12 de julio
SAN JASÓN, Mártir
(Siglo I)
SAN JASÓN, Mártir
(Siglo I)
En su segundo viaje, San Pablo se detuvo en Salónica y se hospedó en casa de Jasón. Frente al éxito de la predicación del Apóstol, los judíos, "movidos por la envidia, reunieron una banda de malhechores y organizaron un tumulto en la ciudad. Atacaron la casa de Jasón y los buscaron para entregarlos al pueblo. Y no habiéndolos encontrado, llevaron a Jasón y a algunos de los hermanos a la presencia de las autoridades, gritando "¡Jasón ha recibido en su casa a los que han venido a causar desórdenes en la ciudad! ¡Estos están contra el César, pues afirman que hay otro rey, llamado Jesús!" Y con esos rumores, inquietaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad. Y habiéndose vengado de Jasón y del resto, los dejaron libres" (Hechos 17:5-9). Probablemente éste era el Jasón a quien San Pablo llama su pariente, junto con Lucio y Sosípatro, en la Epístola a los Romanos (16:21). La leyenda griega dice que Jasón fue obispo de Tarso, en la Cilicia, que partió a evangelizar Corfú en compañía de San Sosípatro, obispo de Iconio, y que murió ahí. Tras de haber predicado con gran éxito durante algún tiempo, los dos misioneros fueron encarcelados; en la prisión convirtieron a siete ladrones, los cuales murieron en el martirio. (El Martirologio Romano se refiere, el 29 de abril, a la leyenda apócrifa de los siete ladrones). Por su parte, los sirios veneran a San Jasón como apóstol de una región vecina de Apamea y afirman que murió devorado por las fieras del circo. El Martirologio Romano identifica erróneamente a San Jasón con el Mnasón de los Hechos de los Apóstoles (21:16) y sitúa su nacimiento y su muerte en Chipre.
Probablemente, la confusión entre Mnasón y Jasón se originó en el martirologio de Ado, que menciona a "Mnaso, antiquus discipulus Christi." Los bolandistas (Acta Sanctorum, julio, vol. III) hacen notar que en un manuscrito visto por ellos, el nombre estaba escrito "Naso", muy fácil de confundir con "Jaso." En sus notas sobre el Martirologio Romano, Baronio supone, con razón, que hubo dos Jasones diferentes: uno que vivió en Tesalónica y otro que vivió en Chipre.
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*Vidas de los Santos, de Butler, Vol. III. |
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