PRIMER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
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(Ornamentos verdes )
Otra vez vuelve a aparecer en la liturgia el color verde, el color del olivo, que nos recuerda a Cristo, Maestro ungido; el color de la esperanza, pues ya estamos redimidos y, en esperanza, poseemos ya la gloria del cielo; el color de los nuevos frutos, de los neófitos, bautizados en los pasados meses, que ahora cultivan su vida sobrenatural. Antiguamente este día se llamaba Domingo de la misericordia. El Evangelio nos exhorta a tenerla con nuestros prójimos, como Dios la ha tenido con nosotros. "La caridad de Dios con nosotros se hizo bien patente en el hecho de enviar a su Hijo al mundo, para que vivamos por Él". Seguros de los sentimientos de su corazón de Padre, podemos cantar: "En tu bondad he confiado, oh Señor, y mi corazón se ha estremecido de alegría al verme por ti salvado" (Introito). "Yo dije: Señor, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque pequé contra Ti" (Gradual). "Puesto que Dios nos ha amado de esta manera, debemos también nosotros amarnos unos a otros" (Epístola). Esta Misa se dice los días de feria, durante la semana. |
Introito. Ps 12.
INTROITUS - Domine, in tua misericórdia sperávi: exultávit cor meum in salutárituo: cantábo Domino, qui bona tríbuit mihi. - Ps. ibid. !. Usquequo, Domine obliviscéris me in finem? úsquequo avértis fáciem tuam a me? V. Gloria Patri. | Introito - En tu bondad he confiado, oh Señor, y mi corazón se ha estremecido de alegría al verme por ti salvado: por eso cantaré al Señor, que me ha colmado de bienes. - Ps. ¿Hasta cuándo, Señor, harás como que te olvidas de mi? ¿Hasta cuándo harás como que no me miras? V. Gloria al Padre. |
Oración-Colecta
ORATIO - Deus, in te sperántium fortitúdo, ad ésto propítius invocationibus nostris: et quia sine te nihil potest mortális infírmitas, praesta auxilium grátiae tuae: ut in exsequéndis mandátis tuis, et voluntáte tibi et actióne placeámus. Per Dóminum nostrum. R. Amen | ¡Oh Dios, fortaleza de los que en ti confían! préstate de buen grado a nuestros ruegos, y ya que sin ti nada puede la humana flaqueza, danos el auxilio de tu gracia; a fin de que, al cumplir tus mandamientos, podamos agradarte de hecho y de deseo. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc. R. Amen. |
Epístola
La caridad, entendiendo por ella el amor perfecto a Dios y al prójimo por Él, debe ser el móvil de todas nuestras obras. Ni a Dios ni al prójimo hemos de servir por temor, sino por amor, imitando a Dios que, por amor a nuestras almas, nos envió a su Hijo del Cielo, el cual, por amor a nosotros también, padeció muerte de Cruz.
EPISTOLALectio Epistolae Joánnis Apostoli (1, 4, 8-21) - Carisimi: Deus caritas est. In hoc apparuit caritas Dei in nobis quoniam Filium suum unigenitum misit Deus in mundum ut vivamus per eum . In hoc est caritas: non quasi nos dilexerimus Deum, sed quoniam ipse dilexit nos et misit Filium suum propitiationem pro peccatis nostris. Carissimi si sic Deus dilexit nos et nos debemus alterutrum diligere. Deum nemo vidit umquam si diligamus invicem Deus in nobis manet et caritas eius in nobis perfecta est. In hoc intellegimus quoniam in eo manemus et ipse in nobis quoniam de Spiritu suo dedit nobis. Et nos vidimus et testificamur quoniam Pater misit Filium salvatorem mundi Quisquis confessus fuerit quoniam Iesus est Filius Dei, Deus in eo manet et ipse in Deo. Et nos cognovimus et credidimus caritati quam habet Deus in nobis Deus caritas est et qui manet in caritate in Deo manet et Deus in eo. In hoc perfecta est caritas nobiscum ut fiduciam habeamus in die iudicii quia sicut ille est et nos sumus in hoc mundo. Timor non est in caritate sed perfecta caritas foras mittit timorem quoniam timor poenam habet qui autem timet non est perfectus in caritate. Noss ergo diligamus quoniam Deus prior dilexit nos. Si quis dixerit quoniam diligo Deum et fratrem suum oderit mendax est qui enim non diligit fratrem suum quem vidit Deum quem non vidit quomodo potest diligere. Et hoc mandatum habemus ab eo ut qui diligit Deum diligat et fratrem suum | Lección de la Epístola 1ª del Apóstol S. Juan: (4, 8-21) - Carísimos: Dios es caridad. En esto se demostró la caridad de Dios para con nosotros, en que Dios envió al mundo a su Hijo Unigénito, para que por El tengamos vida. En este consiste la caridad: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que El nos amó primero a nosotros, y envió a su Hijo, para que pagase por nuestros pecados. Carísimos, si Dios nos amó de esta manera, también debemos amarnos unos a otros. Nadie vio jamás a Dios. Si nos amamos los unos a los otros, Dios mora en nosotros, y su caridad es perfecta en nosotros. En esto conocemos que vivimos en Él, y Él en nosotros: en que nos ha comunicado su Espíritu. Y nosotros fuimos testigos de vista, y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo. Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios nos tiene. Dios es caridad, y el que permanece en la caridad en Dios permanece, y Dios en él. La perfección de la caridad de Dios con nosotros es tal, que nos llena de confianza para el día del juicio: pues tal como Él fue, así somos nosotros en este mundo. En la caridad no hay temor: sino que la caridad perfecta echa fuera el temor servil, porque el temor tiene su pena: y así el que teme, no es perfecto en la caridad. Nosotros, por lo tanto, amemos a Dios, ya que Dios nos amó primero. Si alguno dijere: "yo amo a Dios", y aborreciere a su hermano, es un mentiroso. Porque quien no ama a su hermano, a quien ve, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ve? Y sin embargo, este mandamiento tenemos de Dios: el que ama a Dios, ame también a su hermano. |
GRADUALE (Ps. 40 ,5 et 2) - Ego dixi, Dómine, miserére mei: sana ánimam meam, quia peccávi tibi. V. Beátus qui intelligit super egénum et páuperem: in die mala liberábit eum Dóminus. Alleluia, alleluia. V.(Ps. 5, 2) - Verba mea áuribus pércipe, Dómine: intéllige clamorem meum. Alleluia. | Gradual - Yo dije: Señor, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque pequé contra Ti. V. Bienaventurado el que se preocupa del necesitado y del pobre; en el día del juicio le librará el Señor. Aleluya, aleluya - V. Presta, Señor, oídos a mis palabras, oye mis gemidos, Aleluya. |
Evangelio
Jesús nos da reglas concretas acerca de nuestro comportamiento con el prójimo, advirtiéndonos que como nosotros lo tratemos, así seremos por Dios tratados en el día del Juicio Dios no usará dos pesas ni dos medidas: como nos hayamos comportado nosotros con los demás, así se comportará Él con nosotros. La advertencia es bien categórica.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucas ( 6, 36-42) In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Estote ergo misericordes sicut et Pater vester misericors est nolite iudicare et non iudicabimini nolite condemnare et non condemnabimini dimittite et dimittemini date et dabitur vobis mensuram bonam confersam et coagitatam et supereffluentem dabunt in sinum vestrum eadem quippe mensura qua mensi fueritis remetietur vobis dicebat autem illis et similitudinem numquid potest caecus caecum ducere nonne ambo in foveam cadent. Non est discipulus super magistrum perfectus autem omnis erit sicut magister eius. Quid autem vides festucam in oculo fratris tui trabem autem quae in oculo tuo est non consideras et quomodo potes dicere fratri tuo frater sine eiciam festucam de oculo tuo ipse in oculo tuo trabem non videns hypocrita eice primum trabem de oculo tuo et tunc perspicies ut educas festucam de oculo fratris tui Credo. | U Continuación del Santo Evangelio según San Lucas. - En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis(1), y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; se os depositará en el seno una buena medida, apretada, y bien colmada y desbordante. Porque con la misma medida con que midiereis, se os volverá a medir. Decíales también este símil: ¿Acaso podrá un ciego guiar a otro ciego?(2) ¿No caerán ambos en el hoyo? No es el discípulo más que el maestro. Y ¿por qué miras la mota en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que tienes en tu ojo? O, ¿cómo puedes decir a tu hermano: Déjame, hermano, sacarte la mota del ojo, no viendo tú la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y después verás cómo sacar la mota del ojo de tu hermano (3). Credo. |
OFFERTORIUM - Iténde voci oratiónis meae, Rex meus, et Deus meus: quóniam ad te orábo, Domine. | Ofertorio - Oye la voz de mi oración, Rey mío y Dios mío: porque a ti voy a orar, ¡oh Señor! |
Oración-Secreta
Hstias nostras, quaesumus, Domine, tibi dicátas placátus assúme: et ad perpétuum nobis tríbue provenire subsidium. Per Dominum. | Acepta, Señor, complacido, las hostias que te ofrecemos, y haz que se conviertan para nosotros en perpetuo auxilio. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc. |
Prefacio de la Santísima Trinidad
Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus... | Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:: Santo, Santo, Santo, etc. |
COMMUNIO Ho | Comunión. - Proclamaré todas tus maravillas: me alegraré y me regocijaré en ti: cantaré loores a tu nombre, oh Altísimo. |
Oración-Postcomunión
Se Per Dominum nostrum | Después de haber sido colmados de tan grandes bienes, haz Señor, que los aprovechemos para nuestra salvación y que cantemos eternamente tus alabanzas. Por Nuestro Señor Jesucristo. |
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