DOMINGO 26 (DE 27) DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DOMINGO 26º 
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Semidoble - Ornamentos verdes
   Con este domingo se cierra el Ciclo de Navidad. Empezó con la visión de un Niño, al parecer impotente, y termina con el anuncio de la gran Iglesia Católica, centro religioso y cultural hacia el cual convergen, veintiún siglos ha, todas las preocupaciones de los pueblos y de los individuos, tanto si son amigos como si son adversarios. Ha crecido y sigue creciendo a semejanza de una semilla, con una fuerza íntima, vital, irresistible. No hay familia, ni estado, ni organización en el mundo que sea tan viejo como ella ni que tenga su prodigiosa juventud. Es árbol que se levanta hasta el cielo y que extiende sus raíces por toda la redondez de la tierra. Gracias a esa iglesia, gracias a la continua y pujante fermentación de su espiritual levadura, en veintiún siglos todo ha cambiado en el mundo: el individuo, la familia, la sociedad, la política, la economía, las costumbres, el arte, el derecho, la filosofía. Necesitaríamos vaciar toda la sangre de nuestras venas, para arrancar por completo de nosotros esa savia cristiana. Lo único que va quedando en las sociedades modernas es esa generos levadura evangélica, que apenas se advierte, si se quiere, pero que al soplo vivificante del Divino Espíritu, irá perpetuando el milagro de la renovación.

IntroitoPs. 96, 7-8
INTROITUS Dicit Dóminus: Ego cogito cogitatiónes pacis, et non afflictiónis: invocábitis me, et ego exáudiam vos: et redúcam captivitátem vestram de cunctis locis. Ps. 84, 2 Benedixísti, Dómine, terram tuam: avertísti captivitátem Jacob. Gloria Patri.   Dice el señor: Yo abrigo pensamientos de paz, y no de cólera; me invocaréis, y Yo os oiré; y haré volver a vuestros cautivos de todos los lugares. - Ps.. Has bendecido, Señor, a tu tierra; has terminado con la cautividad de Jacob. V. Gloria al Padre.
Oración-Colecta
   Praesta, quaesumus, omnipotens Deus: ut semper rationabilia meditantes, quae tibi sunt placita et dictis exsequamur, et factis. Per Dominum   Te suplicamos, oh Dios omnipotente, hagas que meditando siempre lo que es razonable practiquemos con palabras y con obras lo que a Ti te agrada. Por el Señor
Epístola
   San Pablo se consuela recordando a los fieles de Tesalónica los frutos de su predicación en aquélla ciudad, así como en Acaya y en Macedonia, frutos que confirmaban el carácter sobrenatural de su apostolado, y se fija para asefurarse de ello, en la vida ejemplar de sus habitantes.
   Lectio Epístolæ beáti Páuli Apóstoli ad Tealonicenses. Sal. 1, 2-10    Fratres: gratias agimus Deo semper pro omnibus vobis, memoriam vestri facientes in orationibus nostris sine intermissioni, memores operis fidei vestrae, et laboris, et caritatis, et sustinentiae spei Domini nostri Jesu Christi, ante Deum et Patrem nostrum: scientes fratres, dilecti a Deo, electionem vestram: quia Evangelium nostrum non fuit ad vos in sermone tantum, sed et in virtute, et in Spiritu Sancto, et in plenitudine multa, sicut scitis quales fuerimus in vobis propter vos. Et vos imitatores nostri facti estis, et Domini, excipientes verbum in tribulatione multa, cum gaudio Spiritus Santi: ita ut facti sitis  forma omnubus credentibus in Macedonia et in Achaia. A vobis enim diffamatus est sermo Domini non solum in Macedonia, et in Achaia, sed et in omni loco fides vestra, quae est ad Deum, profecta est, ita ut non sit nobis necesse quidquam loqui. Ipsi enim de nobis annuntiant qualem introitum habuerimus ad vos: et quomodo conversi estis ad Deum a simulacris, servire Deo vivo, et vero, et exspectare Filium ejus de coelis (quem suscitavit es motuis) Jesum, qui eripuit nos ab ira ventura.





   Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los . Tesalonicenses (I, 2-10) Hermanos: Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo sin cesar memoria de vosotros en nuestras oraciones acordándonos delante de Dios y de nuestro Padre de la obra de vuestra fe, y del trabajo, y de la caridad de la firmeza de su esperanza en Nuestro Señor Jesucristo, sabiendo, hermanos, queridos de Dios, que habéis sido escogidos; porque nuestro Evangelio no les fue predicado sólo con palabras, sino también con poder. y con el Espíritu Santo y con plena convicción. Tampoco ignoráis que, si hemos permanecido entre vosotros ha sido por vuestro bien. Y vosotros os hicisteis imitadores nuestros, y del Señor, recibiendo la palabra, en medio de muchas tribulaciones con la alegría del Espíritu Santo: de tal modo, que os habéis convertido en modelo para todos los fieles de Macedonia y de Acaya. Porque no sólo ha sido divulgada por vosotros la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya, sino que también vuestra fe se ha hecho conocer en todo lugar, de suerte que no tenemos necesidad de hablarles de esto pues ellos mismos nos refieren la acogida que tuvimos entre vosotros y cómo los han convertido de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero, y para esperar la vuelta, desde los cielos, de su Hijo Jesús (a quien Él resucitó de entre los muertos), el cual nos libró de la ira venidera.
  Salmodia
  
GRADUALE  Ps. (
43, 8-9Liberásti nos, Dómine, ex affigéntibus nos: et eos, qui nos odérunt, confudísti. V. In Deo laudábimur tota die, et in nomine tuo confitébimur in sæcula.
Allelúja, allelúja. V. Ps. 129, 1-2 De profúndis clamávi ad te, Dómine: Dómine, exaudí oratiónem meam. Allelúia
. 
    Gradual. - Señor, Tú nos has librado de aquellos que nos afligían, y has confundico a los que nos aborrecían. V. En Dios nos gloriaremos todo el día, y en tu nombre te alabaremos en los siglos.   Aleluya, aleluya.- V. Desde el abismo clamé a Ti, Señor; escucha mi oración.   Aleluya.
Evangelio
   La Iglesia es como el grano de mostaza: pequeña al principio, que ni siquiera mereció contar como institución humana, se ha convertido en la mayor, más gloriosa y amparadora de las instituciones del mundo. Y también es semejante a la levadura: a su contacto todo vive y rejuvenece, y mientras los pueblos y las generaciones humanas pasan delante de Ella como en un desfile de aparato, Ella permanece como un signo de eternidad.
 U Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joanem. J. 13, 31-35 - In illo témpore: Dixit Jesus turbis parabolam hanc: Simile est regnum coelorum grano sinapis, quod  accipiens homo seminavit in agro suo: quod minimum quidem est omnibus seminibus: cum autem creverit, majus est omnibus oleribus, et fit arbor ita ut volucres coeli veniant et habitent in ramis ejus. Aliam parabolam locutus est eis: Simile est regnum coelorum fermento, quod acceptum mulier abscondit in farinae satis tribus, donec fermetatum es totu,. Haec omnia locutus est Jesus in parabolis ad turbas; et sine parabolis non loquebatur eis: ut impleretur quod dictum erat per Prophetam dicentem: Aperiam in parabolis os meum, eructabo abscondita a constitutione mundi.
Credo.
     Continuación del Santo Evangelio según San Juan (XIII,31-35) - En aquel tiempo dijo Jesús a las turbas esta parábola: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que toma un hombre y lo siembra en su campo. El cual grano es ciertamente la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es mayor que todas las legumbres, y se hace árbol, de modo que los pájaros del cielo vienen y anidan en sus ramas. Les dijo esta otra parábola: El reino de los cielos es semejante al fermento que toma una mujer y lo esconde en tres celemines de harina, hasta que la hace fermentar toda. Todo esto se lo dijo Jesús a las turbas en parábolas; y no les hablaba sin parábolas para que se cumpliera lo dicho por el Profeta; Abriré mi boca en parábolas, diré cosas ocultas desde la creación del mundo. Credo.   
   OFFERTORIUM -  Ps. 129, 1-2 - De profúndis clamávi ad te, Dómine: Dómine, exaudí oratiónem meam: de profúndis clamávi ad te, Dómine.   Ofertorio - Desde el abismo clamé a Ti, Señor. oye mi oración; desde el abismo clamé a Ti, Señor. 
Oración-Secreta
    Haec nos oblatio, Deus, mundet, quaesumus, et renovet, gubernet, et protegat. Per ...   Te suplicamos, oh Dios, hagas que esta oblación nos purifique y renueve, nos gobierne y proteja. Por el Señor. 
   Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus
   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:
  COMMUNIO   Marc. 11, 24 - Amen dico vobis, quidquid orantes pétitis, crédite quia accipiétis, et fiet vobis.    Comunión. En verdad os digo que todo lo que pidiereis en la oración, creed que lo recibiréis, y os sucederá conforme a vuestro deseo.
Oración-Postcomunión

    Caelestibus, Domine, pasti deliciis, quaesumus, ut semper eadem, per quae veraciter vivimus, apperetamus. Per Dominum    Apacentados, Señor, con estas celestiales delicias, te suplicamos hagas que apetezcamos siempre aquellas cosas que nos dan la verdadera vida. Por el Señor...

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Acerca de la Santa Misa