El obispo San Fermín murió cuando Clodoveo tenía sitiada su ciudad episcopal y se cuenta que, después de tomar Verdún, el monarca nombró obispo al anciano San Euspicio. Pero éste, que quería ser monje, se negó a aceptar el cargo y propuso a su sobrino Vitón, quien fue elegido en su lugar. El episcopado de San Vitón duró más de veinticinco años. Se cuenta que convirtió a los paganos que quedaban en su diócesis. Sin embargo, los datos que poseemos sobre la vida del santo son legendarios. Por ejemplo, se dice que acabó con un dragón ahogándolo en el Mosa. Actualmente se recuerda sobre todo a San Vitón, por la importante comunidad de benedictinos que lleva su nombre. En efecto, se dice que el santo fundó fuera de las murallas de Verdún un seminario. El año 952 los edificios pasaron a manos de los benedictinos, quienes consagraron la iglesia abacial a San Vitón (Saint Vanne). En 1600, el prior de la abadía, Dom Didier de la Cour, llevó a cabo una profunda reforma, a raíz de la cual las abadías de Saint Vanne y de Moyenmoutier, se convirtieron en el centro de un grupo de abadías reformadas en Lorena, Champagne y Borgoña, que constituyeron la nueva congregación de San Vitón y San Hidulfo en 1604. Catorce años más tarde, los monasterios franceses se separaron para formar la congregación de San Mauro. Ambas congregaciones fueron suprimidas durante la Revolución, pero en 1837, resucitaron para formar con Cluny la congregación de Solesmes. La fiesta de San Vitón se celebra en ls abadías de dicha congregción y en Verdún.
Existe el manuscrito de una biografía latina todavía inédita, de la que Mabillon habla en Acta Sanctorum O.S.B., vol. VI, pte. I, pp. 496-500. Como dicha biografía data de cinco siglos después de la muerte de San Vitón, Mabillon juzgó que no valía la pena publicarla, aunque editó una corta colección de milagros obrados en el santuario del santo. Surio publicó un compendio de la biografía. Véase también Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. III, p. 70. Acerca de Moyenmoutier y la reforma, cb, Gallia Christiana, vol. XIII, pp. 1165 ss.; y L. Jérôme, L'Abbaye de Moyenmoutier (1902).
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