27/I/+2020 SAN JUAN CRISÓSTOMO, Obispo, Confesor y Doctor

27 de enero
SAN JUAN CRISÓSTOMOObispoConfesor y Doctor
Ésta es la voluntad de Dios, que obrando bien, tapéis
la boca a la ignorancia de los hombres necios.
(1 Pedro, 2,15)

   He aquí el modelo del orador cristiano; escucha sus palabras, imita sus ejemplos. A nadie deja de fustigar, porque a nadie teme; sus palabras son de oro todas, de oro abrasado por el fuego del Espíritu Santo. Su elocuencia es divina, inquebrantable su paciencia, su vida toda celestial. Aconteció su muerte en el año 407

MEDITACIÓN
SOBRE EL BUEN EJEMPLO
  
I. San Juan Crisóstomo predicaba tanto con sus ejemplos como con sus discursos. El buen ejemplo produce tres diferentes impresiones en nuestro espíritu. Nos hace amar lo que admiramos, pues la virtud tiene encantos que arrebatan nuestro corazón; en segundo lugar, nos hace falta desear llegar a ser semejantes a los que admiramos; en fin, facilita la práctica de la virtud. Cada uno de nosotros querría ser virtuoso si no existieran las dificultades que imaginamos que encontraremos en el camino de la virtud. El buen ejemplo derriba este obstáculo al mostrar que no es difícil hacer lo que tantos jóvenes y tantas personas delicadas hacen sin pena, y aun con placer. Ánimo, alma mía, nada han hecho los santos que no puedas llevar a cabo con la gracia de Dios.
  
II. Nada podemos hacer que sea más agradable a Dios, más útil al prójimo y a la salvación de nuestra ama, que predicar la virtud con nuestro ejemplo. Los justos, dice San Juan Crisóstomo, son cielos que narran la gloria de Dios y dan a conocer su poder y su bondad. Acaban la obra de la Redención, convirtiendo al prójimo mediante su vida santa. ¡Qué felicidad para ti, poder contribuir con tus buenos ejemplos a la conversión de un alma por la cual ha muerto Jesucristo, y que sin ti no hubiera aprovechado la sangre derramada por el Salvador! ¿Dejará Dios de recompensar tu celo?
  
III. Realiza todas tus acciones por el doble motivo de agradar a Dios y edificar al prójimo. Suprime  tus acciones, aun las indiferentes, que puedan escandalizar a tu hermano. ¡Jesucristo murió por él, y tú no te quieres privar de un pequeño placer para con tribuir a su santificación! Señor, si no puedo predicar la modestia y la humildad desde el púlpito, las predicaré mediante una vida humilde, mediante un exterior modesto y recatado. Es el medio con que cuento para imitaros, oh Señor Jesús, a Vos que du rante treinta años nos habéis enseñado con vuestro ejemplo, y que sólo durante los tres últimos años de vuestra vida predicasteis. El testimonio de la vida es más eficaz que el de la lengua: cuando la lengua calla, hablan los actos. (San Cipriano).


El respeto por la palabra de Dios
Orad por los predicadores.

ORACIÓN
      Señor, dignaos difundir cada vez más las riquezas de vuestra gracia en vuestra Iglesia, que habéis querido ilustrar con los gloriosos méritos y doctrina de vuestro confesor San Juan Crisóstomo.  Por N. S. J. C. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

25/I/+2020 FELICITACIÓN SABATINA A LA VIRGEN DEL CARMEN (Para los portadores del Santo Escapulario del Carmen)

FELICITACIÓN SABATINA A LA VIRGEN DEL CARMEN



Oración preparatoria


   ¡Oh Virgen Santísima del Carmen, Reina gloriosa de cielos y tierra! Vengo a honrarte en este día escogido por Ti para mostrar tu gloria, tu poder y tu misericordia. Acuérdate que a tus queridos cofrades, por tu santo y bendito Escapulario, les has prometido ayuda en la vida, amparo en la muerte y socorro en el Santo Purgatorio. Mírame con ternura, amorosa Madre, y mira también misericordiosamente a las almas que en el Purgatorio se encuentran y acepta ésta mi felicitación y visita sabatina, como homenaje de mi amor y cariño y para alivio de las almas que sufren, para que todos juntos te alabemos algún día feliz en el cielo. Amén.

Aspiraciones


  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo mis propias necesidades. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mi familia. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mis parientes. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de mis amigos. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de la Iglesia. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de la Nación. Avemaría...
  • Virgen del Carmen, te felicito por tu gloria y te encomiendo las necesidades de las almas del Purgatorio. Avemaría...


Oración final

Gracias mil, Madre querida, por todos los favores que de tu bondadosa mano he recibido, particularmente el de haberme escogido, por tu santo Escapulario, para verdadero hijo tuyo. Yo quiero alabarte siempre, y es mi deseo que mi lengua cante tus bondades sin cesar y mi corazón te ame y que te quiera como a la mejor y mas cariñosa de las madres. Me regocijo por la inmensa gloria que en el cielo gozas, del poder que sobre todo lo creado tienes, de las virtudes soberanas que tu alma adornan. Sírvete, Madre mía de esa gloria, de ese poder y de esas virtudes para ampararme en la vida y en la muerte, para cubrir mi pobreza y desnudez, para librarme de tantos y tan fieros enemigos como me rodean, para salvarme y ser feliz en el cielo por toda la eternidad. Amén.

25/I/+2020 SAN POPPÓN, Abad

25 de enero
SAN POPPÓN
, Abad
(1048)
   San Poppón nació en Flandes, el año 978. Fue educado por su virtuosa madre, quien murió siendo religiosa en Verdún. Poppón sirvió durante algunos años, en el ejército; pero, comprendiendo que la meditación y la oración le proporcio naban mayores deleites que todos los placeres de los sentidos, renunció a la carrera de las armas y al matrimonio que su madre había arreglado. Antes de entrar en religión, había visitado los Santos Lugares de Jerusalén, de donde trajo numerosas reliquias que regaló a la iglesia de Nuestra Señora de Deynze. Al regresar de una peregrinación a Roma, tomó el hábito en el monasterio de Sto Thierry, cerca de Reims.
   Hacia el año 1008, Ricardo, abad de Saint- Vanne, tuvo ocasión de conocer a San Poppón y vio en él a un hombre singularmente dotado para ayudarle en su trabajo. No sin muchas dificultades, consiguió que el santo fuese transferido a su monasterio para encargarle la restauración de la observancia en las abadías de Saint- V aast, en Arrás, en Beaulieu, y algunas más. Poco a poco, San Poppón se fue independizando de Ricardo, el abad de Saint- Vanne, y llegó a ser elegido abad de Stavelot. Desde entonces, parece haber actuado como una especie de abad general de todos los monasterios de Lotaringia, donde fue muy venerado y preservó admirablemente la disciplina. El emperador San Enrique II le esti maba mucho. Se dice que solicitó su prudente consejo en muchos asuntos de política. San Poppón murió en Marchiennes, el 25 de enero de 1048, a los setenta años de edad. Recibió la extremaunción de manos de Everelmo, abad de Hautmont, quien escribió después su vida, o, más exactamente, revisó la larga biografía escrita por el monje Onulfo.
   Se encontrará una edición crítica de dicha biografía en MGH., Scriptores, vol. XI, pp.
 291-316. Ver también Acta Sanctorum, 25 de enero; Cauchie, en Biographie Nationale, vol. XVIII, pp. 43 ss; y M. Souplet, St Poppon de Deynse (1948).    
    


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

25/I/+2020 SAN APOLO, Abad

25 de enero
SAN APOLO, Abad
(380)
   Después de haber pasado muchos años en una ermita, San Apolo, que tenía entonces cerca de ochenta años, fundó y gobernó una comunidad de monjes en las cercanías de Hermópolis.Su hábito era blanco, de tela áspera; comulgaban diariamente, y el venerable abad les hacía también a diario una exhortación para su provecho espiritual. En tales exhortaciones, insistía frecuentemente en los males de la tristeza y la melancolía, diciendo que la alegría del corazón debía mezclarse a las lágrimas de penitencia, por ser un fruto de la caridad y un requisito necesario para mantener el espíritu de fervor. Los extraños reconocían al abad por la alegría que se reflejaba en su rostro. San Apolo rogaba constantemente a Dios para que no permitiera que fuese presa de los sutiles engaños del orgullo. Se cuenta que en una ocasión en que había liberado a un poseso, el demonio gritó que no podía resistir a la humildad del santo. Se cuentan muchos milagros de San Apolo. Tal vez el más notable fue una multiplicación continua de panes, con los que alimentó, durante cuatro meses de carestía, no sólo a sus propios monjes, sino a toda la población. En sus últimos días, cuando tenía ya más de noventa años, San Apolo recibió la visita de San Petronio, quien fue nombrado posteriormente, en 393, obispo de Bolonia.   
    


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

25/I/+2020 SAN PUBLIO, Abad

25 de enero
SAN PUBLIOAbad
(380)
   San Publio es principalmente venerado por los griegos. Era hijo de un senador de Zeugma, en el Eufrates, que vendió todos sus bienes y posesiones para re partir el producto entre los pobres. Primero llevó vida de ermitaño, y más tarde fue superior de una numerosa comunidad. San Publio sólo permitía que sus monjes comiesen verduras y pan grueso y que bebiesen agua. El queso, las uvas, el vinagre y aun el aceite estaban prohibidos, excepto en el periodo comprendido de Pascua a Pentecostés. Para tener siempre presente que debía progresar en el fervor, San Publio añadía cotidianamente un pequeño detalle a sus prácticas de penitencia y devoción. Consciente del inestimable valor del tiempo, el santo detestaba la ociosidad. Teodoreto nos dice que este santo abad fundó dos congregaciones, una de griegos y otra de sirios, y que cada una celebraba los divinos misterios y cantaba el oficio en su propia lengua. La muerte de San Publio parece haber acaecido hacia el año 380.
   Poco sabemos sobre San Publio, fuera de lo que nos cuenta Teodoreto en Philote Ver Acta Sanctorum, 25 de enero; y Delehaye, Srnaxarium Ecclesiae Constantinopo tanae, pp. 423-424.   
    


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

25/I/+2020 SANTOS JUVENTINO y MAXIMINO, Mártires

25 de enero
SANTOS JUVENTINO y MAXIMINO, Mártires

(363)
   Estos mártires eran dos distinguidos oficiales de la guardia de infantería de Juliano el Apóstata. Durante la campaña de aquel emperador contra los persas, ambos oficiales hicieron algunas reflexiones desagradables acerca de las leyes impías dictadas contra los cristianos y manifestaron que estaban prontos a morir, antes que profanar las cosas sagradas. Informado de ello, el emperador les mandó llamar. Como no consiguió que se retractasen de sus palabras, ni que adorasen a los ídolos, confiscó sus bienes y les mandó azotar. Pocos días después, les hizo decapitar en la prisión de Antioquía, el 25 de enero de 263. Los cristianos, arriesgando su vida, robaron los cuerpos de los mártires y, des pués de la muerte del emperador, ocurrida en Persia el 26 de junio del mismo año, erigieron una magnífica tumba en honor de los dos oficiales. En un pane gírico que San Juan Crisóstomo predicó en su fiesta, dice: "Estos mártires sos tienen como fuertes pilares a la Iglesia, la defienden como torres y la protegen como rocas inamovibles. Visitemos sus tumbas con frecuencia, toquemos y abracemos sus reliquias, seguros de que nos alcanzarán bendiciones del cielo. Porque, así como los soldados se presentan a su rey con confianza, cuando pueden mostrarle las heridas sufridas por su causa, sobre los campos de batalla; así estos mártires obtienen del Rey de los cielos cuanto se les pide, recordándole lo que por El sufrieron en la tierra".
   Los escasos detalles que poseemos sobre estos dos mártires, provienen en gran parte del panegírico de San Juan Crisóstomo. En el pasaje citado en el artículo, traducido bas tante libremente por Butler, el orador describe extravagantemente a los mártires presentan do a Cristo sus propias cabezas cortadas. Severo de Antioquía, en un himno que compuso en honor de estos mártires, menciona a un tercero, llamado Longino, que murió con ellos. (Patrologia Orientalis, vol. VII, p. 611). Ver también Acta Sanctorum, 25 de enero; y el Delehaye, Les origines du culte... (1933), p. 196, y Les passions des martyrs..., pp., 228 y 230. "  
  


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

25/I/+2020 SAN ARTEMIO, Mártir

25 de enero
SAN ARTEMIO, Mártir
(Fecha desconocida)


   Tenemos que contentarnos con saber que San Artemio merece realmente ser contado entre los santos. Su imagen y su nombre se hallaban en los mosaicos de la cúpula en la antigua basílica de San Prisco cerca de Capua. Dichos mosai cos, que desgraciadamente ya no existen, databan aproximadamente del año 500. El Hieronymianum nos dice que San Artemio era venerado en Pozzuoli, no lejos de Capua, donde probablemente sufrió el martirio. Y esto es todo lo que sabemos con certeza sobre él. Una leyenda posterior, que probablemente se refiere a nuestro mártir, afirma que Artemio, de niño, enseñaba el catecismo a sus compañeros; que había sido denunciado como cristiano, y que sus propios r discípulos le habían apuñalado con los punzones que usaban para escribir sobre las tablas de cera. Pero la misma historia se cuenta de San Casiano de Imola, y, anteriormente, de San Marcos de Aretusa. Apenas hay duda de que la leyenda se tomó de dichas fuentes y se aplicó a San Artemio, a falta de detalles autén ticos sobre él.
   Ver Acta Sanctorum, 25 de enero; y Pio Franchi de Cavalieri, en Studi e Testi, vol. IX, p. 68.


*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

25/I/+2020 SAN ANANÍAS, Mártir

25 de enero
SAN ANANÍAS, Mártir
(70)


   De acuerdo con algunos detalles de la Sagrada Escritura, Ananías fue un fiel observador de la ley. Gozó de buena reputación entre los habitantes de Damasco (Hechos XXII, 12). San Pablo, en la narración de su propia conversión nos lo presenta bajo este aspecto favorable. Sabemos que Ananías, en el milagro de esta conversión, recibió del Señor mismo la orden de cumplir una misión y que obedeció fielmente.
   Una tradición que no es de primera mano, hace de Ananías uno de los setenta y dos discípulos. Puede ser que se hubiera contado entre los oyentes de Jesús. San Agustín (Quaest., vol. II, c. X, I) asegura que era sacerdote y que San Pablo le fue enviado para que recibiera de su mano el sacramento cuya dispensación el Hijo de Dios ha dejado al sacerdocio de su Iglesia. En seguida, se representa a Ananías como obispo de Damasco. Según datos griegos, Ananías evangelizó la ciudad de Damasco y la Eleuterópolis. El juez Licinio (o Luciano) lo hizo azotar. En fin, Ananías fue lapidado a la salida de la ciudad. Todos estos detalles se reproducen en el Martirologio Romano.
   Los griegos honran a Ananías, el día 1 de octubre. Los latinos desde Usuardo, han unido su fiesta a la conmemoración de la conversión de San Pablo, el 25 de enero. Todo lo que se cuenta de su martirio es incierto, lo mismo que la afirmación de los bolandistas a propósito de la traslación de la cabeza de Ananías, de Roma a Praga.
   En Acta Sanctorum, 25 de enero se encuentra la traducción latina de las actas griegas, TilIemont, Memoires pour servir... vol. I, p. 199 y 545. Quentin Les martirologes hist. du Moren Age, p. 416 y 589.     



*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

25/I/+2020 LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

25 de enero
LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO
Éste es un vaso de elección que elegí para que lleve
mi nombre ante los gentiles.
(Hechos de los Apóstoles, 9, 15)

   San Pablo es derribado en el camino a Damasco, y de perseguidor de cristianos se convierte en apóstol de Cristo. El Señor le envía a Ananías para de volverle la vista y administrarle el santo Bautismo. El Apóstol novel permanece algunos días con los discípulos de Damasco, y, enseguida, se pone a predicar a Jesús en las sinagogas, asegurando que es el Hijo de Dios.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA CONVERSIÓN
DE SAN PABLO
  
I. Dios llama a San Pablo derribándolo por tierra y elevándolo hasta el tercer cielo. Ya no ve a las creaturas pues ha visto a Dios. ¿Quieres convertirte? Escucha la voz de Dios que te habla; cuando te arrebata tus placeres, tus parientes, tus amigos, son rayos que recibes que te advierten cierres los ojos a las cosas de este mundo y eleves tu mirada hacia los cielos. Cuántas veces ha dicho Jesucristo en el fondo de tu corazón: "¡Desventurado! ¿por qué me persigues?"
  
II. San Pablo escucha la voz de Dios, y le responde: Señor, ¿quién eres tú? Examina las inspiraciones que sientes. ¿Son de Dios? ¿Es la voz de la vanidad o la de Jesucristo la que te llama a esta obra al parecer tan santa? Desde que hayas reconocido la voz de Jesucristo, dile con San Pablo: "Señor, ¿qué quieres que haga?"
  
III. San Pablo ejecuta con prontitud aquello que se le manda. Escucha a Ananías, recibe el bautismo e, inmediatamente, da testimonio de Aquél que lo ha llamado de las tinieblas a la luz. ¿Quieres tener éxito en tu conversión? No te demores, vete a buscar un prudente y sabio director espiritual; él será el intérprete de la voluntad de Dios. No tardes, alma mía, en convertirte al Señor, ni lo difieras de día en día. (Eclesiástico).

La obediencia a las inspiraciones de Dios 
Orad por la propagación de la fe.

ORACIÓN
      Oh Dios, que habéis instruido al mundo entero por la predicación del apóstol San Pablo, haced, os lo rogamos, que honrando hoy su conversión, marchemos hacia Vos imitando sus ejemplos.  Por N. S. J. C. Amén.
   


*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

24/I/+2020 BEATO MARCOLINO DE FORLI, Monje Dominico

24 de enero
BEATO MARCOLINO DE FORLI, Monje Dominico
(1397)
   El nombre de familia de Marcolino era Amanni. Se cuenta que el beato entró en la orden de Santo Domingo, a los diez años de edad. Sus cualidades más notables eran la exacta observancia de las reglas, el amor a la pobreza y a la obediencia, pero sobre todo, el espíritu de humildad, que le impulsaba a evitar todas las ocasiones de hacerse notar, encontrando su mayor gozo en el ejercicio de los oficios más bajos y humildes. Se nos dice también que practicaba rigurosas penitencias corporales, que amaba mucho a los pobres y a los niños, y que el cielo le favorecía con frecuentes éxtasis. Tan prolongadas y constantes eran las oraciones de Marcolino que, a su muerte, se descubrió que sus rodillas eran dos enormes callos. El beato Raimundo de Capua, superior general de la orden de Santo Domingo, tenía en alta estima al P. Marcolino, aunque la timidez de éste le había impedido colaborar activamente en la reforma de la Orden de Predicadores, a raíz de la peste negra y de las dificultades producidas por el Gran Cisma. El P. Marcolino, que había predicho su muerte, según se cuenta, falleció en Forli, el 2 de enero de 1397, a los ochenta años de edad. Para sorpresa de sus hermanos, a cuyos ojos había pasado inadvertida la santidad del religioso, una gran multitud asistió a sus funerales, congregada, según dice la leyenda, por un ángel disfrazado de niño que había anunciado la noticia por los alrededores. El culto al beato fue confirmado en 1750.
   Las noticias que tenemos sobre el beato provienen principalmente de una serie de cartas del Beato Juan Dominici. Ver Mortimer, Histoire des Mattres Généraux O.P., vol IlI pp. 564-568; y Procter, Short Lives, pp. 13-15.



*Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa