29/IV SAN PEDRO DE VERONA, Mártir

29 de Abril

SAN PEDRO DE VERONA, Mártir

Estad vosotros apercibidos, porque a la hora que
menos penséis ha de venir el Hijo del hombre.

(Mateo, 24, 44).

   San Pedro de Verona renunció desde su infancia a los errores de los cátaros. Las promesas y amenazas de sus padres fueron impotentes para hacerlo vacilar en la constancia de su fe. Entró en la orden de Santo Domingo, y vivió en ella con tanta inocencia que se asegura que jamás cometió ningún pecado mortal. Ardientemente pedía a Dios la corona del martirio. Sus deseos fueron escuchados. Nombrado inquisidor de la fe, se atrajo el odio de los herejes, y uno de ellos, que lo acechó en el camino de Como a Milán, le hendió la cabeza con un mandoble de espada, en 1252.   

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA Y
MUERTE DEL PECADOR
   
I. El pecador vive en tinieblas y en ceguera. Las pasiones oscurecen en él las luces de la razón y de la fe. No consulta como a regla de su conducta, sino su placer, su interés y los deseos de su corazón desordenado. Si siguiese las luces de la razón, ¿se expondría acaso a suplicios eternos por placeres tan breves y tan vanos? ¿Si se comportase según las luces de la fe, buscaría por ventura con tanto afán las riquezas, que son tan grande obstáculo para la salvación de muchos?
   
II. El pecador recobra en el momento de la muerte estas hermosas luces de la razón y de la fe que durante su vida se habían oscurecido. Entonces la razón le hace ver cuán insensato fue en trabajar toda la vida para amontonar riquezas perecederas, para hacerse de amigos que no quieren o no pueden socorrerlo. La fe le representa, en todo su horror, los suplicios del infierno en los cuales no quiso pensar cuando gozaba de perfecta salud. Despabílase entonces del profundo adormecimiento en el que vivió; abre los ojos a esta horrible realidad que no quiso prever.
   
III. En esta diferencia que existe entre la muerte y la vida del pecador, hay sin embargo un punto en que concuerdan: ha vivido como impío, muere como impío. Los santos mueren santamente, porque han vivido santamente; los malvados perseveran en el crimen en el momento de la muerte porque en él perseveraron durante la vida. ¿Quieres saber cómo morirás? Mira cómo vives.


La constancia
Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN
   Dios omnipotente, haced benignamente que imitemos con un celo digno de Vos la fe del bienaventurado Pedro, vuestro mártir, quien, por la propagación de esta misma fe, mereció recibir la palma del mar tirio.  Por J. C. N. S.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

28/IV SAN LUIS Mª GRIGNON DE MONTFORT, Confesor

28 de Abril

SAN LUIS Mª GRIGNON DE MONTFORT, Confesor

Para que llegue el Reino de Jesús, 
debe llegar primero el Reino de Maria
 Si no arriesgamos nada por Dios,
nunca haremos por Él, algo que valga la pena.
 Una de las razones principales por las que
 el Espíritu Santo no realiza obras maravillosas
en las almas es que no encuentra en ellas
unión suficientemente estrecha con su fiel e
indisoluble esposa, la Virgen Maria...
 
   
Nació de padres cristianos en Montfort (Bretaña francesa) el año 1673. Fue el segundo de dieciocho hermanos. Su padre era muy autoritario y de un temperamento un tanto brusco. Quizá de él heredó nuestro Santo este mismo temperamento contra el que luchó durante toda su vida.
   Al no poderle educar su madre, le confió para que lo alimentara y formara en los principios de la fe a una señora muy buena cristiana que,  dejó huellas también muy hondas en el espíritu del santo.
   Fue enviado al colegio de los padres jesuitas de Rennes donde pasó ocho años entregado a los estudios de humanidades. Aquí trabó gran amistad con los padres carmelitas de esta ciudad que gozaban en aquel entonces de una bien merecida fama de santidad y de profunda y filial devoción a la Virgen María. Entre aquellos religiosos carmelitas que pertenecían a la célebre reforma Turonense, aprendió sin duda la doctrina que después extendería y haría famosa en la Iglesia de hacerlo todo En María, Con María, Por María y Para María.
   Recibe la ordenación sacerdotal, el 5 de junio de 1700  y desde entonces se entregó de lleno a su misión evangelizadora. Pidió ser enviado a las misiones para allí gastarse por Cristo enseñando su doctrina, pero los superiores le hicieron ver que su puesto estaba en su misma patria para que trabajara en defensa de la fe cristiana, que aquellos días estaba tan duramente atacada por la herejía de los jansenistas y calvinistas, que amenazaban inficionarlo todo con sus corrosivas doctrinas. Y a ello se entregó en cuerpo y alma nuestro Santo.
   Al bautizarle le fue impuesto el nombre de Luis y cuando recibió la Confirmación, él mismo por su gran afecto hacia la Santísima Virgen añadió el de MARIA a su nombre de bautismo.
   Fue capellán de grandes hospitales y a todos atendía, consolaba y ayudaba con medios materiales y espirituales.
   Es el santo de tribulaciones muy amargas, a menudo en pugna con prelados, sacerdotes y autoridades que se decían cristianísimas, en una Francia que entendía las luces como un sucedáneo de Dios. Con su crucifijo y una estatuilla de la Virgen, "Reina de los corazones", acorazado en su paciencia, volvió a encender la fe en miles de almas como una lamparilla que no se apaga en la tormenta.
   Como le acompañaban un grupo de amigos en sus apostolados misioneros y marianos con ellos, y a petición de los mismos, fundó la Congregación de Sacerdotes de la Compañía de María o Montfortianos, hoy extendidos en todas partes.
   Entre sus fundaciones de vida de perfección se cuentan también los Hermanos de San Gabriel y las Hijas de la Sabiduría, que han difundido su entrañable espiritualidad mariana, vivida en consagración personal a la Virgen.
   Aquel hombre que había recorrido toda Francia y otras naciones llevando el mensaje de Jesucristo y de María a los cuarenta y tres años estaba extenuado y partió al cielo el 27 DE ABRIL de 1716. A su entierro acudieron más de cien mil personas.
   Se difundieron sus escritos en numerosas ediciones e idiomas. especialmente su Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen.

MISA DEL CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA

(Doble - Ornamentos blancos )

   En el Introito continúa vibrante y jubilosa la nota pascual: "Cantad al Señor un cántico nuevo". Pero los misterio pascuales siguen desarrollándose a través de la liturgia. El Domingo pasado nos preparaba ya para la Ascensión de Cristo. Hoy da un paso más; y nos habla de las operaciones del Espíritu Santo en ella, en el mundo y en nuestras almas. Toda la Misa es una descripción de esta actividad del Espíritu. Él es el que ha obrado las cosas maravillosas que se cantan en el Introito; Él es el que mantiene,  entre los que han creído, la unidad del místico Cristo; el que impide que los corazones vacilantes naufraguen, agitados por las vicisitudes del mundo (Oración); Él es la óptima dádiva y el don perfecto, que descienden del Padre de las luces (Epístola). Él es, finalmente, el que convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio, pues pondrá delante de él, como en un espejo, su malicia, juntamente con la belleza de la verdad, la justicia de la causa de la Iglesia y el castigo que le amenaza por no creer en ella. Reconozcamos, llenos de agradecimiento y ansiosos de su venida, las maravillas que este Divino Espíritu ha realizado sobre nosotros: "Aleluya. La diestra del Señor ha ejercitado su poder; la diestra de Dios me ha levantado. La diestra de Dios, dice San Agustín, es el Espíritu Santo.

Introito
    INTROITUS Ps. 97-  Cantate Dómino cánticum novum, allelúia: quia mirabiília fecit Dóminus, allelúia: ante conspéctum gentium revelávit justitiam suam, alleuia, alleluia. - Ps Salvavit sibi déxtera ejus: rt btschium sanctum ejus.   V. Gloria Patri.   Introito - Cantad al Señor un cántico nuevo, aleluya; porque ha hecho maravillas el Señor aleluya; ha manifestado su justicia ante las naciones, aleluya, aleluya.- Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. Gloria al Padre, etc.
Oración-Colecta
    ORATIO - Deus, qui fidelium mentes unius efficis voluntatis: da populis tuis id amare quod precipis, id desiderare quod promittis: ut inter mundanas varietates, ibi nostra fixa sint corda, ubi vera sunt gaudia. Per Dominum.   R. Amen    Oh Dios, que unes las almas de los fieles, haciendo de ellas como una sola voluntad concede a tus pueblos amar lo que mandas, y desear lo que prometes; para que en medio de la inestabilidad de las cosa humanas, tengamos fijos nuestros corazones, allí donde están los verdaderos goces(1). Por Nuestro Señor, etc   R. Amen.
Epistola
   Todo lo bueno nos viene de Dios y a Él se lo debemos pedir, y en especial le debemos pedir la gracia de obrar siempre en consonancia con nuestra fe, ya que la fe sola, sin las obras no puede salvarnos; Por más que en tiempo de los Apóstoles lo enseñaran algunos gnósticos y ahora lo enseñen los protestantes y prácticamente lo confiesen muchos católicos tibios.
   Lectio Epistolæ beati Jacobi Apostoli. I, 17-21 - Carissimi, Omne datum óptimum, et omne donum perfectum desursum est, descendens a Patre luminum, apud quem nom est transmutatio, nec vecissitudinis abumbratio. . Voluntarie enim genuit nos verbo veritatis, ut simus initium aliquod creaturae ejus. Scitis, fratres mei dilectissimi. Sit autem omnis homo velox ad audiendum; tardus autem ad loquendum, et tardus ad iram. Ira enim viri justitiam Dei non operatur. Propter quod abjicientes omnem immunditiam, et abundantiam malitiae, in mansuetudine suscipite insitum verbum, quod potest salvare animas vestras.   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Gálatas - Toda dádiva preciosa y todo don perfecto de arriba, viene descendiendo del Padre de las luces, en quien no cabe mudanza, ni sombra de variación. Porque de su voluntad nos ha engendrado con la palabra de la verdad, a fin de que seamos como las primicias de sus nuevas creaturas. Bien lo sabéis, hermanos míos muy queridos. Y así sea todo hombre pronto para escuchar , y refrenado en la ira. Por- que la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, dando de mano a toda inmundicia y exceso vicioso, recibid con docilidad la divina palabra, que ha sido como ingerida en vosotros, y que puede salvar vuestras almas. 
Salmodia
      Alleluia, alleluia. V.Ps. 117, 16 - Dextera Domini fecit virtutem; dextera Domini exaltavit me Alleluia. v. Rom. 6, 9. Christus resurgens ex mortuis, jam non moritur: mors illi ultra non dominabitur. Alleluia.      La diestra del Señor ha ejercitado su poder; la diestra del Señor me ha levantado. Aleluya. Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no tendrá ya dominio sobre Él. Aleluya.
Evangelio
   Jesús anuncia a sus discípulos y la Iglesia nos la anuncia hoy a nosotros- su próxima y definitiva partida de este mundo, pero para nuestro bien completo; pues es para su glorificación en el Cielo y para enviarnos desde allí al Espíritu Santo, el Divino Consolador, cuya misión sobre el mundo esboza.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Joanem. 16, 5-14. - In illo tempore: Dixit Jesus discipuli suis: Vado ad eum, qui misit me: et nemo ex vobis interrogatme: Quo vadis? Sed quia haec locutus sum vobis, tristitia implevit cor vestrum. Sed ego veritatem dico vobis: expedit vobis ut ego vadam: si enim non abiero, Paraclitus non veniet ad vos: si autem abiero, mittam eum ad vos. Et cum verit ille, arguet mundum de peccato, et de justitia, et de juicio. De peccato quidem quia non crediderunt in me: de justitia vero, quia ad Patrem vado, et jam non videbitis me: de judicio autem, quia princeps hujus mundi jam judicatus est. Adhuc multa habeo vobis dicere: sed non potestis portare modo. Cum autem venerit ille Spiritus veritatis, docebit vos omnem veritatem.  Non enim loquetur a semetipso: sed quaequmque audiet, loquetur, et quae ventura sunt, annuntiabit vobis. Ille  me clarificaabit: quia de meo accipiet et annuntiabit vobis.
    Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según San Juan (16,16-22) - En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos : "Me voy a Aquél que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas?' Mas, porque os he dicho estas cosas, vuestro corazón se ha llenado de tristeza. Pero Yo os digo la verdad; os conviene que Yo me vaya, porque si Yo no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros; pero si me voy, os le enviaré. y cuando El venga, convencerá al mundo en orden al pecado, en orden a la justicia, y en orden al juicio. En orden al pecado, por cuanto no han creído en mí; respecto a la justicia porque Yo me voy al Padre, y ya no me veréis; y tocante al juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado(2). Aun tengo otras muchas cosas que deciros, mas, por ahora, no podéis  comprenderlas. Mas, al venir el Espíritu de Verdad, El os enseñará todas las verdades, pues no hablará de por sí(3), sino que dirá las cosas que habrá oído, y os anunciará las venideras. El me glorificará, porque recibirá de lo mío, y os lo anunciará."  Credo.   
    OFFERTORIUM Ps. 65, 1-2 et 16  Jubilate Deo, universa terra, psalmum dicite nomini ejus: venite, et audite, et narrabo vobis, omnes qui temetis Deum, quanta fecit Dominus animae meae, alleluia.   Ofertorio -  Cante a Dios, toda la tierra; cantad salmos a su nombre. Venid, y oíd, vosotros todos los que teméis a Dios, y os contaré cuan grandes cosas ha hecho el Señor a mi alma, aleluya.
Oración-Secreta
    SECRETA - Deus, qui nos per hujus sacrificii veneranda commercia, unius summae divinitatis participes efficisti: praesta, quaesumus: ut, sicut tuam cognoscimus veritatem, sic eam dignis moribus assequamur. Per Dominum nostrum.    Oh Dios que por la sagrada recepción de este Sacramento, nos hiciste partícipes de tu Naturaleza Divina; haz, te suplica mos, que después de haber conocido tu verdad, nos hagamos dignos, por la santidad de nuestra vida, de gozarla eterna mente. Por Nuestro Señor, etc.   
Prefacio propio de Pascua
      Vere dignum et justum est, aequum et salutare: Te quidem, Domine, omni tempore, sed in hac potissimum die (in hoc potissimum) gloriosius praedicare, cum Pascha nostrum immolatus es Christus. Ipse enim verus es Agnus, qui abstulit peccata mundi. Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc.   Verdaderamente es digno y justo, debido y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero principalmente con mayor magnificencia en éste, en que Jesucristo inmolado es, nuestra Pascua. Porque El es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo. El cual muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, reparó nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, can tamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Johann, 16, 8. - Cum venerit Paraclitus Spiritus veritatis, illi arguet mundum de peccato, et de justitia, et de judicio, alleluia, alleluia.   Comunión. -  Cuando viniere el Espíritu Consolador convencerá al mundo en orden al pecado, a la justicia, y el juicio,  aleluya, aleluya.
Oración-Postcomunión
     POSTCOMMUNIO - Adesto nobis, Domine Deus noster: ut per haec, quae fideliter sumpsimus, et purgemur a vitiis et a periculis omnibus eruamur. Per Dominum.     Asístenos, Dios  nuestro, a fin de que, en virtud de los misterios que con fe hemos recibido, seamos purificados de nuestras culpas, y libertados de todos los peligros.
Por Nuestro Señor, etc. 




  • (1) Sabiendo que todo cambia en este mundo y que hoy están en el destierro los que un día estuvieron en el trono, y viceversa, y que hoy abundan en riquezas los que antes casi mendigaban, y viceversa, nuestra felicidad debe estribar en los verdaderos e imperecederos goces del Cielo, a los que se llega amando y observando los divinos preceptos. Todo lo demás es edificar sobre arena y tejer tela de arañas.
  • (2) Pasaje bastante oscuro, pero en el cual está resumida la acción del Espíritu Santo sobre el mundo. Este será por Él iluminado, y se convencerá de tres verdades: 1ª que el mundo es esclavo del pecado, del pecado original y del actual, de cuyo yugo sólo por los méritos de Jesucristo puede ser liberado; 2ª que Jesucristo es justo y es Dios, habiendo demostrado Este su santidad y divinidad resucitado y volviendo a su Padre, de donde salió; 3ª, que el demonio ha sido derrotado por la muerte de Jesucristo.
  • (3) El Espíritu Santo es el Mensajero divino de Dios Padre y de Dios Hijo, y el Iluminador de las inteligencias.

28/IV SAN PABLO DE LA CRUZ, Confesor

28 de Abril

SAN PABLO DE LA CRUZConfesor
No me he preciado de saber otra cosa entre vosotros,
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

(1 Corintios, 2, 2).

   San Pablo de la Cruz mostró, desde su tierna infancia, un amor ardiente por Jesús crucificado. Ya sacerdote, obtuvo de Benedicto XIII permiso para constituir una comunidad destinada a honrar muy especialmente la Pasión del Salvador, y se retiró al Monte Argentaro, en la Toscana. Allí puso los cimientos de la congregación de los Pasionistas. La Santísima Virgen en persona indicóle el hábito que quería tomasen los nuevos religiosos; un manto negro, adornado con las insignias de la Pasi6n. Tuvo el con suelo de ver a su orden muy floreciente, y murió en Roma en el año 1775. Fue beatificado y en seguida canonizado por Pío IX.  

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE
SAN PABLO DE LA CRUZ
   
I. No podía San Pablo de la Cruz oír hablar de los sufrimientos del Salvador sin deshacerse en un mar de lágrimas. ¡Y a nosotros, esos sufrimientos nos dejan con los ojos secos y el corazón frío! ¿De dónde procede esta diferencia? ¡Ah! es que San Pablo de la Cruz meditaba largamente sobre el misterio de la Pasión, mientras nosotros no nos dedicamos a esta meditación sino por contados y breves instantes. Que aquel a quien se clavó por ti en la cruz permanezca para siempre clavado en tu corazón. (San Agustin).
    
II. Aun antes de ser ordenado sacerdote, San Pablo de la Cruz disciplinábase a menudo, ayunaba todos los viernes no tomando ese día otra bebida que vinagre mezclado con hiel. ¿Y qué hacemos nosotros para honrar los sufrimientos de Jesucristo? ¿Qué sacrificios nos imponemos para imitarlo? ¿Tan si quiera soportamos con paciencia los males que no podemos evitar? ¡Qué vergüenza para nosotros bus car las comodidades de la vida, mientras vemos a nuestra Cabeza coronada de espinas!
   
III. San Pablo de la Cruz murió escuchando la lectura de la Pasión según San Juan. ¡Qué consuelo será para nosotros, en nuestro lecho de muerte, si podemos recordar entonces que hemos honrado con nuestra meditación y nuestros sufrimientos la Pasión de nuestro amabilísimo Salvador! ¡Con qué confianza miraremos la señal de nuestra redención! ¡Con qué amor apretaremos a nuestros labios moribundos a Dios crucificado por nuestra salvación! ¡Con qué gozo uniremos nuestra muerte a la suya! Que estos pensamientos reanimen nuestro fervor. En la cruz está la salvación, en ella la protección contra nuestros enemigos, la fuerza del alma, el gozo del espíritu, la consumación de la virtud, la perfección de la santidad. (Imitación de Cristo).

El recuerdo frecuente de la Pasión
Orad por los agonizantes.

ORACIÓN
   Oh Señor Jesucristo, que, para honrar el misterio de la Cruz, habéis enriquecido a San Pablo de la Cruz con una caridad incomparable, y habéis querido por su ministerio hacer florecer en la Iglesia una nueva familia religiosa, concedednos, por su intercesión, que meditemos sin cesar en vuestra Pasión aquí en la tierra, a fin de hacernos dignos de cosechar sus frutos en el cielo.   Por J. C. N. S.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

27/IV NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN

(Patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay)

27/IV SAN ANTIMIO, Obispo y Mártir

27 de Abril

SAN ANTIMIO, Obispo y Mártir
El demonio, cuando profiere una mentira,
habla como quien es, por ser de suyo
mentiroso y padre de la mentira.

(Juan, 8, 44).

 San Antimio era obispo de Nicomedia, cuando el emperador Diocleciano envió unos soldados para que se apoderaran de su persona. Lo encontraron los soldados y le preguntaron si conocía a Antimio; él los condujo a su casa, dióles un espléndido festín y, después, declaróles que era el hombre a quien buscaban. Los soldados quisieron salvarle valiéndose de una mentira, pero el santo obispo rehusó este favor; tanto los instó que, por fin, lo condujeron ante el emperador. Éste lo hizo decapitar. Corría el año 303 de nuestra era.    
  
MEDITACIÓN
SOBRE LA MENTIRA

I. Nunca se debe mentir, bajo ningún pretexto; pues siempre la mentira es pecado que nos asemeja al demonio, padre de la mentira, y borra de nuestra alma la cualidad de hijos de Dios y hermanos de Jesucristo, que es la Verdad misma. Hemos de sufrir la muerte, como San Antimio, antes que consentir en una mentira, por leve que parezca. Una mentira no es cosa de poca importancia, pues ofende a Dios infinito y omnipotente. No mires como leve nada que ofenda a Dios. (Salviano) .
   
II. Perjudicas a tu prójimo cuando le hablas contra tu pensamiento; lo engañas, introduces, en cuanto de ti depende, la discordia en la sociedad. Si todos los hombres fuesen mentirosos, ¿a qué extremos no llegaríamos? Injurias a Jesucristo, que es testigo de tu mentira, pues los cristianos, al decir de San Agustín, no sólo son los miembros de Jesucristo, sino que deben ser también los órganos de su voz. ¿Dices tú muchas mentiras? Examínate sobre este punto.
  
III. Hay personas cuya vida es una mentira continua; engañan a todo el mundo mediante su hipocresía. ¡Oh! ¡cuán raros son aquellos que quieren parecer lo que son! Dios te ve tal cual eres; en vano te ocultas a los ojos de los hombres, Dios es tu juez. Al final todo se descubrirá, se conocerán tus imposturas, a luz plena se verá la verdad. Se puede ocultar la verdad por un poco de tiempo, no se la puede hacer desaparecer, la iniquidad puede triunfar por un instante, pero no reinar siempre. (San Agustín).   


Huir de la mentira
Orad por la conversión
de los pecadores.

ORACIÓN
   Dios todopoderoso, mirad nuestra flaqueza, ved cómo nos agobia el peso de nuestros pecados y fortificadnos por la gloriosa intercesión de San Antimio, vuestro mártir y pontífice. Por J. C. N. S.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

26/IV SANTOS CLETO Y MARCELlNO, Papas y Mártires

26 de Abril

SANTOS CLETO Y MARCELlNOPapas y Mártires
Haced, pues, penitencia y convertíos,
a fin de que se borren vuestros pecados.

(Hechos de los Apóstoles, 3,19).

   San Cleto, discípulo de San Pedro, murió mártir después de un pontificado de doce años. Fue el primer Papa que utilizó en sus cartas la fórmula: Salud y bendición apostólica.
   San Marcelino, 
sucesor de San Cayo, gobernó a la Iglesia con tanto celo como sabiduría. "Junto con otros tres cristianos, Claudio, Cirino y Antonino, fue decapitado", por confesar la fe de Cristo, después de haber sufrido calumnias e innúmeras angustias, bajo la persecución de Diocleciano(1).   
  
MEDITACIÓN
SOBRE LA DESCONFIANZA
EN UNO MISMO
   
I. Nada hay más frágil que el hombre; abandonado a su debilidad, es capaz de cometer los mayores crímenes. San Pedro prometió al Salvador que habría de morir antes que abandonarlo y, por unas  palabras de una sirvienta, por tres veces renegó de su divino Maestro. ¿Qué más apto para hacernos temblar y para inspirarnos una saludable desconfianza en nosotros mismos? ¿Si han caído las columnas de la Iglesia, qué no nos sucederá a nosotros, que somos débiles como cañas? Señor, he caído por mi propia flaqueza; sólo por vuestra bondad me he levantado. (San Agustín).
   
II. Si has caído en alguna falta, aunque fuese el más horrible de todos los crímenes, no te desanimes por ello; la bondad de Dios sobrepuja infinita mente a tu malicia. Vuelve a tu Padre; Él te espera, te llama y está preparado para recibirte; antes te cansarías de ofenderle que Él de perdonarte.
   
III. ¿Quieres corregirte de tus faltas? Prevé y huye de las ocasiones en las cuales has sucumbido; si no lo haces, las mismas causas producirán los mismos efectos. Examina tu vida y verás que las ocasiones y las compañías peligrosas son las que, todos los días, te hacen recaer en los mismos pecados. Un piloto no se acerca sino temblando al escollo donde antes naufragó; un convaleciente no se atreve siquiera a tocar el fruto que lo enfermó; solamente el pecador busca las ocasiones en las que se perdió. ¿Qué necesidad hay de ir a tal parte, donde cada día es preciso vencer o perecer? (San Jerónimo).

La desconfianza en uno mismo
Orad por el Papa.

ORACIÓN
   Pastor eterno, considerad con benevolencia a nuestro rebaño y guardadlo con protección constante por vuestros bienaventurados mártires y soberanos pontífices Cleto y Marcelino, a quienes constituisteis pastores de toda la Iglesia. Por J. C. N. S.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

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    (1) Para la última parte de la noticia biográfica de San Marcelino, hemos traducido directamente de la Lección V (II Nocturno), 26 de abril del Breviario Romano (N. del T.)

    25/04 SAN MARCOS, Evangelista

    25 de Abril

    SAN MARCOS, Evangelista

    Tú, entre tanto, vigila en todas las cosas, soporta las
    aflicciones, desempeña el oficio de evangelista,
    cumple tu ministerio.
    (2 Timoteo, 4, 5).

      San Marcos, discípulo e intérprete de San Pedro, escribió el evangelio a ruego de los fieles de Roma y según las enseñanzas que poseía de San Pedro en persona. Lo aprobó éste y ordenó su lectura en las iglesias. Llevando, pues, su evangelio, partió San Marcos para Egipto, y fue el primero que anunció a Jesucristo en la ciudad de Alejandría, donde fundó una de las iglesias que más florecieron. Fue martirizado el día de Pascua, mientras celebraba el Santo Sacrificio de la misa. Algunos días antes un ángel le había mostrado su nombre escrito en el libro de la vida. Acaeció su muerte alrededor del año 74 de la era cristiana.   

     MEDITACIÓN SOBRE  LAS
    LAS MÁXIMAS DEL EVANGELIO
    Y LAS MÁXIMAS DEL MUNDO

    I. El Evangelio es el testamento de Jesucristo, el documento auténtico en el que nos manifiesta su voluntad. Nos instituye sus herederos, a condición de que cumplamos fielmente sus mandamientos. Leamos, pues, el Evangelio, no sea que los olvidemos. Meditemos las verdades eternas que contiene; una sola, bien comprendida, bastaría para nuestra santificación.

    II. El mundo también tiene su evangelio, completamente opuesto al de Jesucristo. El Señor nos ordena despreciar las riquezas y llevar nuestra cruz, y perdonar a nuestros enemigos; el mundo aconseja buscar las riquezas, huir de la cruz, y vengarse de los enemigos. Cristo recomienda la humildad y la mortificación; el mundo, buscar los honores y los placeres. Examina qué espíritu te guía: ¿es el de Jesucristo o el del mundo?

    III. No trates de convencerte de que los preceptos del Evangelio son para religiosos y no para laicos. No hay dos Evangelios como no hay dos paraísos, uno de los cuales estaría destinado para los religiosos que hacen penitencia, y el otro para los seglares que no hacen nada para salvarse. Dios en su Evangelio habla para todos los cristianos; cuando manda algo, todos están obligados a obedecerle. Aun debieras observar todos sus consejos, en la medida en que te sea posible, porque sería despreciar a Dios no seguir sus advertencias. Mas, ¡ay! los cristianos de nuestro tiempo se contentan con creer en el Evangelio, sin tomarse el trabajo de practicarlo. Siempre tienen el Evangelio en los labios, y su vida está en completo desacuerdo con el Evangelio. (San Cipriano). 

    La fe
    Orad por la conversión de África.

    ORACIÓN

       Oh Dios, que habéis honrado a San Marcos con el ministerio de la predicación del Evangelio, haced que siempre saquemos fruto de sus enseñanzas y que nos proteja con sus oraciones. Por J. C. N. S.



    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

    24/04 SAN FIDEL DE SIGMARINGA, Mártir

    24 de Abril

    SAN FIDEL DE SIGMARINGA, Mártir

    Os intimamos, hermanos, en nombre de Nuestro 
    Señor Jesucristo, a que os apartéis de cualquiera de 
    vuestros hermanos que proceda desordenadamente.
    (2 Tesalonicenses, 3, 6).

       Desde su infancia, este santo estuvo adornado de todos los dones de la naturaleza y de la gracia. En cargado por una familia noble de acompañar a tres jóvenes en un viaje a través de varios estados de Europa, trató de inspirarles el amor a la religión y el gusto a la piedad, más con sus ejemplos que con sus palabras. Algunas injusticias que no pudo impedir en el ejercicio de su profesión de abogado lo impulsaron a huir de los peligros del mundo. Se hizo capuchino y obró tantas conversiones que los calvinistas resolvieron deshacerse de él. Cayó bajo sus puñales asesinos invocando los nombres de Jesús y de María, el 24 de abril de 1622.    

    MEDITACIÓN
    SOBRE LAS BUENAS
    Y MALAS COMPAÑÍAS

    I. Huye de las malas compañías; insensiblemente se insinúa el vicio e insensiblemente desaparece el amor a la virtud. Acaso resistas en un principio, pero terminarás siendo arrastrado. Te familia rizarás con el vicio y no te avergonzarás ni de decir, ni di hacer lo que dicen o hacen los demás. ¡Desdichado! ¿Acaso tu misma experiencia no te ha demostrado ya cuán peligrosas son las malas compañías? Mira las faltas ajenas como una vergüenza, nunca como un ejemplo. (San Euquerio). 

    II. El demonio no tiene instrumento más poderoso para perder un alma que un mal compañero; es el intérprete de su voluntad y el ejecutor de sus órdenes. Inficiona el entendimiento con sus máximas dañinas; arrastra la voluntad con sus ejemplos perniciosos. Es como un pájaro, a quien el demonio mantiene en su trampa, que busca atraer otros a ella. Opón tú a sus máximas y a sus ejemplos las máximas del Evangelio y los ejemplos de los santos. 

    III. Abandona lo antes posible esa mala compañía; huye de los habitantes de Sodoma, o, de lo contrario, prepárate a perecer con ellos. Rompe con esa amistad peligrosa; por más santo que te creas, te asemejarás a quien frecuentas. Conversa con las almas santas: insensiblemente te inspirarán el amor a la virtud y el horror al vicio.   

    Huir de las malas compañías
    Orad por la Iglesia.

    ORACIÓN

       Oh Dios, que habéis abrasado al bienaventurado Fidel con seráficos ardores de caridad, y que lo habéis coronado con la palma del martirio y con el don de milagros por su celo en la propagación de la fe, os suplicamos en nombre de sus méritos e intercesión, que de tal modo nos confirméis en la fe y en la caridad por vuestra divina gracia que podamos permanecer fieles hasta la muerte en vuestro servicio.  Por J. C. N. S.



    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

    23/IV SAN JORGE, Mártir

    23 de Abril

    SAN JORGE, Mártir

    Combate valerosamente por la fe,
    conquista la vida eterna
    para la cual fuiste llamado.
    (1 Timoteo, 6, 12)

       Es un Santo oriental, cuya devoción se extendió del oriente hacia el occidente como los rayos del sol, debido a su noble origen, su atractiva juventud, su brillante inteligencia, su firme devoción, y el gran entusiasmo que irradiaba de sus ojos mientras montaba su caballo presidiendo la guardia real. Finalmente, muchos fueron los suplicios que soportó, con gran valentía, en defensa de su fe cristiana.
       Nació en Capadocia, en el año 280, en una familia noble y cristiana. Su padre, Caratos, murió mártir por su fe cristiana -después de esto su madre lo llevó a su pueblo natal: Ledd, en Palestina. Acudía San Jorge a las reuniones de los primeros cristianos; allí recibió las enseñanzas de los Evangelios y una sólida educación, formándose su carácter- Dotado de una gran bizarría, notables condiciones físicas y de excepcional gallardía, sintió inclinación por la carrera de las armas; se incorporó al ejército del Emperador, llegando en poco tiempo, a ser nombrado capitán de una división.
     ¡Qué hermosa victoria la que este generoso soldado de Jesucristo obtuvo contra los tiranos! Diocleciano, que le había conferido el cargo de tribuno en recompensa de su valor, se lo quitó para castigar su fidelidad a Dios. Fue desgarrado con una rueda erizada de espadas, se le hizo rodar sobre el cuerpo una enorme piedra, se le sumergió en cal viva: salió vencedor en todos estos combates. Pidió entrar en el templo de los ídolos; fue allí conducido y, con una sola palabra, derribó todas las estatuas. Fue, finalmente, degollado, hacia el año 303.


    MEDITACIÓN SOBRE
    EL PERFECTO SOLDADO

    DE JESUCRISTO

    I. San Jorge fue fiel a Jesucristo. El emperador no escatimó promesas, ni amenazas, ni tormentos para relajar su fidelidad; con todo, nada fue capaz de hacerla vacilar. ¿Cómo soportas tú los sufrimientos? ¿Si se pusiese a prueba tu fidelidad, preferirías antes perder bienes, honores y vida, que la fe? ¡Ay! una palabra te espanta, la prosperidad de un día te hace olvidar a Dios. ¿Cómo resistirías la cólera de los tiranos, tú que no puedes resistir las burlas de un amigo? (San Jerónimo) .
       
    II. El santo fue tan valiente como fiel, pues no retrocedió ante los más crueles suplicios cuando se trató de defender la causa de Jesucristo. A ti la menor dificultad te espanta, quieres ser santo, pero a condición de sustraerte a las dificultades que se encuentran en el camino de la santidad. Mucho ardor pones en hacer triunfar tus proyectos y empresas; ¿acaso hay un proyecto, una empresa más importante que la de tu salvación?
       
    III. La perseverancia es la virtud que debe asegurar tu salvación. Olvídate, pues, de las obras pasadas; considera lo que te falta para hacer; piensa en la corona que te espera, en Dios que es testigo de tus trabajos, en la eternidad que es la recompensa de éstos, y no te costará tanto sufrir. ¿Cuál es el santo que ha sido coronado sin pasar por la tribulación? Indaga, y verás que todos han sufrido adversidad. (San Ambrosio).

    La fidelidad a Dios
    Orad por los que son tentados.

    ORACIÓN
       Oh Dios, que para regocijar nuestras almas nos ofrecéis los méritos y la intercesión del bienaventurado mártir Jorge, concedednos, por vuestra gracia, las mercedes que os pedimos por su intermedio. Por J. C. N. S. Amén


    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

    22/IV SANTOS SOTERO y CAYO, Papas y Mártires

    22 de Abril

    SANTOS SOTERO y CAYO, Papas y Mártires

    Las aflicciones tan breves y tan ligeras  
    de la vida presente nos producen
    el eterno peso de una sublime
    e incomparable gloria.
    (2 Corintios, 4, 17).

       San Sotero, Papa, gobernó la Iglesia durante tres años y algunos meses, bajo el reinado del emperador Marco Aurelio. Después de haber dictado sabias leyes y dado grandes ejemplos de virtud, magnánima mente padeció el martirio.
       San Cayo, pariente próximo del emperador Diocleciano, fue también Sumo Pontífice. Se vio obliga do, para evitar la persecución, a ocultarse en las cata cumbas. Después de doce años de pontificado, recibió la corona del martirio, junto con su hermano Gabino, en el año de Jesucristo, 296.    

    MEDITACIÓN
    SOBRE LA RECOMPENSA DE
    NUESTROS TRABAJOS

    I. Lo que al presente sufrimos es poca cosa en comparación con la recompensa que nos espera. Por tanto, no debemos inquietarnos por los males que nos acaecen. Si comparamos nuestra vida de un momento con la eternidad que la sigue, y que será su premio, nuestras pruebas nos parecerán poca cosa. Todo lo que acaba es corto. (San Agustín).

    II. La recompensa que nos ha sido preparada en el cielo es eterna en duración e infinita en grandeza. ¿Por qué amamos tan ardientemente esta vida, que nos mantiene alejados de una tan completa felicidad? ¿Por qué no buscamos aquello por lo cual adquirimos una felicidad eterna? ¡Que Dios sea el único objeto de nuestros deseos. Él a quien veremos sin fin, a quien amaremos sin disgusto, a quien alabaremos sin fatiga! (San Agustín).

    III. La sola esperanza de poseer a Dios debe ya hacernos dichosos y ponernos contentos desde esta vida. Esta esperanza es la que da a los mártires la fuerza para soportar terribles tormentos, a los penitentes endulza sus lágrimas y austeridades. Contempla, pues, a menudo el cielo, y en viéndolo, di: ¡He ahí el trono que me prepara Dios! Todo pasa, sólo la eternidad perdura. Pasaron nuestros hermanos, pasamos también nosotros y nuestros descendientes nos seguirán. (San Euquerio).

    La paciencia
    Orad por los que sufren.

    ORACIÓN

       Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y guardadlo con protección constante por vuestros bienaventurados mártires y Soberanos Pontífices Sotero y Cayo, a quienes constituisteis pastores de toda la Iglesia.  Por J. C. N. S.



    *Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

    DOMINGO TERCERO DESPUÉS DE PASCUA

    TERCER DOMINGODESPUÉS DE PASCUA

    (Doble - Ornamentos blancos)

      Han pasado tres semanas de alegría. Ahora la Resurrección marcha rápida hacia la definitiva exaltación del Cristo, hacia la Ascensión... Hoy empezamos a pensar ya en la separación, y nuestra alegría se empaña con un halo de suave melancolía. Comenzamos levantando al Cielo gritos de Júbilo: "Cantad con júbilo a Dios, toda la tierra, entonad salmos a su Nombre". Pero San Pedro nos recuerda luego que somos extranjeros y peregrinos que todavía no hemos llegado a la Patria conquistada por la sangre de Cristo (Epístola), y que, por tanto, debemos trabajar, caminar y vivir con espíritu de los que se han revestido de Cristo. Reconociendo nuestra debilidad, pedimos a Dios que nos conceda, a todos los que llevamos el nombre de cristianos, la gracia de rechazar cuanto se oponga a este nombre y de seguir cuanto con él conviene (Oración). El primer peregrino es el mismo Cristo, que nos habla ya en el Evangelio de su próxima partida. Pronto va a privarnos de su presencia para poder enviarnos el Espíritu Santo, en el cual encontrarán los Apóstoles, y todos los nacidos y resucitados en Cristo, el valor necesario para llevar dignamente el nombre cristiano.

    IntroitoPs. 55, 1-2
     INTROITUS -  Jubilate Deo, omnis terra, alleluia: psalmum dicite nomini ejus, alleluia: date gloriam laudi ejus, alleluia, alleluia, alleluia. - Ps. Ibid. 3. Cicite Deo, quam terribilia sunt opera tua, Domine: in multitudine virtutis  tuae mentientur tibi inimici tui. Gloria.Introito - Cantad con júbilo a Dios, toda la tierra, entonad salmos a su Nombre, aleluya. Glorificadle y alabadle, aleluya, aleluya, aleluya.- Decid a Dios: ¡cuán estupendas son tus obras, oh Señor! Tan grande es tu poder, que serás glorificado por tus mismos enemigos. Gloria al Padre, 
       Oración-Colecta
      ORATIO - Deus qui errantibus, ut in viam possit redire justitiae, veritatis tuae lumen ostendis: da cunctis qui christiana professione censentur, et illa respuere, quae huic inimica sunt nomini, et ea quae sunt apta, sectari. Per D. N.   R. Amen       Oh Dios, que muestras a los que yerran la luz de  tu verdad, para que puedan volver al camino de la justicia, concede a cuantos profesan la fe cristiana, que se aparten de todo lo que va contra este nombre, y .sigan todo lo que es conforme a él. Por nuestro Señor, etc.    R. Amen.
    Epístola
       Ante la persecución de Nerón, que ya había estallado en la Iglesia, San Pedro exhorta a los cristianos a la paciencia, a la sumisión humilde y a una vida ejemplar, para así desramar a los enemigos y honrar la Religión.
       EPISTOLA Lectio Epistolae beati Petri  Apostoli  (I, 2, 11-19)  - Carissimi: Obsecro vos tamquam advenas, et peregrinos abstinere vos carnalibus desideriis, quae militant adversus animam, conversationem vestram inter gentes habentes bonam: ut in eo, quod detrectant de vobis tamquam de malefactoribus, ex bonis operibus vos canside rantes, glorificent. Deum in die visitationis. Subjecyi igitur estote omni humanae creatutrae propter Deum: sive regi, quasi praecellenti: sive ducibus, tamquam ab eo missis ad vindictam malefactorum, laudem vero bonorum: quia sic est voluntas Dei, ut benefacientes obmutescere faciatis imprudentium hominunm ignorantiam: quasi liberi, et non quasi velamen habentes malitiae libertatem, sed sicut servi Dei. Omnes honorate: fraternitatem diligite: Deum timete: regem honorificate. Servi, subditi estote in omni timore dominis, non tantum bonis, et modestis, sed etiam dyscolis. Haec est enim gratia: in Christo Jesu Domino nostro.    Lección de la Epístola del Apóstol S. Pedro - Carísimos: Os ruego como a extranjeros y peregrinos(1), que os abstengáis de los deseos carnales que combaten contra el alma. Observando buena conducta entre los gentiles, para que así, como ahora murmuran de vosotros, como de malhechores, considerándoos por vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de visita. Someteos, pues, a toda humana creatura por Dios: ya sea al rey como soberano que es; y a a los gobernantes como enviados por Él para venganza de los malhechores y para alabanza de 1os buenos. Porque ésa es la voluntad de Dios, que, haciendo bien, hagáis enmudecer la ignorancia de los hombres imprudentes. Portaos como libres, y no teniendo a libertad a manera de velo para encubrir la  malicia, mas, como siervos de Dios; dad honor al Rey. Siervos(2), sed obedientes a los señores con todo respeto, no sólo a los buenos y moderados, sino aún a los de recia condición. Porque esto es lo que agrada a Dios, en Jesucristo, Señor nuestro. 
       Salmodia
       Allelúja, allelúja. V. (Ps. 110, 9) Redentionem misit Dominus populo suo. Alleluia. V. Luc. 24, 46 Oportebat pati Christum, et resurgere a mortuis: et ita intrare in gloriam suam. Alleluia   Aleluya, aleluya. V. Aleluya, aleluya. El Señor envió redención a su pueblo. Aleluya. Convenía que Cristo padeciese y resucitase de entre muertos, y que así entrase en su gloria. Aleluya. 
    Evangelio
       Jesús anuncia a sus discípulos, un poco enigmáticamente, su próxima partida de este mundo y su resurrección, así como la situación futura de la Iglesia militante, para la cual, aparentemente, Jesús desaparece un tiempo de su vista, pero para volver a mostrarse a cada uno, al fin de la breve peregrinación de la vida. Esta breve peregrinación, entre oscuridades y trabajos, resulta a veces triste y pesada, pero pasa veloz, y brilla ante los ojos del buen cristiano la luz perpetua y el gozo eterno que hacen olvidarlo todo.
       USequéntia sancti Evangélii secúndum Joanem. 16, 16-22 - In illo témpore: Dixit Jesus discipulis suis: Modicum, et jam non videbitis me; et iterum modicum, et videbitis me; quia vado ad Patrem. Dixerunt ergo ex discipulis ejus ad invincem: Quid est hoc, quod dicit nobis: Modicum, et non videbitis me; et iterum modicum, et videbitis me, et: quia vado ad Patrem? Dicebant ergo, quid esr hoc, quod dixit<. Modicum? nexcimus quid loquitur. Cognovit autem Jesus quia volebant eum interrogare et dixit eis: De hoc quaeritis inter vos, quia dixi: Modicum et non videbitis me, et iterum modicum et videbitis me. Amen, amen dico vobis, quia plirabitis et flebitis vos: mundus autem gaudebit, vos autem contristabimini, sed tristitia vestra vertetur in gaudium. Mulier cum parit, tristiam habet, quia venit hora ejus; cum autem pepererit puerum, jam non meminit pressurae, propter gaudium, quia naus est homo in mundum. Et vos igitur nunc quidem tristitam habetis, iterum autem videbo vos et gaudebit cor vestrum, et gaudium vestrum nemo tollet a vobis.   Credo. U Continuación del Santo Evangelio según San Juan (16,, 16-22) - En aquel tiempo: dijo Jesús a sus discípulos: "Un poco y ya no me veréis: y otro poco y me veréis; porque voy al Padre." entonces algunos de ellos se dijeron unos a otros: "¿Qué es esto que nos dice: 'Un poco y no me veréis, y otro poco y me veréis; porque voy al Padre?" y decían, "¿Qué es esto que nos dice? '¿Un poco?' No sabemos lo que quiere decir(3)." Entendió Jesús que le querían preguntar, y les dijo: "Disputáis entre vosotros de esto que he dicho: 'Un poco y no me veréis, y otro poco y me veréis' En verdad, en verdad os digo: que vosotros lloraréis y gemiréis, mas el mundo se gozará, y vosotros andaréis tristes, mas vuestra tristeza se trocará en gozo(4). La mujer, cuando pare, está triste, porque viene su hora; mas cuando ha dado a luz un niño, ya no se acuerda del apuro, por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. Así pues, también ahora, vosotros tenéis  tristeza; mas otra vez os he de ver, y se gozará. vuestro corazón, y ninguno os arrebatará. vuestro gozo."   Credo.   
        OFFERTORIUM Ps. 145, 2.  Lauda, anima mea, Dominum: laudabo Dominum in vita mea, psallam Deo meo quamdiu ero, alleluia.   Ofertorio -  Alaba, alma mía, al Señor; alabaré al Señor durante mi vida : entonaré himnos a mi Dios. mientras yo viva. Aleluya.
    Oración-Secreta
        His nobis, Domine, mysteriis conferaatur, quo terrena desideria mitigantes descamus amare caelestia. Per Dominum nostrum.    Danos, Señor, con es tos misterios, la gracia de que, mitigando los deseos terrenales, aprendamos a amar las cosas celestiales. Por Nuestro Señor, etc.    
    Prefacio propio de Pascua
        Vere dignum et justum est, aequum et salutare: Te quidem, Domine, omni tempore, sed in hac potissimum die (in hoc potissimum) gloriosius praedicare, cum Pascha nostrum immolatus es Christus. Ipse enim verus es Agnus, qui abstulit peccata mundi. Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc.   Verdaderamente es digno y justo, de bido y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero principalmente con mayor magnificencia en éste, en que Jesucristo inmolado es, nuestra Pascua. Porque El es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo. El cual muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, reparó nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, can tamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
       COMMUNIO  Mdicum, et  non videbitis me, alleluia: iterum modicum, et videbitis me, quia vado ad Patrem, alleluia, alleluia.   Comunión. - Un poco y no me veréis," aleluya; "otro poco y me veréis, porque voy al Padre." Aleluya, aleluya. 
    Oración-Postcomunión
         POSTCOMMUNIO - Sacramenta quae sumpsimus, Domine, et spritualibus nos instaurent alimentis, et corporalibus tueantur auxiliis. Per Dominum nostrum Jesum Christum.   Los Sacramentos que hemos recibido, oh Señor, te rogamos nos fortalezcan como Alimentos Espirituales que son, y nos defiendan, sirviéndonos de auxilios para el cuerpo. Por Nuestro Señor, 


    • (1) Extranjeros y peregrinos somos, en efecto, en el orden espiritual, ya que no tenemos aquí ciudad ni patria permanentes.
    • (2) Siervos, aquí quiere decir criados, vasallos, súbditos y todo lo que expresa sumisión a alguna autoridad legítimamente constituida, a la cual, por Dios, debemos someternos en lo que no va en contra de nuestra conciencia, aunque el mandatario sea duro y autoritario.
    • (3) Bajo esta forma un poco enigmática les anunciaba Jesús a los Apóstoles su próxima muerte y resurrección y sus apariciones. Equivalía a decirles: "No me veréis, porque estaré muerto y enterrado; pero en seguida me volveréis a ver, porque habré resucitado". A nosotros nos parece muy claro, porque conocemos los acontecimientos.
    • (4) Los buenos cristianos deben vivir en una santa y saludable tristeza, con respecto a las locas alegrías de los mundanos, tristeza que a menudo impone el cumplimiento austero del deber; pero esta tristeza será pasajera y se convertirá en gozo eterno después de la muerte, al revés de lo que acaecerá a los mundanos. El ejemplo gráfico de la parturienta explica el pensamiento del Señor.

    INTRODUCCIÓN

    Acerca de la Santa Misa