29/III/+2020 SAN ARMOGASTO, Mártir

29 de marzo 
SAN ARMOGASTO, Mártir
Si no velares, vendré a ti como un ladrón,
 y no sabrás  a qué hora vendré a ti.

(Apocalipsis, 3, 3)

   ¡Qué hermoso espectáculo ver a San Armogasto abandonar todas sus dignidades en la corte para permanecer fiel a Jesucristo! Viéndolo Genserico, rey de los vándalos, inquebrantable en su fe, le hizo anudar la cabeza y los pies con gruesas cuerdas; mas el santo miró al cielo y rompiéronse sus ataduras. Se lo suspendió de un pie; empero, nada quebrantó su resolución. Finalmente, condenado a guardar los rebaños del rey por el resto de su vida, obedeció con placer, pues sabía que la soledad es favorable a los coloquios entre el alma y Dios. Predijo su muerte próxima, indicó el lugar donde quería se lo enterrase, y fue al cielo a recibir la recompensa de sus trabajos, hacia el año 455.

MEDITACIÓN
SOBRE LA PREPARACIÓN
A LA MUERTE

I. Toda nuestra vida debe ser una preparación para la muerte, pues nuestra muerte, de todos nuestros negocios, es el más importante, ¿qué digo?, los demás nada son comparados con éste. ¿Cómo te preparas tú? ¿Vives como un hombre que en breve ha de morir? ¿Acaso miras la muerte como algo muy alejado de ti ? En adelante mi principal afán será pensar en este gran viaje a la eternidad, no sea que me sorprenda la muerte. La muerte, que sor prende a los que no están preparados, debe encontrarnos siempre prestos. (San Euquerio).

II. Morirás, no lo ignoras. Morirás sólo una vez, y de esta muerte única dependerá una eternidad de dicha o de desventura. No se trata aquí de una pérdida sin importancia, sino de la pérdida del mayor de todos los bienes y, no debes olvidarlo, de una pérdida irreparable.¡Oh muerte, cuán temible eres! ¿Se puede pensar en ti sin despreciar al mundo, y sin darse a Dios?
   
III. Una vida santa es la mejor de todas las preparaciones para la muerte. No te duermas con un pecado mortal en la conciencia. Por la mañana, al levantarte, piensa: Acaso no alcance a vivir hasta la noche; y por la noche, al acostarte: Acaso no me levante ya, y estas sábanas sean mi sudario. De vez en cuando pregúntate si estás preparado para morir . Nada hay que los hombres vean con más frecuencia que la muerte y nada que olviden con mayor facilidad. (San Euquerio).

El pensamiento de la muerte
Orad por las almas del purgatorio.

ORACIÓN
      Haced, os suplicamos, Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Armogasto, vuestro mártir, cuyo dichoso nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de vuestro Santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.

28/III/+2020 SAN GUNTRANO, Rey y Confesor

28 de marzo
SAN GUNTRANORey y Confesor
Cada uno de nosotros procure dar gusto a su prójimo
en lo que es bueno y pueda edificarle.

(Romanos, 15, 2)

  San Guntrano, rey de Borgoña, era nieto de Santa Clotilde, reina de Francia. Cumplió con todos los deberes de un rey. Amaba tiernamente a sus súbditos, y perdonaba generosamente a sus enemigos. Pocos monarcas hubo tan populares como él. Durante una peste, se ofreció como víctima al Señor para que se librara el pueblo. Después de haber fundado o dotado a muchas iglesias y monasterios, murió el 28 de marzo del año 593, a los 68 años de edad.

MEDITACIÓN
SOBRE LAS BUENAS OBRAS

l. Haz tantas obras buenas cuantas puedas mientras vivas; lo demás carece de valor después de la muerte. No dejes pasar ni un solo día sin que lo señales con alguna acción buena. La vida presente es breve, la futura es eterna. Hay que expiar los pecados cometidos: redímelos haciendo limosna a los pobres. ¿Por qué respetas la efigie del príncipe esculpida en el mármol o acuñada en el oro, y desprecias la imagen de Dios en la persona del pobre? (San Agustín)

II. Que sean buenas tus acciones delante de Dios y no sólo delante de los hombres; para ello realízalas para agradar a Dios, y tal como quiere Él que las hagas. Cuídate de que no estén viciadas por la vanidad y el amor propio; si así no lo hicieres, no tendrás otra recompensa que la que el mundo te dé. ¡Qué!, mi corazón es tan pequeño, mi vida tan corta. ¿y querré yo partirlos entre Dios y el mundo?

III. También tienes la obligación de hacer el bien delante de los hombres, les debes el buen ejemplo. Sin vacilar declárate a favor de Dios, y nadie se atreverá, en tu presencia, a realizar un acto que le ofenda. No te avergüences cuando llegue la ocasión de salir en defensa del Evangelio, y el momento de comportarte como verdadero cristiano; acaso rían a costa tuya: regocíjate entonces. ¿El mundo no aprueba tus actos? Señal es que tienes el espíritu de Jesucristo. El cristiano es amado por Dios cuando es maltratado por el mundo. (San Ignacio).

La limosna
Orad por los que os gobiernan.

ORACIÓN
      Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la fiesta del bienaventurado Guntrano, vuestro confesor, haced, por vuestra bondad, que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, imitemos la que vivió en la tierra. Por J. C. N. S. Amén.

25/III/+2020 LA ANUNCIACIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA Y ENCARNACIÓN DEL VERBO

25 de marzo
LA ANUNCIACIÓN
DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA Y
 ENCARNACIÓN DEL VERBO


y habiendo entrado el Ángel a donde estaba María, le dijo:
Dios te salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres.
(Lucas, 1, 28)

   
Considera al Arcángel Gabriel entrando a donde estaba María, para anunciarle que la Santísima Trinidad la ha elegido para ser Madre de Dios. Su humildad y su pudor alármanse ante esta noticia; pero es tranquilizada asegurándosele que será madre sin dejar de ser virgen. "Hágase en mí según tu palabra", exclama; y, al instante, con la sangre purísima de la Virgen Inmaculada, el Espíritu Santo forma el cuerpo adorable de Jesús.

MEDITACIÓN
SOBRE LA ANUNCIACIÓN
  
I. Hoy, María es hecha Madre de Dios; su humildad y su pureza le han valido este inefable honor . ¡Qué alegría me da, oh divina María, veros elevada a tan alto rango de gloria! Mas, puesto que sois Madre de Jesucristo, también lo sois de los cristianos. ¡Ah, cuán consolador es este pensamiento! Sois todopoderosa para socorrerme, porque sois la Madre de Dios; poseéis un corazón henchido de amor por mí, porque sois mi Madre. También yo, si quiero, mediante la fe y la caridad puedo poseer a Jesús en mi corazón. Si sólo María ha engendrado a Cristo según la carne, todos los cristianos pueden engendrarle en sus corazones por la fe (San Ambrosio).
  
II. Desde hoy, Jesús es nuestro hermano; el amor que nos tiene lo hace semejante a nosotros, a fin de hacernos semejantes a Él. Viene a la tierra para que vayamos al cielo. ¡Os adoro, Verbo encarnado en el seno virginal de María! ¡Quien me diera el poder de haceros una merced tan preciosa como Vos me hicisteis! Oh Hermano amabilísimo, os ofrezco todas mis acciones, todo mi ser.
  
III. María es nuestra Madre, Jesús nuestro Hermano: ¿somos dignos hijos de María, dignos hermanos de Jesucristo? María es totalmente pura, humilde y obediente: ¿posees tu esas virtudes? Jesús en todo busca la gloria de su Padre y la salvación de las almas: ¿estás animado tú del mismo celo? ¿No tendría motivo Jesús para quejarse, y decir a su Madre: Los hijos de mi Madre han combatido contra mí? (Cantar de los Cantares).

La devoción a la Santísima Virgen 
Orad por las asociaciones marianas.

ORACIÓN
Oh Dios, que habéis querido que vuestro Verbo se encarnase en el seno de la bienaventurada Virgen María en el momento en el que al anunciarle el Ángel este misterio, Ella pronunció su fiat, conceded que nuestras plegarias, mientras honramos a la que firmemente creemos que verdaderamente es Madre de Dios, obtengan el auxilio de su intercesión junto a Vos. Por J. C. N. S. Amén.

22/III/+2020 SANTA LEA, Virgen

22 de marzo
SANTA LEA, Virgen

Los que se rigen por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.
(Rom. 8, 14)

   San Jerónimo nos ha dejado un hermoso elogio de Santa Lea en una carta a Santa Marcela. Lea, que había tenido muchos esclavos, abandonó el mundo y se hizo sierva de todos. Dirigió un monasterio de vírgenes, a las cuales enseñó en la virtud por sus ejemplos, mejor todavía que por sus palabras.

MEDITACIÓN
SOBRE LOS HIJOS
ADOPTIVOS DE DIOS

I. Jesucristo es el Hijo de Dios por naturaleza; todos los cristianos son sus hijos por adopción y gracia. Tienen a Dios por padre, a Jesucristo por hermano, al cielo por herencia. Alma mía, elevémonos a Dios, y despreciemos todo lo que no es Dios. He nacido para grandes cosas, puesto que soy hijo de Dios; no debo, pues, rebajarme hasta amar los bienes del mundo. Puedo poseer a Dios y reinar en el cielo: ¿no es bastante, acaso, para satisfacer mis ambiciones y colmar la totalidad de mis deseos? Hijos y herederos del Padre celestial, no os dejéis seducir por las riquezas de este mundo, ni por el brillo mentiroso de sus grandezas. En lo que a mi se refiere, he aprendido a pisotear la tierra y no a adorarla. (San Clemente de Alejandría).
   
II. Para mantener dignamente este carácter de hijo de Dios, impreso en mi alma por el santo bautismo, es menester que todas mis acciones estén animadas del espíritu de Dios. Dios no trabaja sino por su gloria; mis acciones no deben tener otra finalidad que la gloria de mi Padre celestial. Descaezco, si tengo en vista un fin menos elevado. Examinemos nuestras acciones: ¿por quién trabajamos? Si es por los hombres, perdemos nuestro tiempo. El mundo, de ordinario, es demasiado ingrato para que nos recompense dignamente de nuestros afanes, ¿acaso es agradecido?, y aunque lo fuere no puede hacerlo. (Santo Tomás Moro).
   
III. Si estás animado del espíritu de Dios, trabajarás con celo por su gloria, sin temer el menosprecio de los hombres, sin buscar su estima. Te bastará tener por testigo de tus acciones a Dios que debe recompensarte. En todo tiempo y lugar serás fiel al Señor, porque Él te ve siempre en cualquier parte que estés. Sea cual fuere el resultado de tus empresas, ello no te turbará; te será suficiente que Dios conozca tu buena intención. ¿Cuál es el espíritu que te anima? ¿El del mundo, es decir, el deseo de riquezas? ¿El del demonio, es decir, el orgullo? ¿El espíritu de la carne, es decir, el amor de placeres y de comodidades de la vida ? Todo esto es incompatible con el espíritu de Dios.

La obediencia a los superiores
Orad por los parientes fallecidos.


ORACIÓN
   Escuchadnos, oh Dios que amáis nuestra salvación, y haced que regocijándonos con la fiesta de la bienaventurada Lea, seamos también instruidos por los sentimientos de una tierna devoci6n. Por J. C. N. S. Amén.

21/III/+2020 SAN BENITO, Abad

21 de marzo
SAN BENITO, Abad

Dichosos los siervos a los cuales
el amo al venir encuentra velando.
(Lucas, 12, 37)

   San Benito abandonó el mundo a la edad de 14 años para retirarse al desierto. Esforzóse el demonio por encender en su corazón el fuego de las pasiones impuras. Para vencer, San Benito revolcábase entre espinas y zarzas. Su fama de santidad extendióse a lo lejos y le atrajo una multitud de discípulos. Hizo muchos milagros que lo han hecho célebre; mas el mayor de los prodigios fue el establecimiento de su orden, que ha dado un sinnúmero de santos a la Iglesia. Murió hacia la mitad del siglo VI.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE
DE SAN BENITO

I. Desde que hubo comprendido la vanidad del mundo, retiróse San Benito a la soledad, y allí mortificó su cuerpo mediante continuas austeridades.¡Hace ya tanto tiempo que tú conoces los peligros del mundo, y lo amas todavía! ¡Sabes que es infiel, y en él te fías! ¡Estás persuadido de que no hay recompensa para sus adoradores, y ansiosamente buscas sus favores! Engañó ya a muchos otros con sus falsos bienes; mas, los que antes lo honraban lo desprecian ahora. ¿Por qué no lo dejas? Apenas si tiene el mundo lo que es preciso para engañar; carece de bienes, hasta de bienes frágiles. (San Euquerio). 
   
II. San Benito despreció al mundo, y el mundo le honra; los reyes, los príncipes, numerosos fieles acuden a verlo en la soledad, para encomendarse a sus oraciones o para imitar su género de vida. Tú amas al mundo y él te desprecia; lo desprecias y él te prodiga sus alabanzas. Pareciera que Dios, impaciente por recompensar a sus servidores, no puede esperar la vida futura para hacerlo. ¡Cuán apurada estáis, oh bondad divina, en glorificar a vuestros santos! (San Eusebio).
   
III. San Benito, vencedor del mundo, lo abandona, y muere en una iglesia en medio de sus religiosos, advertidos por él de la hora de su muerte. ¿Te ha sido revelado cuándo y cómo morirás? Mantente siempre preparado. Los religiosos de este santo son sus hijos y su corona. Tus hijos y tu corona son tus obras: ellas te seguirán hasta el trono de Dios, para acusarte o defenderte.

El amor de la soledad 
Orad por la Orden
de San Benito.

ORACIÓN
   Haced, Os lo rogamos, Señor, que la intercesión de San Benito, abad, nos haga agradables a Vuestra Majestad, y que obtengamos por sus oraciones la que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

20/III/+2020 SAN CUTBERTO, Obispo y Confesor

20 de marzo
SAN CUTBERTO
Obispo y Confesor

Antorcha de tu cuerpo son tus ojos:
si tu ojo fuere sencillo, todo tu cuerpo estará iluminado.
Mas si tienes malicioso tu ojo,
todo tu cuerpo estará tenebroso. 
(Mateo, 6, 22-23)

   San Cutberto, después de haber sido pastor y soldado, entró en el monasterio de Melrose, donde se distinguió por sus austeridades. Llegó a ser prior y se consagró, en seguida, a convertir y a consolar espiritualmente a los campesinos de Normandía. No contento con enseñarles las verdades de la fe, alivió sus sufrimientos por medio de numerosos milagros. Después de haber sido prior también en Lindisfarne, fuese retirando a yermos cada vez más solitarios. El rey Egfrido fue personalmente a buscarlo a Farne para persuadirlo a que aceptara el episcopado. Murió en el año 687.

MEDITACIÓN
SOBRE LA PUREZA
DE INTENCIÓN

I. Haz buenas obras como San Cutberto; mas, como él, hazlas con intención pura y santa. Si tu intención es pura, tu obra será luminosa; si es mala, sólo harás obra de tinieblas. ¿Qué fin te propones al realizar tus actos, aun los más santos? A menudo trabajas sin pensar para qué lo haces. Cuídate en tus intenciones; Dios no recompensará sino lo que se haya hecho por su amor.
   
II. ¿No es acaso la vanidad, la que, muy a menudo, te impulsa a obrar? Practicas la virtud, das limosna, frecuentas la Iglesia; ¿no es acaso para adquirir fama de hombre de bien? Si fuere así, tendrás tu recompensa en este mundo: los hombres te alabarán; pero Dios te castigará. ¡Qué ceguera preferir una vana honra a la gloria eterna, alabanzas de hombres a la estima de Dios!
   
III. Haz, pues, tus buenas acciones en secreto, y no delante de los hombres. Si es necesario que se manifiesten, purifica tu intención, renuncia a la vanidad que puede corromper las acciones más santas. Pon tu intención desde la mañana; renuévala al comienzo de tus principales actos. Todo lo que hago. Señor. quiero hacerlo para agradaros. Sólo Vos tenéis derecho a mi amor.

La pureza de intención
Orad por los que están
constituidos en dignidad.
ORACIÓN

   Concedednos, os lo rogamos, Dios omnipotente, que la solemnidad de San Cutberto, vuestro confesor y pontífice, aumente nuestra devoción y nos conduzca a la salvación. Por J. C. N. S. Amén.

19/III/+2020 SAN JOSÉ, Esposo de la Bienaventurada Virgen María

19 de marzo
SAN JOSÉ, Esposo de la Bienaventurada Virgen María

Teniendo, pues, qué comer,
 y con qué cubrirnos,
contentémonos con esto. 
(1 Timoteo, 6, 8)

   San José fue esposo legal de María y padre nutricio de Jesús. Bastan estas dos palabras para su elogio. La gran humildad de que dio pruebas ejerciendo el oficio de carpintero, la solicitud con que rodeó la infancia del Salvador, su respeto para con la Madre de Dios, lo hicieron digno de morir en los brazos de Jesús y de María. ¡Oh dulce muerte! ¿Quieres tú morir como él? Imita sus virtudes e invoca su protección. 

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN JOSÉ

I. San José mereció, por su pureza, el honor de ser elegido por Dios para ser el esposo de su Madre. ¡Qué gloria para ti, oh gran santo, mandar a una esposa omnipotente en el cielo y en la tierra! Imita la pureza, la humildad y la modestia de José, y María se mostrará contigo llena de ternura. Para que llegues a ser un gran santo, haz, siguiendo el ejemplo de San José, todas tus acciones pensando que Dios te ve.
  
II. Fue el padre nutricio de Jesús, y Jesús le estaba sometido. Admira la humildad del Salvador, que, pudiendo nacer en el palacio de Augusto o de Herodes, prefiere elegirse un padre pobre y desconocido, un padre que debe trabajar con sus manos para procurarle alimento y vestido. A ejemplo de San José, nunca te separes de Jesús: que en todos tus actos sea tu compañero, conversa a menudo con Él. Haz un lugar a Jesús en medio de tus hijos: que tu Señor venga a tu familia, que tu Creador se acerque a su creatura. (San Agustín).
     
III. San José murió en brazos de Jesús y de María. Tú también quieres terminar tu existencia con una muerte dichosa y santa: ten una gran devoción a San José. Nos asegura Santa Teresa que ha obtenido todo lo que ha pedido por los méritos de San José. Pídele esta última gracia que debe coronar tu vida y hacerte comenzar una eternidad de dicha. Con frecuencia durante tu vida, y sobre todo en la hora de tu muerte, pronuncia los tres hermosos nombres de Jesús, María y José.

La devoción a San José
Rogad por los agonizantes.

ORACIÓN
   Haced, Señor, que los méritos del bienaventurado José, esposo de vuestra Santísima Madre, nos ayuden, a fin de que obtengamos por su intercesión lo que nuestra flaqueza no puede merecer. Vos que, siendo Dios, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos.  Amén.

18/III/+2020 SAN CIRILO, Obispo y Confesor

18 de marzo
SAN CIRILOObispo y Confesor


Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia

(Mateo, 5, 7)

   San Cirilo era obispo de Jerusalén cuando Juliano el Apóstata, por odio al cristianismo, quiso restablecer el templo de Jerusalén. Predíjole este santo que no quedaría piedra sobre piedra. En efecto, el rayo y los temblores derribaron lo que el apóstata había hecho edificar. Era San Cirilo tan caritativo que los arrianos, para arrebatarle su episcopado, lo acusaron de haber vendido los ornamentos de la iglesia y distribuido su precio entre los pobres. Murió en el año 387.

MEDITACIÓN
SOBRE LA MISERICORDIA

I. Debes compadecer los sufrimientos del prójimo, provengan de enfermedad o de pobreza. Esta compasión debe excitar en ti el deseo de aliviarlos, y este deseo debe ser efectivo. ¡Cuántas ocasiones pierdes de hacer el bien a los desgraciados! Nada hay que te haga más semejante a Dios como la caridad para con los pobres. Si no estás en condición como para socorrerlos, ruega a Dios que lo haga Él y agradécele el que te haya librado de las miserias que hacen gemir a tu prójimo. Nunca se parece tanto el hombre a la Divinidad como cuando hace el bien a sus semejantes; sé providencia para los desventurados, imitando la misericordia de Dios. (San Gregorio).
   
II. Ten compasión de los pecadores; por ricos y felices que sean en apariencia, su suerte es mucho más digna de compasión que de envidia. Son tanto más dignos de lástima, cuanto que no conocen su mal estado y no quieren ponerle remedio. Adviérteles, si lo puedes, hazles conocer el lastimoso estado de su alma; ruega a Dios por ellos; apártalos de las ocasiones peligrosas; emplea para esto, tu solvencia, tus riquezas: bien que quiso dar su vida por ellos Jesucristo. No envidies a los malos, antes bien compadécelos. (San Pedro Damián).
   
III. ¿Acaso tú mismo no eres digno de compasión, a causa de tus miserias o de tus pecados? Si es a causa de tus miserias, ten paciencia: Jesús vivió en el dolor, los santos pasaron su vida en las lágrimas. Si tus pecados te hacen digno de compasión, ten piedad de ti mismo; sal, lo más pronto posible, de ese funesto estado.
La caridad
Orad por los afligidos.

ORACIÓN
   Dios todopoderoso, haced, os lo suplicamos, que la solemnidad del bienaventurado Cirilo, vuestro confesor y pontífice, acreciente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.

17/III/+2020 SAN PATRICIO, Obispo y Confesor

17 de marzo
SAN PATRICIOObispo y Confesor

En el Bautismo hemos sido sepultados con
Jesucristo, muriendo al pecado.

(Romanos, 6, 4)

   San Patricio, nacido en Gran Bretaña, fue robado, joven aún, por una banda de salteadores y fue conducido a Irlanda, donde sus raptores lo pusieron a cuidar unos rebaños. Soportó su desventura con resignación y la santificó con oración. Libre de su cautiverio, fue consagrado obispo, y volvió a Irlanda para anunciar la buena nueva del Evangelio. Dios bendijo su abnegación. Bautizó gran número de idólatras, ordenó sacerdotes para secundarlo en sus trabajos, y fundó varios monasterios. Al morir dejó sometida al dulce yugo del Evangelio a casi toda Irlanda.

MEDITACIÓN
SOBRE LAS OBLIGACIONES
CONTRAÍDAS EN EL BAUTISMO


I. En nuestro bautismo hemos renunciado, por boca de nuestros padrinos, al demonio, a sus pompas y a sus obras. ¿Hemos cumplido esta promesa? ¿No hemos dejado de ser hijos de Dios para serlo del demonio? ¿Cuya es la imagen que llevamos? ¿A quién obedecemos, a Jesús o al demonio? Y, sin embargo, ¿qué hizo por ti el demonio? ¿Murió por ti ? ¿y qué te promete en cambio de tantos sacrificios, mil veces más penosos que los que Jesucristo te pide, y sin prometerte como éste el cielo?
  
II. El Bautismo borra el pecado original y los actuales que se hayan cometido antes de recibirlo. Esta inocencia bautismal, ¿no la perdiste por el pecado mortal? Si la has perdido, llora, llora tu falta y tu desgracia: las lágrimas de la penitencia son un segundo bautismo, sin el cual ya no hay para ti esperanzas de salvación. Las lágrimas son el diluvio que lava las manchas y expía los pecados del mundo. (San Gregorio Nazianzeno).
   
III. Antiguamente se daba a los recién bautizados una vestidura blanca que llevaban durante la octava de Pascua. Un cristiano debe ser reconocido por la inocencia y la santidad de su vida. ¿Por qué puede reconocerse que eres cristiano? ¿Qué te distinguiría de los infieles si vivieses entre ellos? No es sólo por el nombre de Cristo que lleva por lo que se ha de reconocer a un cristiano, sino por el espíritu de Cristo que anima sus obras. (San Juan Crisóstomo).

El fervor
Orad por Irlanda.

ORACIÓN
   Oh Dios, que os dignasteis enviar a San Patricio, vuestro confesor pontífice, para anunciar vuestra gloria a las naciones, concedednos, en consideración a sus méritos e intercesión, la gracia de cumplir lo que Vos nos mandáis. Por J. C. N. S. Amén.

16/III/+2020 SANTOS JUAN DE BREBEUF, ISAAC JOGUES y compañeros, Mártires

16 de marzo
SANTOS JUAN DE BREBEUF
,
 ISAAC JOGUES
 y compañeros, Mártires

Quien hace que se convierta el pecador de su
extravío salvará su alma de la muerte, y cubrirá la
muchedumbre de sus propios pecados.

(Santiago, 5, 20)

   Estos ocho mártires, caídos bajo los golpes de los indios de América del Norte (Estados Unidos y Canadá actuales) en diferentes fechas entre los años 1642 y 1649, fueron canonizados en 1930. Todos eran oriundos de Francia, seis eran jesuitas y dos simples auxiliares de la misión. Sus trabajos apostólicos en condiciones muy duras y en medio de un país entonces inexplorado, las horribles torturas a las que fueron sometidos en su mayoría, su perseverancia en las pruebas y en su vocación de misioneros, constituyen con su vida y con su muerte una de las páginas más sublimes de la historia de la Iglesia.

MEDITACIÓN
SOBRE EL VALOR DE UN ALMA

I. Dios creó a nuestra alma a su imagen y semejanza; la hizo inmortal y la elevó sobre todas las creaturas de este mundo. Él quiere que gobierne a nuestro cuerpo durante la vida, y que, después de nuestra muerte, sea heredera del cielo. Reconoce la grandeza de tu alma, trabaja por ella; desprecia a tu cuerpo y a todos los bienes de la tierra. ¿Qué son estos míseros bienes en comparación de tu alma inmortal? y sin embargo para dar contento a tu cuerpo, ¡pierdes tu alma! Ten piedad de tu alma tratando de agradar a Dios.
   
II. Jesucristo ha muerto por todos los hombres, es una verdad de fe, mas, tan grande es su bondad, que lo hubiera hecho sólo por tu alma, derramando hasta la última gota de su sangre adorable. Mi alma vale, pues, la sangre de un Dios; ¿cómo la habría yo de entregar al demonio por un vano placer? ¿Qué ha hecho el demonio por ella? ¿Puede procurarle una felicidad duradera ? Entreguemos nuestra alma a Jesús que la ha redimido, que quiere hacerla feliz por toda la eternidad.
   
III. De lo que antecede, saca dos conclusiones. Primero: debes perder todo antes que perder el alma; riquezas, honores, gustos, salud, todo esto es nada comparado con tu alma. Segundo: el gusto mayor que puedes dar a Jesucristo, la mayor gloria que puedes procurar a Dios, es trabajar por la conversión de las almas, pues por ellas dio una sangre que no hubiera dado para impedir la destrucción del mundo. El hijo de Dios ha derramado su sangre por ti: ¡surge, alma mía, vales la sangre de Dios! (San Agustín).

El afán por la salvación del prójimo
Rogad por vuestros padres.

ORACIÓN
   Haced, os suplicamos, Dios omnipotente, que celebrando la solemnidad de vuestros mártires Juan e Isaac y sus compañeros, aprendamos a imitar sus virtudes. Por J. C. N. S. Amén.

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa