He peleado el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe. En adelante me está reservada la corona de justicia, que me dará el Señor, el Juez justo, en aquel día y no sólo a mi sino a todos los que hayan amado su venida.
(II Timoteo, 4, 6-8 )
Confortaos en el Señor y en la fuerza de su poder. Vestíos la armadura de Dios, para poder sosteneros contra los ataques engañosos del diablo. Porque para nosotros la lucha no es contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes mundanos de estas tinieblas, contra los espíritus de la maldad en lo celestial. (Efesios, 6, 9-12)
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Nació en 1929 en Nogoyá, Entre Ríos, Argentina.
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Apasionado defensor de la Fe de Siempre, falleció en 1996. Sus restos descansan en el Seminario Nuestra Señora Corredentora de La Reja.
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