9 de noviembre
DEDICACIÓN DE LA ARCHIBASÍLICA DEL SANTÍSIMO SALVADOR
(Comúnmente llamada "San Juan de Letrán")
Jesús dijo a los que vendían palomas [en el templo]:
Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa
de mi Padre una casa de tráfico.
Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa
de mi Padre una casa de tráfico.
(Juan, 2, 16)
Constantino el Grande, después de su victoria sobre Majencio, se declaró protector de los cristianos e hizo edificar un gran número de iglesias. La más célebre es la Basílica del Santísimo Salvador, edificada sobre el emplazamiento del antiguo palacio de Letrán. Hizo levantar, en ella, para que sirviese de baptisterio, una capilla dedicada a San Juan Bautista. La gran devoción que se tenía a esta capilla hizo perder a la iglesia, insensiblemente, su primer nombre, y no se la conoció después sino con el nombre de San Juan de Letrán. Allí fue donde residieron los Papas hasta Gregorio IX, muerto en 1241, y esta iglesia ha conservado siempre la preeminencia sobre todos los santuarios de la cristiandad. La fiesta de hoy ha sido establecida en memoria de su consagración.
I. Visita las iglesias lo más frecuentemente que puedas; la iglesia es la casa de Dios, allí es donde sobre todo quiere ser honrado, allí donde gusta derramar sus gracias sobre los que lo invocan. Concurre a ellas a pedir los consejos y los consuelos de que tengas necesidad; que los templos sean tu asilo en tus tentaciones. Si entras en ellos con fe y humildad, no saldrás sino fortificado y consolado. Pero, ¡oh desgracia! Se corre a las diversiones y las iglesias están desiertas. Preferimos los lugares de diversión a los templos donde Dios reside: descuidamos los altares y honramos los teatros. (Salviano).
II. No hagas de la casa de Dios una casa de tráfico. Los hombres trafican en las iglesias cuando, en lugar de orar a Dios, piensan en los negocios del mundo. El demonio trafica en ellas, y ventajosamente para él, cuando persuade a los cristianos a que profanen el lugar santo con sus malos pensamientos y sus continuas distracciones. Estás en la iglesia para rezar a Dios: hazlo con humildad y devoción. III. Todo género de comercio no está prohibido en los templos. Trafica allí con Dios; dale los bienes de la tierra y Él te dará los del cielo; dale tu corazón, pidiéndole que lo llene de su santo amor. Lanza tus suspiros al cielo, y el Espíritu Santo te enviará santas inspiraciones; derrama lágrimas y Dios derramará sus gracias sobre ti; pídele perdón por tus faltas y te las perdonará. Cuando te veo suspirar ante Dios, no dudo que el Espíritu Santo te envía sus inspiraciones, cuando te veo llorar, sé que Dios te perdona. (San Cipriano).
La modestia en la iglesia
Orad por los sacerdotes.
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años renováis para nosotros el día en que este santo templo fue consagrado y nos dais salud para asistir a vuestros santos misterios, escuchad las plegarias, de vuestro templo, y, a todos los que vienen a él a implorar vuestros favores, concededles el gozo de ver cumplidos sus votos. Por J. C. N. S. Amén.
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