MISA DEL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS

El Domingo entre la circuncisión y Epifanía
- o a falta de este - el 2 de Enero
SANTÍSIMO NOMBRE
DE
JESÚS

Doble, 2ª clase 
Ornamentos blancos
   El día de la Circuncisión recibió el Divino Niño el Nombre de Jesús, que significa "Salvador", es Nombre sobre todo nombre, porque en él se expresa el carácter esencial del Verbo encarnado, cual es su misión de Salvador. De suerte que llamarle a Jesús con este Nombre, es darle el título más glorioso de todos y el más significativo; por lo que nos suenan a injuria, no a elogio, los dictados altisonantes de gran filósofo, sublime político, trascendental reformista, heroico bienhechor de la humanidad, emancipador del pueblo, y otros cientos con que ha querido honrarle (!) el Naturalismo moderno, elevándolo a la mezquina condición de hombre superior, para despojarle de su aureola divina. ¡No! Jesús es su Nombre, que es -dice San Bernardo-, miel en la boca, música en el oído y melodía en el corazón.
Introito
    INTROITUS Philipp. 2, 10-11
   In nómine Jesu omne genu flectátur, cæléstium, terréstrium, et infernórum: et omnis lingua confiteátur, quia Dóminus Jesus Christus in glória est Dei Patris. Ps. 8, 2. Dómine, Dóminus poster, quam admirábile est nomen tuum in univérsa terra! V. Glória Patri.
     Introito - Al Nombre de Jesús arrodíllense todas las criaturas del cielo, de la tierra y del infierno: y toda lengua confiese que nuestro Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre. - Ps. ¡Oh Señor y Dios nuestro: cuán admirable es tu nombre en toda la tierra! V. Gloria.
Oración - Colecta
   ORATIO - Deus, qui unigénitum Fílium tuum constituísti humáni géneris Salvatórem, et Jesum vocári jussísti: concéde propítius; ut, cujus sanctum nomen venerámur in terris, ejus quoque aspéctu perfruámur in cælis. Per eúmdem Dóminum.   R. Amen   
   Oh Dios, que constituiste a tu  Hijo Unigénito Salvador del género humano y mandaste que se llamara Jesús, concédenos la gracia de gozar un día en el Cielo de la presencia de éste mismo cuyo santo Nombre veneramos ahora en la tierra. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.   R. Amen.
Epístola
   San Pedro explica ante el concilio de sus perseguidores haber obrado el milagrode la curación de un tullido por virtud del Nombre de Jesucristo.
   EPISTOLA
   Léctio Actuum Apostolórum. Act. 4, 8-12
   In diébus illis: Petrus replétus Spíritu Sancto, dixit: Príncipes pópuli, et senióres audíte: Si nos hódie dijudicámur in benefácto hóminis infírmi, in quo iste salvus factus est, notum sit ómnibus vobis, et omni plebi Israël: quia in nómine Dómini nostri Jesu Christi Nazaréni, quem vos crucifixístis, quem Deus suscitávit a mórtuis, in hoc iste astat coram vobis sanus. Hic est lapis, qui reprobátus est a vobis ædiflcántibus: qui factus est in caput ánguli: et non est in álio áliquo salus. Nec enim áliud nomen est sub cælo datum hominibus, in quo opórteat nos salvos fíeri.
Lección de los Hechos de los Apóstoles (IV, 8-12)    En aquellos días: Pedro lleno del Espíritu Santo dijo: Príncipes del pueblo y vosotros ancianos escuchad: Ya que en este día se nos pide razón del bien que hemos hecho a un hombre tullido y que se quiere saber por virtud de quien ha sido curado, declaramos a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel que en nombre de Nuestro Señor Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis, y Dios ha resucitado de entre los muertos, se presenta sano ese hombre ante vuestros ojos. Este Jesús es aquella piedra que vosotros desechasteis al edificar, y que ha venido a ser la piedra angular: y no hay que buscar en ningún otro la salvación: Pues no se ha dado a los hombres otro Nombre debajo del cielo, por el cual debamos ser salvados(1). 
Salmodia
   GRADUALE Ps. 105, 47
   Salvos fac nos, Dómine Deus noster, et congrega nos de natiónibus: ut confiteámur nómini sancto tuo, et gloriémur in glória tua. V. Isai. 63, 16. Tu, Dómine, pater noster, et redémptor noster: a sæculo nomen tuum.
   ALLELÚJA, allelúja. V. Ps. 144, 21. Laudem Dómini loquétur os meum, et benedícat omnis caro nomen sanctum ejus. Allelúja.
   Gradual - Sálvanos, Señor Dios nuestro, y recógenos de entre las naciones; para que confesemos tu santo Nombre, y nos gloriemos en cantar tus alabanzas. V. Tú, Señor, eres nuestro Padre y nuestro Redentor: tu Nombre existe desde la eternidad.       Aleluya, aleluya. V. (Ps. 144) Cantará mi boca las alabanzas del Señor: bendigan todos los mortales su santo Nombre. Aleluya
Evangelio
   El Niño recién nacido es circuncidado y recibe el Nombre de Jesús, que quiere decir "Salvador"
 USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam. Luc. 2, 21
   In illo témpore: Postquam consummáti sunt dies octo, ut circumciderétur puer: vocátum est nomen ejus Jesus, quod vocátum est ab Angelo priúsquam in útero conciperétur.
   Credo.
 U Continuación del Santo Evangelio según San Lucas (II, 21) - En aquel tiempo: Llegado el octavo día en que debía circuncidarse el Niño, se le dio por nombre Jesús: nombre con el cual fue llamado por el Ángel antes que fuese concebido.  Credo.   
   OFFERTORIUM Ps 85, 12 et 5  Confltébor tibi, Dómine, Deus meus, in toto corde meo, et gloriflcábo nomen tuum in ætérnum: quóniam tu, Dómine, suávis et mitis es: et multæ misericórdiæ ómnibus invocántibus te, allelúja.    Ofertorio - Te alabaré oh Señor Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré eternamente tu santo Nombre: porque eres, señor, manso y suave, y todo misericordia para los que Te invocan. Aleluya. 
Oración - Secreta
   Benedíctio tua, clementíssime Deus, qua omnis viget creatúra, sanctíficet, quaésumus, hoc sacrifícium nostrum, quod ad glóriam nóminis Fílii tui, Dómini nostri Jesu Christi, offérimus tibi: ut majestáti tuæ placére possit ad laudem, et nobis profícere ad salútem. Per eúmdem Dóminum.   Que tu bendición, oh Dios clementísimo, por la cual vive toda criatura, santifique este nuestro sacrificio que Te ofrecemos a honra y gloria del Nombre de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo; a fin de que ceda en alabanza agradable a tu Majestad, y sea provechoso para nuestra salvación. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. 
Prefacio propio de Navidad
   Vere dignum et justum est, aequum et salutare nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Quia per incarnati Verbi mysterium, nova mentis nostrae oculis lux tuae claritatis infulsit: ut dum visibiliter Deum cognoscimus, per hunc in invisibilium amorem raplamur, et ideo cum Angelis et Archagelis, cum Thronis et Dominationbus, cumque omne militia coelistis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:    Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc.
    Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar ¡Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Por cuanto, por el misterio de la Encarnación del Verbo, ha brillado a los ojos de nuestra alma un nuevo resplandor de tu gloria: para que, al conocer a Dios visiblemente, seamos por Él arrebatados al amor de las cosas invisibles. Y por eso, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, entonamos a tu gloria un himno, diciendo si cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
    COMMUNIO Ps. 85, 9-10   Omnes gentes quascúmque fecísti, vénient, et adorábunt coram te, Dómine, et glorificábunt nomen tuum: quóniam magnus es tu, et fácíens mirabília: tu es Deus solus, allelúja.
   Comunión. - Todas las gentes que has criado, vendrán, se postrarán delante de Ti y glorificarán tu Nombre, Señor: porque Tú eres grande y hacedor de maravillas: no hay otro Dios sino Tú, aleluya.
Oración - Postcomunión
   Omnípotens ætérne Deus, qui creásti et redemísti nos, réspice propítius vota nostra: et sacrifícium salutáris hóstiæ, quod in honórem nóminis Fílii tui, Dómini nostri Jesu Christi, majestáti tuæ obtúlimus, plácido et benígno vultu suscípere dignéris; ut grátia tua nobis infúsa, sub glorióso nómine Jesu, ætérnæ prædestinatiónis título gaudeámus nómina nostra scripta esse in cælis. Per eúmdem Dóminum.   Oh Dios omnipotente y eterno, que nos has criado y redimido, atiende propicio a nuestros votos, y dígnate recibir con apacible y benigno rostro el sacrificio de la hostia saludable que acabamos de ofrecer a tu Majestad a honra del Nombre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo; para que, mediante tu divina gracia, nos alegremos de ver un día escritos nuestros nombres en el Cielo, en el libro de los predestinados, a seguidas del glorioso Nombre de Jesús. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.  

  • (1) La fe en Jesucristo, pero una fe práctica, es necesaria a los hombres para salvarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa