30/VI CONMEMORACIÓN DE SAN PABLO, Apóstol

30 de Junio

CONMEMORACIÓN DE SAN PABLOApóstol

He peleado el buen combate, he terminado la carrera,
he guardado la fe. No me queda sino esperar
la corona de justicia que me está reservada,
y que el Señor, justo Juez, me dará en el gran día,
a mí y a todos los que aman su venida. 

(2 Timoteo, 4, 7.8).

¿Quién podría enumerar los trabajos emprendidos por San Pablo, los peligros que ha afrontado, los países que ha recorrido, los pueblos que ha conquistado para la verdad? Nada asusta a su flaqueza: sabe que todo lo puede en Aquél que lo conforta; nada detiene ni cansa a su celo; sabe que tendrá la eternidad para descansar; nada calma la sed que tiene de sufrir: sabe que los sufrimientos de aquí abajo nada son comparados con el peso de eterna gloria que será su recompensa en el cielo.

MEDITACIÓN NUESTRAS BUENAS OBRAS
NOS SIGUEN AL OTRO MUNDO

I. Tener fervor en el servicio de Dios, es hacer todo lo que Dios nos pide con ardor, con prontitud y con alegría. Un hombre fervoroso vuela allí donde le llama el deber. Busca grandes ocasiones de dar a Dios pruebas de su amor; no desprecia las pequeñas; nada le parece difícil, por nada tiene lo que ya ha hecho, arde en deseos de hacer algo más heroico en lo por venir para la gloria de Jesucristo. ¿ Te hallas en estas disposiciones? Estuviste en ellas, ¿por qué no has perseverado? Vuelve lo antes posible a ese primer estado de fervor del que te relajaste.

   
II. Un hombre fervoroso resiste generosamente a todas las tentaciones; un hombre tibio y flojo sucumbe en ellas. Nada cuesta a un cristiano que está animado de este hermoso fuego: todo incomoda a un cristiano frío, todo le parece difícil e insoportable. El hombre fervoroso está siempre feliz y siempre contento, porque Dios derrama en su alma consolaciones celestiales para recompensarlo por los placeres del mundo que le sacrifica; el cristiano flojo y tibio no goza de los consuelos del Cielo, porque no es lo suficientemente fiel a Dios como para merecerlos.

III. El medio para encender el fervor en tu corazón es, en primer lugar, servir a Dios cada día como si cada día comenzases a servirle; es olvidar el poco bien qué ya hayas hecho, es considerarte como un servidor inútil. Compara lo que has hecho por Dios con lo que Jesucristo ha hecho por ti. En segundo lugar, cada día sirve a Dios como si fuese el último de tu vida. ¿Qué harías ahora si estuvieras seguro de morir mañana?

El fervor
Orad 
por los que trabajan
en la salvación de las almas.



ORACIÓN
  Haced, os lo suplicamos, Señor, que la intercesión del bienaventurado Roberto, abad, nos haga agradables a Vuestra Majestad, a fin de que obtengamos por sus oraciones las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

29/VI SANTOS PEDRO Y PABLO, Apóstoles

29 de Junio

SANTOS PEDRO y PABLOApóstoles

  A ti te daré las llaves del reino de los cielos;
todo lo 
que atares sobre la tierra, 
 será atado también en los cielos.
(Mateo, 16, 19).

   San Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, y San Pablo, el Doctor de las gentes, cementaron con su sangre los cimientos de la Iglesia romana. San Pedro murió crucificado. A San Pablo se lo decapitó, el año 69. Los dos tuvieron la dicha de confirmar, con la efusión de su sangre, la doctrina que habían predicado con tanta elocuencia y confirmado con tantos milagros. Nerón, no te imagines haber triunfado: para siempre permanece la gloria del combate a favor de estos ilustres mártires, y muy pronto depondrán a tus sucesores de su trono; los césares abandonarán el Capitolio y cederán su lugar a los sucesores de San Pedro.

MEDITACIÓN SOBRE
SAN PEDRO Y SAN PABLO

I. San Pedro había sido testigo ocular de la mayoría de los milagros de Jesucristo, y, con todo, lo negó tres veces en la noche misma de su Pasión. ¡Cuánta es la fragilidad del hombre abandonado a su propia miseria! Humillémonos, trabajemos en nuestra salvación con temor y temblor. Pero no desesperemos: basta una sola mirada de Jesús para sacarnos del pecado. Lloremos, pues, a ejemplo de San Pedro, que derramaba un torrente continuo de lágrimas al solo recuerdo de su perfidia. ¡Que tus lágrimas sean como la sangre que brota de las heridas de tu corazón! (San Agustín).
  
II. San Pablo, de perseguidor de Jesucristo, llegó a ser el Apóstol de las gentes. ¿Qué somos nosotros? ¿Qué hemos hecho? Si nos hemos convertido como él, mantengámonos firmes en la virtud, y muramos antes que perder la gracia de Dios. Imitemos su paciencia en los sufrimientos, su celo por la salvación de las almas, su humildad, su amor por Jesucristo. Escuchemos lo que él nos dice: Sed mis imitadores como yo lo soy de Cristo.
   
III. Considera la honra que al presente reciben en la tierra estos dos Apóstoles. Los reyes, los emperadores y los papas se consideran dichosos de poder prosternarse ante las sagradas cenizas de un pescador y de un artesano, porque la santidad los ha hecho omnipotentes en el cielo. Ambiciosos: ¿qué son los honores del mundo, comparados a éstos? Regocijé monos de que Dios haya honrado tanto a sus servidores. Pero si los santos son así honrados en la tierra, ¿qué honores no recibirán en el cielo? Humillémonos, imitemos sus ejemplos y compartiremos su gloria.

La penitencia
Orad 
por el Papa.

ORACIÓN
  Oh Dios, que habéis consagrado este día con el martirio de vuestros Apóstoles San Pedro y San Pablo, haced que vuestra Iglesia sea fiel en la observancia de los preceptos de los que han sido los primeros ministros de la santa Religión que ella profesa. Por J. C. N. S. Amén

DOMINGO QUINTO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

MISA DEL DOMINGO QUINTO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS


(Doble - Ornamentos verdes )

   La liturgia de este Domingo nos inculca sobre todo el perdón de las injurias, con la historia de David que sigue leyéndose en el Breviario, y un paso de las Epístolas del Apóstol S. Pedro, cuya fiesta cae en torno de este mismo Domingo.
   Vencedor David del gigante Goliat fue vitoreado con entusiasmo por todo Israel, y por doquier se oía este grito: "Saúl ha muerto a mil, y David a diez mil! I (Filisteos.)
   Con esto entró Saúl en celos, y la envidia carcomía su corazón, porque pensaba que iba a suplantarle en el trono de Israel. Y fue tal la melancolía y la saña que se apoderó de Saúl, que llegó a lanzar dos veces una saeta contra el cariñoso David, que le tañía el arpa por ver de calmarle y darle contento. Pero el dardo no le tocó, ni tampoco le hirieron en la guerra adonde le destinara el rey para exponerlo al peligro.
   El genio malo de Saúl subió entonces de punto, y exasperado, entró cierto día en una caverna, tramando emboscada contra David. Éste, que se hallaba dentro de ella, pudo entonces matar a su injusto perseguidor. Dijéronle sus compañeros: Es el rey; el Señor te le entrega; éste es el momento de matarle con tu lanza. Pero David respondió: Jamás pondré mi mano en el que ha recibido la unción sagrada; y se contentó con cortar parte del fleco del manto de Saúl, mostrándoselo después desde lejos. Saúl al ver rasgo tan generoso, lloró, diciendo: ¡Hijo mío David, eres tú mejor que yo! Muerto Saúl en sangrienta refriega contra el Filisteo, no se alegró de ello David, antes mandó matar al infeliz Amalecita que, a ruegos del mismo rey, se había atrevido a acabar con su vida, y hasta cantó con amargas endechas su muerte, diciendo: '¡Montes de Gelboé! que ni rocío ni lluvia caigan más sobre vosotros... porque en vosotros cayeron los héroes de Israel: Saúl y Jonatás, amables en su vida, ni en la muerte se han separado'. 
San Gregorio explica alegóricamente la maldición de David sobre el monte de Gelboé, y hasta llega a ver en Saúl, en el "Ungido del Señor", una figura de Cristo, el verdadero Rey, el verdadero Ungido y Mediador entre Dios y los hombres (II Noct.). Pero lo que más nos importa es recoger esas grandes lecciones de caridad, tanto más de admirar cuanto que se nos dan antes del Evangelio, y sin haber tenido David, como los tenemos nosotros, ejemplos tan elocuentes del perdón generoso de las injurias, como no fuera el ejemplo del Patriarca José. Verdaderamente David podía decir en los Salmos: "He devuelto bien por mal., y en esto era figura viva de Cristo nuestro Señor, el cual disculpaba y oraba por sus mismos sayones que le clavaban al madero. También la Epístola y el Evangelio(1)  nos hablan del perdón de las injurias: "Vivid unidos de corazón en la oración, no devolviendo mal por mal, ni agravio por agravio. (Epist.) Y es que, además, no acepta Dios ningún sacrificio mientras haya entre nosotros alguna rencilla contra el prójimo. Tanto vale la caridad, ese mandato único que Cristo vino a traer tundo y que los compendia perfectamente a todos. Así resultó David, ungido después rey de Israel por los ancianos del pueblo en Hebrón, tomó por asalto la ciudadela de Sión, que desde entonces fue su ciudad y en ella colocó el Arca de la Alianza (Com.), recompensa debida a su caridad.
   El  modo mejor de llegar a una caridad tan heroica como la de David, a esa fusión de corazones que tanto nos inculcan el Evangelio y la Epístola, será amar a Dios, y no desear sino los bienes eternos (Or.), y el morar en aquellos celestiales palacios, en que sólo se entra mediante la práctica ininterrumpida de esta hermosísima virtud.
     El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.        

IntroitoPs 26. 
    INTROITUS Exaudi Domine, vocem meam, qua clamavi ad te: adjutor meus esto, ne derelinquas me, neque despicias me, Deus salutaris meus. Ps. Dominus illuminatio mea, et salus mea: quem timebo? V. Gloria Patri...   Introito - Escucha, Señor, mi voz, con que te he invocado; Señor; sé mi ayudador; no me abandones, ni me desprecies, Dios mío, y Salvador mío. – Ps. El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? Gloria al Padre, etc. V. Gloria al Padre.

Oración-Colecta
   ORATIO - Deus, qui diligentibus te bona invisibilia praeparasti: infunde cordibus nostris tui amoris affectum: ut te in omnibus, et super omnia diligentes, promissiones tuas, quae omne desiderium superant, consequamur. Per Dominum.   R. Amen       Oh Dios, que tienes bien preparados bienes invisibles a los que te aman, infunde en nuestros corazones el afecto de tu amor para que, amándote en todo y sobre todo consigamos un día esas tus promesas, que exceden a todo deseo. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.   RAmen.


Epístola
   El buen cristiano debe estar dispuesto a devolver bien por mal, y a perdonar y aun a bendecir al enemigo, por amor a Jesucristo; eso le reportara en la vida una gran paz y alegría y le preparara para los mayores heroísmos.
EPISTOLALectio Epistolae beati Petri Apostoli  (I, 3, 8-15,)  - Carisimi: Omnes unianimes in oratione estote, conpatientes fraternitatis amatores, misericordes, modesti, humiles: non reddentes malum pro malo, nec maledictum pro maledicto: sed e contrario benedicentes: quia in hoc vocati estis ut benedictionem hereditate possideatis. Qui enim vult vitam diligere et dies videre bonos coerceat linguam suam a malo et labia eius ne loquantur dolum. Declinet autem a malo, et faciat bonum inquirat pacem et sequatur eam. Quia oculi Domini super iustos et aures eius in preces eorum vultus autem Domini super facientes mala. Et quis est qui vobis noceat si boni aemulatores fueritis? Sed et si quid patimini propter iustitiam beati. Timorem autem eorum ne timueritis, et non conturbemini. Dominum autem Christum sanctificate in cordibus . 

   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pedro(3, 8-15 - Carísimos: Perseverad todos unánimes en la oración; sed compasivos, amantes de todos los hermanos, misericordioso, modestos humildes; no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición; sino por el contrario, bendecid a los que os ofenden; porque a esto sois llamados, a fin d que poseáis en herencia la bendición celestial. Así pues, "El que de veras amar la vida, y quiere vivir días dichosos, refrene su lengua del mal, y sus labios no se desplieguen en favor de la falsedad. Huya del mal, y obre el bien; busque la paz, y sígala. Porque Dios tiene puestos los ojos sobre los justos, y está pronto a oír sus súplicas: pero mira con enojo a los que obran mal. ¿ y quién habrá que os pueda hacer daño, si os empleáis en hacer el bien? Pero si sucede que padecéis algo por amor a la justicia, sois bienaventurados. No temáis nada de cuanto os puedan hacer vuestros enemigos, ni perdáis la paz. Mas, bendecid a Nuestro Señor Jesucristo en Vuestros corazones.
Gradual - Oh Dios, Protector nuestro, míranos y pon los ojos en estos tus siervos. Oh Señor, Dios de los ejércitos, escucha las oraciones de tus siervos.
    GRADUALE (Ps. 27 ) Protector noster, aspice, Deus: et respice super servos tuos. V. Domine Deus virtutum, exaudi preces servorum tuorum.Alleluia, alleluia. Domine, in virtute tua laetabitur rex, et super salutare tuum exsultabit vehementer. Alleluja.   Gradual - Vuélvete a mirarnos, oh Dios, Protector nuestro, y pon los ojos en estos tus siervos.
Aleluya, aleluya - V.  Oh Señor, en tu poder hallará el rey su alegría, y saltará de gozo por la salvación que le enviarás. Aleluya. 

Evangelio
      La caridad fraterna es tan de la esencia del cristianismo, que sin ella nada es agradable a Dios, ni siquiera los más preciosos dones, ni aun la más fervorosa oración.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum ( 5, 20-24)
   In illo témpore: Dixit Jesus discipulis suis: Nisi abundaverit iustitia vestra plus quam scribarum et pharisaeorum non intrabitis in regnum caelorum. Audistis, quia dictum est antiquis: Non occides: qui autem occiderit reus erit iudicio. Ego autem dico vobis: quia omnis qui irascitur fratri suo reus erit iudicio. Qui autem dixerit fratri suo, raca reus erit concilio. Qui autem dixerit fatue reus erit gehennae ignis. Si ergo offeres munus tuum ad altare et ibi recordatus fueris quia frater tuus habet aliquid adversum te: relinque ibi munus tuum ante altare et vade prius reconciliare fratri tuo et tunc veniens offers munus tuum.
Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según San Mateo - En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si vuestra justicia no es más cumplida que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a vuestros mayores: 'No matarás;' Y quien matare, será condenado en juicio(2). Yo os digo aún más: quienquiera que tome ojeriza con su hermano, merecerá que el juez le condene. Y el que le llamare 'raca'(3), merecerá que le condene la asamblea. Mas, quien le llamare 'fatuo', reo
será del fuego del infierno. Por tanto, si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí mismo tu ofrenda ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y después volverás a presentar tu ofrenda"
(4).    Credo.  
    OFFERTORIUM Benedicam Dominum, qui tribuit mihi intellectum: providebam Deum in conspectus meo semper: quooniam a dextris est mihi, ne commovear..   Ofertorio -  Alabaré al Señor, que me dio a comprender su santísima voluntad; yo contemplo al Señor siempre delante de mi, porque está a mi diestra, para que no me bambolee

Oración-Secreta
    Propitiare, domine, suplicationibus nostris: et has oblations famulorum famularumque tuarum benignus assume: ut, quod singuli obtulerunt ad honorem nominis tui, cunctis proficiat ad salutem. Per Dominum.    Atiende propicio a nuestros ruegos, Y recibe benigno estas ofrendas de tus siervos y siervas, para que lo que cada cual ha ofrecido en honor de tu Nombre, lo aproveche para su salvación. Por Nuestro Señor, etc. 


Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Unam petii a Domino, hanc requiram; ut inhabitem in domo Domini omnibus diebus vitae meae.   Comunión. - Una sola Cosa he pedido al Señor, y con todo empeño la procuraré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida(5).

Oración-Postcomunión
     Quos caelesti, Domine, dono satiasti: praesta,quaesumus; ut a nostris mundemur occultis, et ab hostium liberemur insidiis. Per Dominum   Concede, Señor, a los que acabas de alimentar con el Don Celestial, que seamos limpios de nuestras culpas ocultas, Y libres las asechanzas del enemigo. Por Nuestro Señor Jesucristo.





  • (1)  Queriendo inculcarnos esto la liturgia, se ha permitido añadir las palabras in oratione al texto de San Pedro. Así se ve más fácilmente la íntima conexión de la Epístola con el texto Evangélico.
  • (2) Los escribas y fariseos se contentaban con observar la letra de la ley, no el espíritu; los cristianos, en cambio, debemos atender ante todo a su espíritu. Ellos se contentaban con no matar corporalmente; nosotros, debemos, además, no molestar ni hacer daño alguno a los demás.
  • (3) “Raca” significa mentecato, imbécil, cabeza vacía.
  • (4) Dios no acepta gustoso las ofrendas, por ricas y santas que sean, si quien las presenta esta lleno de saña y de rencor contra el prójimo, o sabe que tiene a alguno ofendido o justamente resentido.
  • (5)  Para poder habitar eternamente en el Cielo, que es la verdadera morada de Dios, es menester vivir siempre en el seno de la verdadera Iglesia, sin separarse de ella ni por herejía, ni por el cisma ni por el incumplimiento de los deberes religiosos. Por eso, la perseverancia en la fe y en el bien obrar, dentro de la Santa Iglesia Católica, debe ser el blanco de nuestras continuas y ardientes plegarias.

27/VI NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

27 de Junio

NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

EL ORIGINAL ESTÁ EN LA IGLESIA
 DE SAN ALFONSO, EN ROMA

   
Pocos casos hay en la historia de la Iglesia de difusión tan rápida y universal de una devoción mariana como es la del culto al famoso cuadro de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. 
   Era el día 23 de junio del año 1867, domínica infraoctava del Corpus, cuando, en la iglesia de padres redentoristas de Roma, el decano del Capítulo Vaticano, patriarca de Constantinopla (después cardenal), daba comienzo a la ceremonia de coronación de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Con anterioridad, el día 12 de mayo del mismo año, habían aprobado por unanimidad los capitulares el proyecto de coronación, declarando en público decreto que dicho cuadro reunía todas las condiciones para tal honor: antiquísimo culto de más de tres siglos y fama de muy milagroso. Se señaló para la litúrgica conmemoración. de aquélla fiesta la domínica que precede a la Natividad de San Juan Bautista. Hoy se celebra trasladada al 27 de junio en el calendario universal de la Iglesia. 
   ¿Cuál es la historia de este cuadro, desde entonces tan celebrado en las cinco partes del mundo?
   Precisamente uno de los diputados por el Cabildo Vaticano para la coronación era Pedro Wenzel, subprefecto después del Archivo Secreto Vaticano, quien, años andando, en 1903 comunicó a un padre redentorista, investigador del origen de este cuadro por Bibliotecas y Archivos vaticanos, un interesante documento manuscrito que constituía la fuente primaria para la historia de la venerada imagen. Hallábase el documento en un códice manuscrito de Franciscus Turrigius (s. XVI), También se hallaron dos relaciones del mismo en la obra manuscrita en veintiséis grandes volúmenes de Io. Antonius Brusius (s. XVII) sobre antigüedades sacras de Roma. El documento primitivo, escrito en pergamino, fijo en una tabla, estaba colocado en el cancel que cerraba el altar mayor de la iglesia de San Mateo in Merulana. Ambos autores copiaron el original, que, por ser largo, lo resumiremos aquí. 
   Un comerciante de Creta robó de una iglesia el cuadro milagroso y se dio a la mar, ocultando el cuadro entre las mercancías. Sobrevino una tempestad y todos, sin saber del cuadro, invocaban a la Virgen. Serenóse el mar y tomaron puerto. Un año después el comerciante, con el cuadro, llegaba a Roma. Enfermó el cretense y un amigo romano se lo llevó a su casa. En el trance de la muerte el cretense contó al romano el robo del cuadro, sin honor entre sus mercancías, rogándole que lo colocase en una iglesia donde se le diera culto. Lo prometió el romano. Muerto el mercader, hallaron, en efecto, el cuadro, mas la mujer del piadoso amigo persuadió a su marido a quedarse con el cuadro, reteniéndolo nueve meses. La Virgen, en una visión, dijo al romano que no hiciera tal, sino que lo colocara en lugar más decente. No obedeció. Volvió la Virgen segunda y tercera vez, amenazándole entonces con una mala muerte si no lo ponía en una iglesia. Temió el romano y rogó a su mujer que regalara el cuadro a alguna iglesia. Negóse ella con muchas razones y el marido se conformó. La Virgen volvió a hablar al romano: "Te avisé, te amenacé, no has querido obedecer. Tendrás que salir tú primero, para salir yo después en busca de lugar más honorable”. Y se murió el romano. Se apareció la Virgen a una hija suya de seis años y le dijo: "Avisa a tu madre y a tu tío, y diles que Santa María del Perpetuo Socorro quiere que la saquéis de casa si no queréis morir todos muy pronto". Contó la niña, temió la madre, que había tenido la misma visión, y se determinó a obedecer. Pero en esto una vecina, enterada de lo ocurrido, la decide con muchas y poco piadosas razones a que no lo haga. Volvió la vecina a casa, pero enfermó de peste. Entonces invocó a la Virgen y se curó. Volvió la Virgen a la niña para que dijese a su madre: que quería ser llevada a cierta iglesia llamada de San Mateo, entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Obedeció la madre y, avisando a los frailes agustinos que llevaban aquella iglesia, con acompañamiento de todo el clero Y pueblo fue trasladado el cuadro y el mismo día de la traslación hizo el primer milagro.
   La fecha de la traslación fue el 27 de marzo de 1499, reinando Alejandro VI, y la data del documento fue entre la fecha anterior y el año 1503, en que murió dicho Papa. Brutius decía que la letra y el color denunciaban la fecha. 
   Quedó allí la imagen durante tres siglos (1499-1798). Las tropas de Napoleón ocuparon Roma y, entre otras iglesias, derribaron la de San Mateo. Los agustinos irlandeses que la regentaban se pasaron con el cuadro a la próxima iglesia de San Eusebio y, de allí, a la de Santa María in Posterula. En el año 1855 tomaba el hábito de redentorista el joven Miguel Marchi. De niño había sido monaguillo en la casi extinta comunidad de agustinos, custodios del cuadro que ignoraban. Pero un lego, fray Agustín Orsetti, muy viejo, que había conocido el culto y los milagros de la Virgen olvidada, decía con frecuencia al monaguillo: "Sábetelo bien, Miguelito. La Virgen de San Mateo la tenemos en el oratorio. No lo olvides... ¡Era muy milagrosa!". Y no lo olvidó. Enterado el superior general de los padres redentoristas, reverendísimo padre Nicolás Maurón, se presentó con el padre Marchi a Pío IX. Le refirió el caso del milagroso cuadro, su paradero, ser voluntad de la Virgen exponerla al culto entre San Juan de Letrán y Santa María la Mayor, término que coincidía precisamente con el solar de los redentoristas. Acogió Pío IX las súplicas y pocos días después, por billete escrito de propio puño, ordenó (11 de diciembre de 1865) al cardenal prefecto de la Propaganda gestionase la entrega del cuadro a los padres redentoristas. Así se hizo. 
   El día 26 de abril de 1866 recorrió el cuadro de nuevo las calles de Roma. Al año siguiente, como dijimos al principio, fue coronado por el Cabildo Vaticano. Desde entonces no ha cesado su devoción de recorrer aldeas y ciudades de las cinco partes del mundo con gran fruto espiritual de conversiones. 
   El cardenal Francisco Ehrle, S. I., decía a un padre redentorista: "No hay Virgen romana más documentada que la Virgen del Perpetuo Socorro".
   Descripción del cuadro.-Su tamaño es de 53 por 41,5 centímetros. Está pintado al temple y en nogal. Fue restaurado por el artista polaco Novodny en 1866. La Virgen viste túnica roja, peplos o manto azul marino con vueltas verdes y esclavina. El quecrúfalos, redecilla o pañuelo verde, le recoge el cabello. El Niño viste túnica verde con cinturón púrpura y manto marrón claro. A la derecha de la figura San Miguel, túnica jacinto, manto y paño de honor verdes. A la izquierda, San Gabriel, túnica, manto y paño de honor jacinto. Todos los personajes nimbados. Los pliegues de los paños van acusados con reflejos de oro. El fondo es oro. Los personajes llevan sus nombres en abreviaturas griegas: Jesús-Cristo, Madre de Dios, el arcángel Miguel, el arcángel Gabriel. Los trazos sobre las letras son signos ortográficos y de abreviación.
   Composición del cuadro.- No es una simple imagen o retrato de María. Es una escena, una especie de cuadro de género. Para ello no basta que haya en la escena varios personajes. Es preciso que el pedazo de vida que allí se vive encadene y relacione a los personajes unos con otros, no con inscripciones o guiones, sino con el gesto, la mirada, el sentido. Es un momento simbólico de la vida de María.
   Su momento feliz es interrumpido por una visión terrible: la Pasión, cuyos instrumentos presentan los ángeles al Niño. Este vuelve la mirada consternado hacia la aparición. Con el movimiento brusco de terror contrae el pie izquierdo y la sandalia se le desprende. Las manecitas se aferran al pulgar de la Madre. Por eso la llaman a veces los rusos la Virgen del pulgar (Taletskaia Bojia Mater). La mirada de la Virgen trasciende el cuadro y pasa al espectador.
   Escuela y fecha.- La flexibilidad de la escena denota la presencia del realismo italiano. Sin embargo, la técnica es bizantina. Su dibujo es más rígido que el de sus contemporáneos italianos, tiene más de calco que de inspiración personal. No es un cuadro hecho en Italia como sus congéneres de Cimabue, Bernabé de Módena y Botticelli. Es un cuadro bizantino con influencias italianas. La isla de Creta era entonces colonia veneciana. Un ejemplar de nuestro cuadro está firmado por Andreas Rico de Candía (s. XV). El nuestro parece más antiguo que sus similares esparcidos por Italia. Kondakof y Muratof, disintiendo a veces, convienen en la inspiración italiana y lo atribuyen a la escuela ruso-bizantina de Novgorod, entre los siglos XIV y XV. En Rusia las Metsnaia ikona (imágenes de asiento) o Poklonnaia ikona (imágenes grandes) estaban fijas en el Iconostasio. Las Vírgenes de la Pasión (nuestro cuadro) eran imágenes de la devoción íntima y se llamaban Domovaia (imagen doméstica) o Molennaia ikona (imagen pequeña).
   Los papas han tenido siempre particular devoción al cuadro de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Pío IX lo regaló a los católicos de Zitomir (Rusia), que le pedían una de las Vírgenes más veneradas en Roma. León XIII se la dio a los misioneros de la Asunción que partían para Bulgaria. San Pío X la regaló a la emperatriz abisinia Taitú. Benedicto XV la tenía sobre su trono; para el 50 aniversario de la exposición al culto del prodigioso cuadro acuñó, a sus expensas, una medalla conmemorativa con su busto y la imagen del Perpetuo Socorro. Pío XI la puso en el escudo de la misión pontificia para socorrer a los niños hambrientos de Rusia. Hoy se la considera como símbolo de enlace entre la Iglesia romana y las Iglesias orientales disidentes, para la unión. Es cosa menos que interminable enumerar las naciones y centros en que a la Virgen del Perpetuo Socorro se le tributa culto especial. Baste decir que se halla extendida su devoción por las cinco partes del mundo. Sólo destacaremos las formas más significativas de este culto.
   Existe la Archicofradía de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de la que Pío IX quiso ser el primer archicofrade, encabezando las listas. También lo fue Alfonso XIII, cuya curación, en una gripe infantil, se atribuyó a una estampa de la Virgen colocada en su cuna. La Archicofradía tiene una sección especial: la Súplica Perpetua, por la que los socios se comprometen a orar media hora todos los meses ante el cuadro. Está también en plena vitalidad la Visita Domiciliaria por medio de capillas portátiles. En muchos países extranjeros existe la Novena Perpetua, sobre todo en los pueblos anglosajones, originaria de los Estados Unidos, que celebra una función religiosa como de media hora un día a la semana, durante todo el año. Pero esa función se repite, como en San Luis (Estados Unidos) once veces por día, para dar entrada a las oleadas de devotos. Estos, en la iglesia de Boston, no bajan de 20.000 el día semanal de la novena. El centro de Manila es asombroso. En Baclarán, barrio de la capital, se ha construido una iglesia capaz para 12.000 personas. En los días de Novena Perpetua el municipio organiza servicio especial de tranvías y autobuses, con un promedio de 60.000 asistentes en los siete ejercicios al día. El delegado apostólico, monseñor Panico, decía: “La Novena Perpetua es la gracia más grande que Dios ha dado a Filipinas después de su conversión al cristianismo". A estas Novenas Perpetuas asisten muchos no católicos. El padre Juan Herat, oblato de María Inmaculada, decía que, en su parroquia de Colombo, asistían los miércoles de la Novena 30.000 personas entre católicos, hindúes, budistas, mahometanos, parsis y protestantes. Francia, Italia, Bélgica, Holanda, Alemania, Inglaterra la tienen en la mayor parte de sus iglesias. Son cientos de miles los lugares misionados adonde se ha llevado el cuadro y su devoción. Varios cientos de miles suman los ejemplares de las revistas de su nombre. Los altares erigidos en su honor son innumerables. Un cronista extranjero contaba por el año 1916 unos 1.200 altares sólo en pueblos de Andalucía. En España, además de la devoción privada que todo español conoce, tiene esta Virgen el homenaje de instituciones públicas de que es ella Patrona, así: Sanidad Militar, Colegios Médicos, Beneficencia Municipal de Madrid, en el Ministerio de la Gobernación, Asociación Mutua de Socorros, el Seguro Español, Mutualidad de Peritos del Ministerio de Agricultura, Ministerio de Hacienda. En Méjico y en las naciones de Centro y Sudamérica florece la devoción en prácticas piadosas y frutos de bendición, como en cualquier nación europea.
   No basta la distancia remota de los pueblos para limitar su devoción. A principios de siglo unos misioneros austriacos, en misión rodante por el Transiberiano, llevaron el cuadro desde Moscú a VIadivostok. En Africa lo presentan al culto los misioneros del Alto Níger (franceses), del Congo (belgas), de Africa del Sur (ingleses). También en Oceanía los misioneros de Nueva Guinea. Siete catedrales de Australia y Nueva Zelanda celebran la Novena Perpetua. En Newcastle (Oceanía) cinco estaciones radiofónicas comerciales transmiten la Novena Perpetua. En 1948 el padre Henry, oblato de María Inmaculada, llevaba el cuadro al Polo Norte, al 70º de latitud, península de Boothia.
   Como se ve, esta devoción tiene un marcado carácter universalista, con un fruto abundante de conversiones.
 RODRIGO BAYÓN, C. SS. R.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO
   Oh María, Madre bendita del Socorro, concededme que siempre pueda invocar vuestro dulcísimo Nombre porque él es ayuda del que vive y salud del que muere. Oh, Virgen Santísima del Socorro, haced que vuestro nombre sea de hoy en adelante la respiración de mi vida. Señora y Madre mía, no tardéis en socorrerme siempre que os llame, ya que en todas las tentaciones que han de combatirme, en todas las necesidades que se me presenten yo no quiero nunca dejar de llamaros, exclamando siempre: María, Madre mía. ¡Qué alivio, qué dulzura, qué confianza y qué ternura siente mi alma con sólo invocar vuestro nombre y con sólo pensar en Vos! Mil gracias doy a Dios por haberme dado para mi bien este nombre tan dulce, tan amable y tan poderoso; y V os, oh portentoso Señor de los Milagros, concededme que escudándome bajo el nombre y la protección de la Virgen Santísima del Socorro, merezca, por su intercesión, verme libre de todo peligro y de todo mal en la tierra, a fin de poder bendecir su nombre y adoraros a Vos en la eterna bienaventuranza. Así sea. 



*Año Cristiano, Tomo II, biblioteca de Autores Crisitianos, Madrid, 1966.

26 de Junio

SANTOS JUAN y PABLO, Mártires

  Honrad a todos, amad a los hermanos,
 temed a Dios, 
honrad al rey. 
(1 Pedro 2,17).

   San Juan y San Pablo eran hermanos, Constancia, hija de Constantino, en reconocimiento de sus leales servicios, les había legado una fortuna considerable de que se sirvieron para alimentar a los pobres de Jesucristo. El emperador Juliano los invitó a ir a su corte; pero respondieron que no querían tener trato con un príncipe que había renunciado a Jesucristo. Dióles el emperador un plazo de diez días para que se determinasen a adorar a Júpiter, lapso que aprovecharon para distribuir a los pobres los bienes que les quedaban. Cuando, al cabo de los diez días, Terenciano, capitán del cuerpo de guardias, vino a preguntarles qué decisión habían tomado, le respondieron que estaban dispuestos a dar la vida por el Dios que adoraban. Y fueron decapitados. El hijo de Terenciano fue librado del demonio que lo poseía, en la tumba de estos mártires. Este milagro convirtió a su padre.

MEDITACIÓN SOBRE TRES CLASES
DE IMÁGENES DE DIOS

I. Hay imágenes vivas del verdadero Dios, y Él nos manda que las honremos. Son nuestros superiores espirituales y todas las personas consagradas a Dios. Son imágenes de Jesucristo. Les ha participado su autoridad. Quien los menosprecia, al Salvador mismo menosprecia. El honor que les rinde recae sobre Jesucristo mismo que los ha enviado. Sus defectos personales no te deben impedir honrar el carácter que invisten. Quien os desprecia, a Mí me desprecia, quien os escucha, a Mí me escucha. (Jesucristo).

II. Los príncipes y los reyes, vuestros padres, vuestros patronos, vuestros superiores temporales también merecen que los honres como a imágenes de Dios, y como a sus lugartenientes en la tierra. La autoridad que tienen sobre ti de Dios proviene; debes obedecerles mientras no te manden nada contrario a la ley divina. Pero si, como Juliano el Apóstata, quieren apartarte del servicio de Dios, no tengas con ellos complacencias criminales. No seas como esos paganos, que tienen más respeto para el emperador que para sus dioses. (Tertuliano).

III. Los santos que viven en la tierra, tanto como aquellos que reinan ya en el cielo, son las imágenes más perfectas de Jesucristo, porque los ha hecho partícipes de su santidad; les debes, a este título, honores totalmente particulares. Ten devoción, pues, a los santos que están en el cielo. Respeta a los que viven en la tierra y busca su compañía. Conversando con ellos aprenderás a imitar a Jesucristo, cuyas copias fieles son: Despójate de la figura del siglo, y fórmate según la imagen del Salvador. (San Pedro Crisólogo).

El vencimiento del respeto humano
Orad 
por los pastores de la Iglesia.

ORACIÓN

   Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que experimentemos este día doble gozo con ocasión del triunfo de los bienaventurados Juan y Pablo, a quienes una misma fe y un mismo martirio hicieron verdaderamente hermanos. Por J. C. N. S. Amén

25/VI SAN GUILLERMO, Abad

25 de Junio

SAN GUILLERMO, Abad

Tened un mismo sentir, conservad la paz, y el Dios
de la paz y del amor estará con vosotros.
(2 Corintios, 13, 11).

   San Guillermo, para dedicarse más libremente a la oración, se retira al Monte Virgen en el reino de Nápoles; pero su reputación de santidad síguelo a su retiro, y lleva a él a gran número de personas que desean practicar, bajo su dirección, los ejercicios de la vida ascética. Llégasele también una mujer para tentarlo. Revuélcase el santo sobre carbones encendidos y Dios no permite que sufra la menor quema dura. Su muerte, predicha por él, tuvo lugar el 25 de junio de 1142.

MEDITACIÓN

SOBRE LA PAZ DEL ALMA

   I. Vive en paz con el prójimo; disimula, sufre antes de romper la paz y faltar a la caridad. Si algún acontecimiento viene a turbar esta paz, restablécela lo antes posible: cede algo de tus derechos, en interés de la paz y de la unión. En esto se conocerá si eres imitador de Jesucristo, si amas la paz y la caridad; y esta paz, que conservas con todos, es guerra cruelísima que haces al demonio. La paz entre vosotros es la guerra contra él. (Tertuliano)

   II. Con todo, es preciso romper esta paz con el prójimo, cuando ella te obligue a hacer la guerra a Dios. Tienes un amigo peligroso, un pariente que te arrastra al vicio, un inferior que se entrega al libertinaje; es preciso advertirle, aun a riesgo de que se aleje de ti y se haga tu enemigo: vale más romper con los hombres que con Dios. Ninguna paz con los pecadores, ninguna paz con el vicio. Esa calma sería una tempestad. (San Jerónimo).

   III. Conserva no obstante la paz de tu alma, al precio que sea. El espíritu de Dios ama a los corazones apacibles y a las almas tranquilas. Si siempre te acuerdas que Dios permite todo lo que te sucede, para su gloria y para tu mayor bien, los acontecimientos, aun los más fastidiosos, no podrán alterar tu paz, ni arrebatar tu dicha. ¿Qué más precioso y más dulce para el corazón, qué más calmo y más tranquilo en la tierra que una buena conciencia? (San Bernardo).

La paz del alma
Orad 
por la paz en el seno
de las familias.

ORACIÓN

   Oh Dios, que habéis dado el ejemplo y la ayuda de los santos para abrir a nuestra flaqueza el camino de la salvación, haced que honrando los méritos del bienaventurado Guillermo, abad, aprovechemos sus sufragios y caminemos siguiendo sus huellas. Por J. C. N. S. Amén

24/VI NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

24 de Junio

NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

  En verdad, os digo, ninguno de entre los hijos
de mujer ha sido mayor que Juan Bautista.

(Mateo, 11, 11).

   Toda la tierra se alegra del nacimiento de San Juan; pero, ¿no debemos nosotros afligirnos al comparar lo que él ha hecho con lo que hacemos nosotros? Él deja el mundo y se retira al desierto para hacer penitencia; su alimento es un poco de miel silvestre con langostas; su vestidura, la piel de un camello. Sus ejemplos, más aun que sus palabras, son una exhortación a la penitencia. Viendo a Jesucristo, ex clama: He ahí el Cordero de Dios que quita los peca dos del mundo; y el Salvador quiere ser bautizado por él.

MEDITACIÓN
SOBRE SAN JUAN BAUTISTA
   
I. He aquí un penitente que no es culpable de pecado alguno, y a quien la presencia de Jesús,  oculto en el seno de su Madre, ha purificado antes de su na cimiento hasta de la mancha original. ¿Qué falta había cometido él cuando se retiró al desierto a hacer penitencia? Nos enseña con ello que el hombre, aun el más inocente, debe hacer penitencia. ¿Comenzaste tú este ejercicio? Te parece muy penoso, y he aquí un niño que lo hace como juego. Pon manos a la obra, y pronto experimentarás cuán indecible satisfacción reserva Dios a los que renuncian al placer para darse a Él. ¡Cuán instantáneamente pareció dulce a mi corazón privarse de las dulzuras de las vanidades del mundo! Temía perder las, y dejarlas llegó a ser para mí la fuente de la dicha. (San Agustín).
   
II. Temprano comienza este santo su penitencia y la prolonga hasta el fin de su vida. No basta que te mortifiques por algún tiempo, hay que hacerla hasta la muerte. Siempre tienes contra ti a tu cuerpo, al demonio y al mundo. El único medio para triunfar de estos tres enemigos es combatirlos sin des canso hasta el fin. Piensa en el infierno que debes evitar, en el paraíso que debes ganar, y nunca te can sarás de hacer penitencia.
   
III. Si la humildad no las acompaña, tus austeridades no te servirán sino para atormentarte. San Juan rechaza los honores que le rinden los judíos llamándole Profeta y Mesías; se humilla delante de Jesucristo. Humíllate tú ante Dios y los hombres. Lo que haces, lo que sufres, nada es comparado con los trabajos y sufrimientos de los santos. ¿De qué sirve mortificar el cuerpo por la paciencia, si el espíritu está hinchado de orgullo? (San Jerónimo).

La humildad
Orad 
por la conversión
de los pecadores

ORACIÓN
     Oh Dios, que habéis solemnizado este día con el nacimiento de San Juan Bautista, conceded a vuestro pueblo la gracia de los gozos espirituales, y dirigid las almas de los fieles por el camino de la salvación eterna. Por J. C. N. S. Amén.

23/VI SANTA EDILTRUDIS, Virgen

23 de Junio

SANTA EDILTRUDISVirgen

  Si viviereis según la carne, moriréis;
 si, en cambio, con el espíritu hacéis
morir las obras de la carne, viviréis.

(Romanos, 8, 13).

   Santa Ediltrudis no vivía según la carne, puesto que guardó virginidad perpetua con el príncipe Tombrecto y el rey Ecfrido, que fueron sucesivamente sus maridos. Obtuvo de este último permiso para entrar en un monasterio. Por sus virtudes fue nombrada abadesa después de un año de profesión religiosa. Soportó con mucha paciencia un tumor que le sobrevino en el cuello. Oraba a Dios desde medianoche hasta la salida del sol. Dieciséis años después de su muerte, su cuerpo fue encontrado incorrupto. Acaeció su dichosa muerte el 23 de junio del año 679.

MEDITACIÓN
SOBRE LA MORTIFICACIÓN
   
I. Debes mortificarte si quieres vivir como hombre racional. Tu razón no será la soberana si concedes a tus sentidos todo lo que te piden. En todos tus actos ten puesta la mira no en lo que agrada, sino en lo que es razonable. No te dejes arrastrar al amor, al aborrecimiento, al placer; ello sería vivir a manera de animal. ¡Cuán pocos hombres hay que siguen las luces de la razón! Y tú, ¿lo haces? 
   
II. No basta vivir como hombre: para salvarse, hay que vivir como cristiano; es decir, que hay que obrar según el espíritu de Jesucristo, y no perseguir con nuestra conducta otro fin que el de agradar a Dios. Para esto, nada debe hacerse que contente la sensualidad y la ambición, nada que satisfaga las pasiones. Es preciso despojarse de las malas inclinaciones de la naturaleza corrompida, y hacer todo lo contrario de lo que ella exige: así es como hacen los verdaderos cristianos. Comienzan por aborrecer su vida pasada y por practicar lo que ellos aborrecían. (Tertuliano).
   
III. Si eres sacerdote o religioso, motivo de más para mortificarte, puesto que tu estado te separa del mundo y te consagra totalmente a Jesucristo; y esta mortificación debe extenderse al cuerpo y al espíritu, pues ambos están consagrados a Dios de manera especial. ¿Puedes decir en verdad: He muerto a todo el resto; las cosas de Jesucristo son las únicas que me encuentran vivo y pronto a obrar? (San Bernardo).

La mortificación
Orad 
por la Iglesia.

ORACIÓN
   Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que la fiesta de la bienaventurada Ediltrudis, al regocijar nuestra alma, la enriquezca con los sentimientos de una tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.

22/VI SAN JUAN FISHER, Obispo y Mártir

22 de Junio

SAN JUAN FISHERObispo y Mártir

Juan Fisher - Wikipedia, la enciclopedia libre
  Era libre respecto de todos
y de todos me hice siervo, para ganar más almas.

(1 Corintios, 9, 19).

   Juan Fisher, nacido en 1469, cursó sus estudios en Cambridge y llegó a ser canciller de esta universidad. En 1502, fue nombrado capellán de lady Margarita Beaufort, madre del rey. de Inglaterra, y en 1504 obispo de Rochester. En todos sus cargos distinguióse por su piedad y amor al estudio. Bajo Enrique VIII, se opuso a los deseos del rey que quería obtener la anulaci6n de su matrimonio y la dignidad de jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra. Fue en carcelado en la Torre de Londres y, después, decapitado en 1535.

MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO
   
I. Bien está amar a los demás más que a sí mismo al punto de sacrificar la propia libertad para sacar a un desdichado de la esclavitud, tal como hizo San Paulino. Imita esta heroica virtud, amando al prójimo por lo menos como a ti mismo. Sírvele, complácele, habla en su favor; en una palabra, trátalo como quisieras que te trataran a ti, si estuvieras en su lugar. ¿Por ventura podría decirse de ti lo que se decía de los primeros cristianos: Ved cómo se aman, están dispuestos a morir unos por otros? (Tertuliano).
    
II. Te inclinas naturalmente a hablar favorablemente de ti mismo, a encontrar excelentes tus acciones, a disculpar tus defectos, a interpretar bien lo que te concierne. Haz lo mismo respecto de tu prójimo; trátalo con indulgencia. No quieres que se tengan ojos para tus faltas ni lengua para hablar de ellas. ¿Eres ciego y mudo tú cuando los otros hacen mal?
   
III. Tu amor por el prójimo debe ser universal, sin acepción de personas. Todos los hombres llevan la imagen de Dios, todos han sido redimidos por la sangre de Jesucristo, todos pueden ir al cielo; así, debes amarlos a todos, sin dejarte guiar jamás por tu humor y tu capricho. De otro modo, tu amor no es más que amor natural que no tiene derecho a re compensa alguna en el cielo. San Paulino se hizo esclavo para rescatar a un hombre que no conocía, pero en quien veía la imagen de Dios. Nuestro amor, decía él, no considera ni la persona ni la condición de los hombres, ve sólo las almas.

El amor al prójimo
Orad 
por el acrecentamiento de la caridad.

ORACIÓN
   Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis nuevo motivo de alegría en la solemnidad de vuestro mártir y pontífice, el bienaventurado Juan, haced, por vuestra bondad, que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, experimentemos aquí abajo los efectos de su protección. Por J. C. N. S. Amén

DOMINGO CUARTO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS


Resultado de imagen para pesca milagrosa

(Doble - Ornamentos verdes)

   El amor de Dios sigue en este domingo revelándonos sus delicadezas. El mundo se nos presenta con la imagen de un mar lleno de tormenta y peligros. Estamos salvos -pensamiento de la Pascua- pero el enemigo, envidioso de nuestra felicidad, se esfuerza por perdernos de nuevo. No debemos desalentarnos. En medio de todas las luchas, la Providencia de Dios vigila sobre nosotros. Este es el pensamiento dominante de la liturgia de hoy. 

IntroitoPs 26
    INTROITUS Dominus illuminatio mea, et salus mea, quem timebo? Dominus defensor vitae meae, a quo trepidabo? Qui tribulant me inimici mei, ipsi infirmati sunt, et ceciderunt. – Ps. Si consistant adversum me castra non timebit cor meum. V. Gloria Patria! Gloria al Padre, etc.   Introito - El Señor es mi luz y mi salvación: a quién temeré? El Señor es el defensor de mi vida; ¿quién me hara temblar? Mis enemigos, que me atribulan, han flaqueado y caído.
Ps. Aunque se enfrenten ejércitos contra mí, no temerá mi corazón. Gloria al Padre.

Oración-Colecta
   ORATIO - Da nobis quaesumus, Domine, ut et mundi cursus pacifice nobis tuo ordine dirigatur: et Ecclesia tua tranquilla devotione laetetur. Per Dominum. Per D. N.   R. Amen       Suplicámoste, oh Señor, nos concedas la gracia de ver pacíficamente dirigida por el orden de tu
Providencia la marcha del mundo; y que tu Iglesia goce también de paz en el ejercicio del culto. Por Nuestro Señor, etc.. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.   R. Amen.


Epístola
   Por el pecado, no solo el hombre sino toda la creación quedo sujeta a servidumbre y en estado de abyección; pero, por la redención de Jesucristo, toda ella ha adquirido un cierto derecho a la adopción de hijos de Dios y ha sido elevada a la dignidad de causa instrumental para la santificación del hombre, si este sabe usar de ella con discreción.
EPISTOLALectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Romanos (I Rom. 8, 18-23)  - Fratres: Existimo, quod non sunt condignae passionis hujus temporis ad futuram gloriam, quae revelabitur in nobis. Nam exspectatio creaturae revelationem filiorum Dei exspectat. Vanitati enim creatura subjecta est, non volens, sed propter eum, qui subjecit eam in spe: quia et ipsa creatura liberabitur a servitute corruptionis, in libertatem gloriae filiorum Dei. Scimus enim quod omnis creatura ingemiscit et parturit usque adhuc. Non solum autem illa, sed et nos ipsi primitias spiritus habentes; et ipsi intra nos gemimus, adoptionem filiorum Dei expentantes, redemptionem corporis nostri: in Christo Jesu Domino nostro. Amen.

   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Romanos: (I Rom. 8, 18-23)  - Hermanos: Creo que los sufrimientos de la presente vida no son comparables con la gloria venidera, que se ha de manifestar en nosotros. Así las criaturas todas ansían la manifestación de los hijos de Dios. Porque se ven sujetas a la vanidad, no de grado, sino por causa de Aquél que las puso en tal sujeción: esperando también ellas ser redimidas de esa servidumbre a la corrupción, para participar de la libertad y gloria de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta ahora todas las criaturas están suspirando, y como con dolores de parto. Y no solamente ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos ya las primicias del Espíritu Santo, suspiramos de lo intimo del corazón, aguardando la adopción de los hijos de Dios, esto es, la redención de nuestro cuerpo en Jesucristo, Nuestro Señor(1).
    GRADUALE Ps. 78 Propitiue esto, Domine, peccatis nostris: nequando dicant gentes: ubi est Deus eorum? V. Djuva nos, Deus
salutaris noster: et propter honorem nominis tui, Domine, libera nos.
Alleluia, alleluia. V. Deus, qui sedes super thronum, et judicas aequitatem, esto refugium pauperum in
tribulatione. Alleluia.
   Gradual - Ps. 78 - Se propicio, Señor, en perdonar nuestros pecados, para que no digan las gentes ¿Dónde está su
Dios? Ayúdanos, oh Dios Salvador nuestro; y libranos, Señor por la honra de tu Nombre.
Aleluya, aleluya Oh Dios que estás sentado sobre el trono, y que juzgas con rectitud, sé refugio de los pobres
en la tribulación. Aleluya. 

Evangelio
      Con el relato de la pesca milagrosa, que ahora vamos a escuchar, debemos aprender a no trabajar, ni en el orden apostólico y ni siquiera en el orden material de la vida, sin invocar la ayuda de Dios, en la que hemos de poner toda nuestraa confianza.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucas. Luc. 5, 1-11
   In illo témpore: Cum turbae irruerunt in Jesum, ut audirent verbum Dei, et ipse stabat secus stagnum: Genesareth. Et vidit duas naves stantes secus stagnum: piscatores autem descenderant, el lavabant retia. Ascendens autem in unam navim, quae erat Simonis rogavit eum a terra reducere pusillum. Et sedens docebat de navicula turbas. Ut cessavit autem loqui, dixit ad Simonem: Duc in altum et laxate retia vestra in capturam. Et respondens Simon, dixit illi: Praeceptor, pero totam noctem laborantes, nihil cepimus, in verbo autem tuo laxabo rete. Et cum hoc fecissent, concluserunt piscium multitudinem copiosam: rumpebatur autem rete eorum. Et annuerunt sociis, qui erant in alia navi, ut veniren, et adjuvaren eos. Et venerunt, et impleverunt ambas naviculas, ita ut pene mergerentur. Quod cum videret Simon Petrus, procidit ad genua Jesu, dicens: Exi a me, quia homo peccator sum, Domine. Stupor enim circumdederat eum, et omnes, qui cum illo erant, in captura piscium, quam ceperant: similiter autem Jacobum, et Joannem, filios Zebedaei, qui erant socii Simonis. Et ait ad Simonem Jesus: Noli timere: ex hoc jam homines eris capiens. Et subductis ad terram navibus, relictis omnibus, secuti sunt eum. 
Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según San Lucas (5, 1-11)  – Hallándose Jesús junto al lago de Genezaret, las gentes se agolpaban en torno suyo, ansiosas de oír la palabra de Dios En esto, vio dos barcas a la orilla del lago, cuyos pescadores habían bajado, y estaban lavando las redes. Subiendo, pues, a una de ellas, que era de Simón, pidióle la desviase un poco de la orilla. Y sentándose dentro, predicaba desde la barca al numeroso gentío. Acabada la plática, dijo a Simón: "Guía mar adentro, y echad estas redes para pescar." Replicóle Simón: "Maestro, toda la noche hemos estado fatigándonos, y nada hemos recogido, no obstante, fiado en tu palabra, echaré la red"(2). Y habiéndolo hecho, recogieron tan gran cantidad de peces, que la red se rompía. Por lo cual, hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que viniesen a ayudarles. Vinieron luego, y llenaron con tantos peces las dos barcas, que poco faltó para que se hundiesen. Viendo esto Simón Pedro, echóse a los pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador". Y es que el asombro se había apoderado así de el, como de todos los demás que con el estaban, en vista de la pesca que acababan de hacer: lo mismo sucedía a Santiago, y a Juan, hijos de Zebedeo, y compañeros de Simón. Entonces dijo Jesús a Simón: "No temas: de hoy en adelante serás pescador de hombres."
Y, conducidas a tierra las naves, dejándolo todo, le siguieron a Él. Credo.   
    OFFERTORIUM Illumina oculos meos, ne umquam abdormiam in morte: nequando dicat inimicus meus: Praevalui adversus eum.   Ofertorio -  Alumbra mis ojos, para que no me duerma yo jamás en el sueño de la muerte; no sea que mi enemigo diga: He podido mas que el.

Oración-Secreta
    Oblationibus nostris, quaesumus, Domine, placare susceptis: et ad te nostras etiam rebelles compelle propitius voluntates. Per Dominum nostrum..    Aplácate oh Señor, aceptando nuestras ofrendas, y reduce suavemente a tu obediencia nuestras rebeldes voluntades. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.  


Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro:: Santo, Santo, Santo, etc.

Comunión
COMMUNIO  Dominus firmamentum 
meum, et refugium meum, et liberator meus, Deus meus, adjutor meus.
   Comunión. - El Señor es mi mas firme apoyo, mi refugio y mi libertador, mi Dios, y mi ayudador.

Oración- Postcomunión
Mysteria nos, Domine, quaesumus, sumpta purificent, et suo munera tucantur. Per Dominum nostrum.
Haz, Señor, que nos purifique este Sacramento que acabamos de recibir, y que con su virtud nos defienda. Por Jesucristo Nuestro Señor.
  • (1) Los verdaderos cristianos, aun sabiendo que han recibido una adopción de hijos de Dios, pero imperfecta todavía, por la gracia, se sienten en esta vida como en un destierro y encarcelados en la prisión de su cuerpo, y suspiran sin cesar por la perfecta adopción, que se consigue en el Cielo mediante la gloria, la cual nos renovará completamente en el cuerpo y en el alma.
  • (2) Cuando Dios nos manda algo, aunque sea difícil y sobrehumano, o el cumplimiento de nuestro deber nos exige emprender cosas arduas, debemos lanzarnos a la brega en el nombre del Señor. En Él está el darnos buen éxito, si le place. ¡Cuántos milagros se han obrado y se obran todos los días con esta poderosa arma de la confianza en Dios!

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa