San Santiago de la Marca, cuya fiesta se
celebra el 28 de este mes, recibió del Papa Calixto III la orden de escribir
una biografía de este santo franciscano. Desgraciadamente, no pudo
encontrarse este documento cuando se confirmó el culto del beato, en 1753, de
suerte que tenemos pocos detalles sobre su vida. Gabriel pertenecía a la familia
Ferreti de Ancona. A los dieciocho años ingresó a la Orden de los Frailes
Menores de la Observancia. Durante quince años misionó en La Marca de Ancona,
donde se distinguió por su santidad y milagros. Después, fue nombrado
guardián del convento de la observancia de su ciudad natal. Se cuenta que
difundió mucho entre los frailes jóvenes la práctica de la devoción de la
Corona Seráfica, (que consiste en un rosario en honor de los gozos de Nuestra
Señora), y que la Santísima Virgen mostró milagrosamente cuánto le agradaba
esta devoción. En cierta ocasión, el Beato Gabriel fue acusado ante San Santiago de la Marca por haber
cometido una pequeña falta. Este se fijó más en quien había infringido la
regla que en la pequeñez de la falta, le ordenó que se acusase y que tomase
una disciplina delante de la comunidad. El Beato Gabriel obedeció con gran
alegría y, en señal de amistad, envió a San Santiago un costal de azúcar y una
alfombra para su iglesia. El beato Gabriel murió en Ancona el 12 de noviembre
de 1456. Pío IX, cuyo apellido era Mastai-Ferreti, pertenecía a otra rama de
la familia del Beato Gabriel.
Casi todas las colecciones de vidas de franciscanos hablan del
Beato Gabriel: por ejemplo, hay una noticia biográfica bastante completa en
Mazzara, Leggendario Francescano (1680), vol. II, pte. 2,
pp. 425-427. Es particularmente autorizada la información que proporciona
Wadding, Annales Ordinis Minorum, vol. XII, nn. 206-214. V. M.
Ferreti (1754) y S. Melchiori (1846) publicaron sendas semblanzas
biográficas. Véase también Leon, Auréole Séraphique, vol. IV, pp.
61-66.
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