28 de Mayo
SAN GERMÁN, Obispo y Confesor
Era peregrino, y me hospedasteis; San Germán, obispo de París, tenía tanta compasión por los pobres prisioneros que, no pudiendo obtener su liberación de los hombres, pedíala a Dios y rompía sus cadenas mediante sus plegarias. Su casa estaba sin cesar invadida por una muchedumbre de desventurados, a quienes servía de padre. Siempre tenía varios pobres a su mesa, donde nada veíase que no fuese simple y frugal. Fue advertido del día de su muerte y lo hizo escribir en la cabecera de su lecho. Puesto que tú no sabes el día de la tuya, piensa en ella todos los días. I. Estás obligado a hacer obras de misericordia: no es sólo un consejo que Jesucristo te da, es un mandamiento que te impone; y si no lo observas, no hay paraíso para ti. En el día del juicio, te salvarás por haber practicado las obras de misericordia, o te condenarás por haberlas descuidado; porque todo lo que haces o rehúsas a tu prójimo, a Jesucristo mismo es a quien lo haces o lo rehúsas. Da poco para recibir mucho, da un pedazo de pan para recibir el paraíso. (San Pedro Crisólgo). II. Da ropa a los pobres que carecen de ella; tú estás cubierto de oro y de seda, da por los menos lo que tienes en exceso para cubrir los miembros de Jesucristo; visita a los enfermos, sobre todo a los pobres, y ayúdalos cuanto puedas. Vete a las cárceles, ocúpate de los desdichados que gimen en ellas: si son inocentes, merecen que les tengas piedad; si son culpables, acaso tú lo seas más que ellos. Si hubiera de encarcelarse a todos los que han ofendido a la majestad de Dios, el mundo no seria más que una dilatada prisión. III. Si tu pobreza no te permite asistir con tus bienes a esas tres clases de personas, hazles una caridad espiritual: visita a los presos, consuela a los pobres y a los enfermos; agradece a Dios el que no haya permitido que te veas reducido al estado en que los ves. En fin, graba bien en tu espíritu este pensamiento: Espera en vano misericordia aquél que, a su vez, no usó de misericordia. (San Pedro Crisólogo). La práctica de las obras de misericordia ORACIÓN Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Germán, vuestro confesor t pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén. |
*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)
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