Ciclo de Navidad o de la Encarnación

PRIMERA PARTE 
DEL 
AÑO ECLESIÁSTICO
EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN
Ciclo
de
NAVIDAD
  • 1) Tiempo de Adviento (Dom. 1º de Adviento al 24 de Dic.)
  • 2) Tiempo de Navidad (24 de Dic. al 13 de Enero)
  • 4) Tiempo después de Epifanía (14 de Enero al Dom. de Septuagésima
1) TIEMPO DE ADVIENTO
   El Adviento nos predica que Jesucristo es el centro de la historia del mundo, la cual comienza con la esperanza de su venida de gracia y terminará con su postrer y glorioso advenimiento. Y la liturgia hace desempeñar a todos los cristianos su papel respectivo en ese plan divino. Si Cristo bajó a la tierra accediendo a los apremiantes llamamientos de los Justos del Antiguo Testamento, bajará también hoy, en vistas de las llamadas que le dirige la humanidad generación tras generación y vendrá sobre todo en Navidad a las almas fieles con una infusión nueva de gracia. Vendrá por fin Jesús, llamado por los últimos cristianos, cuando se vean perseguidos por el Anticristo.
   En Navidad nacerá Jesús en nuestras almas, porque entonces se ha de celebrar el aniversario de su nacimiento, y a petición de su esposa, la Iglesia, a la cual nada puede rehusar, nos dará las mismas gracias que a los pastores y a los reyes Magos. Cristo vendrá también al fin de los tiempos "para condenar a los culpables a las llamas y convidar a los buenos al cielo con un amistoso llamamiento"
2) TIEMPO DE NAVIDAD
   Al recorrer las páginas que el Misal y el Breviario dedican al tiempo de Navidad, se ve que están especialmente consagradas a los misterios de la infancia de Cristo.
   La liturgia celebra la manifestación al pueblo judío (Natividad, 25 de Diciembre) y al gentil (Epifanía, 6 de Enero) del gran Misterio de la Encarnación, que consiste en la unión en Jesús del Verbo, "engendrado de la sustancia del Padre antes que todos los siglos", con la humanidad, "engendrada de la sustancia de su Madre en el mundo". Y ese Misterio se completa mediante la unión de nuestras almas con Cristo, el cual nos engendra a la vida divina. "A todos cuantos le recibieron les dio el poder de ser hijos de Dios". La afirmación del triple nacimiento del Verbo, que recibe eternamente la naturaleza divina de su Padre, que "eleva a Sí la humanidad" que le da en el tiempo a la Virgen Santísima, y que se une en el transcurso de los siglos a nuestras almas, constituye la preocupación de la Iglesia en esta época. 
3) TIEMPO DESPUÉS DE EPIFANÍA
   Este Tiempo Después de Epifanía, es una prolongación del Tiempo de Navidad. La divinidad de Jesús continúa afirmándose, y los que hablan y actúan no son ya los Ángeles del Gloria in excelsis, ni le estrella de los Magos, ni siquiera la voz de Dios Padre y la aparición del Espíritu Santo, como en el Baustismo de Nuestro Señor, sino que es Cristo mismo. Éste exigirá, como veremos en el Ciclo Pascual, la entera sumisión de nuestro espíritu y de nuestro corazón a su doctrina y a las normas de vida que nos dictará.

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