros votos en el domingo de la Trinidad de 1878 con el nombre de Congregacion del Servicio Doméstico.
   Y tantas emociones, preocupaciones y trabajos agotan las fuerzas de la madre, que tiene la amenazadora hemoptisis, augurio entristecedor para toda la comunidad de la corta existencia de su fundadora.
   Reacciona un poco la salud y se multiplican las fundaciones. Valladolid, Sevilla, Barcelona, con el apoyo de aquella santa mujer doña Dolores Chopitea; la de Fuencarral, espléndida casa generalicia de la Congregación.
   Y entretanto la pérdida del "millón de reales" que se le llevó al administrador una jugada de Bolsa y puso a la madre Vicenta en trance de sostenerse sólo con la divina Providencia.
   Con gozo recibe de Roma el Decretum laudis de la Congregación, que las llama definitivamente Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico. La fundadora exponía su primordial objetivo:
   "¿Y quién puede tener más peligros que una pobre sirvienta? Se halla en la edad de las ilusiones, cuando fácilmente se creen las palabras, porque no se ha sufrido aún ningún desengaño. Virgen a merced de sus caprichos en hogar desconocido; sin calor de interés y menos cariño, y sin la mirada de una madre que las sostenga, que las defienda y que las consuele."
   ¡Para cuántas jóvenes han sido padre, y madre, y misioneras estas religiosas!
   Su específico ministerio de las sirvientas se extendía a escuelas dominicales y nocturnas, catequesis de niñas, residencias de señoritas empleadas y oficinistas, que es el servicio más frecuente en nuestros días, escuelas de hogar, misiones.
   Y la Congregación, mientras tanto, se esparcía multiplicada por todo el mundo.
   Un día el padre espiritual interrumpe su plática y dice a la madre:
   -Salga inmediatamente, obedezca y vaya a cuidar a su padre moribundo.
   Y al verla salir continúa:
   He querido que saliera para poderles hablar libremente de sus virtudes y enseñarles cómo deben seguir lo heroico de su candor, humildad, abnegación, celo y pureza.
   Va a cumplir los cuarenta y tres años y sabe por revelación que es ya ése el límite de su vida.
   Solemnísimo es su viático; escribe a María Asunta:
   "Si me viera con su hermosa colcha amarilla de oro y lujos recibir enamorada el santo viático y casi con perfecta salud..."
   Pero en realidad está gravísima. El padre le indica:
   -Prepárese para recibir la santa unción con la mayor limpieza de alma y con la fortaleza necesaria para permanecer en el amor del Sagrado Corazón hasta la muerte.
   -Amén, amén- responde la madre.
   El 26 de diciembre de 1890, a sus cuarenta y tres años, santamente expiraba, diciendo:
   --¡Jesús mio, misericordia! Jesús, María y José, estad conmigo los tres.
   El cardenal Sancha sale del aposento y, entre lágrimas, dice:
   -No sabe el Instituto lo que pierde; cabe en su cabeza un mundo para santificarlo y otro para gobernarlo.
   Su Santidad Pío XII, en el año santo de 1950, la beatificó. 
JOSÉ ARTERO



*Año Cristiano, Tomo IV, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1966.

26/XII/+2018 SAN ZÓSIMO, Papa

26 de diciembre
SAN ZÓSIMO, Papa


A
   San Zósimo Papa y confesor, en Roma igualmente. Era griego, originario de Misuraca. Fue electo Papa el 18 de marzo del año 417. Tenía un temperamento fuerte.

   Nombró a su protegido, Patrocio de Arlés, metropolita de las provincias de Vienne y de Narbona, poniendo así bajo su control todo el clero de la Galia. Si se hubiera tomado la molestia de informarse, se habría enterado de que nadie, en esa región de Europa, quería a aquel ambicioso. De modo que, de un golpe, se granjeó el rechazo de los galos. En Africa, apelando a decretos de los que nadie había oído hablar, exigió la rehabilitación de Apiario, un sacerdote condenado con toda justicia, de fondo y de forma. Y en cuanto a Pelagio y a Celestio, cuyos evidentes errores ni merecían ser denunciados, estuvieron a punto de convencerle de su estricta ortodoxia. San Agustín se estremeció: ¿llegaría a cometer el papa otro error garrafal? Zósimo, no obstante, terminó condenando a Pelagio y a Celestio en su famosa Epístola tractoria.
   La providencia, felizmente, puso término a «aquel reinado torpe en el que se toleró la intromisión del Estado en los asuntos internos de la Iglesia romana, anegando por un tiempo todo lo que el trabajo silencioso y prudente de sus predecesores había logrado en favor de la independencia de la Iglesia» .

  Murió siendo modelo de Pontífices el año 418. Extendió el uso del cirio pascual a todas las Iglesias. Defendió con más energía que prudencia el principio de los derechos de la Santa Sede.

26/XII/+2018 SAN DIONISIO, Papa

26 de diciembre

SAN DIONISIO, Papa


A

   San Dionisio fue presbítero de la Iglesia de Roma en tiempo de los pontífices Esteban y Calixto II. Habiendo recibido este último la corona del martirio imperando Valeriano en 6 de agosto del año 258, quedó vacante la Santa Sede por la violencia de la persecución casi un año, hasta que nuestro Santo fue electo Papa el 2 de julio del 259.

   A San Dionisio de Alenjandría le llaman hombre admirable y persona eminentemente sabia. San Basilio ensalza hasta lo sumo su caridad, que se extendía hasta los últimos términos del Imperio. Cuando los godos después de haber saqueado a Cesaréa, capital de Capadocia, habían hecho esclavos y cautivos a los más de sus habitantes, escribió el buen Papa una carta de consolación a aquella ciudad, enviándola con un mensajero, y grandes sumas de dinero para el recate de varios cautivos. Dionisio condenó a Sabelio en un Concilio romano, y después confutó las blasfemias de Paulo de Samosata.

   San Atanasio y San Basilio usaron de sus elegantes escritos para probar la Divinidad del Hijo, y el último para probar también la del Espíritu Santo. San Atanasio testifica que los trescientos Padres del Concilio de Nicea no usaron de nuevas expresiones para defender la fe católica, sino de las que recibieron de los referidos pastores de la Iglesia, copiando particularmente las de San Dionisio Romano, y su amigo del mismo nombre, el Alejandrino. Este Santo Papa murió el 26 de diciembre del año 268.

26/XII/+2018 SAN ESTEBAN, Protomártir

26 de diciembre
SAN ESTEBAN, Protomártir

Esteban, lleno de gracia y de fortaleza,
obraba grandes prodigios y milagros entre el pueblo.

(Hechos de los Apóstoles, 6, 8).

   San Esteban, primer diácono elegido por los Apóstoles para la distribución de las limosnas entre los fieles, fue también el primer mártir de Jesucristo: ¡qué gloria! Reprochó vivamente a los judíos el que hubieran echado mano a traición y dado muerte al Justo, al Mesías prometido, y lo confesó magníficamente ante Caifás y el gran Consejo. Hasta vio que los cielos se abrían y a Jesús a la diestra del Padre. Llenos de furor, los judíos lo arrastraron fuera y lo lapidaron mientras Esteban, de rodillas, pedía a Dios que los perdonase. ¡Saulo, el futuro gran San Pablo, tenía sus vestiduras!

MEDITACIÓN
SOBRE LA MUERTE
DE SAN ESTEBAN
   
I. San Esteban se declara abiertamente discípulo de Jesucristo. No teme la muerte porque está lleno de gracia y de fortaleza; y esta gracia y esta fortaleza le vienen de su fe. La vista del cielo, que se abrió ante sus ojos, lo hace insensible a los tormentos. Si tuviese yo un poco de fe, si de tiempo en tiempo  considerase la corona que Dios me prepara en el cielo, ¿qué temería aquí en la tierra? ¿qué amaría fuera de Vos, oh mi dulce Jesús?
   
II. Soporta valerosamente la muerte y, al morir, ruega por los que lo apedrean. Sufre tú por Jesús las persecuciones y la muerte, si es necesario. Nada podrías hacer por Él de lo cual no te haya dado ejemplo; pero sufre orando por los que te persiguen. ¿Sabes por qué San Esteban perdona tan fácilmente a sus enemigos? Porque la crueldad de ellos prepara su triunfo. ¿Cómo quieres que se irrite contra aquellos que le abren la puerta del cielo ? (San Eusebio).

   
III. Los Hechos de los Apóstoles dicen, al referir la muerte de este santo, que se durmió en el Señor. Su muerte fue, pues, semejante a un dulce sueño: fue, en efecto, el término de todos sus trabajos y el comienzo de su reposo. Señor, concededme la gracia de morir con la muerte de los santos, con esta muerte tan preciosa ante vuestros ojos. Alma mía, vivamos, suframos, trabajemos, como los santos, y moriremos con la muerte de los santos. ¡Que muera yo con la muerte de los justos!

La caridad
Orad por vuestros enemigos.

ORACIÓN
   Señor, concedednos la gracia de imitar a aquellos a quienes honramos, a fin de que aprendamos a amar a nuestros enemigos, pues celebramos el nacimiento al cielo del que oró a Jesucristo Nuestro Señor por sus mismos verdugos. Amén.
   


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo IV, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa