DOMINGO INFRAOCTAVA DEL CORPUS Y 2° DESP: DE PENTECOSTÉS

DOMINGO INFRAOCTAVA DEL CORPUS Y 2º DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
( Doble - Ornamentos blancos )
   
   Ya el Domingo anterior se nos inculcaba la práctica de la condescendencia y de la caridad fraterna; fruto sabrosísimo del misterio eucarístico, llamado con razón por S. Agustín "atadura de caridad".
   Hoy la liturgia nos trae el Evangelio del convite, figura que era del magno convite eucarístico, al que todos estamos invitados por el gran Padre de familias, por el Rey, que es Dios; todos, aun los pecadores baldados por la culpa, pues precisamente, para enderezarlos y darles fuerzas, instituyó y preparó la divina Sabidurla este banquete, del que nadie es excluido, si a él se que acercare con la debida buena voluntad, y demás disposiciones de cuerpo y alma.
   En esta semana léese en los Maitines el Libro de los Reyes, cuando trata del niño Samuel ofrecido por su madre Ana al servicio de Dios en el templo aun antes de verlo nacer. En el templo de Jerusalén servía al Señor este niño privilegiado y gran profeta, bajo la tutela del sumo sacerdote Helf, orgulloso y débil con sus hijos Ofni y Finees, los cuales servían también como sacerdotes en el Templo de Jehová. Estos dos sacerdotes sacrílegos apartaban para si las carnes de las víctimas ofrecidas por los fieles, además de otros abusos abominables en que incurrieron. Pero su padre nada de esto les echó en cara; y así le vino el ejemplar castigo del cielo, porque el Arca del Testamento fue robada por los Filisteos, y en la refriega murieron Helf y sus dos hijos.
   Preferían éstos las delicias sensuales a esa "gran Cena" de que habla el Evangelio de hoy; por eso perdieron lo uno y lo otro. En cambio, el niño Samuel encontraba todas sus delicias en las divinas consolaciones. Helí y sus hijos "amaban su misma hambre" como dice gráficamente S. Gregorio en la Homilía de hoy, porque hambre y no otra cosa causan los deleites carnales, que no pueden aquietar ni saciar al hombre creado para mayores cosas, y no para ser siervo de su cuerpo y de las bajas pasiones que bullen en él y retozan.
   "Los goces corporales que prenden en nosotros vehementes deseos antes de poseerlos, traen en seguida el hastío, por la misma indigestión que causan al que los experimenta. Los goces espirituales, por el contrario, provocan el desprecio antes de su posesión, pero acucian el deseo una vez poseídos; y el que los ha gustado queda más hambriento de los mismos, cuanto más los saborea. (Homilía, mait.).
   Mas ¡ay! que son muchas las almas que corren alocadas tras los placeres mundanos, y rehusan entrar en el banquete de la fe cristiana, en que la Iglesia las saciaría con el manjar de la doctrina evangélica. "Gustad, y ved cuán suave es el Señor. No conoceréis su dulzura mientras no la gustéis; pero tocad con el paladar de vuestro corazón el alimento, para que gustando de su dulcedumbre, seáis capaces de amarla. El hombre perdió sus delicias cuando pecó en el Paraíso, y de él salió el día que cerró la boca al alimento de la eterna dulzura". (S. Gregorio, Mait.).
   Pero gracias al Espíritu Santo, «hemos pasado de la muerte a la vida. (Ep.) Y por eso buscamos nuestras delicias más bien junto al Tabernáculo en que está oculto Jesús, como aquellos baldados y pobres del Evangelio, como el niño Samuel, cuyas delicias eran morar junto a su Dios y servirle en su santuario.
Huyamos del orgullo y del apego a las cosas terrenales, para que «sólidamente cimentados en el amor del santo nombre de Dios" (Or.), y teniendo a éste siempre como norte supremo, nos vayamos de día en día haciendo más celestiales. (Sec.); y así " la gracia de la comunión eucarística, recibida en el divino banquete, acrecentará en nosotros los frutos de salvación (Posc.).
   El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.
IntroitoPs 17. 
    INTROITUS Factus est Dominus protector meus, et eduxit me in latitudinem: salvum me fecit, quoniam voluit me. Ps. Diligam te, Domine, virtus mea: Dominus firmamentum meum, et refugium meum, et liberator meus. V. Gloria Patri, V. Gloria Patri.   Introito - El Señor se ha constituido en mi protector, y me ha sacado de mi opresión; me ha salvado, porque me ha querido. - Ps. Amarte he, oh Señor, fortaleza mía: el Señor es mi firme apoyo, mi asilo y mi libertador. V. Gloria al Padre.
Oración-Colecta
   ORATIO - Sancti nominis tui, Domine, timorem pariter et amorem fac nos habere perpetuum: quia numquam tua gobernatione destituis, quos in solitate tuae dilectionis instituis. Per Dominum.
  Per Dóminum. 
   R. Amen   
    Haz,  Señor, que profesemos siempre un gran respeto y un gran amor a tu santo Nombre; ya que jamás retiras tu dirección a los que una vez has cimentado en la base inconmovible de tu amor. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.   RAmen.
Oración-Colecta (del Corpus)
     ORATIO - Deus, qui nobis sub sacramento mirábili passionis tuae memóriam reliquisti: tríbue, quaesumus; ita nos Córporis et Sanguinis tui sacra mysteria venerari, ut redemtionis tuae fructum in nobis jugiter sentiamus: Qui vivis et regnas.   R. Amen   
     Oh Dios, que bajo la forma de este admirable Sacramento, nos dejaste el memorial de tu Pasión; danos la gracia de venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención: Tú que vives y reinas..   RAmen.
Epístola
   El amor de Dios nos comunica la vida de Cristo y se manifiesta naturalmente amando al prójimo; por eso, el que no ama al prójimo indica estar muerto a la vida de Cristo y no tener una chispa de caridad.
EPISTOLALectio Epistolae beati joannis Apostoli  (1,  3, 13-18)  - Carissimi: Nolite mirari, si odit vos mundus. Nos scimus de morte ad vitam, quoniam translati sumus de morte ad vitam, quoniam diligimus fraters. Qui non diligit, manet in morte: omnis qui odit fratrem suum, homicida est. Et scitis quoniam omnis homicida non habet vitam aeternam in sementipso manentem. In hoc cognovimus caritatem Dei, quoniam ille animam suam pro nobis posuit: et nos debemus pro fratribus animas ponere. Qui habuerit substantiam hujus mundi, et viderit fratrem suum necessitatem habere, et clauserit viscera sua ab eo quomodo caritas Dei manet in eo? Filioli mei, non diligamus verbo neque lingua sed opere et veritate.
   Lección de la Epístola del Apóstol S. Juan        Carísimos: No os extrañéis si os aborrece el mundo. En esto conocemos haber sido nosotros trasladados de la muerte a la vida, en que amamos a nuestros hermanos. Porque el que no ama a su hermano está muerto más todavía: todo el que aborrece a su hermano es homicida. Y ya sabéis que ningún homicida posee en sí el tesoro de la vida eterna. En esto hemos conocido la caridad de Dios para con nosotros: en que Él dio su vida por nosotros; y así también nosotros debemos darla por nuestros hermanos. Si uno está lleno de bienes materiales, y ve a su hermano sufriendo necesidad y, endureciendo su corazón, le niega su ayuda: ¿es posible que exista en él el amor de Dios? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y de veras.
    GRADUALE (Ps. 119, 1-2 ) Ad Dominum, cum tribularer clamavi, et exaudivit me. V. Domine, libera animam meam a labiis iniquis, et a lingua dolosa.   Alleluia, alleluia. V.(Ps. 7, 2) - Domine, Deus meus, in te speravi: salvum me fac ex omnibus persequentibus me, et libera me. Alleluja.   Gradual - Hallándome atribulado, clamé al Señor, y me escuchó. V. Libra, Señor, mi alma de los labios injustos y de la lengua engañadora.
Aleluya, aleluya - V.  Oh Señor y Dios mío, en ti espero: ponme a salvo de todos mis perseguidores, y líbrame, Aleluya. 
Evangelio
      En un gran rasgo de infinita bondad y generosidad, Dios invita al gran banquete del Cielo –y, mientras ese no llega, al de la Eucaristía-, a todos los mortales, sin distinción de raza, de sexo ni edad; pero muchos prefiriendo unas piltrafas de bienes y placeres pasajeros, desoyen la invitación y menosprecian el celestial banquete.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam ( 14, 16-24)
   In illo témpore: Dixit Jesus pharisaeis parabolam hanc: Homo quidam fecit coenam magnam, et vocavit multos. Et misit servum suum hora coenae dicere invitatis ut venirent, quia jam parata sunt omnia. Et coeperunt simul omnes excusare. Primus dixit ei: Villam emi, et necesse habeo exire, et videre illam: rogo te, habe me excusatum. Et alter dixit: Juga bonum emi quinque, et eo probare illa: rogo te, habe me excusatum. Et alius dixit: Uxorem duxi, et ideo non possum venire, Et reversus servus nuntiavit haec domino suo. Tunc iratus paterfamilias, dixit servo suo: Exi cito in plateas, et vicos civitatis: et pauveres, ac debiles, et caecos, et claudos introduc huc. Et ait servus: Domine, factum est ut imperasti, et adhuc locus est. Et ait dominus servo: Exi in vias,et sepes, et compelle intrare, ut impleatur domus mea. Dico autem vobis, quod nemo virorum illorum, qui vocati sunt, gusyabit coenam meam. Credo
Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según San Lucas - En aquel tiempo: Propuso Jesús a los fariseos esta parábola: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. A la hora de cenar envió un criado a decir a los convidados que viniesen, porque todo estaba ya dispuesto. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: He comprado una grnja, y necesito ir a verla: ruégote me des por excusado. El segundo dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y quiero ir a probarlas: te ruego me excuses. Y dijo otro: Acabo de casarme, y por eso no puedo ir(1). Habiendo vuelto el criado, refirió todo esto a su amo. Irritado entonces el padre de familias, dijo a su criado: Sal luego a las plazas y barrios de la ciudad, y tráeme acá cuantos pobres, lisiados, ciegos y cojos hallares. Y dijo el criado: Señor, hecho está todo como mandaste, y aun hay lugar. Respondióle el amo al criado: Sal a los caminos y cercados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Pero os aseguro, que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados probará mi cena. Credo
    OFFERTORIUM Domine, convertere, et eripe animam meam: salvum me fac propter misericordiam tuam.   Ofertorio -  Vuélvete, Señor, a mí, y libra mi alma: sálvame por tu misericordia.
Oración-Secreta
    Oblatio nos, Domine, tuo nomini dicanda purificet: et de die in diem ad caelestis vitae transferat actionem. Per Dominum.  Per Dominum.    Haz, Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecer a tu nombre nos purifique, y nos empuje a la práctica de una vida celestial(2). Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.  
2ª Oración-Secreta (del Corpus)
    Eclesiae tuae, quaesumus, Domine, unitatis et pacis propitius dona concede: quae sub obiatis muneribus mystice designantur- Per Dominum.    Concede, Señor, bondadosamente a tu Iglesia la gracia de la unidad y de la paz, las cuales están místicamente figuradas en estos dones que te ofrecemos. Por J. N. S.
Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Cantabo Domino, qui bona tribuit mihi, et psallam nomini Domini altissimi. 
   Comunión. - Cantaré al Señor, que me ha colmado de beneficios, y alabaré al nombre del Señor.
Oración-Postcomunión
     Sumptis moneribus sacris, quaesumus, Domine, ut eum frequentatione mysterii, crescat nostrae salutis effectus. Per Dominum   Rogámoste, Señor, que, al recibir tu Sacramento, experimentemos un refuerzo en el alma y en el cuerpo; a fin de que, salvados ambos, nos gloriemos con la plenitud del remedio celestial Por Nuestro Señor Jesucristo.

2ª Oración-Postcomunión (del Corpus)
      POSTCOMMUNIO - Fac nos quaesumus, Domine, divinitatis tuae sempiterna fruitione repleri; quam pretiosi Corporis en Sanguinis tui temporalis preceptio praefigurat. Qui vivi et regnas   Haz, Señor, que seamos plenamente saciados con el goce de tu divinidad, goce del cual es una anticipación temporal la recepción de tu precioso cuerpo y sangre. Tú que vives y reinas.

  • (1)  En estas tres excusas están comprendidas todas las que los hombres suelen alegar para no comulgar a menudo, y ni siquiera para cumplir con Pascua. El afán de los bienes materiales y de los placeres ahoga a la inmensa mayoría y les cierra el camino del confesionario y del comulgatorio, y, en consecuencia, el del Cielo. ¡Pobrecitos! Podrían usar de todo eso con moderación, con la moderación que encaja al fiel cristiano, y no perder la bienaventuranza eterna.
  • (2) La Comunión frecuente, así como la asistencia frecuente a la Santa Misa, deben acercar día a día a las almas a Dios y hacerlas mejores y mas edificantes.

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INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa