ELEMENTOS NATURALES DE LA LITURGIA
1. Elementos naturales. La luz y el agua. El pan y el vino. Los metales preciosos
y las flores. 2. Significación y uso de los elementos naturales en la Liturgia.
y las flores. 2. Significación y uso de los elementos naturales en la Liturgia.
La Liturgia toma los elementos que en la misma intervienen, unos de la naturaleza y otros de las bellas artes, especialmente de la música y de la literatura. Bien es cierto que otras bellas artes, como la escultura y la pintura, también le suministran elementos
1. Elementos naturales. La luz y el agua. El pan y el vino. Los metales preciosos y las flores.
La Liturgia, enamora da de Dios, llama en su ayuda a la naturaleza entera y a las 'bellas artes, para hacer más solemne el culto a la divinidad y para conmover más hondamente el corazón de los fieles y llevarlos hacia su Creador y Señor.
La creación entera, los mares y las montañas, los prados y los bosques, los animales terrestres y las aves, los cielos y la tierra, - forman un himno- a la sabiduría y al poder del Supremo Hacedor. El sublime canto «Benedicite omnia opera Domini, Domino», con que alabaron a Dios los tres jóvenes hebreos, al ser arrojados al horno de Babilonia, es una poética invitación a todos los seres a bendecir al Señor que los ha criado. El más precioso don que el Señor ha hecho al hombre es la luz. Pues la luz el hombre la consagra a Dios, haciéndola intervenir en los actos litúrgicos; sirve para iluminar los al tares y el templo, y es indispensable en la celebración de la Santa Misa. La vela encendida. y la lámpara son luz, imagen de la ver dad religiosa que Cristo trajo a la tierra y que por medio de la fe debe iluminar nuestras inteligencias, y son fuego, imagen del amor al Señor que debe abrasar nuestros corazones. Por esto en el Santo Bautismo se nos entregó una vela encendida. «La vida de los justos, dice el Sabio, es semejante a la luz que avanza y crece, hasta el día perfecto». (Prov. IV-18) La lámpara, que arde ante el sagrario, muestra a los fieles dónde está instalado en la tierra el trono del rey del cielo. Jesús, la sabiduría increada, tanto amó a las criaturas in sensibles que, al agua natural la elevó al rango de vehículo misterioso de la gracia, y la hizo materia del Sacramento del Bautismo; elemento indispensable para nuestra salvación. Dijo Jesús a Nicodemus: «El que no renazca por el agua, no puede entrar en el reino de los cielos». (S. Juan III-3) Recordemos también que el pan y el vino son la materia que en el Sacrificio de la Misa reciben el honor de convertir se en el cuerpo y sangre de N. S. Jesucristo; que el óleo y el bálsamo, consagrados por el Obispo, se usan para las unciones en el Santo Bautismo, en la Confirmación, en la Extremaunción y en la ordenación de sacerdotes. y el oro y la plata, y las flores y los perfumes sirven para ornato de nuestros altares y para testimoniar a Dios que le reconocemos por dueño y Señor de todas las cosas.
Significación y uso de los elemento naturales de la Liturgia
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