MISA DEL DOMINGO DÉCIMO SÉPTIMO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DOMINGO 17º DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(Semidoble - Ornamentos verdes )
 
   La lectura en Maitines del libro de Tobías suele coincidir más o menos con este Domingo, y por eso útil nos será estudiar paralelamente el Breviario y el Misal, conforme lo venimos haciendo en todos los Domingos.
   Tobías parece que vivió en tiempo de Salmanasar, hacia fines del siglo VIII antes de J. C., cuando los israelitas del Norte fueron deportados a Asiria. Viéronse entonces descuajados de su suelo natal y puestos en un ambiente pagano; pero eso no obstante, Tobías permaneció siempre fiel a su Dios y a las santas leyes patrias, aun en medio de rudas pruebas, lo mismo que el santo Job. Hasta llega a decir de él el sagrado Texto que, aun cuando era el más joven de toda la tribu de Neftalí, "nada de pueril se notó en su conducta, pues, siendo aún niño, observaba todas las cosas conforme a la Ley de Dios".
   Luego casó con una de su misma tribu, llamada Ana, y tuvo un hijo al que impuso su propio nombre, "enseñándole desde su niñez a temer a Dios y a abstenerse de todo pecado". Cautivo Tobías en Nínive, era el sostén y paño de lágrimas de sus hermanos desterrados, ejercitando con ellos todo género de obras de misericordia.
   Pero Dios, por lo mismo que le amaba, quiso probarle, para aquilatar así su virtud, y quedó de pronto ciego, viendo sus ojos quemados por excrementos de golondrinas, bajo cuyo nido se había quedado descansando. "Mas ni aun entonces se contristó contra Dios, antes quedó inmóvil en su santo temor, dando gracias al Señor todos los días de su vida. Acostumbraba decir: "Somos hijos de santos, Y esperamos una vida que Dios ha de dar a los que jamás pierden su fe en Él."
   A su hijo, entre otros muchos, dábale estos sapientísimos con sejos: "Hijo mío, ten a Dios presente todos los días de tu vida, cuídate muy bien de consentir jamás en pecado. Da de tus bienes en limosna, y no apartes tu cara de ningún pobre... lo que no quieras te hagan, no lo hagas a otro."
   He ahí el precepto del amor de Dios y del prójimo, del amor práctico que la Epíslola y el Evangelio nos inculcan. Practicándolo podremos exclamar algún día con el viejo Tobías, a1 recobrar la vista del cuerpo y atisbar con los ojos sobrenaturales del alma la dicha del reino mesiánico: "Oh Jerusalén! Con luz espléndida brillarás, y todos los confines de la tierra te adorarán. Naciones de muy lejos vendrán ti y, trayendo presentes adorarán en ti al Señor... Todas las plazas serán pavimentadas con piedras blancas y puras, y se cantará en tus calles: ¡Aleluya!...".
   Tal es la Jerusalén celestial, y aun el reino de Dios en la tierra, la Iglesia santa, católica, apostólica y romana. "Quien la bendice será bendito." Todos sin excepción son llamados a ella para "formar un solo cuerpo" el cual va animado de "un solo Espíritu " que es el mismo Espíritu Santo, infundido el día de Pentecostés: "Todos tenemos una misma esperanza, una fe, un bautismo". (Ep.).
   
Cristo Jesús, su divino fundador y cabeza, que el día de su Ascensión puso a sus enemigos por peana de sus pies, a modo de los antiguos vencedores, "sea bendito en los siglos de los siglos". (Ep.).
   
El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.

IntroitoPs 118, 137 y 124
    INTROITUS Justus es, Dómine, et rectum judícium tuum; fac curo servo tuo secúndum misericórdiam tuam. Ps. Beáti immasculáti in via: qui andant in lege Dómini V. Gloria Patri.   Introito - Justo eres, Señor y rectos tus juicios; obra en tu siervo según tu misericor dia. Ps. Dichosos los que viven sin mancilla, los que andan en la ley del Señor. - V. Gloria al Padre.
Oración-Colecta
   ORATIO - Da, quaesumus, Dómine, pópulo tuo diabólica vitáres contágia: et te solum Deum pura mente sectári. Per Dóminum.    R. Amen       Rogámoste, Señor, concedas a tu pueblo, que evitando las asechanzas del diablo(1), te siga a Ti, único Dios con corazón puro. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.   R. Amen.
Epístola
   Descríbese la unidad de la familia cristiana, unidad basada en la identidad del Espíritu que vivifica todos los miembros del Cuerpo místico de Jesucristo. Uno es el Señor, una la fe, uno el bautismo, uno el Cielo. 
EPISTOLALectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Ephésios (4, 1-6)  - Fratres: Obsecro vos ego vinctus in Dómino,  ut digne ambulétis  vocatione qua vocati estis, cum omni humilitate, et mansuetudine, cum patientia, subportantes invicem in caritate, solliciti servare unitatem spiritus in vinculo pacis. Unum corpus, et unus spiritus, sicut vocati estis in una spe vocationis vestrae. Unus Dominus una fides unum baptisma. Unus Deus, et Pater omnium, qui super omnes, et per omnia, et in omnibus nobis. Qui est bendictus in saecula saeculórum. Amen.   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los EfesiosHermanos: Ruégoos yo, prisioneroen el Señor, que andéis cual conviene a la vocación a que habéis sido llamados, con toda humil dad y mansedumbre, con paciencia, so brellevándoos unos a otros en caridad, esforzándoos en guardar la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Sólo hay un cuerpo y un espíritu, como también fuisteis llamados a una sola esperanza(2) de vuestra vocación. Uno sólo es el Señor, una la fe, uno el Bautismo. Un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, y por todas las cosas, y en todos nosotros. El cual es bendito en los siglos de los siglos. Amén.
    GRADUALE (Ps. 32 ) Beáta gens, cujus est Dóminus Deus eórum; pópulus, quem elégit Dóminus in hereditátem sibi. V- Verbo Dómini caeli firmáti sunt: et spíritu oris ejus omnis virtus eorum. Alleluia, alleluia. V.(Ps. 101) - Dómine, exáudi oratiónem meam: et clamor meus ad te pervéniat, Alleluia.   Gradual - Feliz el pueblo que tiene al Señor por su Dios; el pueblo a quien escogió para su heredad. La palabra del Señor creó los cielos, y por el espíritu de su boca a todos los astros de él.
Aleluya, aleluya - V.  Señor, escucha mi oración, y llegue a Ti mi clamor. Aleluya. 
Evangelio
      Hay que amar a Dios ante todo y sobre todo, y al prójimo como a un hijo muy querido de Dios. A esto es a lo que se llama caridad; lo que no es esto, es beneficencia, altruismo, filantropía, o sea, la descristianización de la caridad sublime de Cristo, opuesta diametralmente a la caridad laica, que asiste al hombre por el hombre, ¿y de qué manera?
USequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum (22, 34-46)
   In illo témpore: Accesérunt ad Jesum pharisaei: et interrogavit eum unus ex eis legis doctor temptans eum: Magister quod est mandatum magnum in lege? Ait illi Iesus diliges Dominum Deum tuum ex toto corde tuo, et in tota anima tua, et in tota mente tua. Hoc est maximum et primum mandatum. Secundum autem simile est huic diliges proximum tuum sicut te ipsum. In his duobus mandatis universa lex pendet, et prophetae. Congregatis autem Pharisaeis interrogavit eos Iesus dicens: Quid vobis videtur de Christo? cuius filius est? Dicunt ei: David. Ait illis: Quomodo ergo David in spiritu vocat eum Dominum, dicens: Dixit Dominus Domino meo sede a dextris meis, donec ponam inimicos tuos scabillum pedum tuorum? Si ergo David vocat eum Dominum quomodo filius eius est? Et nemo poterat respondere ei verbum neque ausus fuit quisquam ex illa die eum amplius interrogare.

Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según Credo.  En aquel tiempo: Llegáronse  a Jesús los fariseos, y le preguntó uno de ellos que era doctor de la ley, para tentar le: "Maestro, ¿cuál es el Mandamiento más grande de la ley?" Jesús le dijo: "Amarás al Señor tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma, y de todo tu entendimiento. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas(3)." Y reunidos los fariseos, preguntó les Jesús: "¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?" Dícenle: "De David." Replicóles: "Pues, ¿cómo David, en espíritu, le llama Señor, diciendo: 'Dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi derecha, hasta que ponga tus enemigos por peana de tus pies?' Pues, si David le llama 'Señor,' cómo puede ser hijo suyo?" Y ninguno e pudo responder palabra: ni nadie desde aquel día se atrevió a hacerle más preguntas.
    OFFERTORIUM Orávi Deum meum ego Dániel dicens: Exáudi, Dómine, preces servi tui: illúmina fáciem tuam super sanctuárium tuum: et propítius inténde pópulum istum, super quem invocátum est nomen tuum. Deus.   Ofertorio -  Yo, Daniel, rogué a mi Dios, diciendo: Oye, Señor, los ruegos de tu siervo: brille tu rostro sobre tu santuario: y atiende propicio a este pueblo, sobre el cual ha sido invocado tu nombre, oh Dios. 
Oración-Secreta
    Majestátem tuam, Dómine, supplíciter deprecámur: ut haec sancta, quae gérimus, et a praetéritis nos delíctis éxuant, et futúris. Per Dominum.    Suplicamos, Señor, humildemente a tu Majestad, que estos santos misterios que celebramos, nos purifiquen de las culpas pasadas y futuras. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.  
Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Vol véte, et réddite Dómino Deo vestro omnes, qui in circúitu ejus affértis múnera: terribili et ei, qui aufert spíritum principum: terribili apud omnes reges terrae. 
   Comunión. - Haced votos y cumplidlos, para honrar al Señor Dios vuestro, todos los que traéis ofrendas a su presencia: al Dios terrible que abate el orgullo de los príncipes; al que es terrible para todos los reyes de la tierra.
Oración-Postcomunión
     Sanctificatiónibus tuis, omnipotens Deus, et vítia nostra curéntur, et remédia nobis aetérna provéniant. Per Dóminum   Haz, oh Dios omnipotente, que con éstos tus santos Sacramentos sean curados nuestros vicios y se remedie nuestra salvación eterna. Por Nuestro Señor Jesucristo.




  • (1)   La influencia contagiosa del demonio se propaga hoy de una manera alarmante, sobre todo por medio de las absurdas prácticas teosóficas y de la "new age" (nueva era), tras las cuales corren inquietos muchos hombres, afectando hambre y sed de espiritualismo. Por no someterse humildemente ante la sabiduría de Dios, que se nos revela por medio de la Iglesia, el mundo actual es víctima de los engaños del demonio.
  • (2) Todos los que esperamos algo bueno para la vida venidera, esperamos una sola y misma cosa: el Cielo, la bienaventuranza eterna.
  • (3) Así es, toda la religión está contenida en la ley del amor; por eso dice San Pablo: "La plenitud de la Ley estriba en el amor"; y por eso, también dice San Agustín: "Ama y haz lo que quieras", indicando que, quien de veras ama a Dios y al prójimo por Él, no puede obrar mal, no puede extraviarse; pues amar y errar es una contradicción. Por eso, lo que el mundo llama con tanta frecuencia "amor", no es tal amor, sino pasión; puesto que extravía los corazones, ofusca la inteligencia y aparta a los hombres del querer de Dios.
  • (4) Oculto y todo como está Jesucristo en la Eucaristía, es temible para el demonio, terrible también para los impíos que lo desprecian y para los que se atreven a recibirlo sacrílegamente.

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Acerca de la Santa Misa