12 de julio
SANTA SARA DE SÉCETÉ, Ermitaña
(¿Siglo IV?)
(¿Siglo IV?)
Se ignora cuándo nació y cuándo murió Sara. Aparece incidentalmente en las Vidas de los Padres del desierto. Sara vivía en una celda, sobre la ribera del Nilo, entre Pelusa y Scété, y allí permaneció por lo menos sesenta años. No se nos narran de ella ayunos extraordinarios, aunque conocía perfectamente las costumbres de los monjes del desierto, pues un día, al ofrecerles frutos, los monjes escogieron los menos buenos y ella les dijo: "Veo que verdaderamente sois de Scété." Pero Sara se imponía otras prácticas de mortificación. Por ejemplo, jamás se deleitó, ni siquiera una vez durante sesenta años, en la contemplación del Nilo y luchó trece años contra el demonio de la impureza, sin pedirle a Dios que la librara de él, sino repitiendo esta oración: "Señor, dame fuerza." Finalmente, el demonio se le apareció y le dijo: "Me has vencido, Sara." "No, respondió ella, no soy yo la que te ha vencido, es Nuestro Señor Jesucristo."
La santa era muy venerada y se le daba el título de madre. Los ermitaños fueron un día a verla con el propósito de rendirle homenaje. Pero ella adivinó sus intenciones y, cuando los ermitaños comenzaron a explicarle que no debía de enorgullecerse por el hecho de que los monjes fueran a verla a ella, que era una mujer, detuvo sus demostraciones con estas palabras: "Sí, tengo el cuerpo de mujer, pero no el espíritu."
En verdad, ella mostraba un espíritu digno de los más sabios cuando daba consejos, como éstos: "Es bueno que todos hagan limosna, aun aquellos que la hacen para agradar a los hombres, pues es de esperarse que después empezarán a hacerla por Dios."
Ver Vitae Patrum, edición Rosweyde; Acta Sanctorum, 13 de julio, vol. III, p. 484; Tillemont, Mémoires, vol. X, pp. 471-472.
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*Vidas de los Santos, de Butler, Vol. III. |
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