EL SANTO DEL DÍA ES:

01 de Octubre

SAN REMIGIO DE REIMS, Obispo y Confesor

Conforme a la santidad
del que os llamó, sed también
vosotros santos en todo vuestro proceder.

(1 Pedro, 1,15).

   San Remigio, el gran apóstol de Francia, fue ilustre por la ciencia, la elocuencia, la santidad y los milagros que jalonaron sus largos setenta años de episcopado. Elegido por Santa Clotilde para instruir religiosamente al rey Clodoveo, su esposo, que había decidido abrazar el cristianismo, tuvo el santo obispo el consuelo de bautizarlo, con dos de sus hermanas, tres mil guerreros y muchas mujeres y niños. Destruyó los ídolos e hizo edificar iglesias. Murió hacia el año 533, casi nonagenario.
  
MEDITACIÓN: SOBRE LA SANTIDAD RESUMIDA EN TRES PALABRAS

I. La santidad puede resumirse en tres palabras: abstenerse, sufrir, emprender. Abstente de las cosas ilícitas y peligrosas, y a menudo aun de las permitidas. Prívate de los placeres de esta vida, y gozarás de los del cielo. No hay gozo más dulce, aun en esta vida, que privarse de un placer por amor de Dios. Señor , ¿cómo podría entregarme al placer viéndoos clavado en una cruz? ¡Existe un infierno para los voluptuosos, y me abandono yo a las delicias!

II.  Hemos de sufrir ataques de la concupiscencia, del mundo y del demonio. Hemos de sufrir insultos de nuestros enemigos y perfidias de quienes consideramos amigos. En fin, seas quien fueres, te desafío a que me cites tan siquiera un día de tu vida en que no hayas sufrido. Reflexiónalo bien. El mundo es incapaz de satisfacer nuestros deseos, y la inquietud incesante de nuestra alma, en el seno mismo de la abundancia, es una prueba de que só1o Dios puede colmarla. Considera el estado de vida que te plazca, no hay descanso ni en el más oscuro ni en el más brillante. (San Euquerio).
   
III. Gran obra es nuestra santificación; es menester, para llevarla a cabo, trabajar seriamente por adquirir las virtudes cristianas. ¿Podrías acaso decir que posees alguna de ellas? No te desalientes sin embargo: para ser santo, basta quererlo. Examina qué te impide serlo, y verás que no son sino bagatelas, como aquéllas de que habla San Agustín: Estaba retenido por las frivolidades y las vanidades más miserables.

El deseo de la santidad
Orad por vuestros jefes.

ORACIÓN
   Haced, oh Dios omnipotente, que la piadosa solemnidad de San Remigio, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.


HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:


EL SANTO DEL DÍA ES:

30 de Septiembre

San Jerónimo, Presbítero y Doctor

Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios
para que se nos confiase su Evangelio, 

así hablamos, no para agradar a los hombres, 
sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
(1 Tesalonicenses, 2, 4)

   La vida de San Jerónimo, hombre rico de Panonia que se hizo bautizar en Roma y fue ordenado sacerdote en Antioquía, no es sino una serie ininterrumpida de trabajos emprendidos por la gloria de Dios. Secretario del Papa San Dámaso, enseñó Sagrada Escritura y dio de ella, en latín, su famosa traducción conocida con el nombre de Vulgata, que aprobó el Concilio de Trento. Fue también el azote de las herejías. Su austeridad, sus continuos ayunos y su celo por la conversión de las almas, nos enseñan la virtud y el Evangelio más elocuentemente aun que sus palabras. Murió en el año 420, cerca de los 80 años de edad.

MEDITACIÓN: SOBRE SAN JERÓNIMO
   
I. Este santo Doctor abandonó la lectura de los autores profanos, por quienes tenia una especie de pasión, a fin de entregarse de lleno al estudio de los Libros santos. ¿Hasta cuándo perseguirás en tus estudios sólo tu agrado y tu interés? Mira hacia dónde tienden tus vigilias y tus trabajos, y trata de santificarlos mediante la rectitud de tus intenciones. Acuérdate siempre que hay que atribuir a la virtud más valor que a la ciencia. Ama la ciencia, pero prefiere a ella la caridad. (San Agustín)
   
II. San Jerónimo dejó la Ciudad eterna, en la que era colmado de honores, y fue a buscar, en la soledad de Belén, un refugio contra los peligros del mundo. Examina las ocasiones que tienes de ofender a Dios, y abandónalas. En el desierto es donde Jesucristo y un gran número de santos después de Él triunfaron de sus ataques. La gloria del desierto es triunfar del demonio que venció a nuestros primeros padres en el paraíso terrenal. (San Euquerio).
   
III. El pensamiento del juicio fue lo que movió a este gran santo a retirarse a la soledad y a imponerse las más rudas mortificaciones. Es menester que el sonido de aquélla trompeta terrible que deberá citarte ante el tribunal de Dios resuene continuamente en tus oídos. ¿Estás pronto a dar cuenta de tu vida? Piensa en ello a toda hora durante el día, tiembla, como lo hacía este santo; abandona los placeres y abraza la cruz. Cuando el sonido de la trompeta haga temblar la tierra y a los que la habitan, tú estarás gozoso. (San Jerónimo).

El pensamiento del juicio
Orad por la educación

cristiana de la juventud.

ORACIÓN
    Oh Dios, que os dignasteis conceder a la Iglesia un admirable intérprete de las Sagradas Escrituras en la persona de vuestro confesor San Jerónimo, ayudadnos, en consideración de sus méritos, a llevar a la práctica la que enseñó con su palabra y sus actos. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

TIEMPO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS:

DÉCIMO NOVENO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(Semidoble - Ornamentos verdes)

   En torno de este Domingo suele leerse en Maitines el libro de Ester. Estudiemos brevemente esta figura, como venimos haciéndolo con otras del Antiguo Testamento*. La situación de Israel, desterrado en Persia, llegó a ser sumamente precaria reinando en Susa el rey Asuero, y sólo la oración y la penitencia de la reina Ester y de Mardoqueo su tío fueron capaces de deshacer la tormenta y horrenda carnicería que el feroz y envidioso Amán, mayordomo del rey, tenía urdidas contra los hebreos deportados. Así sucedió que la horca para ellos dispuesta sirvió de suplicio a Amán, pudiendo cantar una vez más Israel las misericordias de Dios con los suyos.
   El ayuno de tres días observado por Ester es paralelo al de la Témporas, que por estos mismos dias observan todos los buenos hijos de la Iglesia, desterrada en tierra ajena, y cuyos enemigos no son menos feroces y menos despiadados que los del antiguo pueblo de Dios**.
   Todo esto era figura del futuro, de lo que había de suceder con su Iglesia, sobre todo en el fin de los tiempos, en que arreciará furiosa la persecución. Amán, o sea, el Antecristo, con todos sus esbirros guerrearán sin tregua contra la Iglesia, contra Ester y Mardoqueo; pero en castigo de sus maldades, serán arrojados con ignominia del banquete de las bodas eternas a las tiniebla del exterior, en medio de la noche oscura y fria que no tendrá fin (Ev.); siendo la causa de esa reprobación el no entrar con el vestido nupcial, por no haberse revestido de ese hombre nuevo creado a la imagen de Dios y engalanado con justicia y santidad verdaderas (Ep.). Así tratará Dios a cuantos entren en la sala del festín sin ir revestidos con la túnica de la caridad (S. Agustín), de la gracia santificante, por la cual pertenecemos al alma de la Iglesia, ya que, por la fe, aun muerta, pertenecemos al cuerpo místico de Cristo.
   El medio eficaz de evitar ese bochorno y expulsión eterna del cielo nos lo indica la Epístola. Es renunciar a la mentira y a la falsía y tener caridad, de manera que. jamás se nos ponga el sol guardando rencor en el corazón.
   Pidamos al Señor que, como Ester y Mardoqueo, estemos siempre pegados a sus divinos mandamientos (Posc. y Com.); y así no tendremos que temer las terribles sanciones del día postrero, ni siquiera los escarmientos ejemplares que sufren muchos malos en el mundo, los engreídos como Amán, y los judíos que, por no haber recibido a Cristo, fueron remplazados por los paganos en las promesas hechas a Abrahán y sus descendientes; y los que persistan en su infidelidad serán también arrojados del banquete de las bodas eternas a las tinieblas exteriores donde no habrá sino llanto y crujir de dientes (Ev.).
   
El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.

IntroitoEcles.  36,18
    INTROITUS Salus pópuli ego sum,dicit Dóminus: quacúmque tribulatióne clamáverint ad me, exáudiam eos: et ero illórum Dóminus in perpétuum.- Ps.77,1. Atténdite.pópule meus, legem meam; inclináte aurem vestram in verba oris mei. V. Glória.   Introito - Yo soy la salvación del pueblo, dice el Señor; en cualquier tribulación en que clamaren a Mí, les oiré; y seré siempre su Señor. - Ps. Escucha, pueblo mío, mi ley; presta oidos a las palabras de mi boca. V. Gloria al Padre
Oración-Colecta
   ORATIO - Omnipotens  et miséricors Deus,univérsa nobis adversántia propitiátus exclúde: ut mente et córpore páriter expediti,quae tua sunt, líberis méntibus exsequámur. Per Dóminum.    R. Amen       Oh Dios omnipotente y misericordioso, aleja propipcio de nosotros todo lo adverso; para que, desembarazados de alma y de cuerpo, te sirvamos con entera libertad. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.   R. Amen.

Epístola
   Debemos renovar continuamente nuestro espíritu y revestirnos de el "hombre nuevo", es decir, de la santidad evangélica. Siendo, como somos todos, miembros de un mismo Cuerpo místico, debemos practicar los deberes mutuos de caridad, de sinceridad, de lealtad y de compasión.
EPISTOLALectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Ephesios (4, 23-28)  - Fratres: Renovamini spiritu mentis vestrae, et induite novum hominem, qui secundum Deum creatus est in iustitia, et sanctitate veritatis. Propter quod deponentes mendacium, loquimini veritatem unusquisque cum proximo suo: quoniam sumus invicem membra. Irascimini, et nolite peccare; sol non occidat super iracundiam vestram. Nolite locum dare diabolo; qui furabatur iam non furetur; magis autem laboret, operando manibus suis, quod bonum est, ut habeat unde tribuat necessitatem patienti. 
   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los EfesiosHermanos: Renovaos en el interior de vuestra alma, y revestíos del hombre nuevo que fue creado conforme a la imagen de Dios en justicia y santidad verdadera. Por lo cual, renunciando a la mentira, hable verdad cada uno con su prójimo ya que somos miembros los unos de los otros. Si os enojáis, no queráis pecar(1); no sea que se os ponga el sol estando todavía airados(2). No deis entrada al diablo: el que hurtaba, ya no hurte: antes bien trabaje con sus manos en obras honestas, para que tenga de donde dar al que padece necesidad(3).
    GRADUALE (Ps. 121 ) Dirigatur oratio mea, sicut incénsum in consopéctuo tuo, Dómine. V. Elevatio mánuum meárum sacrificium vespertinum.Alleluia, alleluia. V.(Ps. 104) - Confitémini  Dómino, et invocater gentes ópera ejus. Alleluia.   Gradual - Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor. V. Sea la elevación de mis manos como un sacrificio vespertino.
Aleluya, aleluya - V.  Alabad al Señor, e invocad su nombre; anunciad entre las naciones sus obras. Aleluya. 
Evangelio
      Hermosa parábola, donde Jesús enseña que todos, buenos y malos, cristianos y paganos, judíos y gentiles, sanos y enfermos, somos llamados a participar del banquete de la felicidad eterna del cielo, con la única condición de no desoír la voz de Dios y vivir revestidos de la gracia. Una inmensa multitud de hombre prefiere los bienes y placeres terrenales, que los ve seguros, y desprecia los celestiales, que los ve muy problemáticos.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Mathaeum (22, 1-14)
   In illo témpore: 
Loquebátur Iesus principibus sacerdotum, et pharisaeis in parabolis dicens: Simile factum est regnum caelorum homini regi, qui fecit nuptias filio suo. Et misit servos suos vocare invitatos ad nuptias, et nolebant venire. Iterum misit alios servos, dicens: Dicite invitatis: Ecce prandium meum paravi, tauri mei et altilia occisa sunt, et omnia parata: venite ad nuptias.Illi autem neglexerunt: et abierunt, alius in villam suam alius vero ad negotiationem suam: reliqui vero tenuerunt servos eius, et contumelia adfectos occiderunt. Rex autem cum audisset iratus est, et missis exercitibus suis perdidit homicidas illos, et civitatem illorum succendit. Tunc ait servis suis: Nuptiae quidem paratae sunt, sed qui invitati erant,  non fuerunt digni. Ite ergo ad exitus viarum,  et quoscumque inveneritis, vocate ad nuptias. Et egressi servi eius in vias,  congregaverunt omnes, quos invenerunt, malos et bonos: et impletae sunt nuptiae discumbentium. Intravit autem rex, ut videret discumbentes, et vidit ibi hominem, non vestitum veste nuptiali. Et ait illi: Amice quomodo huc intrasti, non habens vestem nuptialem? At ille obmutuit. Tunc dixit rex ministris: Ligatis pedibus eius,  et manibus mittite eum in tenebras exteriores: ibi erit fletus, et stridor dentium. Multi autem sunt vocati pauci vero electi. 

Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según sAN Mateo - En aquel tiempo:  Hablaba Jesús a los príncipes de los Sacerdotes y a los Fariseos en parábolas, diciendo: En el reino de los cielos acontece lo que a cierto rey que celebró las bodas de su hijo. Y envió sus siervos a llamar a los convidados a las bodas, mas no quisieron acudir. En vió de nuevo otros criados, diciendo: Decid a los convidados: "Mirad que ya he preparado mi banquete, mis toros y los animales cebados están ya muertos, todo está a punto; venid a las bodas". Mas ellos los despreciaron, y se fueron el uno a su granja y el otro a sus negocios, y los demás se apoderaron de los siervos, y después de haberlos ultrajado, los mataron. Enterado de ello el rey, se irritó, y enviando sus ejércitos, acabó con aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas están preparadas, mas los antes convidados no han sido dignos; id pues, a las salidas de los caminos, y a cuantos hallareis, convidadles a las bodas. Habiendo salido sus siervos a los caminos, reunieron a cuantos hallaron, malos y buenos; y se llenaron las salas de convidados. Entró el rey para ver a los comensales y vio allí un hombre que no estaba con el traje nupcial(4). Y le dijo: Amigo, ¡cómo has entrado aquí, no teniendo vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a sus ministros: Atado de pies y manos, arrojadlo fuera a las tinieblas; allí será el llanto y crujir de dientes(5). Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos(6). - Credo.   
    OFFERTORIUM (Ps. 137) Si ambulávero in medio tribulationis, vivificábis me, Dómine: et super iram inimicorum meorum extendes manum tuam, et salvum me fáciet déxtera tua.   Ofertorio -  Si anduviere en medio de la tribulación, tú me darás vida, oh Señor, y sobre la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará el poder de tu diestra.
Oración-Secreta
    Haec múnera, quaesumus Domine, quae óculis tuae majestatis offérimus, salutária nobis esse concéde. Per Dominum.    Haz, oh Señor, que estos dones que te ofrecemos ante los ojos de tu majestad, sirvan para nuestra salvación. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.  

Prefacio de la Santísima Trinidad
    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  (Ps. 118). - Tu mandasti mandáta tuacustodíri nimis: útinamdirigántur viae meae, ad custodiéndas justificationes tuas. 
   Comunión. - Tú has ordenado, oh señor, que tus mandamientos fuesen fielmente guardados; ¡ojalá que mis pasos vayan enderezados a la guarda de tus preceptos!
Oración-Postcomunión
     Grátias tibi reférimus, Dómine, sacro múnere vegetáti, tuam misericordiam deprecántes: ut dignos nos ejus participatióne perfícias. Per Dóminum   Haz, oh Señor, que la acción medicinal de tu gracia nos libre de todas nuestras perversidades, y que nos haga estar siempre adheridos a tus mandamientos. Por Nuestro Señor Jesucristo.




  • (* ) El Introito del Domingo 21º saldrá del libro de Ester; como también el Ofertorio del Domingo 22º; por donde se puede sospechar que el Breviario ha influido algo en la posición de estas misas.
  • (**) La oración de Mardoqueo es tan ferviente y confiada, que la Iglesia la emplea ea Cuaresma. Recémosla hoy por las intenciones de la Iglesia.
  • (1)   A veces es necesario y santo enojarse, pero hay que hacerlo de modo que la ira no se apodere del alma.
  • (2) El enojo justo debe durar lo indispensable para conseguir la enmienda o remedio de los que se pretende, y no debe pasar el día sin que los ánimos hayan vuelto a la paz habitual. Así no daremos entrada al demonio de la venganza.
  • (3) Según San Pablo, no basta que un ladrón deje de robar; debe además,  trabajar para poder vivir honradamente y aun para ayudar a los pobres, así restituirá algo de lo que ha robado.
  • (4) El traje de boda significa aquí la santidad cristiana, la vida ajustada a la Ley de Dios y a las obligaciones del propio estado. Sin ese aparejo, nadie podrá entrar en el Reino de los Cielos.
  • (5) En estas tinieblas exteriores está significado el infierno, lugar de horrorosa oscuridad, y en el llorar y crujir de dientes, las terribles penas de los condenados.
  • (6) Todos estamos llamados a la bienaventuranza del Cielo, pero no todos ponen los medios para conseguirla. ¿Son más los salvados que los condenados? Este texto no afirma ni niega nada en este sentido, ni el hombre lo podrá saber jamás, por mucho que se aguce el ingenio. Cada uno debe obrar como si fuese de los llamados y de los escogidos. Eso es lo positivo.

EL SANTO DEL DÍA ES:

29 de Septiembre

SAN MIGUELArcángel


Se trabó un gran combate en el cielo:
Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón

(Apocalipsis, 12, 7)

   San Miguel, el príncipe de los ángeles y el protector de la Iglesia, siempre ha defendido el honor y la gloria de Dios tanto en la tierra como en el cielo. Fue él quien echó del paraíso a Lucifer y sus cómplices. La Iglesia celebra esta fiesta en su honor, y Francia, que lo ha elegido por protector, a menudo ha experimentado los venturosos efectos de su protección. Luis IX creó en su honor la célebre Orden de San Miguel; Rusia también lo tuvo en gran veneración.

MEDITACIÓN: SOBRE SAN MIGUEL

I. Lucifer se había rebelado contra Dios: tal vez se negaba a adorar el misterio de la Encarnación, que Dios había revelado de antemano a sus ángeles. Imita el celo de este arcángel cuando se trata de los intereses de Dios: declárate abiertamente en contra de los impíos. Cuando el mundo con sus placeres o el demonio con su orgullo te ataquen, diles con San Miguel: ¿Quién como Dios?" Mundo, placeres, honores, riquezas, ¿Pueden acaso tus recompensas compararse a las que Dios me reserva? ¿Quién como Dios?
   
II. La humildad y la sumisión procuraron a San Miguel una gloria eterna, y el orgullo precipitó a Lucifer en los abismos infernales. ¡Temblad, soberbios! la vanidad es la que ha perdido a la más hermosa de todas las creaturas. Humillémonos y temamos comparecer ante Dios que hasta en los ángeles ha encontrado corrupción. ¡Cayeron los astros del cielo, y yo, lombriz, no tiemblo!
   
III. Debes honrar a San Miguel, porque es el príncipe de la Iglesia que debe un día asistir al examen de toda tu vida. ¿Qué dirás? ¿qué harás en ese tremendo día? No podrás esperar ayuda alguna ni de tu riqueza ni de tu ciencia. Sólo tus buenas obras abogarán a tu favor ante el Juez supremo. ¿Bastarán para asegurarte una gloria eterna? Llegará ese día en el que un corazón puro valdrá más que palabras hábiles, una buena conciencia más que una bolsa llena de oro. (San Bernardo).

La devoción a San Miguel
Orad por la Iglesia

ORACIÓN
    Oh Dios, que reguláis con infinita sabiduría los diversos ministerios de los ángeles y de los hombres, dignaos concedernos como protectores en la tierra a esos espíritus bienaventurados que no cesan en el cielo de ofreceros sus servicios y homenajes. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

EL SANTO DEL DÍA ES:

26 de Septiembre

SAN CIPRIANO y SANTA JUSTINAMártires

Yo me voy, y vosotros me buscaréis,
y moriréis en vuestro pecado.

(Juan, 8, 21)

   Santa Justina de Antioquía rehusó casarse con un joven pagano. Fue éste a consultar a un mago célebre, llamado Cipriano, sobre los medios que debía emplear para vencer a la doncella. Cipriano empleó todos los secretos de su arte; pero el demonio le confesó que ningún poder tenía sobre los cristianos. Esta respuesta lo convirtió; hasta llegó a ser obispo de Antioquía. Padeció con Santa Justina garfios de hierro, azotes y pez hirviendo; finalmente fueron decapitados.

MEDITACIÓN: SOBRE EL APLAZAMIENTO DE LA CONVERSIÓN

 I. No difieras tu conversión de día en día: Dios, que promete perdonar al arrepentido, no ha prometido esperar al pecador que difiere su conversión. La vida es tan incierta que una pronta conversión es absolutamente necesaria; porque de esta conversión depende una eternidad de dicha o de infortunio. El negocio de la salvación es tan importante, que no debe ser dejado para mañana. El día de mañana no pertenece al cristiano. (Tertuliano) 

II. Pero aun cuando estuvieras seguro de llegar a extrema vejez, no seria ello razón para diferir hasta entonces tu conversión. En efecto, el cuerpo debilitado por la edad y la enfermedad no buscará sino el descanso, los malos hábitos se habrán convertido en segunda naturaleza; acaso Dios retire las gracias que hoy menosprecias. Sin duda que el perdón está prometido al que se arrepiente; ¿pero pretenderás hacer entonces penitencia?
   
III. Esperas para convertirte el momento de tu muerte: pero ¿quién te ha dicho que no morirás de muerte repentina e imprevista? ¿Quién te ha asegurado que conservarás el uso de tu razón? Suponte que goces en ese supremo momento del pleno uso de tus facultades, ¿qué clase de penitencia es la que consiste en dejar el pecado cuando ya no se lo puede cometer? Imita a aquel cortesano que, después de haber leído la vida de San Antonio, dijo a uno de sus amigos: "Voy a servir a Dios; ahora mismo comienzo y en este lugar; si no quieres imitarme, por lo menos no te opongas a mi resolución".

La penitencia
Orad por la conversión de los pecadores.

ORACIÓN
    Haced, Señor, que experimentemos los efectos incesantes de la protecci6n de vuestros bienaventurados mártires Cipriano y Justina, puesto que no cesáis de mirar con bondad a los que favorecéis con tan poderoso socorro. por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

26/IX SAN JUAN DE BREBEUF, SAN ISAAC JOGUES y COMPAÑEROS, Mártires del Canadá

26 de Septiembre

SAN JUAN DE BREBEUF, SAN ISAAC JOGUES y COMPAÑEROS, Mártires del Canadá


  La evangelización del Canadá comienza en los primeros años del siglo XVII. Llegó entonces a aquellas tierras -y las exploró en sucesivos viajes- Samuel de Champlain, seguido de un tropel de aventureros, con el propósito de fundar un establecimiento permanente bajo la soberanía francesa para dedicarse al lucrativo comercio de pieles, Así se fundaron primeramente Port-Royal (Annápolis) en Nueva Escocia y Quebec en las orillas del río San Lorenzo; poco más tarde, Trois-Rivieres y Montreal.   Aquellos aventureros del primitivo Canadá francés eran, en su mayor parte, de confesión calvinista. No obstante, en 1615, Champlain hizo venir algunos franciscanos recoletos, que comenzaron a predicar el Evangelio, y uno de ellos, fray José Le Caron, adentrándose por las enormes selvas deshabitadas que cubrían la región de los lagos, alcanzó el país de los indios llamados hurones, De este modo iba a quedar señalado el primer objetivo de las misiones canadienses.
   Las tierras de la orilla meridional del San Lorenzo y del Ontario estaban habitadas por las temibles tribus iroquesas. Los algonquinos vivían en la otra orilla, En medio de estas dos grandes familias indígenas rivales se hallaban aisladas otras tribus de pieles rojas, numéricamente menos importantes; entre ellas, los hurones. Todos los indígenas de aquellos parajes practicaban la vida nómada, como corresponde a los pueblos cazadores. Los hurones, aunque sin abandonar la vida errante, cultivaban temporalmente algunas parcelas y se hallaban iniciados en la evolución al sedentarismo, propio de la vida agrícola. Por eso, ellos parecieron el objetivo inmediato más propicio a la obra misional.
   Cuando en 1623, llamados por los misioneros franciscanos, llegaron al Canadá los primeros jesuitas, uno de los cuales era el gran apóstol San Juan de Brébeuf, se aplicaron con todo ardor a la misión de los hurones, región que Brébeuf alcanza en 1626, después de vencer incontables dificultades que oponían el clima, la tierra y los indios.
   Entre tanto, Richelieu había decidido quebrantar el poderío de los hugonotes en Francia, que se sublevaron y resistieron con las armas en La Rochela y en Provenza, hasta ser sometidos por la fuerza (1627-1629). Un apéndice de esta lucha tocaba al Canadá. En 1627 Richelieu anuló los privilegios comerciales de los hugonotes de Quebec y fundó la Compañía de los Cien Asociados, para la explotación colonial de Nueva Francia. Los calvinistas de La Rochela habían llamado en su auxilio a Inglaterra, que, en efecto, hizo la guerra al Gobierno de Luis XIII. De tal manera, una expedición militar inglesa se apoderó de Quebec en 1629 e hizo prisioneros, sin distinción, a católicos y hugonotes, Entre los prisioneros se hallaban los padres jesuitas de la misión.
   Pero en 1632 Francia recobra el Canadá (tratado de Saint-Germain-en-Laye). Los jesuitas vuelven a la obra interrumpida y ahora con mayor denuedo, dirigidos por el padre Paul Le Jeune, primero, y luego por los padres Jerónimo Lalemant y Paul Ragueneau, como superiores. Se abre en Quebec un "seminario" para la formación cristiana de los niños y jóvenes indígenas, que serían allí reunidos: intento vano o prematuro, porque los niños pieles rojas huyen pronto al campo, incapaces de acomodarse a la vida sedentaria y ordenada de aquel centro escolar. Se diseminan los misioneros por las tierras de los hurones, fundándose una serie de "casas" o bases de actividad apostólica (San José, San Ignacio, San Luis, Santa María, esta última cuartel general de la misión en plena selva). Allí pondrán de relieve el temple y celo misionero un grupo de jesuitas, que tienen que vencer los obstáculos de la naturaleza inclemente y sobreponerse a la animosidad de los indios hostiles y al recelo de los que se titulan amigos.
   En este medio se acrisolan y fortalecen las almas heroicas del padre Brébeuf, el fundador de la misión huronesa, y de sus compañeros. Día a día, obscuramente, sin actos ostentosos que exhibir, aislados en las inmensidades de bosques y praderas que el hombre blanco ignora (porque están lejanas las factorías de los traficantes), ellos cumplen el mandato divino del apostolado con espíritu ignaciano. Cientos de kilómetros recorridos de poblado en poblado, de campamento en campamento, para llevar a todas las gentes la voz del Evangelio, tras ardua preparación. Ha sido preciso estudiar sobre el terreno las costumbres de los indígenas, adaptarse a ellas, conocer su lengua y modos de expresarse, el mundo de sus representaciones mentales, para que disciernan la nueva religión que se les predica y los ritos mágicos o supersticiones que practican. El sentido de la eficacia de la Compañía de Jesús está presente en los métodos misionales. Se trata de reducir a los salvajes a la vida sedentaria; para convidarles a ello habrá que derrochar paciencia y generosidad. El padre Le Jeune, en su Relación de 1634, advirtió cuán inútil era intentar la conversión de los nómadas y cuán impensable la sedentarización de los indígenas sin un gran esfuerzo de caridad, ayudándoles. a trabajar la tierra.
   El sufrimiento físico, las epidemias y la muerte violenta acechan a los misioneros a toda hora; pero la muerte no puede acobardar a quienes han de tener talla de mártires. En uno de aquellos días de su continua azarosa existencia, el padre Brébeuf ha hecho voto formal y ofrenda de su vida: "Dios mío y salvador mío, ¿qué podré ofrecerte a cambio de todo lo que Tú has sufrido por mí? Quisiera alejar de Ti el cáliz e invocar tu nombre... Mi Señor Jesús, yo hago voto solemne de no rechazar de mi parte la gracia del martirio si, en tu bondad infinita, un día cualquiera me la llegaras a conceder a mí, tu indigno servidor... Y en consecuencia, Jesús mío, yo te ofrezco alegremente desde hoy mi sangre, mi cuerpo y mi alma, de suerte que yo pueda morir sólo por Ti, si Tú me concedes esta gracia, Tú que te has dignado morir por mí. Hazme capaz de vivir de tal manera que Tú puedas finalmente otorgarme esta muerte".
   Eran éstos los deseos más sublimes del padre Brébeuf y de los otros compañeros de la Compañía de Jesús, deseos que un día no lejano se verían cumplidos. Sentio me vehementer impelli ad moriendum pro Christo. También el padre Isaac Jogues había suplicado: "Señor, dame a beber abundantemente el cáliz de tu pasión"; y una voz interior le advirtió que su súplica había sido escuchada. Jesús, su amigo, aceptó pronto la oblación ofrecida. juzgó digna de coronarse con la palma del martirio la vida de aquellos soldados de su milicia, que no sólo habían probado virtudes heroicas en la resistencia al sufrimiento del cuerpo, sino también en la práctica de la humildad, de la obediencia y de la caridad.
   Cuando la hora trágica del exterminio llegó para el pueblo de los hurones, a su lado pereció un grupo de jesuitas que no quiso rehuir el peligro anunciado, ni abandonar a sus ovejas. Precisamente esa hora terrible se descargó sobre las misiones del país hurón cuando su estado, en apariencia floreciente, hacía concebir lisonjeras esperanzas a los misioneros.
   Los iroqueses habían desencadenado desde 1642 una guerra implacable, armados por los colonos holandeses establecidos en Nueva Amsterdam, la factoría de la desembocadura del río Hudson (más tarde Nueva York). Las tribus algonquinas y huronesas, aliadas de los franceses, padecieron un feroz ataque. Bajo la amenaza que se cernía, el padre Jogues se ofreció a llevar un mensaje a Quebec desde la misión de Santa María. La flotilla en que viajaba fue capturada por los iroqueses y el padre Jogues y el hermano Renato Goupil, que le acompañaba, quedaron prisioneros. Goupil perdió la vida el 29 de septiembre de 1642, a manos de un indio enfurecido, al verle cómo predicaba a sus verdugos; Jogues soportó un cautiverio de trece meses, durante los cuales padeció bárbaras crueldades, verdadero primer martirio no consumado entonces con la entrega de la vida, pero sus manos mutiladas constituyeron vivo testimonio del sacrificio exigido a aquellos apóstoles. Rescatado en 1643 por un capitán holandés y tras una corta estancia en Francia, el padre Jogues vuelve en 1644 al Canadá, donde prosigue su labor de misionero en Montreal. Dos años después se le pide que lleve a cabo una gestión de paz entre los iroqueses. El recuerdo de las torturas sufridas no le hizo vacilar: "Sí, reverendo padre -escribe a su superior-, yo quiero únicamente lo que Dios quiere, aun a riesgo de mil vidas".
   Pero no era aquella su hora. El martirio le aguardaba más tarde, cuando fue destinado a tantear, con el hermano Juan Lalande, la evangelización de los iroqueses, aprovechando la transitoria calma conseguida aquel año. El padre Jogues se llenó de alegría: "Me tendría por feliz si el Señor quisiere completar mi sacrificio en el mismo sitio en que comenzó". Allí, en efecto, le fue dado sufrir en su cuerpo torturas salvajes, hasta que el 18 de octubre de 1646 era degollado. Al día siguiente se consuma el martirio de Lalande, ejemplo de vida humilde y callada al servicio de la obra misional.
   Los iroqueses habían aniquilado primeramente a los algonquinos. Tras la pausa de 1646, volvieron a la guerra. En 1648 alcanzaron el país hurón. El 4 de julio de aquel año arrasaron la misión de San José, donde el padre Antonio Daniel, el dulce amigo de los niños, sufrió la muerte; asaeteado por las flechas de los indios, fue rematado a tiros de arcabuz. En la primavera del siguiente año el paso desolador de los iroqueses arrollaba las misiones de San Ignacio, San Luis y Santa María. El padre Brébeuf y el padre Gabriel Lalemant, hechos prisioneros por los salvajes, padecieron atroz martirio, cuyos detalles espeluznantes se resiste a describir la pluma. Por fin, el 7 de diciembre de 1649 le tocaba el turno a la misión de San Juan Bautista, donde el padre Carlos Garnier fue muerto en la refriega, mientras exhortaba a los cristianos a recibir la muerte con alegría Su compañero de misión, el padre Natalio Chabanel, había dejado poco antes San Juan Bautista para dirigirse a San José. Las últimas palabras que de él sabemos son éstas: "Esta vida vale poco; en cambio, la felicidad del cielo no me la podrán arrebatar los iroqueses". Pero no fueron los indios enemigos y feroces los que consumaron su martirio. Al padre Chabanel le fue dado probar, junto al dolor físico de la agonía, la hiel amarga del "martirio del corazón", porque fue precisamente un hurón apóstata quien le ocasionó la muerte.
   La corona de aquellos héroes de la fe se adornó luego con la veneración de las gentes del Canadá y con los celestiales favores alcanzados por su mediación. De este modo, el 29 de junio de 1930 estos ocho santos mártires de la primitiva iglesia canadiense fueron solemnemente canonizados.
 VICENTE PALACIO ATARD 

25/IX EL SANTO NIÑO DE LA GUARDIA, Mártir

25 de Septiembre

EL SANTO NIÑO DE LA GUARDIA, Mártir

ALTAR DE CONMEMORACIÓN Y CULTO AL NIÑO ASESINADO EN LA GUARDIA, TOLEDO.LORENZANA SOLICITÓ A FRANCISCO DE BAYEU QUE, ADEMÁS, CONFECCIONARA LOS FRESCOS QUE HAY EN LA CATEDRAL DE TOLEDO CONMEMORANDO EL ASESINATO Y MARTIRIO DEL PEQUEÑO SAN CRISTÓBAL.

EL SANTO NIÑO DE LA GUARDIA

   El Santo Niño de la Guardia, era un inocente chiquillo de tres a cuatro años, de nombre Cristóbal, hijo de Alonso de Pasamontes o Alonso Martín de Quintanar y de Juana la Guindera, quien, según algunos era ciega.

   Entre febrero y marzo de 1489, atrayéndolo con engaños, varios judíos lo raptaron y escondieron en la Hoz de La Guardia, dehesa próxima a la ribera del Algodor. Los raptores, como se acercaba la semana en que los cristianos conmemoraban la crucifixión de Jesús, pensaron que era buena ocasión para repetir en aquélla indefensa criatura la pasión de Cristo. Se trasladaron, en efecto, los verdugos a una de las cuevas que se abren en el accidentado terreno del término de La Guardia, en carreocaña o carrocaña (e. d. carrera o camino de Ocaña), amparados en el secreto de la noche del Viernes Santo de 1489, a la luz de una candela, y tapada la boca de la caverna con una manta o una capa, realizaron en el niño toda clase de perfidias. La sentencia inquisitorial condenatoria de uno de los cómplices, el mozo judío Yucé Franco, zapatero de Tembleque, nos describe que extendieron los brazos y piernas del niño en dos palos puestos a manera de cruz, le azotaron, escupieron y abofetearon, poniéndole una corona de hierbas espinosas en la cabeza, que también le colocaron las espaldas y plantas de los pies. Finalmente, le vaciaron toda la sangre del cuerpo, y, abriéndole el pecho, le sacaron el corazón guardándolo en salmuera. 

   Durante el crimen ritual, usaron una hostia consagrada, que, rescatada del equipaje de Yuce en el momento de su detención, se conserva  aún en el Convento de Santo Tomás, en España, dentro de un envase a modo de relicario.

   Todos los participantes confesaron por separado la misma historia, con los mismos detalles y la misma narración de los hechos. Si la historia de Yuce fuese falsa, esta sincronía "telepática" no hubiera podido conseguirse ni con la más larga y dolorosa jornada de tortura y dolor.

   Los relatos coincidía también con los registros que se tenían del estado del cuerpo del niño y la disposición de sus espantosas heridas.

   Este crimen dio pie al inicio de un espectacular juicio del Santo Oficio, cuyo jurado sería integrado por altísimos representantes de la cultura y la intelectualidad española, hombres nobles y de carácter intachable, todos ellos miembros de la Universidad de Salamanca. Ávila se convirtió en el epicentro de las crónicas de entonces. Las muchedumbres siguieron atentamente el desarrollo del caso y al saberse sus escalofriantes detalles, hubo varios intentos de revueltas antijudías  que, afortunadamente para ellos, lograron ser detenidas por dictados reales.

   El crimen, como bien lo señaló el sabio judío I. Loeb, no es uno de tantos crímenes rituales que durante la Edad Media se atribuyó a los judíos, a quienes se acusaba de muerte de niños cristianos. El caso del Santo Niño es muy distinto

   Su culto comenzó muy temprano, pues ya en las visitas eclesiásticas a partir de 1501 hallamos referencias a los santuarios constituidos en los lugares donde el tierno niño padeció o fue enterrado y La Guardia le tomó por Patrón, celebrando fiesta solemne así en el día de los Santos Inocentes como el 25 de marzo o en la semana de quasimodo (primera de Pascua); sólo desde 1580 se votó para que su fiesta se celebrase en adelante el 25 de septiembre de cada año. También las autoridades religiosas dieron reiteradas pruebas de devoción hacia el mártir; así el cardenal Siliceo, que en 1547 alegaba en abono de su Estatuto de limpieza la crucifixión de aquél, y el cabildo de la Iglesia primada, que en 1613 pedía a varios cardenales y a la Congregación de Ritos licencia para rezar al inocente mártir a lo menos en todo el arzobispado toledano. Al arzobispo Alonso de Fonseca se debe el encargo del antiguo retablo que se puso en la cueva de la crucifixión, así como a Lorenzana el haber mandado pintar, de la diestra mano de Bayéu, el martirio del niño en los claustros de la iglesia capitular. Consta asimismo de la admiración que le profesaron monarcas como Fernando V, Carlos I y Felipe II. 

   El Papa Pío VII canonizó al niño asesinado como San Cristofer, autorizando su culto en la Iglesia de Toledo. Existe un altar en su honor y el pueblo de La Guardia guarda su memoria hasta nuestros días. Su tragedia y su alma se recuerdan como la del "Santo Niño de La Guardia".

   Se le atribuyen muchísimos milagros, como la devolución de la vista a su madre ciega, las cuatro curaciones obradas con ciertas personas de Alcázar de Consuegra al comenzar el 1492; un tullido, una mujer con la boca torcida hacía más de dieciocho años, un sordo total y una pobre ciega, aparte de otros mil prodigios referentes a niños quebrados y enfermos de todas clases cuya curación detallan los rótulos que sobre cada caso penden del santuario de La Guardia.

   Hoy se conservan en la Ermita unos versos compuestos por Don Diego Gracian, secretario de Carlos V, en un viaje del emperador a la ermita; estos versos escritos en latín, traducidos dicen así:

"Pasado con el cuchillo el tierno pecho,
saliéndole la sangre apresurada,
dijo el Niño: si en tanto amor estrecho
buscas mi corazón, furia malvada,
búscale al otro lado, no al derecho".

   Dichos versos datan, de febrero de 1539, en que el "Emperador visitaba la Ermita".

   Tras la crucifixión y muerte, le arrancaron el corazón; y ello sucedió el 31 de marzo de 1491. Y Benito García de las Mesuras partió para Zamora donde se encontraba la Sinagoga más importante de Castilla, pero al pasar por Avila fue detenido.

   Son muchos los milagros del Santo Niño de la Guardia, y existen testimonios de los mismos, que han consolidado la fe de sus devotos.

EL SANTO DEL DÍA ES:

25 de Septiembre

SAN FERMÍNObispo y Mártir

Ya es hora de despertarnos.
(Romanos, 13, 11)

   San Fermín se asoció a los trabajos de San Honesto de Nimes, apóstol de Navarra. Una vez consagrado obispo, predicó el Evangelio en Albi, en Agen, después en Auvernia, en Anjou, en Beauvais, y por último en Amiens, donde estableció su sede. Mucho hubo de sufrir por la fe y, después de crueles torturas, fue decapitado, alrededor del año 287 aproximadamente, por orden del prefecto Rictio Varo. Uno de los sucesores de San Fermín, llamado el Confesor, hizo edificar una iglesia sobre su tumba en San Acheul.

 
MEDITACIÓN LA VIDA DEL HOMBRE ES UN SUEÑO

I. Nuestro sueño no es a menudo sino una ilusión continua y si es imagen de la muerte, no lo es menos de nuestra vida. Durmiendo tememos lo que no hay que temer de modo alguno. Nos parece ver espectros, ladrones, naufragios, que carecen de realidad. Eso es lo que hacemos durante nuestra vida: tememos la pobreza, la deshonra, la enfermedad, los sufrimientos. ¡Pobre durmiente! despierta, e iluminado por las luces de la gracia y de la fe, verás que el pecado es lo único que hay que temer. Todo lo que pasa nada es. (San Gregorio).
   
II. Durante el sueño no tememos lo que hay que temer. Si un enemigo viene a degollarnos. no experimentamos ningún espanto porque no lo vemos. Así le sucede al pecador: no teme ni a Dios, ni a la muerte, ni al pecado, ni al infierno, porque no los ve. Tranquilo respecto a lo por venir, no teme sino el mal que ve y que siente, no piensa sino en lo presente, lo por venir no le inspira ninguna inquietud.
   
III. Los pecadores no se despiertan, en su mayoría sino en la hora de su muerte; ven entonces que sus temores fueron infundados y sus placeres llenos de ilusiones; pero es demasiado tarde para abrir los ojos. Salgamos, pues, desde ahora de nuestro sopor; trabajemos a fin de que no se nos puedan aplicar aquellas palabras del rey profeta: Los dichosos del siglo han dormido su sueño y no han encontrado nada en sus manos.

El pensamiento de la muerte
Orad por los agonizantes.

ORACIÓN
    Dios omnipotente. mirad nuestra debilidad; ved cómo el peso de nuestros pecados nos abruma. y fortificadnos por la gloriosa intercesión de San Fermín, vuestro mártir y pontífice. Por J. C. N. S. Amén.


HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

24/IX NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

 24 de Septiembre

NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES(1)

Lleguémonos confiadamente al trono de la gracia:
a fin de alcanzar misericordia, y hallar gracia
para ser socorridos en tiempo oportuno.

(Hebreos, 4, 16)

   En el tiempo en que los sarracenos oprimían a España y llevaban en esclavitud a gran número de cristianos, la Madre de Dios, compadecida de sus males y peligros, apareció durante la misma noche a San Pedro Nolasco, a San Raimundo de Peñafort, y a Jaime, rey de Aragón, conjurándolos a establecer una Orden religiosa para la redención de los cautivos. Ésta fue la Orden de la Merced, o de la Redención, fundada en Barcelona en 1223, y que prestó inmensos servicios a la Iglesia y a la sociedad. Para agradecer a la Santísima Virgen, la Iglesia estableció esta fiesta.

MEDITACIÓN: SOBRE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
   
I. Desde que María, consintiendo en el sacrificio del Redentor en la cruz, llegó a ser la cooperadora de la Redención, nada desea más que ayudar a los pobres pecadores. Por cargados de crímenes que estemos, apenas recurramos a Ella con el deseo de corregirnos, nos acogerá bondadosamente y nos obtendrá el perdón. Cuanto más desgraciados somos, con tanto mayor razón es nuestra reina. Vos sois la Reina de la misericordia, y ¿quién tiene necesidad de misericordia sino los miserables? (San Bernardo).
  
II .La Santísima Virgen no se contenta con retirarnos del abismo del pecado, sino que nos impide recaer en él. Recurrir a María es un medio infalible para vencer los asaltos del infierno, porque Ella es temible como un ejército en orden de batalla. ¿Te cuidas de recurrir a Ella en las tentaciones? Acuérdate de las circunstancias en las que has sucumbido y verás que, precisamente, son aquéllas en que descuidaste invocar su socorro. En tus peligros, en tus angustias, en tus dudas, piensa en María, invoca a María: que su nombre no se aleje de tus labios ni de tu corazón. (San Bernardo).
  
III. Pero sobre todo es en la hora de la muerte cuando María cuida de sus servidores. Si el demonio, en esa hora tremenda, redobla sus esfuerzos para perdernos, María redobla su solicitud para asegurar nuestra salvación. Es entonces sobre todo cuando para nosotros es reina de misericordia. Una madre de la tierra tiene para con su hijo moribundo menos ternura que María para con sus servidores. Invócala, pues, durante tu vida a fin de que tengas la dicha de morir uniendo en tus labios el nombre de María al de Jesús. ¡Oh Soberana, salid al encuentro de mi alma a su salida de este mundo, y recibidla en vuestros maternales brazos! (San Buenaventura) .

La frecuente invocación del nombre de María
Orad por los pecadores endurecidos.

ORACIÓN
    Oh Dios, que por intermedio de la gloriosa Madre de vuestro Hijo, habéis enriquecido a vuestra Iglesia con una familia religiosa consagrada a la redención de los cristianos caídos en poder de los infieles, dignaos, en vista de sus méritos y de su intercesión, conceder a los que la honran piadosamente como la fundadora de esta gran obra, la gracia de quedar libres de las cadenas del pecado y de la cautividad del demonio. Por J. C. N. S. Amén.




  • (1) El Ejército argentino tiene a la Virgen de la Merced como excelsa Patrona y a Ella le entregó su bastón de mando el general Belgrano.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa