EL SANTO DEL DÍA ES:

08 de Agosto

SANTOS CIRIACOLARGO, ESMERAGDO Y SUS COMPAÑEROS, Mártires

¡Muy bien, siervo bueno y fiel!,
porque fuiste fiel en lo poco,
 te constituiré en lo mucho.
(Mateo, 25,23).
    
   San Ciriaco era diácono de la Iglesia romana durante el pontificado de San Marcelo. Recibió la corona del martirio en Roma, en la persecución de Diocleciano, el 16 de marzo del año 304.
   Largo, Esmeragdo y otros veinte cristianos padecieron juntos. Sus cuerpos fueron inhumados, primero, cerca del lugar de su ejecución, sobre la vía Salaria, por el presbítero Juan. Poco después fueron trasladados junto a una granja perteneciente a la piadosa Lucina, en la vía Ostiense, el 8 de agosto.
  
MEDITACIÓN: SOBRE LO QUE SE DICE

I. Haz servir todas tus palabras a la gloria de Dios. Nunca hables de ti sin necesidad, ni para bien ni para mal. Hablar mal de sí es con mucha frecuencia falsa humildad: te censuras a fin de que los demás te alaben. Tampoco publiques tus virtudes; deja a Dios el cuidado de manifestarlas: lo hará cuando lo juzgue necesario para su gloria y para tu bien. Que los otros te alaben, pero tú no hagas tu propio elogio. (Proverbios) .

II . Nunca hables mal de tu prójimo, no vituperes ni condenes a nadie; habla favorablemente de todo el mundo. El malediciente condena las acciones aun más santas; el cristiano caritativo excusa las acciones que parecen malas, y habla bien de aquellos a quienes los otros condenan. ¿Por qué fijarte en lo que hay de vicioso en una persona? ¿Para desacreditarla? ¿Quisieras tú que se te tratase de manera tan baja?

III. Ten cuidado, sin embargo, de no caer en el defecto opuesto: no seas complaciente con el vicio, no alabes las malas acciones. Si careces de la autoridad suficiente como para reprenderlas sin ambages, condénalas con tu silencio. Evita la adulación y la baja complacencia. Ama la verdad, y jamás te apartes de ella. Para seguir estos consejos, habla poco, pesa todas tus palabras. Piensa que tu lengua es la causa de la mayoría de tus pecados, y que si no la gobiernas sabiamente -como dice el Apóstol Santiago- no tendrás piedad ni religión.

La circunspección en nuestras palabras
Orad por la Iglesia.

ORACIÓN
   Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la fiesta de vuestros mártires Santos Ciriaco, Largo y Esmeragdo, haced, por vuestra bondad, que honrando su nacimiento al cielo, imitemos el valor de que dieron prueba en sus sufrimientos. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

EL SANTO DEL DÍA ES:

08 de Agosto

SANTOS CIRIACOLARGO, ESMERAGDO Y SUS COMPAÑEROS, Mártires
¡Muy bien, siervo bueno y fiel!,
porque fuiste fiel en lo poco,
 te constituiré en lo mucho.
(Mateo, 25,23).
    
   San Ciriaco era diácono de la Iglesia romana durante el pontificado de San Marcelo. Recibió la corona del martirio en Roma, en la persecución de Diocleciano, el 16 de marzo del año 304.
   Largo, Esmeragdo y otros veinte cristianos padecieron juntos. Sus cuerpos fueron inhumados, primero, cerca del lugar de su ejecución, sobre la vía Salaria, por el presbítero Juan. Poco después fueron trasladados junto a una granja perteneciente a la piadosa Lucina, en la vía Ostiense, el 8 de agosto.
  
MEDITACIÓN: SOBRE LO QUE SE DICE

I. Haz servir todas tus palabras a la gloria de Dios. Nunca hables de ti sin necesidad, ni para bien ni para mal. Hablar mal de sí es con mucha frecuencia falsa humildad: te censuras a fin de que los demás te alaben. Tampoco publiques tus virtudes; deja a Dios el cuidado de manifestarlas: lo hará cuando lo juzgue necesario para su gloria y para tu bien. Que los otros te alaben, pero tú no hagas tu propio elogio. (Proverbios) .

II . Nunca hables mal de tu prójimo, no vituperes ni condenes a nadie; habla favorablemente de todo el mundo. El malediciente condena las acciones aun más santas; el cristiano caritativo excusa las acciones que parecen malas, y habla bien de aquellos a quienes los otros condenan. ¿Por qué fijarte en lo que hay de vicioso en una persona? ¿Para desacreditarla? ¿Quisieras tú que se te tratase de manera tan baja?

III. Ten cuidado, sin embargo, de no caer en el defecto opuesto: no seas complaciente con el vicio, no alabes las malas acciones. Si careces de la autoridad suficiente como para reprenderlas sin ambages, condénalas con tu silencio. Evita la adulación y la baja complacencia. Ama la verdad, y jamás te apartes de ella. Para seguir estos consejos, habla poco, pesa todas tus palabras. Piensa que tu lengua es la causa de la mayoría de tus pecados, y que si no la gobiernas sabiamente -como dice el Apóstol Santiago- no tendrás piedad ni religión.

La circunspección en nuestras palabras
Orad por la Iglesia.

ORACIÓN
   Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la fiesta de vuestros mártires Santos Ciriaco, Largo y Esmeragdo, haced, por vuestra bondad, que honrando su nacimiento al cielo, imitemos el valor de que dieron prueba en sus sufrimientos. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

EL SANTO DEL DÍA ES:

07 de Agosto

SAN CAYETANO DE THIENEConfesor

No os inquietéis, diciendo: ¿Qué comeremos?
como hacen los paganos;  
o ¿qué beberemos?
 o ¿con qué nos cubriremos?, que bien sabe vuestro Padre
la necesidad 
que de estas cosas tenéis.
(Mateo, 6, 31-32)
   
   San Cayetano, nacido en Vicenza, llamó la atención desde su infancia por una inocencia tan grande de costumbres, que se le llamaba el Santo. Como supiera que el Papa Julio II quería elevarlo a las dignidades eclesiásticas, dejó la corte de Roma y fundó una Orden de Clérigos Regulares, llamados Teatinos, a los cuales estableció como regla que nada poseyesen, ni pidiesen, y que viviesen únicamente de las limosnas espontáneamente ofrecidas por los fieles. Se consagró a Dios con Pedro Caraffa, mediante votos solemnes. Pedro Caraffa, obispo de Teati, fue después elegido Papa con el nombre de Pablo IV. San Cayetano murió siendo superior de su Orden, en Nápoles, el 7 de agosto de 1547.
  
MEDITACIÓN: SOBRE LA POBREZA

I. No puede imaginarse pobreza más rigurosa que la que este santo estableció en su Orden; si tú no puedes abrazarla enteramente, por lo menos desase tu corazón de las riquezas que posees. No te entristezcas cuando algo te falte; alégrate, más bien, de participar de la pobreza de Jesucristo al nacer y morir. No te acongojes, tampoco, por lo por venir. Espera en Dios, haz el bien, y te alimentará con sus riquezas. (El Salmista).

II. Basta cualquier accidente adverso para que te veas despojado de todos tus bienes. No te fíes, pues, en tus riquezas y no te afanes por adquirir otras nuevas. Si vives según la recta razón y las máximas del Evangelio, no te hará falta sino muy poco para tu vida, y siempre estarás contento. Si, en cambio, sigues los deseos desordenados de tu corazón, ni todos los tesoros de las Indias podrían satisfacerte.
   
III. Comenzaste tu vida en la pobreza y lo mismo la acabarás. ¿Para qué, pues, tomarte tanta pena en amasar una fortuna de la que no podrás gozar sino durante el breve intervalo que separa tu nacimiento de tu muerte? Emplea ese tiempo tan corto, más bien, en acumular en el cielo tesoros de que puedas gozar durante toda la eternidad. Es absurdo que quien entró desnudo al mundo, y a quien desnudo recibió la Iglesia, quiera entrar rico en el reino de los cielos. (San Máximo).


La confianza en Dios
Rogad por los pobres.

ORACIÓN
  Oh Dios, que habéis concedido a San Cayetano la gracia de imitar la manera de vivir de los Apóstoles, acordadnos, siguiendo su ejemplo y por su intercesión, la gracia de poner siempre 
en Vos nuestra con fianza y no desear más que los bienes del cielo. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

FIESTAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:

06 de Agosto

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


Tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a Juan
su hermano; y subiendo con ellos a un alto
monte, se transfiguró en su presencia.

(Mateo, 17, 1-2)
   
   Jesús, habiendo subido al monte Tabor con tres de sus apóstoles, se transfiguró en su presencia. Su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestiduras blancas como la nieve. Entonces aparecieron a su lado Moisés y Elías y conversaban con Él. San Pedro, extasiado por el esplendor insólito de su Maestro, le dijo: "Señor, bueno es estarnos aquí; si os parece, formemos aquí tres pabellones, uno para Vos, otro para Moisés y otro para Elías". Todavía estaba hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos, y oyóse una voz que dijo: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien he puesto todas mis complacencias: ¡escuchadle!"

MEDITACIÓN: SOBRE LA TRANSFIGURACIÓN DE JESUCRISTO

I. Jesús, para transfigurarse, se retira a la apartada montaña. ¿Quieres tú revestirte del hombre nuevo, que es Jesucristo? Huye de los estorbos y del tumulto del mundo. Además, recuerda que la obra de la conversión es una obra difícil; que hay que subir desde el fondo del abismo hasta las altas cumbres. Si quieres sanar de tus enfermedades y adquirir la verdadera sabiduría has de cambiar totalmente de vida 11 has de hacerte un hombre nuevo. (Salviano).

II. Cuando los Apóstoles estuvieron en el Tabor, sus ojos fueron iluminados y vieron a Jesucristo radiante de gloria. Cuando hayas comenzado seria mente la obra de tu conversión, te asombrarás de la ceguera en que vivías antes. Te llenarás de gozo en medio de tus dolores, porque siempre tendrás ante tus ojos a Jesús crucificado y porque imitando su paciencia en la tierra, te será dada la esperanza de su gloria en el cielo.

III. Jesús manifiesta su gloria a sus discípulos e inmediatamente después les habla de sus sufrimientos, a fin de animarlos a soportar los oprobios de su Pasión. Aprendamos de este misterio a sufrir por Jesús, con la esperanza de participar en sus recompensas; si nos niega los consuelos terrenales, lo hace para procurarnos más abundantes en el cielo. No nos extrañemos de las aflicciones que nos sobrevengan: no es en este mundo, sino en el otro, donde Jesucristo nos ha preparado la felicidad. ¿Qué te ha prometido Cristo? Si Él te ha prometido la felicidad de aquí abajo, tienes derecho a murmurar porque no te la dé. (San Agustín).

La mortificación
Rogad por los afligidos.

ORACIÓN
   Oh Dios, que, en la gloriosa Transfiguración de vuestro Hijo unigénito, habéis confirmado los misterios de la fe en el testimonio de vuestros profetas, y que, mediante una voz celestial surgida de una nube resplandeciente, habéis anunciado de admirable manera la perfecta adopción de vuestros hijos, concedednos la gracia de ser coherederos del Rey de la gloria, y participar un día de su reino. Por J. C. N. S. Amén.

FIESTAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

05 de Agosto

NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES

 

Manda a los ricos de este mundo que sean caritativos
y benéficos, que se hagan ricos en buenas obras
y que den limosna de corazón. 

(1 Timoteo, 6, 17-19).
   
 Juan, patricio romano, como careciese de hijos, decidió, con su mujer, consagrar sus bienes a la Santísima Virgen. Durante un buen tiempo le rogaron que les hiciese conocer qué empleo habrían de dar a sus riquezas. La Santísima Virgen se les apareció y les ordenó construir una iglesia en el lugar que, al día siguiente, encontrasen cubierto de nieve. El Papa Liberio tuvo la misma revelación, y, en pleno verano, se encontró una parte del monte Esquilino cubierto de nieve. Se edificó allí una iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora de las Nieves o basílica Liberiana, hoy Santa María la Mayor. En el siglo VII fue en ella depositado el Pesebre de Belén.

MEDITACIÓN: SOBRE EL BUEN USO DE LAS RIQUEZAS

I. Si Dios te ha dado riquezas, debes hacer buen uso de ellas. Él te permite que emplees una parte para tu sostén, según tu condición, y conforme con las reglas del Evangelio. No las malgastes, pues, en locuras; no las emplees en satisfacer tu vanidad, en alimentar tu lujo, en procurarte criminales placeres. Sería oponerse al fin que se propuso Dios al concedértelas.

   
II. Dios quiere que emplees parte de tus riquezas en el decoro de sus templos y en el alivio de los pobres. ¿Qué mejor uso podrías hacer de ellas, sobre todo si no tienes hijos? Y si los tienes, ¿no es justo, acaso, que destines parte de tus bienes, adquiridos con tanto trabajo, en el alivio de tu propia alma, redimiendo tus pecados mediante tus limosnas? ¡Extraña ceguera! Fatigase la gente por dejar muchos bienes sobre la tierra, y no piensa en hacer que sus riquezas den frutos para la eternidad!


III. El apego que se tiene a los bienes de la tierra es la causa del mal uso que de ellos se hace. Será preciso dejarlos el día menos pensado, ¿por qué, pues, te condenas y te haces desgraciado aun en este mundo, para que aprovechen herederos ingratos que impacientemente esperan tu muerte? Se alegrarán ellos, mientras ardas tú por haberlos enriquecido; y si estás en el purgatorio, preferirán dejarte allí antes de sacrificar, para alivio de tu alma, la más mínima parte de las riquezas que tan locamente les abandonaste.

La devoción a la Santísima Virgen María
Orad por las Congregaciones de María.

ORACIÓN
   Dignaos, Señor, concedemos la salud del alma y del cuerpo; y acordadnos, por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, que seamos librados de los males de la vida presente y que gocemos en el cielo de la eterna felicidad. Por J. CN. S. Amén.

EL SANTO DEL DÍA ES:

04 de Agosto

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, Confesor

Brille vuestra luz ante los hombres, a fin de que
vean vuestras buenas obras y glorifiquen
a vuestro Padre que está en los cielos.

(Mateo, 5, 16).
   
  Santo Domingo, fundador de la Orden de los Hermanos Predicadores, es representado con un lirio en la mano, símbolo de la virginidad que conservó durante toda su vida. El can que su madre vio en sueños llevando una antorcha encendida, representa la guerra que hizo a los herejes, y la luz que difundió en el corazón de los pecadores por la pureza de su doctrina y la santidad de su vida. Acaeció su muerte en 1221.


MEDITACIÓN: SOBRE LA VIDA DE SANTO DOMINGO
   
I. Se ve brillar una estrella sobre la frente de Santo Domingo inmediatamente después de su bautismo. Era el presagio del fulgor admirable que debía proyectar sobre la Iglesia de Dios. En efecto, desde tierna edad, edificó a cuantos lo rodeaban por su piedad, su austeridad y la práctica de las virtudes cristianas en general. ¿Has consagrado tú como Santo Domingo las primicias de tu vida a Dios? ¡Desgraciado el tiempo en el que no te amé, oh Dios mío! (San Agustín).
   
II. Este astro, tan radiante al levantarse, brilló con esplendor más deslumbrador aun a su mediodía. Santo Domingo alumbró y abrasó toda la tierra con el fuego del amor divino, con sus predicaciones y las de los religiosos de su Orden. Si tu profesión no te obliga a trabajar por la salvación de las almas mediante la predicación del Evangelio, debes por lo menos trabajar seriamente por tu propia salvación, y edificar al prójimo con tus buenos ejemplos.
   
III. Los astros no por ocultarse a nuestra vista pierden sus rayos: su fulgor no es menor a su ocaso que a su mediodía. Santo Domingo trabajó hasta su muerte por la gloria de Dios y la salvación de las almas, sin desalentarse por los obstáculos y sin perder nunca su primer fervor. Trabaja tú, mortifícate, haz penitencia hasta el último suspiro; y si alguien te invita a disiparte y a abandonar las austeridades de la penitencia, respóndele: Eso está bien para los bienaventurados; pero, para mí, que he ofendido a Dios, me hace correr el riesgo de perecer para toda la eternidad. (Paciano). 


El celo por la salvación de las almas
Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN
   Oh Dios, que os dignasteis esclarecer la Iglesia por los méritos y la doctrina de vuestro confesor Santo Domingo, haced, por su intercesión, que nunca se vea privada de los socorros temporales, y que siempre logre nuevos progresos en las obras espirituales. Por J. C. N. S. Amén.


HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:
  • Santas Ia y Compañeras, Mártires
  • San Molua o Lugaido, Abad 

·TIEMPO DESPÚES DE PENTECOSTÉS

OCTAVO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(Doble - Ornamentos verdes)


   Recibió la Iglesia en las solemnidades de Pentecostés las efusiones del Espíritu Santo, y la liturgia de hoy nos demuestra los benéficos resultados de las mismas. Uno de ellos, y no el menor, es la gracia de la divina adopción, en virtud de la cual podemos llamar Padre a nuestro Dios, con derecho a la herencia del cielo (Ep.).
   Mas si vivimos por Dios, preciso es que vivamos también para Dios (Or.) y que en todo nos dejemos guiar por el Espíritu de Dios (Ep.) y así pueda acogernos algún día en sus eternos tabernáculos (Ev.). He aquí la verdadera sabiduría, que pide la Iglesia en la oración y que alaba el Evangelio, porque ella sabe prevenir con prudencia y sagacidad nuestro recibimiento en los "eternos tabernáculos". Al evocar la liturgia en estos domingos la figura de Salomón y de su magnífico Templo, podemos dirigir la mirada a ese otro templo que somos nosotros mismos, dedicado a Dios por el bautismo y convertido tal vez por nosotros en guarida de ladrones y de mil siniestras alimañas de pecados, que lo ensucian y profanan. Pues si así fuere por desgracia nuestra, habría que limpiarlo se con la escoba de Lázaro, con una condigna penitencia.
 Además, el Templo salomónico es figura del grandioso Templo del cielo, en donde Dios mora con sus Santos y en que los regala con sus delicias sin fin y sin medida. En ese mismo templo entraremos también nosotros si es que vivimos según el espíritu, y matamos las obras de la carne; entonces, y sólo entonces seremos verdaderos hijos de Dios, herederos suyos y coherederos de Cristo; el cielo será nuestra rica herencia (Ep.). Para ingresar en los eternos tabernáculos, conviénenos también allegar riquezas y méritos, de ésos que el ladrón no roba y la   polilla no carcome, hacemos amigos, tener como amigos a los Santos moradores de aquel templo; imitando así a aquel mayordomo previsor, a quien alaba Jesús en el Evangelio, no tanto por sus malas artes y su deslealtad para con el amo, cuanto por su intuición clara del futuro. Porque sucede, por desgracia, que los hijos de la luz somos menos despiertos que los de las tinieblas, y eso que nuestros negocios son de harto mayor cuantía que los suyos, yendo en ello nada menos que nuestro bienestar eterno.
   Uno de los medios más aptos para conseguir que Dios nos reciba en sus eternas moradas es dar limosna al que la hubiere menester, limosna espiritual, como un buen consejo, una justa reprensión, un cariñoso consuelo; limosna material, como un poco de pan al hambriento, un trapo para el harapiento y desnudo. Si practicáramos esta virtud, poco o nada tendremos que temer cuando el Señor universal nos venga a pedir cuentas de la administración de nuestra alma, y de los bienes y gracias que en nosotros depositó para granjear con ellos (Ev.).
   El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses               

IntroitoPs 47

    INTROITUS Suscépimus, Deus misericórdiam tuam in medio templi tui: secúndum nomen tuum. Deus, ita et laus tua in fines terrae: justitia plena est déxtera tua. - Ps Magnus Dominus, et laudábilis nimis in civitáte Dei nostri, in monte sancto ejus. V. Gloria Patri...   Introito - Hemos recibido, oh Dios, tu misericordia en medio de tu templo; como tu nombre, oh Dios, así tu gloria llega hasta los confines de la tierra; tu diestra está llena de justicia. Grande es el Señor y dignísimo de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. V. Gloria al Padre.

Oración-Colecta

   ORATIO - Largíre nobis, quaesumus Domine, semper spíritum cogitándi quae recta sunt, propitius et agéndi: ut, qui sine te esse non póssumus secúndum te vívere valeámus. Per Dóminum.

   R. Amen   

    Rogámoste, Señor, nos concedas propicio la gracia de pensar y obrar siempre con rectitud; y pues sin Ti no podemos subsistir, llevemos una vida conforme a tu voluntad.  Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.

   R. Amen.

Conmemoración

Epístola

   Para vivir con Cristo y participar de su gloria, hay que mortificar las pasiones de nuestra naturaleza corrompida y dejarnos guiar por las inspiraciones del Espíritu Santo. 

Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Romános.
Fratres: Debitóres sumus non carni, ut secúndum carnem vivámus. Si enim secúndum carnem vixéritis, moriémini: si autem Spíritu facta carnis mortificavéritis, vivétis. Qui-cúmque enim spíritu Dei agúntur, ii sunt fílii Dei. Non enim accepístis spíritum servitútis íterum in timóre, sed accepístis spíritum adoptiónis filiórum, in quo clamámus: Abba (Pater). Ipse enim Spíritus testimónium reddit spíritui nostro, quod sumus fílii Dei. Si autem fílii, et herédes: herédes quidem Dei, coherédes autem Christi.

   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Romanos (8, 12-17)  - Hermanos: Nada debemos a la carne, para que vivamos según la carne. Por que si viviereis según la carne, moriréis; mas si con el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, entonces viviréis(1). Porque es cierto, que los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para seguir obrando con temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción de hijos, para que podamos clamar: ¡Aba! ¡Padre! Porque el mismo espíritu de Dios, está dando testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y siendo hijos, somos también herederos; herederos de Dios, por cierto(2), y coherederos de Cristo. 
    GRADUALE (Ps. 33 ) Est mihi in Deum protectórem, et in locum refúgiiet salvum me facias. V. Deus, in te sperávi: Domine, non confúndar in aetérnum.

   Alleluia, alleluia. Magnus Dominus, et laudábilis valde, in civitáte Dei nostri, in monte sanco ejus, Alleluja.

   Gradual - Sé para mí un Dios protector, y un lugar de refugio, para que me salves. V. Oh Dios, en ti tengo puesta mi esperanza; Señor, no sea yo jamás confundido.- Aleluya, aleluya - V. Grande es el Señor, y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, sobre su monte santo, aleluya. 

Evangelio

      Valiéndose de la parábola del mayordomo infiel, Jesús nos recomienda la práctica de la limosna y sobre todo de la limosna convertida en sufragio por los difuntos. Así empleado el dinero, lo convertimos en precio de redención, para nosotros y para el prójimo, y en granjería para la vida eterna. Con él las almas del Purgatorio se constituyen, en el Cielo, en intercesoras nuestras.

USequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam ( 16, 11-9)

   In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: parabola hanc: homo quidam erat dives qui habebat vilicum et hic diffamatus est apud illum quasi dissipasset bona ipsius. Et vocavit illum et ait illi quid hoc audio de te redde rationem vilicationis tuae iam enim non poteris vilicare. Ait autem vilicus intra se: quid faciam quia dominus meus aufert a me vilicationem? fodere non valeo mendicare erubesco. Scio quid faciam ut cum amotus fuero a vilicatione recipiant me in domos suas. Convocatis itaque singulis debitoribus domini sui dicebat primo: quantum debes domino meo? At ille dixit centum cados olei. Dixitque illi: Accipe cautionem tuam et sede cito scribe quinquaginta. Deinde alio dixit tu vero quantum debes? Qui ait centum choros tritic. Ait illi: accipe litteras tuas et scribe octoginta. Et laudavit dominus vilicum iniquitatis quia prudenter fecisset quia filii huius saeculi prudentiores filiis lucis in generatione sua sunt. Et ego vobis dico facite vobis amicos de mamona iniquitatis ut cum defeceritis recipiant vos in aeterna tabernacula 

Credo.

  Continuación del Santo Evangelio según San Lucas - En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Había un hombre rico, que tenía un mayordomo, el cual fue acusado ante él, como dilapidador de sus bienes. Llamóle, pues, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración; porque en adelante, ya no podrás ser mi mayordomo. Entonces el mayordomo se dijo: ¿Qué haré, pues que mi señor me quita la administración? Cavar no puedo; de mendigar tengo vergüenza. Ya sé lo que he de hacer, para que cuando fuere removido de la mayordomía, halle yo personas que me reciban en su casa. Llamó, pues, a cada uno de los deudores de su amo, y dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor? Y éste respondió: Cien barriles de aceite. Díjole: Toma tu factura y siéntate al punto, y escribe: cincuenta. Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él respondió: Cien cargas de trigo. Díjole: toma tus facturas, y escribe ochenta(3). El señor  alabó al mayordo, infiel, por haber obrado sagazmente(4); porque Los hijos de este siglo son más sabios que los hijos de la luz. Así os digo yo a vosotros: granjeaos amigos con las riquezas de iniquidad, para que, cuando falleciereis, os reciban en las moradas eternas.

   Credo.

    OFFERTORIUM Pópulum húmilem salvum fácies, Dómine, et óculos superbórum humillábis: quoniam quis Deus praeter te, Dómine?
   Ofertorio -  Tú salvarás al pueblo humilde, y humillarás los ojos altaneros; porque ¿qué otro Dios hay fuera de ti, oh Señor?

Oración-Secreta

    Súscipe,  quaesumus, Domine, múnera, quae tibi de tua largitáte deférimus: ut haec sacrosancta mystéria, gratiae tuae operáte virtúte, et praeséntis vitae nos consversatióne sanctificent, et ad gáudia sempiterna perducant. Per Dominum.    Acepta de buen grado, los dones que de tu munificencia hemos recibido y ahora te devolvemos; para que, mediante la operación de tu gracia, nos santifiquen estos sacrosantos misterios durante la vida presente, y nos conduzcan después a los goces eternos. Por Jesucristo N. Señor. 

Conmemoración

Prefacio de la Santísima Trinidad

    Vere dignum et justum ets aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus. Qui cumm unigenito  Filio tuo, et Spiritu Sancto, unus es Deus, unus es Dominus: non in unius singularitate personae, sed in unius Trinitate substantiae. Quod enim de tua gloria, revelante te, credimus, hoc de Filio tuo, hoc de Spiritu Sancto, sine differentia discretionis sentimus. Ut in confessione verae, sempiternaeque Deitatis, et in personis Proprietas, et in essentia unitas, et in majestate adoretur aequalitas. Quam laudat Angeli atque Arcangeli, Cherubim quoque ac Sraphim: qui non cessant clamare quotidie, una voce dicentes:

   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

 

 

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Gustáte, et vidéte, quóniam suávis est Dominus: beátus vir, qui sperat in eo. 
   Comunión. - Gustad y ved cuán suave es el Señor; dichoso el varón que confía en Él.

Oración-Postcomunión

     Sit nobis, Domine, reparátio mentis et córporis caeléste mystérium: ut cujus excécuimur cultum, sentiámus effécium. Per Dominum   Sírvanos, oh Señor, este celestial Sacramento para reparación del alma y del cuerpo; a fin de que, al celebrarlo, experimentemos sus saludables efectos. Por Jesucristo N. Señor.

 Conmemoración 


  • (1)   Las obras de la carne, las sensualidades, las bajas pasiones, conducen el alma a la muerte eterna; las obras del espíritu, en cambio, la preparan para la vida del cielo.

  • (2) Somos herederos de Dios, no en el sentido humano de heredar los bienes de un difunto, pues Dios no muere, Dios es inmortal, sino en el sentido de que gozaremos del Cielo, segura, eterna e inalienablemente, viviendo y reinando con Él.

  • (3) El ardid que el mayordomo infiel inventa para ganarse amigos para el futuro, es injusto, pues es a costa de los bienes de su amo.

  • (4) Adviértase bien que lo que alaba y admira el Señor no es el fondo inmoral del proceder del mayordomo, sino su astucia, es decir, la habilidad con que obró para no quedarse de repente en la calle. En esto los mundanos prosperan más que los hombres de conciencia, por la sencilla razón de que no respetan los medios.

HOY CONMEMORAMOS:

 03 de Agosto

INVENCIÓN O HALLAZGO DEL CUERPO DE SAN ESTEBANProtomártir

A quien me sirviere, mi Padre lo honrará.
(Juan, 12,26).
   Bajo el imperio de Honorio, se encontró cerca de Jerusalén el cuerpo de San Esteban, de Gamaliel y de Nicodemo. Un sacerdote llamado Luciano, había sido instruido por una visión acerca del lugar en que yacían, y había recibido la orden de pedir al arzobispo de Jerusalén, llamado Juan, de colocar los en más honroso lugar. Se trasladó el patriarca, con su clero, al lugar indicado, y encontró los cuerpos de los santos. Exhalaban un delicioso perfume y varios enfermos fueron sanados a su contacto.

MEDITACIÓN: SOBRE LA HONRA CON QUE DIOS COLMA A LOS SANTOS

I. Dios honra a los santos en la tierra, les da poder casi absoluto sobre la naturaleza, les da a conocer lo secreto de los corazones, les alza el velo de lo porvenir y les granjea el respeto de los pueblos. Mientras la gente se aleja horrorizada de los cadáveres comunes, tiene gran veneración por las cenizas y las reliquias de los santos. Si realmente amas tú la gloria verdadera, si quieres dejar aquí abajo memoria verdaderamente inmortal, trabaja por hacerte santo. ¡Tus amigos son muy honrados, oh Dios mío! (El Salmista).
   
II. En el cielo, los santos son aun incomparablemente más honrados. Son todos más gloriosos que los reyes en su trono: son los favoritos de Dios, los príncipes de su corte, y no temen ya perder la dicha de que gozan. Si tan grandes peligros se corren para ganar el favor de los príncipes de la tierra, ¡qué no deberemos hacer para hacernos amigos de Dios! ¿Qué haces para esto? ¿Buscas, acaso, la ocasión de agradar a Dios en todo?
  
III. ¿Quieres participar de los honores que se tributan a los santos en el cielo y en la tierra? Imita los; ama, como ellos, la humildad: oculta tus virtudes, y Dios las manifestará; desprecia las riquezas y los honores del mundo, y Dios te coronará de luz y te colmará de riquezas en el cielo. ¡Quieres llegar adonde llegaron los santos, y tomas un camino diametralmente opuesto al que ellos siguieron! Aspiras sólo a los bienes de la tierra, ¿cómo puedes esperar que alguna vez Dios te conceda los bienes del cielo?


El deseo de la santidad
Orad por la conversión de los pecadores.

ORACIÓN
   Señor, concedednos la gracia de imitar a los que honramos, y enseñadnos a amar a nuestros enemigos, ya que celebramos el Hallazgo de aquél que imploró, para sus perseguidores, la misericordia de J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

EL SANTO DEL DÍA ES:

02 de Agosto

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, Obispo, Confesor y Doctor

El celo por tu casa me devora. 
(Juan, 2, 17).
   
   San Alfonso María de Ligorio, nacido en Nápoles en 1696, dejó el foro por el sacerdocio. Obró un gran número de conversiones y fundó la Congregación del Redentor. Toda su vida estuvo consagrada a ganar almas para Jesucristo, a inspirar a los fieles una tierna devoción a la Pasión del Salvador, a la Santa Eucaristía y a la Virgen Madre de Dios. Empleó los momentos que le dejaba la predicación de la palabra de Dios en la composición de gran número de obras de teología y piedad, que lo hicieron elevar al rango de los Doctores de la Iglesia, por disposición de Pío IX. Murió en 1787.
  
MEDITACIÓN: SOBRE LAS CUALIDADES DEL VERDADERO CELO

I. Todos debemos estar animados de un ardiente celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas. Quien ama a Dios no puede ver con indiferencia que se ataque su honor. Si ve a su prójimo internado por mal camino, hace todo por volverlo al bien; y, si no lo logra, gime y reza por él. ¿Así haces tú? Si no tienes celo, deduce que careces de amor. El celo es la señal de que Dios ha descendido a un alma. (San Bernardo).

II. No basta que nuestro celo sea ardiente; es menester, para que dé fruto, que sea tierno y compasivo. Los pecadores, decía San Alfonso, son ovejas descarriadas que Jesucristo iba buscando por entre las zarzas del camino y que volvía a traer al redil llevándolas sobre sus hombros para ahorrarles las fatigas del retorno. Es el modelo que se propuso en toda su conducta; de ese modo, ¡a cuántas ovejas descarriadas recondujo al ovil del divino Pastor! Mira si en las advertencias que haces a tus hermanos y en todas las buenas obras que realizas, no entra tu amor propio en gran medida en vez del a amor de Dios y del prójimo. Que sea la caridad la que inflame tu celo.

   
III. En fin, nuestro celo debe ser constante. San Alfonso, al fundar su Congregación del Redentor, hizo voto de no perder nunca el tiempo. Quería que Dios no hallase en su vida ni una sola hora que no estuviese consagrada a su gloria y a la salvación de las almas. ¿Qué intereses persigues tú? ¿Son los tuyos o los de Jesucristo? ¿Cuánto tiempo dedicas a ellos? No te olvides de la suerte reservada para el servidor que enterró su talento. Fue acusado, no de haberlo perdido, sino de haberlo dejado improductivo. No te canses de ganar almas para Jesucristo, pues tú mismo fuiste ganado por Jesucristo. (San Agustín).

El celo
Orad por el éxito de las misiones

ORACIÓN
   Oh Dios, que habéis inflamado de celo apostólico al bienaventurado Alfonso María, vuestro confesor pontífice, y os servisteis de su ministerio para dar una nueva familia a la Iglesia, haced, os lo suplicamos, que instruidos por sus saludables consejos y fortificados con sus ejemplos, podamos llegar a Vos dichosamente. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

MES DE AGOSTO

1° de Agosto

SAN PEDRO AD VINCULA
(En cadenas)

No temáis a los que matan el cuerpo, 
y esto hecho ya no pueden hacer más.
(Lucas 12, 4)
   
   Fue encarcelado San Pedro por orden de Herodes, y los fieles oraban incesantemente a Dios para que librara al Jefe de la santa Iglesia. Sus súplicas fueron escuchadas. Mientras San Pedro, cargado de cadenas, dormía entre dos soldados, el ángel del Señor entró en la prisión y lo despertó, diciéndole: "Levántate presto". En el mismo instante, cayeron las cadenas de sus manos. El ángel condujo a San Pedro hasta la puerta que da a la ciudad, que se abrió ante ellos; avanzaron juntos hasta el final de una calle y el ángel desapareció, dejando al Apóstol lleno de admiración y agradecimiento ante favor tan grande. Fue en seguida San Pedro a llevar a los fieles la nueva de su liberación.

MEDITACIÓN: SOBRE LAS CADENAS DE LOS PECADORES


I. Nuestro cuerpo es una prisión que mantiene cautiva a nuestra alma, y le impide emprender vuelo hacia el cielo. Los santos han conocido y deplorado esta cautividad: ¡tú la conoces y la amas! Los placeres, los honores, las riquezas son las cadenas que te sujetan al mundo y te retienen lejos de Dios. Señor, romped mis cadenas; son agradables en apariencia, pero crueles en realidad. Los bienes de este mundo tienen verdadera amargura, falsa dulzura; dolor cierto, placer incierto. (San Agustín).

II. El pecador duerme tranquilo en sus cadenas, como San Pedro; no conoce su cautiverio, no piensa en él. ama sus cadenas, porque son de oro y seda. Si consideras el estado de tu alma, verás que está encadenada por todos lados; con todo, duermes, descansas a tus anchas, nada haces por el cielo. Despierta, de una vez por todas, y te asombrarás como San Agustín del lastimoso estado a que te han reducido tus crímenes. Estaba encadenado y no aborrecía mis cadenas; tenía por dulce lo que es amargo y por amargo lo que es dulce.


III.  El Ángel despertó  a San Pedro y rompió sus cadenas: San Pedro siguió al Ángel y le obedeció. Para obrar tu conversión dos cosas son necesarias: el auxilio del cielo, a fin de despertarte del sueño en el que estás sumido y romper tus cadenas que te atan al pecado: y una obediencia pronta, para responder al llamado del Señor. Nada puedes hacer sin la gracia, y nada hace la gracia sin tu cooperación.



La huida del pecado
Orad por los cautivos.

ORACIÓN
Oh Dios, que después de haber roto las cadenas del Apóstol San Pedro, le habéis hecho salir de la prisión sano y salvo, romped, os lo suplicamos, las cadenas de nuestros pecados y alejad  de nosotros por vuestra misericordia todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S. Amén.

HOY FESTEJAMOS TAMBIÉN EL TRIUNFO DE:

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa